El modelo de Milei parece un castillo de naipes que castiga a la mayoría de los argentinos mientras el FMI duda atrapado en una lógica que no se sostiene. El gobierno de Javier Milei lleva casi un año y medio en el poder, y su plan económico, basado en un ajuste fiscal muy duro y en evitar a toda costa una devaluación del peso, está mostrando grietas profundas. Aunque logró bajar la inflación –su único éxito claro hasta ahora–, la economía argentina está en un punto crítico. Según el Instituto Argentina Grande (IAG), el país enfrenta reservas del Banco Central (BCRA) al límite, una economía que no crece y un frente externo en crisis. Milei necesita desesperadamente al Fondo Monetario Internacional (FMI) para no caer en un colapso total, pero su modelo choca con lo que el FMI pide. Es una contradicción que pone en jaque todo: sin el Fondo, el plan no cierra; con el Fondo, Milei tendría que cambiar su estrategia, algo que se niega a hacer. Por Hernán Herrera Un modelo que depende de...