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Storm Corrosion - Storm Corrosion (2012)


"A Steven Wilson le gusta decir que cuando él y Mikael Åkerfeldt se juntaron para grabar ‘Storm Corrosion’, dedicaron gran parte del tiempo a beber vino, hablar de música y escuchar viejos discos. Se olvidaron de las expectativas, el metal progresivo y demás historias de supergrupos, y dejó de importarles crear controversia. La división de opiniones llegará, todo a su tiempo. Pero en una cosa, sólo en una cosa, estaremos todos de acuerdo: el vino corre, y mucho. Algunos pensarán que les sirvió para derruir las pocas barreras que les quedaban hacia la experimentación más absoluta -entiéndase el vino como catalizador, no como brebaje mágico-. Mientras que otros pensarán que sólo les sirvió para acabar con su genialidad, ésa que tantas veces han demostrado, que esta vez naufragaba en los posos de sus copas vacías. Sea una, sea la otra, hay que reconocer su riesgo". Así que entre malbecs y merlots volvemos a presentar un disco controversial, que ha tenido sus seguidores y sus detractores, pero de un proyecto de un solo disco que fue profundamente personal y, más allá de lo que vos pienses de él, tenés que saber que los autores lo hicieron por el simple placer de hacerlo y no esperando tu veredicto. O sea, fue hecho por amor a la música y les importa un carajo que pensamos de él. Y eso para mí es todo un logro de por sí.

Artista: Storm Corrosion
Álbum: Storm Corrosion
Año: 2012
Género: Rock progresivo atmosférico
Duración: 47:51
Nacionalidad: Inglaterra / Suecia



¿Qué puedo decir de cuando se unen 2 grandes de la escena musical progresiva, por un lado Steve Wilson (Porcupine Tree, No Man, Blackfield) y por el otro lado el frontman de Opeth Mikael Åkerfeldt. Ha sido descrito por Wilson como "la parte final de la trilogía impar de los registros realizados por (Opeth) Heritage y de la marca nueva de Steven Wilson, su álbum en solitario Grace for drowning".

Storm Corrosion es una colaboración musical compuesta por Mikael Åkerfeldt de la banda de metal progresivo sueca Opeth junto a Steven Wilson, un solista inglés y líder de la banda de rock progresivo Porcupine Tree. Ârkerfeldt y Wilson empezaron una colaboración musical duradera en 2001 cuando Wilson estaba produciendo el quinto álbum de estudio de Opeth, Blackwater Park. Ambos empezaron a escribir juntos para un nuevo proyecto en 2010, lanzando su primer auto-titulado álbum de estudio el 8 de mayo de 2012 a través de Roadrunner Records. Tras un éxito en las críticas, Storm Corrosion marcó un cambio de paradigma para Mikael y Steven. Evitando que el proyecto se convirtiera en un supergrupo de metal progresivo, los dos integrantes decidieron usarlo como una oportunidad para explorar su lado musical más esotérico, incluyendo Comus y Scott Walker. Actualmente no hay ninguna gira programada en apoyo a su homónimo álbum.
Wikipedia

