Ya el black metal no es como antes, y por suerte! Especializados en partes iguales de brutalidad y melodía, aquí le vamos a entrar al black metal presentando nuevas expresiones y sonidos más actuales a todo nuestro catálogo de buena música, cosa que ya hemos hecho en el blog cabezón, porque ya sea que te guste o no, esto es muy buena música. Llena de distorsión y gritos guturales, sí, pero también contrastándola con secciones dulces, tremendamente nostálgicas y delicadas. Porque a lo largo de la pasada década fue creciendo y evolucionando una nueva forma de entender el black metal, y ese estúpido trasfondo primigéneo, diabólico, misantrópico y de total desconexión sociocultural que éste representaba. Cada vez se ha tornado más terrenal, más tangible, más concreto y más real, y por el mismo hecho también más angustiante, crudo, visceral, más cruel y más tierno y sensible al mismo tiempo, como la historia suicida que es el concepto de este muy buen disco para los amantes de la brutalida...