Artista: Factor Burzaco
Álbum: Factor Burzaco II
Año: 2011
Género: RIO / Avant Garde
Nacionalidad: Argentina
Duración: 41:56
Lista de Temas:
1. Beginning
2. Progressions
3. What
4. Inmemorian
5. Guantanabu-1
6. Guantanabu-2
7. Guantanabu-3
8. Straviko
9. Before the End
10. Mereditika
1. Beginning
2. Progressions
3. What
4. Inmemorian
5. Guantanabu-1
6. Guantanabu-2
7. Guantanabu-3
8. Straviko
9. Before the End
10. Mereditika
Alineación:
- Carolina Restuccia / voz
- Pol González / Voz
- Pablo Torterolo / Batería
- Fernando Taborda / Guitarras
- Nahuel Tavosnanska / Bajo
- Alan Courtis / Guitarras
- Carlos Lucero / Guitarras
- Fabian Keroglian / Vibráfono y percusión
- Sebastián Schachtel / Acordeón
- Sergio Catalán / Flautas
- Federico Landaburu / Clarinete
- Will Genz / Fagot y Contra-Fagot
- Mauro Rosal / Saxo soprano
- Rosa Nolly / Saxo Alto y Barítono
- Dana Najlis / Clarinete y Bombo Legüero
- Mauro Zannoli / Procesos Electrónicos
En exclusiva, el segundo y último disco de la banda (que actualmente ya está preparando su tercer álbum), radicamente distinto del anterior, otra obra enorme aunque no tan melódica como la anterior... y ya han adelantado que incluso distinto que el posterior. Aquí hay música contemporánea y académica, pero también suenan desde Zappa hasta Henry Cow, Thinking Plague, The Red Masque, Debussy, Stravinsky y King Crimson, y donde ya definitivamente la genial voz de Carolina Restuccia toma proponderancia (no el mando, ya que eso le corresponde al genial compositor Abel Gilbert) pero si el protagonismo completo de la banda en sí. Aunque reitero que esta segunda entrega es, si bien no radicalmente distinta a la anterior, sí muy diferente al no encontrarse ya sus enganches pop tan pegadizos, quedando sólo un áspero RIO puro y duro, aunque siempre con componentes innovadores y buscando la experimentación por sobre cualquier prejuicio musical.
Dejo un par de comentarios sobre esta obra:
"Toda dirección es un embuste", viene machacando desde lejos la voz multifacética de Carolina Restuccia al comienzo de "Inmemoriam", antes de que un dúo de saxos se corte abruptamente por una sección mínima y milimétrica de power trio en formato hardcore.
¿Lo es realmente? Basta concentrarse en el track en cuestión para descubrir un modo de componer sobre la base de pequeñas células generativas que se expanden, se metamorfosean, se reelaboran, se reproducen, se fragmentan, se descomponen, se desvanecen y renacen en el seno de cada uno de los diez temas. Un poco a la manera de los textos de Marcelo Cohen, cuyo orden se altera hasta el punto de suspender por un momento sus atributos sintácticos y semánticos. Como si ese sintagma sonoro, discursivo, estuviera sujeto a los caprichosos vaivenes de un paradigma hecho de memorias difusas y materiales siempre disponibles.
"La música prospera", "al ritmo de la música se avanza": una nueva duplicación, esta vez de vibráfonos, arropa un recitado que inaugura el fuerte procesamiento electrónico que caracteriza la segunda mitad del CD. En ese devenir de texturas, de una improbable pureza a una electroacústica engañosa, se articula el solapado universo sónico de Abel Gilbert, compositor riguroso de lo que aquí se escucha. Sagaz, algo taimado incluso, Abel se regodea en desafiarnos. A nosotros, oyentes incautos acostumbrados a las referencias estables y a los límites claros. Y él propone combinatorias inéditas en tríadas desopilantes: trío de maderas con guitarra bajo y batería, dos vibráfonos y voz con saxos soprano, barítono y alto. Difumina nuestras venerables expectativas genéricas al pasar sin transición aparente de la música de cámara al rock más visceral, de los gestos stravinskyanos de la nouvelle musique a un drone huidizo, de ciertos arreglos orquestales a la Henry Cow a una Sequenza de Berio. O encuentra una manera de trastocar la canción de "Progresiones" en el ruido blanco de "Guantanabu 3" a través de una sucesión de variaciones complejas con una naturalidad que desarma nuestros prejuicios más recónditos. Porque sólo despojándonos de ellos estaremos en condiciones de apreciar un disco que hace de la herencia musical un repositorio de potencialidades para actualizar, sin recaer nunca en ese cinismo posmoderno tan en boga. Lo suyo es otra cosa. Una respuesta directa, convincente, a la pregunta que aún hoy desvela a tantos contemporáneos: la de cómo hacer música después de la caída de los criterios tradicionales.
