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Incredible Expanding Mindfuck (I.E.M.) - I.E.M. (2010)

Una reedición de la discografía completa de I.E.M., y convengamos que estos temas de I.E.M. eran muy difíciles de encontrar dado que sus ediciones fueron de una tirada muy limitada que ya se había por descatalogada ya hace mucho tiempo. Otro enorme aporte de LightbulbSun, y para aquellos que no están familiarizados con esto, les cuento que estos son los álbums en formato boxset de I.E.M., o Incredible Expanding Mindfuck, o el apodo de Steven Wilson para sus exploraciones psicodélicas y krautrock creadas entre lo que va de 1996 hasta el 2001 que pueden resultarte una especie de shock. Este compilado reúne con los 3 álbumes de estudio en este período, y definitivamente har algunas joyas aquí que seguramente serán muy apreciadas por el público cabezón. E ideal para cerrar otra semana a pura música en el blog cabeza, aquí tienen mucha música por si el fin de semana se presenta feo y lluvioso y se te joda el asado... con esto no te vas a aburrir.

Artista: Incredible Expanding Mindfuck
Álbum: Incredible Expanding Mindfuck
Año: 2010
Género: Rock psicodélico / Krautrock
Referencia: Discogs
Nacionalidad: Inglaterra


En 1996 aparecía un vinilo en una limitadísima edición de 500 copias con una portada negra en la que sólo se veía una foto en tonos sepias en un recuadro, con una escena rural de la Inglaterra de principios de siglo y tres grandes letras blancas: I.E.M. Simplemente: I.E.M., nada más, pero en su interior Wilson profundizaba en los sonidos más avanzados de los setenta, como los que producían bandas como Amon Dull II, Neu!, Faust, Popol Vuh, los primeros Kraftwerk o Tangerine Dream. Los pocos discos que nos dejó el proyecto I.E.M. suenan con una frescura que sólo da la libertad creativa de un músico que sabe que está haciendo una música sin expectativas comerciales (todos los discos tuvieron tiradas reducidísimas) lo que le libera de cualquier preocupación por agradar o de cualquier pensamiento de ganancia monetaria.

En este box set todos los álbumes se ofrecen en su formato original, no remezclados ni remasterizados (y en realidad no es que necesitaran ninguna manipulación), y vienen en hermosas portadas, acompañadas de folletos llenos de fotografías en blanco y negro de principios del siglo XX. No se proporciona la historia de la banda, pero dado el misterio que rodea a I.E.M., está bien y es parte de la cosa.

Aclaro que acá no encontrarás nada que se parezca a riffs pesados o melodías pop, estas son largas improvisaciones, con exploraciones espaciales y coqueteos con el sonido de los primeros experimentos electrónicos y progresivos en la línea de Tangerine Dream de Klaus Schulze y sonidos cercanos al krautrock, y es por eso que quizás estos temas pueden ser completamente desagradables para muchos fanáticos de Porcupine Tree. Así que si pensabas que "Metanoia" es una pavada autoindulgente, entonces deberías mantenerte alejado de esto que ahora presentamos.

Sea que te guste o no, lo cierto es que esta
agradable sorpresa nos da un motivo inmejorable para volver sobre la música de la Incredible Expanding Mindfuck. No hay ninguna información en los créditos acerca de los músicos que participan en la grabación por lo que sería de suponer que es el propio Steven Wilson quien interpreta todos los instrumentos. No sería de extrañar, ya que el universo de Steven Wilson es de una riqueza y complejidad extraordinaria, pero en realidad Wikipedia dice que los músicos que acompañaron a Wilson fueron el bajista Colin Edwin, el instrumentista de viento Geoff Leigh (ex-Henry Cow), y los bateristas Chris Maitland y Mark Simnett (de Bark Psychosis).

Vamos ahora con algunos comentarios sobre cada uno de los discos...



Incredible Expanding Mindfuck (I.E.M.) - I.E.M. (1996)