Cuando lo escuché me pareció excelente... Vale la pena escucharlo, y no tiene nada que ver con sus proyectos paralelos. Más bien es una mezcla de afinidades y tonalidades que dan un resultado bien compacto, exquisito, a veces deprimente, oscuro pero con muy buen gusto, melancólico, atmosférico y bello.
Lejos, pero lejos es uno de los discos más esperados de este 2012 y como no si se trata de la tan anhelada colaboración entre las fuerzas creativas detrás de las bandas más productivas de los últimos años, como lo son Porcupine Tree (Steven Wilson) y Opeth (Mikael Åkerfeldt).
Storm Corrosion puede ser interpretado como la fusión perfecta entre lo que fue Grace For Drowning (2011), el aclamado segundo trabajo de Steven Wilson, y Heritage (2011), el controversial décimo álbum de estudio de los suecos y que dividió a sus fans ante el cambio de rumbo.
Da la sensación de que esta producción pueda sorprender a algunos con su sonido, pero quienes siguen a Wilson y están al tanto de las tendencias sonoras de Åkerfeldt en el último tiempo, podrían entender que Storm Corrosion es el siguiente paso en la evolución sónica de ambos. Un viaje oscuro con ese tinte setentero que nos trae a la memoria algunos de los buenos momentos del rock de la vieja escuela.
“Drag Ropes” da el inicio a este viaje, un corte de casi 10 minutos que nos lleva por oscuras melodías apoyadas en la voz de Åkerfeldt como si estuviese narrando una historia de horror, llegando a su climax cuando se suma Wilson y comienza ese juego de voces tan típico de Porcupine Tree. Este tema fue elegido para dar a conocer Storm Corrosion y se hace acompañar de un video bastante tétrico, pero ideal para la canción, que es una animación a cargo de Jess Cope.
“Storm Corrosion” es el segundo track y otro punto alto del disco que también bordea los 10 minutos de duración. Una hermosa introducción que Wilson canta con sentimiento y que nos recuerda en momentos a ese King Crimson de sus primeros tres trabajos, incluyendo un gran quiebre oscuro en la mitad de la canción como si a uno lo despertaran bruscamente en medio de un buen sueño.
La tercera pista, “Hag”, continúa la línea de los temas anteriores en términos de crear un ambiente de oscuridad y tensión y suena como un tema que perfectamente podría haber sido escrito para Grace For Drowning. “Happy” es el que sigue y es el tema más corto del álbum (con casi 5 minutos de duración) pero no por eso menos intenso. Las guitarras acústicas y la voz de Wilson son una máquina de tiempo que constantemente nos llevan a los 70’s mientras escuchamos.
Con “Lock Howl” llega otro punto alto de Storm Corrosion. Un instrumental que empieza a encaminar el disco por la recta final. Aquí la tónica es la misma, pasajes totalmente instrumentales que caen en un quiebre, siempre oscuro, para volver a explotar y llegar a su fin.
Y así llega el cierre con “Ljudet Innan”, donde vuelve la voz de Åkerfeldt, que a estas alturas ya se comenzaba a extrañar un poco y quizás este factor sea uno de los pocos puntos criticables de este disco. El tema que también alcanza los 10 minutos posee algunos de los pasajes instrumentales más bellos de esta producción y constituye un digno cierre para una excelente placa.
En resumen, Storm Corrosion, es un viaje más que agradable, pero siempre se recomienda con la advertencia de que a quienes no les gustó Heritage por el cambio de estilo, esto puede ser más de lo mismo, pero quienes sí lo disfrutaron y también Grace for Drowning, este disco debería encajarles perfecto.
En opinión de quien les escribe y como ya mencioné anteriormente, destacaría como puntos bajos la escasa participación en voces de Mikael Åkerfeldt y quizás el abuso de quiebres en todos los temas que pueden llegar a ser un poco repetitivos y cansadores al escuchar el álbum completo, pero de todas maneras destaco a Storm Corrosion y candidateo desde ya como a uno de los mejores trabajos en lo que va de este 2012.
Jorge Salinas







