Hablando de canciones populares y de su influencia en los grandes compositores británicos, ya es hora de que conozcamos al inglés Ralph Vaughan Williams.
¿Recuerdan que Béla Bartók, allá en marzo, habló de asimilar la música campesina de su patria, hasta el extremo de que se fundió con su lenguaje musical personal?
Vaughan Williams se sumergió de manera parecida en las tradiciones populares de su país; y aquí presentamos un ejemplo perfecto de que el tremendo esfuerzo que hizo para recoger y arreglar canciones tradicionales inglesas (aunque en ningún momento las cita directamente) alteró en cierto modo su ADN musical.
Esta se escribió en 1914, pero, a causa del estallido de la guerra, no se estrenó hasta 1920. Se basó en un poema de George Meredith acerca del canto de la alondra, poema que sin esfuerzo aparente —aunque con magistral habilidad técnica— describe el tema con sus versos. La ascendente línea melódica de Vaughan Williams consigue un efecto lírico parecido.
He rises and begins to round, Asciende y empieza a dar vueltas
he drops the silver chain of sound suelta la plateada cadena de sonidos
For singing till his heaven fills, Pues cantar hasta su cielo colma
‘tis love of earth that he instils, este amor a la tierra que infunde
and ever winging up and up, y aleteando siempre hacia lo alto
our valley is his golden cup nuestro valle es su cáliz de oro
and he the wine which overflows y ella el vino que corre
to lift us with him as he goes… para elevarnos con ella…
Un crítico musical del Times que asistió al estreno londinense de la obra, interpretada por la violinista Marie Hall este día del año 1921, observó que esta pieza, que se situaba fuera del tiempo, «se soñaba a sí misma». Vaya forma de decirlo.
Clemency Burton-Hill
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