En el mismo lugar que Julio Argentino Roca un 25 de mayo de 1879 dio inicio simbólico (que por supuesto ya venía ocurriendo en la práctica y violentamente desde mucho antes) al avance militar sobre las comunidades indígenas de Patagonia, Esteban Bullrich, ministro de Educación y Deportes, estuvo en un acto en la ciudad rionegrina de Choele Choel y dijo textual: "Hace muy poquito cumplimos 200 años de nuestra independencia, y planteábamos con el Presidente que no puede haber independencia sin educación. Y tratando de pensar en el futuro, esta es la nueva Campaña del Desierto. Pero no con la espada, sino con la educación." Hace poco, el ministro de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires negó que fueran 30 mil los desaparecidos. Dos genocidios, igualmente crueles, igualmente criminales. Lo de Bullrich, ¿causará la misma indignación pública que obligó a renunciar a Lopérfido? ¿O hay genocidios que duelen menos que otros? La frase del ministro provocó algo así como vergüenza aj