Volvemos a nuestra sección de música para amar o para odiar sin términos medios, que la teníamos medio abandonada últimamente. Y vamos con otra buenísima banda canadiense. Desconocida por cierto, creadores de música intransigente, música hecha solo por amor a la música, cuya diversidad extrema no hace que sus composiciones divaguen por los mares de lo insulso o lo inconsistente. Coon temas complejos, variables, abrumadores a veces, con la suficiente potencia como para volar alguna chapa en algún momento, pero también con la suficiente sorpresa como para adentrarse a la música concreta, docta o casi acústica. Pero como dicen los propios músicos, ellos quisieron crear "música intransigente" porque a ellos les gusta, aunque a vos te den ganas de vomitar. Algo muy personal pero al mismo tiempo de características muy iconoclastas y personales. Atención que están avisados, esto se ama o se odia, pero en todo caso no lo intenten comprender, esto pasa por las tripas y el corazón, y a pesar de ser música compleja, no está creada para que pase por el cerebro. Date la oportunidad de saber si lo que crearon estos canadienses es de tu agrado o no. La última palabra siempre la tenés vos.
Artista: Néodyme
Álbum: La Signature du Temps
Año: 2015
Género: Eclectic Prog
Duración: 50:43
Nacionalidad: Canadá
Esto es música vanguardistas, progresivas en todo el término de la palabra, experimentales y jugadas. No esperes escuchar este disco para encontrar canciones calibradas para ser pasadas por la radio. Imposible con sus perpetuos y continuos cambios de patrones, creando un álbum definido y construido en base a un marco invisible, sin mucho puntos de referencia para el oyente, incluso se desdibujan las referencias estilísticas, y ahí uno se pregunta... ¿qué carajo es esto que estoy escuchando?. En algunos casos esa exclamación irá acompañada de un rictus de extrañeza, desazón y desagrado, pero en otras la pregunta será dicha con una sonrisa en la cara.
Más allá de evitar un desagradable sentimiento de desorientación que es inevitable en las primeras escuchas, es muy probable que esta verdadera odisea musical cale muy ondo en tus oídos. Ciertamente, ninguna melodía parece recurrente, y las imagenes que realmente emergen del interior de sus composiciones creo que se parecen más al contenido de la conciencia del oyente que una influencia directa del clima de los temas. Sin embargo, nada es confuso o desordenado, la música cobra vida y lleva al oyente a laberintos que a menudo son oscuros y un poco inquietantes, pero siempre muy melodiosos y encantadores, aunque sean desconcertantes.
A lo largo del disco, más que cambios de temas, debemos hablar de variaciones conceptuales sobre un mismo tema, de los cuales se ofrecen múltiples melodías adictivas. Circunvoluciones como un eterno ir y venir, como la cinta de Moebius pero hecho música.
Estoy hablando demasiado para presentar algo que no puede presentarse, así que los dejo escuchando un poco, y a lo largo del disco tienen más, mucho más, pero la magia que contienen estas melodías las deberás descubrir vos mismo.
Música vibrante, llena de emociones, alternativamente suave, sensual, delicada, apasionada, a veces repugnante, agonizante, oscura. Todo ello se da al mismo tiempo (casi) y es el trabajo de músicos que han logrado una extraña complicidad, mucho compañerismo musical, y un gusto por desarrollar su música sin importarle que le guste a alguien, no hay nadie tratando de sacarte un aplauso, esto lo grabaron por el gusto puro de crear su propia música, y se nota.
Podemos, eso sí, apreciar le justeza técnica de los músicos, el virtuosismo de los solos de guitarra o la delicadeza del piano, pero todo ello queda sepultado en un segundo plano porque todo aquí es visceral, y ningún elemento ténico lo puede sacar del su protagonismo.
Escucharás, eso sí, el vuelo de las flautas, las muchas líneas melódicas del bajo y la delicadeza y eficacia del baterista. También recorrerás mundos volcánicos y harás un viaje por otros mundos, los de los sueños que son atravesados por la melancolía. Todos esos caminos son guiados por músicos generosos que disfrutan tocar y compartir con el oyente, creando armonía y al parecer una verdadera felicidad que te pueden transmitir si le cazás la onda, al menos un poco, suficiente para disfrutar escuchando su álbum.
Un grupo en estado de gracia, con canciones convincentes y en perfecta armonía en su extraña belleza. Un álbum que a algunos les resultará oscuro y fascinante y que termina con una apoteosis desgarradora, llevada todo el tiempo por la más elevada expresividad.
Los dejo con este experimento tan agradable, al menos lo será para algunos, otros pasarán a su lado y será dejado de lado, sin pena ni gloria. Pero es que es de esos discos de los que no vale la pena contar nada, los escuchás (eso sí, varias veces) y los amás o los odiás, y para eso no hay explicación posible.