El universo de Steven Wilson es de una riqueza y complejidad que a veces es necesario un experto en Tolkien o en algún autor similar para seguir la pista a todos sus proyectos y ocurrencias. Hemos hablado en muchas ocasiones ya de cómo Porcupine Tree comenzó siendo una banda ficticia, supuestamente situada en los años sesenta o setenta y cómo sus primeras cintas se comercializaban casi como si de un descubrimiento arqueológico se tratase. Con el tiempo se desveló que no existía tal banda y que, en realidad, todo se trataba de la invención de un músico en solitario. La historia es sobradamente conocida por los lectores del blog por lo que no merece la pena extenderse sobre ella.
Sin embargo, toda la mitología que Wilson construyó alrededor de la historia inventada de la banda y de sus miembros imaginarios iba a tener un recorrido inesperado unos años más tardes. Entre los grupos en los que tocaban o habían tocado los miembros de aquellos Porcupine Tree salidos de los “fancines”, se encontraba una enigmática banda llamada Incredible Expanding Mindfuck, también conocida por sus iniciales, I.E.M. Siempre según la fascinante historia oculta de Porcupine Tree, aquel proyecto dejó algunas grabaciones extrañas sin publicar que serían objeto de búsqueda por los coleccionistas de rarezas.
Volviendo al mundo real, en el que Porcupine Tree eran ya una banda real, con miembros estables, discos varios y conciertos habituales, Wilson decidió rescatar aquella vieja historia en un giro argumental notable del que ya hemos hablado en su momento: Porcupine Tree experimentaban un giro desde la psicodelia y la electrónica hacia un rock algo más comercial. Wilson seguiría dando rienda suelta a su vena electrónica más interesante en No-Man de la mano de Tim Bowness y también en Bass Communion. ¿Dónde quedaba el sonido “setentero”, experimental, planeador y psicodélico que formó parte durante un tiempo de los discos de la banda? La respuesta es fácil de imaginar para el lector más despierto: En I.E.M.
Contra todo pronóstico, en 1996 aparecía un vinilo en una limitadísima edición de 500 copias con una portada negra en la que sólo se veía una foto en tonos sepias en un recuadro, con una escena rural de la Inglaterra de principios de siglo y tres grandes letras blancas: I.E.M. Justo era que si Porcupine Tree dio el salto desde la imaginación de Wilson al mundo real, otra banda de pasado similar e igualmente inventada por el músico tuviera su oportunidad. Bajo el nuevo pseudónimo, Wilson aprovechó para profundizar de lo lindo en los sonidos más avanzados de los setenta, como los que producían bandas como Amon Dull II, Neu!, Faust, Popol Vuh, los primeros Kraftwerk o Tangerine Dream. Los pocos discos que nos dejó el proyecto I.E.M. suenan con una frescura que sólo da la libertad creativa de un músico que sabe que está haciendo una música sin expectativas comerciales (todos los discos tuvieron tiradas reducidísimas) lo que le libera de cualquier preocupación por agradar y minucias por el estilo que, quizá, sí empezaba a tener más en cuenta en otros proyectos. Hablamos tiempo atrás de uno de los discos del “grupo”, “Arcadia Son” y hoy es el turno del que supuso su debut, sin título alguno. Simplemente: I.E.M.

Una de las imágenes incluidas en los discos de I.E.M.

