Hay algo en la última escena de la película Quadrophenia, esa en la que Jimmy conduce hasta Beachy Head tras apropiarse de la moto de Ace Face en el hotel de Brighton y bordea temerariamente el precipicio como si necesitase recordar que al menos tiene el control sobre su propia muerte, esa en la que su pasado y su presente se detienen frente a un mar inconmovible mientras el riff de "Love, Reign o’er Me»" interrumpe el estribillo de "I’ve Had Enough" en una metáfora perfecta, esa en la que solo transcurre un instante pero en realidad transcurre una vida entera y tú notas como algo nervioso te baja por la nuca como un relámpago estremeciéndote el alma, que condensa todo el espíritu narrativo del disco Quadrophenia como ópera rock. Es un momento hipnótico. De tensión contenida. En el que algo está continuamente a punto de suceder pero nada sucede. Como la propia vida de Jimmy. Una ópera rock —a diferencia de cualquier otro disco al uso, en el que se trata un tema d...