¡Benvenuti!

¡Estimados accidentados que cayeron por estos pagos! Lamento informarles que ya no tienen escape ¿Por qué? ¿Qué pasará, se preguntan? No, nada, o tal vez si. Su mente ya no será la misma, sus oídos serán tocados por dios (O el diablo que, según se rumorea, son la misma cara de la moneda), sus amigos lo mirarán de reojo, será señalado por la calle, acaba de transformase en aquel clásico personaje del sombrero de aluminio en la cabeza (Y vale aclarar que en la cabeza, ya muchos pueden terminar con el sombrero en lugar poco comunes, hasta no recomendables).

Lo lamento, pero su familia lo perdió (O usted perdió a su familia, así que festeje si quiere). Usted acaba de firmar un pacto con el desquicia (No con la locura, que esa es otra, es sagrada, pero a futuro si se esmera y trabaja con pocas ganas y mucha música, lo puede lograr). Usted tendrá ataques de pasión por una guitarra, se enamorará de un teclado, gozará de orgasmos al escuchar un bajo rompiendo con todos los esquemas. Pero no se preocupe, no es el fin, o mejor dicho, preocúpese, usted ya no es, usted ya no existe, usted es rock, usted es progresivo. Usted tiene un moog en la cabeza.