La macroeconomía es un éxito. Pies de barro y manos con sangre. Las estadísticas internacionales muestran a Chile como un líder en la región, pero para millones de chilenos, ese líder tiene los pies profundamente hundidos en el barro. Barro en un cieno espeso formado por la desigualdad, la segregación social, la corrupción que alcanzó a altos mandos del Ejército y de Carabineros, por un "capitalismo salvaje" que tritura a los más desposeídos y esquilma a la clase media.Extrañamente, ningún sociólogo ni político pudo vaticinar lo que venía tras largos años de un sistema neoliberal que ha ejercido toda su violencia económica sobre el pueblo, pero que como vapor dentro de una olla a presión, se iba acumulando un hastío incontenible que detonó con la protesta estudiantil tras el alza de las tarifas del Metro. Sin duda se debe a un modelo económico, político y social fallido que no da para más. Es violento e intrínsecamente perverso. Su sistema económico es generador de tremend