Esculpiendo milagros
Just like previously, the band’s lineup appears as an orchestra, embracing 16 musicians, none of whom are now presented as guests. However, some of the album’s ten tracks only feature a couple of players (I’ll touch on those first of all), and even the most sonically saturated ones come across as being performed by an octet at most. What is more, apart from Restuccia Carolina and Abel Gilbert (who, though, is this time only credited as the album’s composer, whereas previously he was involved as a musician as well), all of the other participants are new. Of the disc’s three shortest tracks, Guantanabu-2, Before the End and Beginning (none of which exceed 2 minutes in length), the first two are synthesizer drones of a kind, serving as bridges between their neighboring pieces, while the latter comes across as more or less a full-fledged keyboard piece, additionally containing female vocalizations and a male narration. What and Guantanabu-1 are both pretty similar to the disc opener, albeit the keyboards on each of these are supplemented by brasses and mallet percussion respectively. Otherwise the album doesn’t sound way different from its predecessor, but, anyhow, I believe most of the songs were originally written specifically for Carolina’s vocals, and only later, after being arranged by Albert (along with the ensemble, I’m sure), those got what is now seen as their final, I’d even say proper, appearance. One of the vocal tracks, Progressions, is rhythmically quite a straight forward affair, and yet overall, it is a fairly mesmerizing workout, driven by a refined guitar solo over the rhythm section, ornamented by vibes. What particularly matters, however, is that Carolina’s singing is – traditionally – very passionate and unpredictable, making the whole thing sound just great. The remaining four compositions, Inmemorian, Straviko, Mereditika and Guantanabu-3, are all excellent, the latter one of the band’s very best creations in general. Wonderfully, Carolina uses a different approach on each of these (in fact, on every track that she is allowed to properly use her vocals on, the aforementioned Guantanabu-1 included). The same sort of things is at work instrumentally: save Guantanabu-3, which has a full-band sound throughout, the music strongly varies in structural density, to put it succinctly. Most of it brings to mind Chamber Rock, due to the specific deployment of woodwind instruments in particular. Brasses, in their turn, often provide unison and the like solos (those in third, etc) with an obvious jazzy groove, creating a sound which does contrast Carolina’s vocal acrobatics very effectively. The prima donna manages to perfectly balance a melodic (often operatic) approach with avant-tinged singing, utilizing plenty of unique vocal devices – too many even to fit into the above-mentioned categories, let alone to define and list. Her singing has nothing to do with the concept of histrionics, but is a true vocal art, with a capital “A”. Vocally, Carolina is in all senses on a par with Kate Bush, of whom she reminds me in overall delivery, as well as Dagmar Krause (Henry Cow et al.), of whom, though, she is reminiscent comparatively rarely and only in intonations.
Conclusion. While inferior to Factor Burzaco’s self-titled debut release, in terms of complexity in particular, this is still a good album overall. For neophytes it would be a better starting point to explore the band’s music than its predecessor. Recommended.
Vitaly Menshikov (Progressor)
ENTREVISTA A ABEL GILBERT (FACTOR BURZACO)
Tuvimos que esperar cuatro años desde el estreno de su prometedor primer disco. Una larga espera que se vió recompensada en la mejor manera. En mi opinión, Facor Burzaco II es uno de los discos mas hermosos y arriesgados del 2011. Un disco cuyo entusiasmo latinoamericano es capaz de unir la música académica vanguardista con la música rock más tradicional. La mente de este proyecto es Abel Gilbert, un personaje muy especial con el cual vamos a profundizar el conocimiento en esta entrevista.
Hola Abel, vamos a presentar el "Factor Burzaco" a nuestros lectores: ¿puedes contarnos como empezó el proyecto?
En 1994, después del estreno de una obra mía electroacústica (para piano y cinta), me llamé a silencio por unos ocho años. Fue un tiempo en el que ni siquiera abrí el piano para tocar por diversión. Estaba atravesando una crisis. No estaba contento con pertenecer a cierto mundo de la "música académica", a pesar de que mucha de esa música la considero propia. Un día, de casualidad, podría decirse, volví a escuchar In the court of the crimson king. Te diría que no lo escuchaba con atención desde fines de los setenta. Me produjo un profundo impacto emocional. ¿Por qué había olvidado esa música? Entonces, volví a componer. Yo no quería hacer rock (ya no sé qué quiere decir eso hoy). Lo que quería era tomar ciertos materiales del rock y, por su puesto, algunos de los instrumentos que lo constituyen (guitarra, bajo, batería). O sea: me interesaba trabajar con la memoria de esos instrumentos. Si hay guitarra, bajo y bateria, tu escucha se orientará de manera instintiva hacia el rock, aunque no sea rock, necesariamente. Para resumir: Factor Burzaco es una suma de mis escuchas, de los Beatles a Luciano Berio, un compositor que adoro, pasando, claro, por otras zonas (Henry Cow, Eric Dolphy). Y, claro, también me interesa mucho Stravinsky, en especial su idea de trabajar con "lo alto" y "lo bajo" de la música.
