Y seguimos con más del cantautor mexicano Briseño. En 1977, mientras Briseño preparaba grabaciones y lanzamiento de Briseño, Carrasco y Flores en ese contexto del que hablábamos al comentar ese disco (el de la vigencia de la música folclórica y de protesta en México), el exilio lleva al DF a dos de los integrantes del grupo folclórico argentino Huerque Mapu: Naldo Labrín, que pasaría a ser la primera guitarra del cuarteto de Alfredo Zitarrosa, y una joven Hebe Rosell, multiinstrumentista (cello, vientos, teclados, voz) que se incorporaría al grupo multinacional del floclor Sanampay y que actuaría también en la puesta en escena de la suite Guitarra negra de Zitarrosa. El exilio alcanzó a los integrantes de Huerque Mapu justo después de lanzado el álbum Montoneros (también conocido como “La cantata Montoneros”), dando voz al movimiento social revolucionario que fue cruelmente desbaratado por sucesivas dictaduras. Hebe ─por cierto, hermana de Andrés y Javier Calamaro─ se quedó a vivir