Seguimos con lo mejor del rock mexicano y si no los conocían se los recomiendo: el grupo mexicano de rock progresivo MCC Música y ContraCultura. A través de sus músicos, aquí se conjugan varios de los mejores grupos mexicanos y que han aparecido en nuestro blog: La Perra, Sangre Azteka (lo que sería el puntapié de La Barranca), Briseño, Los Jaguares y otros. Un grupo con evidente actitud de contracultura, sus letras hablaban sobre la marginación, el amor gay, los derechos de los niños y los ancianos, la reivindicación de género y cosas por el estilo... en un momento de una oleada de contracultura espontánea en México, que es el contexto social donde esta banda contracultural se sitúa. Seguimos reviviendo la historia del rock al margen, quizás el mejor rock, y ahora desde la perspectiva de México. Otro aportazo de Carlos y su Viaje al Espacio Visceral.
Año: 1984
Género: Pop rock progresivo
Duración: 60:17
Nacionalidad: México
Pero vamos a empezar por el principio y contamos un poco la historia de la banda...
A mediados de los años ochenta el tecladista Humberto Álvarez estaba formando un grupo de vena progresiva junto al cantante Mario Rivas al que de antemano habían bautizado como Música y Contracultura MCC, y en un concierto conoció a un joven músico llamado José Manuel Aguilera (Sangre Azteka, La Barranca) a través del baterista y amigo de viejas batallas, me refiero a José Manuel César "Périco" Calderón, el baterista de La Perra (y que también pasó por la formación de MCC). De allí emprendieron una travesía en la que posteriormente Aguilera dejaría para incursionar en sus otros proyectos, al igual que Calderón aunque éste nunca estuvo del todo alejado de MCC. El resto dió forma y contenido a un grupo que se malogró antes de haber alcanzado su máximo nivel.
MCC era un grupo de "anormales" y como tales se convirtieron en la voz de los marginados: la situación de la mujer, la liberación gay, la opresión a las niñas, los ancianos y la disidencia eran el centro de sus preocupaciones. Pero a pesar de su poder de convocatoria, MCC se disolvió en 1984. MCC no obstante haber sido una influencia decisiva en la escena del rock mexicano, pasaba a la oscuridad sin dejar ningún legado sonoro. Por ironías del destino, hablar del pasado no tenía sentido alguno: no había de donde asirse.
Al MCC original pudimos acercarnos siete años después de su disolución. En 1983, el quinteto -la formación más sólida musicalmente hablando-, entró al estudio para grabar diversas composiciones que constituirían su primer disco. Dichos temas, grabados prácticamente en vivo, permanecieron enlatados hasta que en 1992 se editó un álbum póstumo: Música y Contracultura 1980/1984 del cual se escribió lo siguiente: "MCC tica en el viejo estilo de las bandas de Caterbury de los setenta, con algunos toques de jazz-rock y conexiones al presente vía la moderna tecnología cotidiana".
El CD es un retrato del grupo en su etapa más compacta y progresiva. Los cortes instrumentales ("SoGo", "Baco", "Unicornio", "Coral de ángel") se encuentran dominados por la interacción de unos teclados con reminiscencias de Rick Wakeman y con frecuentes cambios de tiempo. "El mar" es una balada con un bajeo muy marcado y teclados que, sin llegar al virtuosismo, visten elegantemente el tema. Hay mixturas de jazz y progresivo italiano en "Cuando el tiempo hirió tu fachada"; Mario Rivas inserta vuelos operísticos y da realce a un corte dinámico, pero que nunca se explaya por el lado del vigor. "Soneto" presenta una introducción sencilla pero contundente, y en esta pieza encontramos uno de los mejores ejemplos de la conciliación del compromiso político de MCC con la música de avanzada. "Nuestra historia" y "El ángel de Sodoma" son dos de los cortes más largos del disco. El primero es una adaptación a un poema de Cavafis, es uno de los temas más progresivos del mismo; y el segundo es un track con tonos medio épicos que derivan a un jazz con tintes de vodevil. "El jardín de las delicias" se forma por una primera parte exasperante en la que no sucede nada, y que los teclados rompen con figuras abstractas para dar paso a la voz que señala el inicio de la segunda parte, la cual con sus constantes cambios de tiempo se apunta como una de las muestras progresivas más logradas de la banda.