Sobre el disco, el propio Akerfeldt habló con Portal Esquizofrenia en una entrevista concedida a nuestro redactor Miguel E. Rebagliato. El sueco comentó lo siguiente cuando le pedimos que adelantara algo sobre las canciones:
"Son muy diferentes, encajan juntas como una secuencia. La canción más bonita, por ahora mi favorita, que de hecho la escuché ayer con una copa de vino, es una canción llamada 'Ljudet Innan', qué básicamente significa "el sonido de antes" en sueco. Es la última canción que compusimos. Es dolorosamente bella. No lo digo porque yo sea parte de ella, pero ni siquiera Steven pudo contenerse. Cuando grabábamos, él decía: "Sí, está muy bien", pero con esa canción tocaba el teclado y estaba como... "guau" [hace como que toca con cara de éxtasis]. Fue uno de sus momentos… Es locamente bello, bastante perturbador también. No es extremo en el sentido de fuerte, es bastante tranquilo, pero es… genial".
También habló con Miguel el británico Wilson, quien también hablaba de temas del disco:
"Es difícil describirlo, porque no hay manera de ponerlo en palabras, sobre todo cuando la música, para mi oído, no suena como ninguna otra. Si escuchas 'Heritage'y 'Grace for Drowning', igual puedes hacerte un poco una idea, pero la música es incluso más etérea quizá, desnuda, orquestal. La razón por la que usé la palabra teatral es porque las canciones casi se despliegan como una película, una representación o un libro. No tienen estructuras convencionales de canciones, las cosas pasan de manera inesperada, casi de forma dramática. Casi como escenas. Por ejemplo, una canción empieza con un acorde orquestal muy disonante y luego aparece un bello motivo vocal, una guitarra, se unen unos coros… Cosas extrañas sucediendo. Las canciones se desarrollan con instrumentos de viento, muchas guitarras, pero también mucha orquesta, percusión en vez de batería… Hay un poco de batería en el disco, pero sobre todo hay percusión usada de un modo más creativo, en vez de batería estándar de rock. Las letras son muy retorcidas y extrañas, con ambos cantando y bastantes armonías. La música es muy frágil. No es rock. Si alguien piensa que 'Heritage' y 'Grace for Drowning' no son rock, esto es incluso menos rock. Pronto sacaremos una canción en Internet como adelanto. No depende de mí, sino del sello discográfico, pero será probablemente en enero, porque si el disco sale en abril...".
Portal Esquizofrenia


A Steven Wilson le gusta decir que cuando él y Mikael Åkerfeldt se juntaron para grabar ‘Storm Corrosion’, dedicaron gran parte del tiempo a beber vino, hablar de música y escuchar viejos discos. Se olvidaron de las expectativas, el metal progresivo y demás historias de supergrupos, y dejó de importarles crear controversia. La división de opiniones llegará, todo a su tiempo. Pero en una cosa, sólo en una cosa, estaremos todos de acuerdo: el vino corroe, y mucho. Algunos pensarán que les sirvió para derruir las pocas barreras que les quedaban hacia la experimentación más absoluta -entiéndase el vino como catalizador, no como brebaje mágico-. Mientras que otros pensarán que sólo les sirvió para acabar con su genialidad, ésa que tantas veces han demostrado, que esta vez naufragaba en los posos de sus copas vacías. Sea una, sea la otra, hay que reconocer su riesgo.
Después de haber escuchado el álbum, las palabras de Steven Wilson cobran más sentido; aquéllas que describían su música como una continuación de ‘Heritage’ y ‘Grace for Drowning’, pero más etérea, desnuda y orquestal. El resultado es menos espectacular de lo que cualquiera podría haber pensado y es precisamente lo que Wilson y Åkerfedlt han buscado: un sonido más íntimo, ambiental, perturbador y lúgubre al mismo tiempo. Así es desde ‘Drag Ropes’, con esa voz de Åkerfeldt que recuerda a una versión deconstruida del nuevo Opeth, hasta la atmósfera pausada que se desarrolla sutilmente en ‘Ljudet Innan’, un canto —casi instrumental— a la música de antes. En medio queda la canción que da nombre al disco, con una de las cadencias más bellas que se le han escuchado a la voz de Steven Wilson; arpegios de guitarra acústica con aroma folk; un latido de bajo —boom boom— que llena gran parte de ‘Hag’, o el ritmo constante de guitarra muteada de ‘Lock Howl’. Reminiscencias a King Crimson, trozos que evocan lejanamente ‘Grace for Drowning’ y su ‘Raider II’, voces que toman momentáneamente el rol de guitarra solista, son parte del lenguaje particular de ‘Storm Corrosion’.
Hay grandes momentos, como el juego de voces que irrumpe a mitad de ‘Drag Ropes’, pero también algunos ratos muertos. A veces el álbum parece perder intensidad tras los dos primeros cortes y se echa en falta una mayor participación vocal de Mikael Åkerfedlt. Al final asistimos a fragmentos de las canciones que podrían haber sido. Porque Åkerfeldt y Wilson han decidido dejar atrás la estructura de canción de una vez por todas, como ya había ensayado Steven Wilson con cierta timidez en ‘The Incident’, de manera que ‘Storm Corrosion’ se convierte en algo más cercano a una película con seis grandes secuencias. No de cine de Hollywood, sino del cine europeo, ése que tanto les ha inspirado a veces, o en todo caso asiático, si se quiere caer en prejuicios sobre ritmos fílmicos.
Una última clave para entender mejor el álbum: resulta conveniente no pensar en el mito romántico del genio, ni en este caso duplicarlo. Wilson y Åkerfeldt se juntaron sin ideas preconcebidas y la música fue fluyendo, maravillando a uno y a otro con lo que iban creando. No fue el compositor con control casi absoluto el que salió allí, sino la experiencia de la creación colectiva. Este álbum sólo captura la esencia de lo que ambos vivieron durante esos días y, por muy bueno o decepcionante que nos parezca, es sólo una imitación, una copia, de aquella inalcanzable e irrepetible experiencia. ‘Storm Corrosion’ es un álbum por cuya experimentalidad merece la pena perderse.
Miguel E. Rebagliato