Hace cuatro años desde vuestro estreno discográfico: ¿ha cambiado algo en el "Factor Burzaco" desde entonces?
Sí, bastante, creo. Ha cambiado porque en el segundo disco he tenido más control y experiencia en el estudio. Y porque en el primer disco sólo se había insinuado un camino que se profundizará aún más en el tercer disco en el que estoy trabajando ahora, y en el que vuelve a cambiar toda la instrumentación. Solo permanecerá Carolina Restuccia. Su voz es uno de los tesoros escondidos de Factor Burzaco.
Con este segundo álbum llevais al extremo vuestra propuesta: ¿qué respuesta estáis obteniendo en comparación con el primero?
Yo podría haber hecho un disco igual al primero, pero eso me hubiera resultado aburrido y previsible. Las respuestas que he recibido hasta el momento son variadas pero, por lo general, entusiastas. Se valora el riesgo y, también, el resultado. El riesgo no debe ser un escudo para la mediocridad. La respuesta que más me ha interesado es aquella que tiene cierto grado de desconcierto. ¿Qué música es esta? ¿Contemporánea? ¿Rock? ¿A mitad de camino? ¿Cómo llamarla? Me gusta esa imposibilidad de definirla.
En vuestra música encuentro marcadas influencias latinas: ¿cuánta importancia tiene la música popular en vuestro proyecto?
Me llama mucho la atención tu hallazgo. Nunca he pensado en ello. Pero, a la vez, que se encuentren influencias latinas, lo siento como un elogio. Yo vivo en una ciudad remota, Buenos Aires. Y, además, me siento profundamente latinoamericano. Te diría que no escucho tango, pero el tango está en mi ecosistema. Lo mismo que el folclore. Sin embargo, una manera de ser latinoamericano es "canibalizar" otras músicas, esas que vienen más allá de los mares.
La carátula de "Factor Burzaco II" representa un CD-R: ¿podemos interpretarlo como una alusión a la piratería musical? ¿Piensas que aquello es uno de los males que hoy más afectan a los artistas?
La carátula del disco tiene que ver con otra cosa, es una metáfora visual de nuestra precariedad material. Hacemos el disco cuando podemos, con lo que tenemos, en los tiempos que nos quedan después de trabajar, con tecnología que no siempre es la mejor. Pura adversidad. El CDR-R es la imagen de esas adversidades. De otra parte, el tema de la piratería tiene una doble cara. Creo que afecta a los músicos independientes. Un público comprometido debería tener en cuenta las enormes dificultades que implica para los músicos y los sellos pequeños, llevar adelante estas proezas. No reclamo caridad sino una alianza creativa con el oyente. Se que es un asunto complejo y "políticamente incorrecto". La portada del disco no es inocente al respecto.
Algunas de tus piezas son muy "teatrales" como, por ejemplo,"Guantanabu" ¿has pensado alguna vez en componer un musical?
Guantanabu es teatral porque es altamente política. El texto alude a la utilización de la música como forma de tortura en Guantánamo y Abu Ghraib (por eso GuantanAbu). Pero, claro, Carolina es, al mismo tiempo, una artista con una personalidad enorme. Su expresividad la lleva por momentos hacia lo teatral. Eso es lo que la hace tan singular. Otra intérprete hubiera llevado el canto hacia un lugar menos dramático. Pero dejaría de tener la potencia de Caro, cuyo primer disco solista estoy ahora produciendo, y no tiene nada que ver con FB.
¿Por qué decidiste dedicarte solamente a la composición de los temas?
Yo llevo al mismo tiempo "cuatro vidas": soy periodista, escritor, docente en la universidad y, claro, compositor. No tengo tiempo de practicar un instrumento. O toco el piano o compongo. Me he inclinado por lo segundo. Además, todos los músicos que convoco son mejores instrumentistas que yo. ¿Para qué arruinar una toma?
¿Que materias enseñas en la Universidad?