Luego de haberse disgregado, los integrantes de MCC se insertaron en distintos proyectos. César Calderon se integró al grupo de Roberto González y en el cierre de los noventa fundó, con Elena Sánchez, el dueto La Perra; Mario Rivas incursionó en la música para teatro y falleció en 1989 víctima del SIDA. Jorge Velasco pasó a integrarse al grupo de Betsy Pecanins y posteriormente hizo lo mismo con Jaime López; Humberto Álvarez se integró a Casino Shanghai con quienes grabó un disco y luego pasó a fundar Sangre Asteka, para finalmente dedicarse a una carrera solista en la vena del etno rock. Enrique Quezadas formó, junto a Víctor Martínez, Trilce, y lanzaron en 1990 Volumen uno; después compuso la música para un par de películas: Hasta morir y Cilantro y perejil (finalmente se centró en su carrera solista dentro del ambiente de la trova).
Hubo varios cambios en el grupo a lo largo de los cuatro años que duró el proyecto. El primer baterista fue Salvador Agüero, Carlos Velasco en la guitarra una temporada, luego dejó la banda. Un año después entraron Enrique Quezadas y Perico.
A su vez, la Enciclopedia del rock en tu idioma, nos dice:
MCC (Música y Contra Cultura), fue un grupo que hizo un rock progresivo de excelente calidad en los años 80s. Un buen grupo porque consolidan un estilo propio, que casi nadie logró hacerlo (solamente Iconoclasta unos años después). Usan elementos jazz-rock fusionados a los sonidos progresivos setenteros además que los músicos eran de excelente nivel.
El grupo se forma por iniciativa de Mario Rivas (Mario fue reconocido como uno de los mejores cantantes de rock mexicano. Su voz no sólo estuvo en los diversos grupos de música a los que perteneció, también hizo teatro profesional y musical, donde interpretó sus canciones y participó como actor. Fue además uno de los más combativos activistas del movimiento de liberación homosexual en los años setenta y ochenta. Orgulloso de su diferencia, mucha de su música se inspiró en estos temas. Su lucha por la libertad y el reconocimiento de los derechos para todas las minorías fue incondicional) y Enrique Quezadas, en los años de cambio ideológico en México haciendo lo que ellos llamaron música y contra cultura.
MCC, edita con RCA, su album Sobrevivientes, 1987, producido por la dupla Rivas/Quezadas, el cual contiene canciones como Chacal, Replicantes, Ya nadie respira y Retratos. Ademas de este disco tuvieron una edición en cd de sus trabajos entre 1980 y 1984, lo edito Lejos Del Paraíso, en 1991.
El vocalista Mario Rivas, lamentablemente muere a los 32 años infectado de sida en 1989, por lo que el grupo desaparece en el tiempo, siendo ahora inconseguible. Enrique Quezadas forma El Dueto Camionero para posteriormente integrarse al grupo de Betsy Pecanins, con quien llegó a grabar dos discos, por su parte Humberto Alvarez, quien habia estado de 1980 a 1984 en MCC, se enbarca en el proyecto Sangre Azteca.