“The Gospel According to the I.E.M.” – El título del tema no da ninguna pista real sobre su contenido ya que, evidentemente, no es el “gospel” un estilo cercano a ninguna de las versiones de Wilson que hemos podido escuchar en estos años. Por el contrario, lo que escuchamos es un fondo electrónico ambiental que sirve de breve introducción para un poderoso ritmo de bajo y batería que suena “krautrock” por los cuatro costados, recordándonos mucho el “Hallogallo” de los alemanes Neu! que el propio Wilson interpretó con Porcupine Tree en fechas cercanas al disco de I.E.M. Sobre el machacón ritmo mecánico escuchamos una serie de improvisaciones de Wilson a la guitarra realmente fantásticas, consiguiendo envolver al oyente y arrastrarle en un desenfrenado viaje psicodélico. Al llegar al ecuador del tema, se produce una pausa ambiental en la que escuchamos todo tipo de efectos electrónicos, juegos de cintas, fondos de mellotron y demás artificios con los que el artista homenajea al que fue uno de los géneros más influyentes de su momento. No tarda en aparecer de nuevo la sección rítmica para llevarnos, ahora sí, casi hasta el final de una pieza magnífica que hará las delicias de los aficionados al viejo “krautrock”. Los últimos instantes en los que escuchamos una serie de voces casi fantasmales componen una inquietante coda para una pieza espectacular.
“The Last Will and Testament of Emma Peel” – El segundo corte del disco, con homenaje al personaje de la serie televisiva “Los Vengadores” en el título, nos muestra de nuevo las influencias germánicas en la música de Wilson pero acercándose más, en esta ocasión, al lado más electrónico del movimiento, a lo que podríamos llamar los momentos iniciales de la “Escuela de Berlín”, fundamentalmente al sonido de Klaus Schulze de “Irrlicht” o los Tangerine Dream de “Zeit” o “Atem”. Atmósferas irreales, oníricas, en las que escuchamos guitarras, sintetizadores analógicos, percusiones aisladas, que dibujan un paisaje indescriptible. También en este terreno muestra Wilson una gran capacidad para desenvolverse con total soltura.
“Fie Kesh” – Nos traslada nuestro artista ahora a un universo completamente diferente en el que suena un bajo repitiendo una misma secuencia de notas una y otra vez acompañado de una percusión exótica que bien podría ser una tabla. Suena un fondo electrónico combinado con campanillas y otros efectos y una guitarra acústica desgrana una serie de melodías de aire oriental. Más adelante se une al grupo la eléctrica con una serie de improvisaciones muy acertadas. Wilson se acerca en esta pieza al sonido de otro músico admirado por nosotros como es el griego Vangelis pero no a la versión más popular y grandilocuente de las grandes bandas sonoras o a sus discos “cósmicos” de los setenta sino a la menos conocida de discos como “Earth” y trabajos de esa misma época. Aquel Vangelis impregna por completo esta composición de Wilson lo que no es sino un reflejo de la admiración del británico por el compositor griego.
“Deafman” – Cerrando el disco encontramos una pieza de “space rock” en toda regla en la linea de Guru Guru o los primitivos Kraftwerk anteriores a “Autobahn”. Un ritmo vivo, una guitarra optimista, efectos electrónicos por doquier y pequeñas intervenciones vocales sin texto reconocible. Todo ello combinado con una maestría inigualable que ha hecho de Wilson una figura imprescindible hoy en día.
El repaso que consigue hacer el líder de Porcupine Tree  de todas las tendencias que integraron el krautrock entre los años sesenta y setenta en menos de 40 minutos, que es lo que dura el disco, es asombroso. La capacidad de síntesis de estilos, la frescura de muchas de las ideas aunque tomen la apariencia de un género para muchos extinto y la impecable forma de plasmarlo en una grabación hacen de este primer disco de I.E.M. una joya recomendable para cualquier aficionado al rock progresivo, a la música electrónica o, sencillamente, a la música más vanguardista que se hizo en aquellos años mágicos. La pega aparece a la hora de adquirir el disco. Como ya hemos dicho, las tiradas iniciales eran tan reducidas que quedan ahora como objeto de deseo de los coleccionistas más pudientes. Existió una edición en CD posterior también descatalogada y la alternativa más factible hoy sería la de intentar localizar una caja que conteniendo todos los discos de I.E.M. apareció en el mercado hace unos pocos años, aunque lo limitado de su edición y el tiempo transcurrido, hacen de la tarea algo igualmente complicado y económicamente costoso. Sin embargo, parafraseando la clásica introducción de los capítulos de "El Equipo A": "Si algún día tiene suerte y se los encuentra, quizá pueda comprarlos".

 

Incredible Expanding Mindfuck (I.E.M.) - An Escalator to Christmas (1999)

A veces pasan cosas así. Habían pasado apenas unas horas desde que publicamos la última entrada dedicada a I.E.M. en la que afirmábamos que sus discos eran muy difíciles de encontrar dado que su última edición fue una tirada limitada que ya había sido descatalogada cuando leíamos que a lo largo de este 2014, la discográfica Tonefloat va a volver a editar en los próximos días la preciosa caja que contenía los cuatro discos del proyecto más particular de Steven Wilson.
Esta agradable sorpresa nos da un motivo inmejorable para volver sobre la música de Incredible Expanding Mindfuck, en este caso, sobre el que fue el segundo lanzamiento de Wilson bajo esa denominación, el EP “An Escalator to Christmas”. Apareció en 1999 sólo en vinilo y más tarde tuvo versión en CD, antes de pasar a formar parte, en una versión ampliada de la comentada caja. El disco continúa con la exploración de los sonidos cercanos al “krautrock” por lo que ningún oyente debería llevarse sorpresa alguna llegados a éste punto. Llama la atención la diferente forma de organizar el tracklist en la versión en CD que vamos a comentar y la mucho más fragmentada del antiguo vinilo. En la cara A de éste, figuraban hasta 10 títulos distintos, la mayoría de ellos de menos de 35 segundos de duración. En el disco compacto, en cambio, la pieza aparece como un todo con el mismo título del EP. La cara B del vinilo es igual en la nueva edición que, además, trae un par de temas extra que comentaremos en su momento. Como ocurría en los otros trabajos de I.E.M. que hemos comentado ya, no hay ninguna información en los créditos acerca de los músicos que participan en la grabación por lo que sería de suponer que es el propio Steven Wilson quien interpreta todos los instrumentos. Esto no es del todo cierto aunque sólo el músico lo sabe. En un comentario en una página web hecha por un fan en la que se encuentra la discografía más detallada que podemos hallar del músico británico, Wilson afirma que “es evidente que no soy la única persona que toca en “I.E.M.”, “An Escalator to Christmas” y “Arcadia Son” y te puedo asegurar que los nombres que aparecen en la contraportada de “I.E.M. Have Come for your Children” no se corresponden con la lista de intérpretes del disco (aunque algunos de ellos lo hacen). ¿Es confuso, eh? Justo lo que quería.”

