"Yo tengo una canción que se llama Los Dinosaurios y dice: 'Cuando el mundo tira para abajo, es mejor no estar atado a nada'. Y esa es mi filosofía. Yo soy un tipo que se siente bastante solo, y cuando siento que muchas cosas me están agarrando, me siento mal. Prefiero ser una pequeña unidad móvil que se desplaza. El anti militarismo y la oposición a cualquier tipo de dictadura son muy claras en mí. Allí no hay duda. Pero de todo eso, la gente interpreta lo que quiere. Hay algunos que me acusan de ser un músico del Proceso porque pude sobrevivir, mientras estuvieron los militares y porque, por ejemplo, en un recital toda la gente cantaba '¡Se va a acabar, se va a acabar... la dictadura militar!...', yo les decía: 'Okey, cantemos esto acá. Pero sepamos que lo estamos haciendo dentro de estas cuatro paredes, y nadie de afuera nos escucha'. Yo pienso que LA DICTADURA ESTÁ EN LA CABEZA DE LOS ARGENTINOS". Revista “La Semana” Nro 349. Agosto de 1983.
Para diciembre de 1982, Charly García se había despedido de su primer LP Yendo de la cama al living (Universal, 1982) con un show histórico en el estadio de Ferro. Las crónicas hablan de un caluroso concierto de 25 mil personas en Buenos Aires y una puesta en escena espectacular que terminó con el bombardeo de una ciudad de utilería montada sobre el escenario.
“Es el primer concierto de estas dimensiones realizado por un músico de rock argentino”, destaca Roque di Pietro en Esta noche toca Charly (Gourmet Musical, 2017).
El baterista Willy Iturri lo recuerda en Inconsciente colectivo: Charly García (Michaux Editorial, 2018), entrevistado por Ezequiel Ábalos dice: "Nosotros sabíamos que el último tema era 'No bombardeen Buenos Aires' y que iba a explotar la ciudad de escenografía. Se habían puesto, digamos, los misiles que llegaban al escenario a través de un cable de acero que venían desde la otra punta del estadio".
"La tan comentada intervención de Renata Shussheim en este concierto —escribe di Pietro—, consistió en 'bombardear' aquello que había construido como escenografía: un grupo de rascacielos de cartón de 24 metros de altura que se alzaba al fondo del escenario".
Mientras el grupo tocaba el tema “No bombardeen Buenos Aires”, varios espectadores aseguraron que el realismo de aquella escena fue “aterrador”.
"De cada torre de iluminación del estadio salían precisos cohetes artificiales que hacían blanco en aquellos edificios. Llamas. Humo. Clima de guerra. Hasta que sobre el final Charly recordó: 'Esto fue un simulacro, miren qué hubiera pasado si bombardeaban de verdad'", consigna la crónica de Clarín publicada al día siguiente.
En otro registro, García le confirma al periodista Juan Pablo Carlino que ese fue el efecto buscado: mostrar lo que todos podían llegar a vivir gracias al enfrentamiento suicida entre Argentina y Gran Bretaña.
Precisamente en "No bombardeen Buenos Aires", tercer corte de Yendo de la cama al living, Charly rapea de manera anticipatoria lo que vendrá: menciona a The Clash ("escuchando a Clash, ¡Sandinista!") y en pocos meses entrará a grabar con uno de sus ingenieros lo que será una de sus cumbres creativas.
(...) "Los dinosaurios" fue escrita en 1983 cuando la dictadura militar argentina estaba en retirada y se acercaba el regreso de los gobiernos civiles.
Charly García escribió el escalofriante tema acerca de gente que desaparece y dinosaurios que deberían desaparecer. Muy pocas canciones sintonizaron tan profundamente con la consciencia colectiva como "Los dinosaurios".
"Juro que cuando la escribí no pensé en los militares —confesó García—. La letra tenía más que ver con el sentimiento de ausencia que se produce en uno cuando pierde algo. Desde un amor hasta el cepillo de dientes. Al menos, conscientemente no me di cuenta de lo que estaba diciendo".
Baltasar Daza - "Cuando el mundo tira para abajo: Charly García y la historia de Clics modernos"
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