Teniendo en cuenta el contexto histórico de la banda (precursora incluso de los icónicos Iconoclasta), he investigado un poco por algún dato que dé cierta unidad a ese larvado movimiento que se dió en algunos lugares, y al parecer donde el under no digo revolucionario y ni siquiera con ideologías transgresoras pero sí inserto en lo "contracultural", convergió en casi toda latinoamérica. Podemos leer en "Tragicomedia mexicana 3: La vida en México de 1982 a 1994", libro de José Agustín, que dice así:
El rock en México cobró un gran impulso en los ochentas con el surgimiento del rock rupestre, el rock pobre, sin recursos, pero mexicanísimo y que expresaba verdaderamente a los nuevos jóvenes del país. El principal exponente fue Rockdrigo González, quien llegó de Tampico para cantar en calles, metro y autobuses de DF, hasta que encontró una gran respuesta por parte de los chavos, quienes lo convirtieron en un gran héroe cultural. Rockdrigo murió cuando el edificio donde vivía cayó durante el terremoto del 85, por lo cual el personal dijo que había muerto por "un pasón de cemento". Canciones como "Metro Balderas", "Oh yo no sé" y "Vieja Ciudad de Hierro" del disco "Hurbanoistorias" quedaron como grandes clásicos de una música que era tan rockera como mexicana. A principios de los ochentas, el legendario grupo "Three Souls in my Mind" se convirtió en el Tri, se consolidó como grupo base de la banda nacional y a partir de ahí inició su decadencia. Botellita de Jerez también resultó muy divertido, mexicanísimo y provocativo con su guacarrock, y le fue tan bien que pudo abrir un superhoyo rockero llamado Rockotitlán. Otros buenos rockeros fueron Cecilia Toussaint y "Arpía", Jaime López, la Camerata Rupestre, Nina Galindo, Rafael Catana y Fausto Arreguín. Por su lado, Guillermo Briseño y Jorge Reyes, ya sin Chac Mool, siguieron su desarrollo sin prisas pero sin pausas, y deEspaña nos llegó la superblusera Betsy Pecanins, quien cantó en el Festival de Blues de 1983, donde también lo hicieron el gran Taj Mahal y Papa John Creach.José Agustín
En la segunda mitad de la década cambió el panorama con la llegada de grupos que se volvieron muy populares en los noventa, como Maldita Vecindad y Los Hijos del Quinto Patio, Santa Sabina con al sensacional Rita Guerrero, y Caifanes, ex Insólitas Imágenes de Aurora. En 1987 y 1988 hubo discos de MCC (Música y ContraCultura), de Jorge Reyes y su etno-rock (Comala y Viento de Navajas), de Cecilia Toussaint y de Margie Bermejo; Maldita Vecindad y Trolebús cantaban en mitines y manifestaciones de izquierda, Álex Lora celebró los 20 años de Tri y gustaron mucho las giras de los españoles Joaquín Sabina, Miguel Ríos y Toreros Muertos, y del argentino Charly García.
El rock mexicano había logrado rebasar muchas de las obstrucciones del sistema, reconquistó a la clase media y claramente ampliaba sus influencias, por lo que Televisa se alarmó (eran grupos que no controlaba y que daban una visión contracultural, alternativa a la del sistema), así es que urdió la campaña "rock en tu idioma", que aprovechó el interés creciente de los nuevos grupos nacionales y lo canalizó hacia grupos inanes, como los mexicanos Timbiriche, Cristal y Acero, los Argentinos Sosa Stereo y Enanitos Verdes, o los españoles Hombres G, en vez de promocer a Rockdrigo, al Tri o a Botellita. Con esto, el naciente rock mexicano quedó fuera del gran sistema industrial y volvió a la marginalidad, otra vez sin acceso a las grandes disqueras, a la radio comercial o a la televisión privada.
Y con eso me cierra un poquito más toda la historieta, y de este modo el nombre del grupo; "Música y ContraCultura", no podría estar mejor elegido. Veamos alguna lírica típica de la banda, de carácter humanista y muy poético:
Hablo esta noche contigoÁngel de Sodoma
medianoche de mis sueños
en la oscuridad
me llevas a las estrellas
hermoso Ángel, omnipresente...
Empuñas el tiempo
ves lo que está oculto
sabes lo que desconozco.
Ángel mio.
Mis ojos te hablan
ríos de palabras
que tú sólo puedes oir.
Mírame, respóndeme:
Mi amor se escapa
sale de mi puerta...
Los tigres de la soledad
amarillean en la noche,
flores en falsos jardines
que no me atrevo a cruzar
mira las sierpes
rodean mi cuerpo
quieren matar al amor.