Imagen de la caja con la discografía completa de I.E.M.

“An Escalator to Christmas” – Abre el disco un niño recitando las primeras letras del abecedario. Inmediatamente después, la voz de Steven Wilson en el papel de narrador nos habla de sí mismo como miembro de un grupo de poesía alternativa llamado “Boris the Cow”. Presenta entonces la música como un cassette recopilado por un tal “S.Wilson”. Es entonces cuando comienza la música con un bajo que repite una serie de notas acompañada de la batería en ese monótono estilo que conocemos como “krautrock”. Este artefacto rítmico es aprovechado por Wilson como la base sobre la que comenzar una ácida improvisación a la guitarra eléctrica aderezada con efectos electrónicos y el sonido del “autoharp”, instrumento por el que el músico siente una gran predilección. Un par de fragmentos vocales interrumpen la música que experimenta un giro hacia sonidos exóticos (ritmos de tabla hindú) envueltos en melodías de órgano al más puro estilo de los primeros Tangerine Dream. Nuevo corte en el que oímos otra grabación que parece extraída de la radio o de una vieja película antes de entrar en la parte final, con un sonido etéreo que podría proceder de un mellotron, aunque nos inclinamos por un órgano Hammond modificado a la manera del Vangelis de las primeras bandas sonoras para Frederic Rossif.
“Headphone Dust” – La que era la cara B del single de vinilo original es una pieza de guitarra acústica combinada con eléctrica en un estilo muy “floydiano”. Los sonidos de órgano que la acompañan, ayudan a crear una atmósfera muy particular y acertada, homenaje al folk más psicodélico de finales de los años sesenta. Un instrumental magnífico en el que su autor se revela como un perfecto dominador de todo tipo de estilos.
“Interview” – Un breve corte en el que sólo se escuchan unas notas de flauta sobre el clásico ruido de fondo de las viejas cassettes precediendo a una breve frase sin demasiado sentido abre la serie de tres cortes que aparecen como “bonus” en la versión del disco para la caja con la discografía completa de I.E.M.
“An Escalator to Christmas (extended)” – La versión extendida del corte principal del disco es, en realidad, una revisión de la parte central del primer tema del trabajo, aquella protagonizada por la tabla y el órgano. Se pueden apreciar algunos arreglos vocales que no estaban presentes en la pieza anterior y algunas variaciones en el ritmo de la misma, con la adición aquí de algún nuevo instrumento. En un momento determinado, se difumina el órgano y la percusión quedando sólo una base electrónica en primer plano con la única compañía del clásico sonido de flauta de los viejos mellotrones. Vuelve a hacerse un hueco la tabla y podemos asistir así a una perfecta muestra de sonido electrónico de los primeros años de la “Escuela de Berlín”, antes de que el secuenciador reinase por encima de todos los demás artilugios.
“I.E.M. Have Come for Your Children” – El último tema del disco ahonda en la exploración por los orígenes de la música electrónica moderna en su vertiente alemana con un viaje por los sonidos más oscuros del género adornados por la guitarra de Steven. Como novedad frente a los cortes anteriores, escuchamos una batería que perfectamente podría haber interpretado el Klaus Schulze del disco de debut de Tangerine Dream: “Electronic Meditation”. A modo de tema oculto escuchamos un extraño anuncio que termina conviertiéndose en una serie de ruidos característicos del momento en que se pasa un CD hacia adelante con el “fast forward”.
No es habitual que comentemos aquí singles o EP’s pero dado lo reducido de la discografía de I.E.M. todos los lanzamientos tienen su peso. Tenemos otros posibles singles de varios artistas en la recámara que por sus especiales características merecerán una entrada en su momento aunque no será algo que se repita con demasiada frecuencia.
La caja recopilando los cuatro discos de I.E.M. está disponible ya en pre-order en la página de la discográfica. En un par de días, comienzan a enviar las copias solicitadas según reza allí:
headphonedust