Lista de Temas:
1. Fuite d'Attention (Attention Leak). 4:53
2. L'invasion (The Invasion). 9:01
3. Le Jour de la Nuit (The Day of the Night). 7:23
4. Effet Domino (Domino Effect). 8:18
5. Dans L'oubli (Forgotten). 6:18
6. En Orbite (In Orbit). 14:50
Alineación:
- Mathieu Boucher / Bass, trumpet, percussion, vocal
- Alexandre Champagne / Guitars, percussion, backing vocal
- Daniel Giguère / Drums, percussion
- Maryse Pepin / Piano, keyboards, traverse flute
Artista: Néodyme
Álbum: La Signature du Temps
Año: 2015
Género: Eclectic Prog
Duración: 50:43
Nacionalidad: Canadá
Esto es música vanguardistas, progresivas en todo el término de la palabra, experimentales y jugadas. No esperes escuchar este disco para encontrar canciones calibradas para ser pasadas por la radio. Imposible con sus perpetuos y continuos cambios de patrones, creando un álbum definido y construido en base a un marco invisible, sin mucho puntos de referencia para el oyente, incluso se desdibujan las referencias estilísticas, y ahí uno se pregunta... ¿qué carajo es esto que estoy escuchando?. En algunos casos esa exclamación irá acompañada de un rictus de extrañeza, desazón y desagrado, pero en otras la pregunta será dicha con una sonrisa en la cara.
Más allá de evitar un desagradable sentimiento de desorientación que es inevitable en las primeras escuchas, es muy probable que esta verdadera odisea musical cale muy ondo en tus oídos. Ciertamente, ninguna melodía parece recurrente, y las imagenes que realmente emergen del interior de sus composiciones creo que se parecen más al contenido de la conciencia del oyente que una influencia directa del clima de los temas. Sin embargo, nada es confuso o desordenado, la música cobra vida y lleva al oyente a laberintos que a menudo son oscuros y un poco inquietantes, pero siempre muy melodiosos y encantadores, aunque sean desconcertantes.
A lo largo del disco, más que cambios de temas, debemos hablar de variaciones conceptuales sobre un mismo tema, de los cuales se ofrecen múltiples melodías adictivas. Circunvoluciones como un eterno ir y venir, como la cinta de Moebius pero hecho música.
Estoy hablando demasiado para presentar algo que no puede presentarse, así que los dejo escuchando un poco, y a lo largo del disco tienen más, mucho más, pero la magia que contienen estas melodías las deberás descubrir vos mismo.
Música vibrante, llena de emociones, alternativamente suave, sensual, delicada, apasionada, a veces repugnante, agonizante, oscura. Todo ello se da al mismo tiempo (casi) y es el trabajo de músicos que han logrado una extraña complicidad, mucho compañerismo musical, y un gusto por desarrollar su música sin importarle que le guste a alguien, no hay nadie tratando de sacarte un aplauso, esto lo grabaron por el gusto puro de crear su propia música, y se nota.
Podemos, eso sí, apreciar le justeza técnica de los músicos, el virtuosismo de los solos de guitarra o la delicadeza del piano, pero todo ello queda sepultado en un segundo plano porque todo aquí es visceral, y ningún elemento ténico lo puede sacar del su protagonismo.
Escucharás, eso sí, el vuelo de las flautas, las muchas líneas melódicas del bajo y la delicadeza y eficacia del baterista. También recorrerás mundos volcánicos y harás un viaje por otros mundos, los de los sueños que son atravesados por la melancolía. Todos esos caminos son guiados por músicos generosos que disfrutan tocar y compartir con el oyente, creando armonía y al parecer una verdadera felicidad que te pueden transmitir si le cazás la onda, al menos un poco, suficiente para disfrutar escuchando su álbum.
Un grupo en estado de gracia, con canciones convincentes y en perfecta armonía en su extraña belleza. Un álbum que a algunos les resultará oscuro y fascinante y que termina con una apoteosis desgarradora, llevada todo el tiempo por la más elevada expresividad.
Los dejo con este experimento tan agradable, al menos lo será para algunos, otros pasarán a su lado y será dejado de lado, sin pena ni gloria. Pero es que es de esos discos de los que no vale la pena contar nada, los escuchás (eso sí, varias veces) y los amás o los odiás, y para eso no hay explicación posible.
Lista de Temas:
1. Fuite d'Attention (Attention Leak). 4:53
2. L'invasion (The Invasion). 9:01
3. Le Jour de la Nuit (The Day of the Night). 7:23
4. Effet Domino (Domino Effect). 8:18
5. Dans L'oubli (Forgotten). 6:18
6. En Orbite (In Orbit). 14:50
Alineación:
- Mathieu Boucher / Bass, trumpet, percussion, vocal
- Alexandre Champagne / Guitars, percussion, backing vocal
- Daniel Giguère / Drums, percussion
- Maryse Pepin / Piano, keyboards, traverse flute
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