Storm Corrosion is the long-awaited collaborative project from Porcupine Tree’s Steven Wilson and Opeth’s Mikael Åkerfeldt—but you might not guess it from listening to this debut album. Rather than playing the progressive metal associated with those bands, the duo crafts dark, cinematic orchestral music closer to the experimentation of Univers Zero or Scott Walker. Perhaps the strongest track is “Lock Howl,” an odd folk song that sounds dreamy and dreary. Many Opeth and Porcupine Trees may be disappointed with the lack of heavy riffage, but those with open minds will find much to enjoy in this dense, atmospheric album.
DAVID McKENNA


Storm Corrosion is the long-discussed and highly anticipated collaboration between two of the modern progressive rock scene’s most innovative and multi-talented artists: Mikael Åkerfeldt (Opeth) and Steven Wilson (Porcupine Tree).
A little background information on the genesis of this project: Åkerfeldt and Wilson have been friends since the late ’90s, when Wilson co- produced OPETH’s revered “Blackwater Park” album. Over the years, they’d often spoken of working on a project together, but it wasn’t until recently that they managed to make something happen, when Mikael flew over to visit Steven in the U.K. and they ended up in Wilson’s home studio throwing ideas around. That visit was the nascence of a whole self-titled album, written and produced by... the pair, and mixed by Wilson.
The sound of Storm Corrosion can best be described as enchanting, orchestral, ambient, epic (half the album’s tracks clock in around the 10-minute mark) and nothing short of surprising to the new ear. However, the musicians’ respective fanbases will be primed to appreciate the new output, with Wilson’s recent solo album, “Grace For Drowning”, and OPETH’s “Heritage” having brought them to a logical place to understand Storm Corrosion. This eponymous collection is almost viewed as one side of a musical triangle.
Says Wilson, “If you’d asked me three months ago about the music, I would have said, ‘Expect the last thing you would expect.’ But actually, now that ‘Heritage’ and ‘Grace For Drowning’ have come out, I don’t think it’s going to be that much of a shock to people, because it’s almost like a third part of the trilogy, in a way. If anything, it’s even more orchestral, even more stripped down, even more dark, twisted and melancholic… but it certainly feels like it comes from the same place as ‘Heritage’ and ‘Grace For Drowning’, which indeed it does because it was written during the same period.”
“Some of the music on this record I think is the most beautiful music I have participated on ever,” adds Åkerfeldt. “There’s some magical sections on there. Musically, I think we’ve created something earthy, a bit frightening, exhausting, profound and rather intense. All at the same time. I can safely say I don’t know any other band or artist that sounds anything like Storm Corrosion. I guess that was also one of our goals, so to speak.”
http://exystence.net