 

Incredible Expanding Mindfuck (I.E.M.) - Arcadia Son (2000)

Ya hemos tenido ocasión en La Voz de los Vientos de explorar algunos de los proyectos de Steven Wilson. Incredible Expanding Mindfuck o I.E.M. como también se conoce a esta encarnación del músico es otro de ellos aunque, a diferencia de los que tratamos anteriormente (Porcupine Tree o No-Man), I.E.M. es un proyecto ya cerrado definitivamente.
Entre 1996 y 2001, Wilson utilizó a I.E.M. para dar rienda suelta a aquella música que no terminaba de encajar en sus otros proyectos, especialmente ideas cercanas a la psicodelia, el krautrock y, en sus propias palabras, el space-jazz se grupos como Sun Ra.
"Arcadia Son" fue el segundo LP de I.E.M. y se lanzó, como era habitual en este proyecto, en una limitadísima tirada. Aunque podamos ver que el trabajo está compuesto por ocho cortes, en realidad se trata de cuatro auténticos temas acompañados de breves transiciones o fragmentos sonoros no musicales. Se abre el trabajo con "Wreck", una brevísima introducción de aire jazzistico que continúa con un fragmento de diálogo, en el que la persona del título, "Beth Krasty", nos explica que adora el rock y que tiene una baqueta que tiraron al público en un concierto de Ozzy Osborne para llegar al primer tema del disco propiamente dicho, "We Are Not Alone", una composición psicodélica con toques de jazz que encajaría perfectamente en cualquier disparatada escena de una película de David Lynch. "Cicadian Haze", el siguiente corte es una especie de homenaje a los Tangerine Dream de los primeros años setenta pero sumando a la mezcla percusiones africanas. "Politician" es otra transición de un minuto, probablemente extraída de alguna película pornográfica de los setenta, a juzgar por las musiquillas que suenan de fondo en la escena. Llegamos así a "Arcadia Son", un corte de cerca de ocho minutos de pura psicodelia con ácidos solos de guitarra eléctrica acompañados de efectos electrónicos alucinógenos y ocasionales melodías de flauta, todo ello sobre un ritmo casi hipnótico de batería. El gusto por el krautrock de Wilson queda plasmado claramente en este corte que nos deja a las puertas del tema más extenso del disco, y no sólo en el título: "Shadow of a Twisted Hand Across My House" es una larga composición de más de veinte minutos en la que tenemos de todo, mellotrones, una batería acelerando progresivamente mientras el saxo improvisa una alocada melodía en la primera parte del tema, guitarras eléctricas distorsionadas al límite, pasajes electrónicos como el que ocupa toda la parte central de la composición al más puro estilo del primer Klaus Schulze y que va evolucionando hasta construir un precioso pasaje secuencial con el que se cierra la pieza. Nos queda aún un último corte pero es testimonial, "Goldilocks Age 4" no es más que un niño hablando durante algo más de un minuto.

Wilson sólo lanzó 3 LPs y un maxi bajo el nombre de I.E.M. y no son nada fáciles de encontrar hoy en día. Hace algo más de un año, estos cuatro fueron editados en una caja especial de tirada limitada. Hemos encontrado algunas copias de segunda mano disponibles aquí:
amazon.co.uk

Mike Shooter





Lista de Temas:
I.E.M.
01. The Gospel According To The I.E.M. (12.58)
02. The Last Will And Testament Of Emma Peel (8.10)
03. Fie Kesh (8.23)
04. Deafman (9.06)

An Escalator To Christmas
01. An Escalator To Christmas (10.33)
02. Headphone Dust (6.11)
03. An Escalator To Christmas (Extended) (13.04)
04. I.E.M. Have Come For Your Children (Vinyl Bonus Version) (8.11)

Arcadia Son
01. Wreck (1.25)
02. Beth Krasky (0.26)
03. We Are Not Alone (8.02)
04. Cicadian Haze (6.24)
05. Politician (1.08)
06. Arcadia Son (7.56)
07. Shadow Of A Twisted Hand Across My House (20.23)
08. Goldilocks Age 4 (1.12)

Have Come For Your Children
01. Untitled (35.37)
02. Untitled (8.02)
03. Untitled (7.10)
04. Untitled (12.02)
05. Untitled (5.29)
06. Untitled (4.31)

Alineación:
- Steven Wilson / Guitar, Keyboards
- Colin Edwin / Bass
- Mark Simnett / Drums
- Jeff Lee / Flute



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