Arde la ciudad Ángel
la carne se suicida
protégeme esta noche
con tu voz
con tu cuerpo
¡Ángel!
No me desampares,
ni de noche ni de día
Ángel de Sodoma
mi dulce compañía
¡Ángel!...
Sobre el disco, personalmente me ha gustado mucho, claro que está lleno de esos teclados tan ochenteros y cierto sonido de la época, pero musicalmente es una experiencia muy respetable, donde el grupo juega con el pop, el progresivo sinfónico y la electrónica, aunque no tiene nada que ver con el "electropop" ni nada parecido. La utilización de los teclados me recuerda a un grupo que no puedo terminar de definir... ayúdenme si pueden, luego de que descarguen y escuchen este disco ¿a qué les suena?... porque hay algo que se me está escapando y lo tengo en la punta de la lengua. Ahora mismo estoy escuchando la canción "Nuestra Historia" que parece una típica canción de ELP pero en tono mexicano, aunque no es el estilo que campea en el resto del disco, porque el disco no es del todo homegéneo, pero al mismo tiempo tiene cierta coherencia que le hace no parecer un pastiche. Algunas cosas no dejan de remitirme al primer Contraluz aunque por supuesto sin ese toque folcklórico (y menos argentino), pero principalmente por la contundencia de la voz.
El disco tiene muy buenas composiciones, bellas melodías que pasan por diferentes entramados tanto líricos, como conceptuales y melódicos, en un rock progresivo bastante ecléctico, intenso y poético... y también comprometido. Es una música mágica que ayuda a sobrevivir la incertidumbre descomprometida y la dispersión estética de este momento histórico. MCC Música y Contra Cultura fue un grupo único; por sus letras, reivindicaciones estéticas y políticas y por su congruencia ideológica.
Música y Contracultura es un grupo mexicano de rock de fugaz existencia, que prometía mucho, pero que sólo alcanzo a dejar dos registros fonográficos, el primero de ellos llamado "Sobrevivientes", con una sola edición en vinil y jamás editado en formato CD, sólo se hizo una recopilación donde se incluían piezas de los dos discos.Ariel Martínez
Formado por Enrique Quezadas en teclados, Mario Rivas en la voz y Sergio Ramírez en teclado y bajo, MCC logró un contrato con RCA, aprovechando la fiebre del "Rock en español", precisamente "Sobrevivientes" formó parte de la serie "Rock en tu idioma", muchos grupos fugaces se subieron a este tren y consiguieron sus quince minutos de fama, pero MCC no era de esos, repasemos un poco de historia.
Enrique Quzadas empezó su carrera discográfica con este disco y por supuesto era un perfecto desconocido, pero había estado en contacto con el medio del canto nuevo y otras formas alternativas a la música comercial, su hermano José Luis tocó en el disco de "Nota Roja" donde también estuvo Humberto Álvarez, quien aparece como invitado en "Sobrevivientes", Álvarez posteriormente fundaría "Sangre Azteka" el legendario grupo donde descubrimos a José Manuel Aguilera, el guitarrista excepcional fundador de "La Barranca", Enrique grabó dos discos con MCC y posteriormente hizo música para cine y sin mucho alboroto ganó algunos arieles y diosas de plata por sus contribuciones en este campo y ya después de los 40, se decidió a hacer su primer disco de canciones, mismo al que siguieron otros dos.
Mario Rivas inició su carrera como cantante del grupo "Víctor Jara", la agrupación que interpretaba folk latinoamericano y canto nuevo. Del mencionado grupo, también salió otra de nuestras glorias del canto, Eugenia León. Mario dejó el folclor y se pasó a las filas del rock, casi al mismo tiempo en que, siendo militante del Partido Comunista Mexicano, tuvo el valor de "salir del closet" y hacer pública su preferencia homosexual, hecho que le trajo rechazo y discriminación veladas aún en su propio partido.
Era un excelente cantante y actor, pero su prometedora carrera se truncó con su muerte prematura a los 32 años de edad en 1989, víctima del sida, este hecho fue uno de los que motivaron la desintagración de MCC.