Desde hace unos años he comenzado a dar clases en la Universidad Nacional de Quilmes (en las afueras de la capital argentina), en la carrera Composición con medios electroacústicos. De un lado doy una materia relacionada con la estetica musical, entre el siglo XVIII y el XXI (dicho de otra manera, de Mozart al presente, pasando por The Beatles, el free jazz y las musicas de improvisación europea). También, desde este año, me toca hacer de tutor de los alumnos que se graduan con una obra para nueve instrumentos y electronica. Mi relación con la universidad es, en cierto sentido, vocacional. Se paga muy poco dinero, pero es, para mi, una experiencia muy gratificante.
¿Puedes hablarnos acerca de tu educación musical?
Beatles y más Beatles y The Kinks, hasta que apareció Crimson, allá por 1975, sin saber que se había separado. Y Luego Gentle Giant, Coltrane, Caetano Veloso, Egberto Gismonti. En la portada de Sargeant Pepper descubrí a Stockhausen, siendo un adolescente. Y allí empezó otro viaje que me llevó estudiar muchos años música, cosa que sigo haciendo, porque soy tutor de alumnos que se gradúan en composición con una obra compleja, lo que me lleva a seguir muy de cerca lo que sucede en la música contemporánea.
He leido, que, ademàs de compositor, eres escritor: ¿por qué no te hiciste cargo de las letras del álbum?
Los textos del disco pertenecen a Marcelo Cohen, uno de los escritores más importantes de la Argentina. Su participación es un honor y un halago para mí. Yo no podría haberlo hecho mejor. Tal vez en el próximo comience a aproximarme a la escritura de los textos. Una cosa es escribir ensayos o ficción y otra elegir las palabras que va a cantar alguien.
¿Tu actividad musical se limita solamente al "Factor Burzaco"?
No, estoy tratando de escribir una obra para orquesta. Y tengo otros bocetos. Pero los ritmos de la escritura son muy lentos.
¿Puedes decirnos algo más sobre los próximos discos de FB y de Carolina?
Después de haber finalizado Burzaco II me guarde un track de 13 minutos que no tenía mucho que ver con el material precedente (de hecho, el texto que canta Carolina es mio). Con ese material y otro que estoy componiendo, espero concluir pronto mi disco que también implicará un cambio importante en relación a II.De un lado, hay cierto regreso a cosas del primer disco (cierto aire pop), pero, al mismo tiempo, se dirige hacia otro lado (incorporaré una trompeta y cuatro contrabajos, tal vez marimba). Estoy muy entusiasmado con los bocetos. Al mismo tiempo, pronto comenzamos la produccion del disco de Carolina, que es, en apariencia, de canciones muy sencillas, compuestas por ella. Tendrá cierto aire del folclore del norte argentino, pero todo eso atravesado por el rock. Ambas producciones se harán con cierta lentitud debido a nuestras restricciones económicas.
¿Hoy en dia existe un movimiento prog como tal?
Por lo que veo y escucho, hay musicos y melómanos que les gustaría, como Peter Pan, no haber crecido nunca y vivir permanentemente entre 1969 y 1974, cuando el prog rock alcanzó su madurez y luego empezó a declinar, al compás de la gran crisis del petróleo. Ese es su mundo sonoro de referencia y lo que sale de allí no les gusta. Suelen despreciar a los que componen canciones pop o, incluso a Radiohead, pero ese sentido de superioridad se esfuma frente a experiencias que salen de sus parámetros, o de lo que creen que es "progresivo". Hay otros músicos y oyentes mucho más curiosos e interesados en explorar nuevos campos, y establecer diálogos con otras experiencias musicales, incluso por fuera del rock. Yo me siento más identificado con los segundos, naturalmente. Me parece que, en ese sentido, la etiqueta "prog" no tiene nada que ver con un discurso conservador y nostálgico. En mi modesta opinión, el presente es más complejo e interesante que lo que ocurrió hace 40 años (!40 años es mucho tiempo para extrañar haber estado allí!
Arlequins.it
http://www.myspace.com/factorburzaco
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ReplyDeleteexcelente musica,,seria de mucha utilidad saber si haran conciertos proximamente y donde comprar sus cd...muchas gracias,,,rael 22
ReplyDeleteHola Rael, si te interesan estos discos y cualquiera de los que distribuya Viajero Inmóvil, me lo pides y los pasas a buscar un sábado de 17 a 19 por Parque Rivadavia
ReplyDeletePor expreso pedido de los músicos, eliminamos los links de descarga de este disco. Personalmente, creo que esa es la peor decisión que pueden tomar salvo que deseen que su trabajo quede en el olvido (como ha pasado tantas veces en la música nacional y razón por lo cual me propuse recuperar en buena calidad joyitas de nuestro buen progresivo latinoamericano), pero respeto la elección de los dueños de las obras.
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ReplyDeletecade o link porra ? blog di mierda.
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