Y dentro de lo que es el progresivo, vamos presentando varios estilos y formas de interpretación, desde lo más pirotécnico y virtuoso a lo más elegante y fino, y éste disco está en la última opción. Sensibilidad, emoción y pasión es lo que prima en el séptimo y último disco de estudio de esta veterana banda inglesa, que la viene batallando desde 1980 a esta parte, y cuyos mejores discos fueron los últimos. Un neoprogresivo que parece pasar por el cedazo de Steely Dan y The Blue Nile para forjar un álbum de canciones muy emotivas, evocadoras, confesionales, transmitiendo sensaciones con sinceridad, clase y delicadeza. Del lado pastoral del rock progresivo, y desde el concepto general de la memoria y la pérdida (sin convertirse en un álbum triste, sino más bien nostálgico), aquellos que disfrutan de la música reflexiva y emotiva encontrarán mucho para disfrutar aquí. Excelente producción, música, instrumentación, arte, este disco lo tiene todo si es que te gusta este estilo. Solo...