De Sergio Ramírez no se nada y nunca lo volví a ver en los créditos de ningún disco, pero había otros invitados ilustres en esta grabación, el mencionado Humberto Álvarez, Jorge Velazco, y Octavio "El Sopas" Espinoza, quien tocara con Briseño y con "Los Jaguares".
La música de esta banda estaba entre la electrónica y el rock progresivo, con predominio de los teclados electrónicos como marco para la voz excepcional de Rivas, no sólo por su tesitura y manejo, sino porque era del todo extraordinario encontrar buenos vocalistas en el rock nacional.
Las letras, con pretenciones poéticas, buen manejo del lenguaje y preocupaciones sociales, además de la reflexión acerca de distintos asuntos, herencia del "canto nuevo", de otro modo no hubiera estado justificado el concepto "contracultura" en el nombre del grupo.
MCC es un grupo histórico en el rock nacional mexicano, por todo lo antes dicho, poco conocido por las nuevas generaciones, pues como suele pasar, no hay revaloración del pasado y discos que deberían ser clásicos de un género, permanecen olvidados e ignorados.
En fin, vayamos a otro comentario y vamos cerrando este post que me resultó toda una investigación y que me ha gustado mucho hacer. Y leyendo comentarios no pocos remiten que ésta a sido una de las mejores agrupaciones mexicanas de todos los tiempos, y éste uno de los mejores 100 discos del rock mexicano.
Como ya dije antes, en México el rock progresivo auténtico (es decir, que no abarca al etno-rock, lo trovadoresco ni otras derivaciones más lejanas) se ha ido mucho más por el lado de la música instrumental que por el de las canciones con letra, cantadas. Es decir, son herederos más de Emerson Lake & Palmer y Tangerine Dream que de Pink Floyd o King Crimson. Entre las excepciones destacan Delirium, algo (muy poco) de Chac Mool, Lucerna Diogenis y algún grupo más por ahí. Pero sin duda el máximo exponente de esta línea del progresivo es MCC (que significa Música y Contracultura). Si bien la música de MCC tiene base en los sintetizadores, magistralmente ejecutados por Enrique Quezadas (curiosamente hoy trovador), y en alguna época por Humberto Álvarez (que luego formó Sangre Asteka), más comunes en el progresivo instrumental y ambiental o atmosférico, siempre siguieron escribiendo canciones con letra, seguramente porque mucho de su sello lo sostenía su cantante, el desaparecido Mario Rivas, a mi juicio la mejor voz masculina en la historia del rock mexicano (quizá sólo se le acercan Kiko Bandido, de la época de Avándaro, el nunca reconocido Armando Vega Gil de Botellita de jerez y Arturo Huizar de Luzbel, de la línea del heavy metal). Así, pese a tener sólo un disco oficial (Sobrevivientes) y otro editado tras la muerte de Rivas (MCC 1980/1984, a partir de unos extraordinarios demos añejos), MCC representó el punto máximo de la historia del progresivo en México.Pingúino Elemental
En la canción El muro, MCC expone su característico estilo poético en las letras. Centrada en la apología de la pareja enfrentada a las vicisitudes de la existencia, la rola es una estampa, pequeña, pero representativa, de ese aliento, de esa lucha por trascender entre la adversidad, con el símbolo del graffiti anhelante de eternidad citadina. Como suele pasar (por ejemplo en Replicantes y Ángel de Sodoma), MCC nos habla de amantes neutros, sin género expreso, porque la época impedía la canción abiertamente homosexual, aunque en otra rola, A riesgo de perder la vergüenza, finalmente lograron expresar (quizá por primera vez en la historia del rock mexicano) el amor gay sin tapujos, sin hacerlo indirectamente como los españoles de Mecano en Mujer contra mujer, ni humorísticamente como su paisano Joaquín Sabina en Juana la loca, sino de manera personal, directa, honesta y seria. En México después el grupo La maldita vecindad y los hijos del 5º patio intentaría tratar seriamente el tema, en su variante travesti, en Rafael, pero con muy inferiores resultados. Incluso Rockdrigo, tan certero en casi toda su obra, resultó fallido cuando se acercó al asunto en Diva francesa. En El muro ocurre lo antes mencionado: la pareja señalada no especifica géneros, pero uno sólo lo nota cuando sabe la historia de algunos miembros del grupo, así que la calidad de la letra no depende en absoluto del conocimiento de ese dato. Si lo señalo, es sólo porque la valentía del grupo al abrir esa posibilidad expresiva es histórica, y la belleza del sentimiento y su expresión artística demuestran cuán independiente es la calidad del arte de ese tipo de contextos ajenos a su verdadero ámbito.
La letra de El muro basa su estilo en las dos figuras literarias más clásicas: la metáfora y la prosopopeya. Las figuras literarias son logradas, precisas, sin demasiada pretensión, en sus tres estrofas principales, siempre apoyadas por el estribillo de glosa. MCC opta por el poema breve, algo muy similar a la ya analizada Suley Imaginaria de Lucerna Diogenis (con quienes MCC tiene más de una coincidencia estilística), por el mismo motivo: extenderse más sería sólo repetir, cuando lo importante es expresar la intensidad del concepto amoroso, único, distinto.
Como suele ocurrir con el progresivo, mucho de su mérito está en la música, sobre todo en el arreglo y la ejecución. En El muro, la letra, casi sutil, se potencia profundamente gracias a la intensidad de los sintetizadores (que incluyen un sonido de explosión, intermedio, semejante al de su otra rola, El chisme de los tucanes, y al de La rata inmigrante de Lucerna Diogenis, como ya dijimos), el extraordinario bajo de Jorge Velazco y la potente batería del también mimo y actor Perico, el payaso loco. Y como ya mencionamos, la voz de Mario Rivas es simple y sencillamente un prodigio. No en vano se dice, por su identidad sexual y trágica muerte, pero también por su voz inigualable, que Mario Rivas es el equivalente mexicano de Freddy Mercury. Su increíble registro se nota especialmente en los estribillos, en los que, con cada aparición, eleva el tono de su último verso, cuando parecía imposible. Sin duda un superdotado.
De esta manera, El muro es una canción muy poderosa. La mezcla de su letra sutil y su música y voz potentísimas provocan una sensación de apología mayor, de aguerrida defensa de esa pareja que busca la inmortalidad a través del amor auténtico, más allá de presiones sociales, morales, religiosas y de género.
Los invito a conocer este grupo que forma parte de la historia del rock no sólo mexicano, nosotros seguimos haciendo reparaciones históricas y lo hacemos conocer como se merece, una verdadera rareza que únicamente escontrarás en el blog cabezón (claroq eu después se difunde por muchos otros lugares de blogs, foros y espacios de muchos países). Y agradezcan a Carlos que nos trajo este verdadero inconseguible.
1. Baco
2. El Muro
3. Cuando El Tiempo Hirió Tu Fachada
4. SoGo
5. Soneto
6. Nuestra Historia
7. El Ángel De Sodoma
8. El Chisme De Los Tucanes
9. Unicornio
10. Coral Del Peón Mutilado
11. A Riesgo De Perder La Vergüenza
12. El Jardín De Las Delicias
13. Coral De Ángel
Alineación:
- Mario Rivas / Voz y guitarra acústica
- Enrique Quezadas / Teclados
- Sergio Ramirez / teclado y bajo
- Cesar "Perico" Calderon (La Perra) / Batería
Qué Joya y qué buena reseña!!! Gracias maestros Carlos y Moe!! Bajando...
ResponderEliminarEn unos minutos.... Hurbanistorias del Rockdrigo
EliminarFaaaaaa.... esto sí es la escuelita de rock!
Eliminarjajajajajaj!!!!!
EliminarGracias amiwos!!!
ResponderEliminarun disco espectacular, grandes musicos y la voz magnifica de Mario Ruiz, delirante!!!
ResponderEliminarEs Mario Rivas, no Mario Ruiz
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