Having worked with each other in the past, they decided to start work, on an on and off basis, on a collaboration in March 2010. Wilson later said that only "15-20%" of the album would have drums on it, and it would be performed by Porcupine Tree drummer Gavin Harrison. The album was completed in September 2011, but held back for an April 23, 2012 release so that Wilson could concentrate on releasing and promoting his second solo album, Grace for Drowning, and Akerfeldt could concentrate on Opeth's tenth studio album Heritage, both albums being released in September 2011 themselves.
Wilson said of the project:
“Because I think we both had this idea of this kind of music that we knew we couldn’t get our bands to play, but that we both kind of understood where we were coming from. ‘Cause we have this kind of passion: very experimental, obscure records, almost orchestral in their scope. And we wanted to make a record like that for a long time. It’s a long way from metal and it’s a long way from anything that, I think, Mikael has ever done, including [Opeth’s] Damnation record. I think a lot of people thought, ‘Oh, it’s gonna be like Damnation.’ It’s not; it’s a long way from that, too. And it’s actually a long way from anything I’ve done…The one thing we didn’t wanna do is get together and do a prog-metal supergroup, which would have been so easy to do — and kind of expected, in a way. And, you know, we might do that anyway one day. But this time around, we thought, ‘Let’s just do this record.’ Some people will love it and some people will not, and that’s OK, because, in a way, I don’t think we wanted to just give what was expected, and we’re certainly not doing that.”
Wilson also said that on the album, Akerfeldt did most of the guitar work, while Wilson concentrated on the keyboard parts and arranging the music. He described it as containing a lot of orchestral parts, and as "Mellow, strange, and disturbing".[8][7]
Wikipedia

Having fallen head over heels in love with Opeth‘s “Heritage” and enjoyed (but not been utterly smitten by) Steven Wilson‘s “Grace For Drowning”, I was unsure where Storm Corrosion would take me.
Opeth have become decidedly more prog/less ‘metal’ and Steven Wilson‘s last opus (solo, rather than with Porcupine Tree) was gentle in places yet morose and anguished at times. Those being the last two points of reference for these musicians, many expected this to be the bastard child of the aforementioned, but thankfully it has its own identity and thus leaves little room for ponderous comparisons to be drawn with their other output.
Storm Corrosion stands on its own two (four?) feet as a unique musical outing and is testament to the continued innovation and creativity of its auteurs.
Opening with the deceptively bleak “Drag Ropes”, the tranquil tones that greet you belie the genuinely eerie, almost malevolent mood that soon floods through the headphones. It is a fine achievement that much of this album is devoid of drums, distorted guitar or any ‘harsh’ vocals yet manages to sound as stark and evil as any of your church-burning, corpse-painted black metal hordes do when cranked up to eleven.
The brooding soundtrack feel develops on the title track and occasionally here, and later on, there are sections that seem repetitive – almost as if an idea is being over-stretched. After a few spins though it becomes apparent they are just teasing out the uneasy and deliberately ponderous moments until they reach a perfect peak – and then allowing a little warmth to seep through.
On the paradoxically titled “Happy” we are treated to more shimmering vocal harmonies and rich, pinched guitar work, but the sense of despair is never far away. It’s like Simon and Garfunkel jamming with early Pink Floyd, produced by Brian Eno. Well, not exactly, but damn them if they haven’t produced something so wonderful it defies decent simile.
The six tracks on offer are brimming over with ideas and the musicianship is as stellar as you would expect with this pedigree, yet it really does prove to be more than just the sum of its incredibly talented parts. This is not an album that will grab you on first listen, although it will no doubt impress (and in places cause an eyebrow to raise in puzzled bewilderment). However, repeated listens will immerse you further and further into the murky world of Storm Corrosion until you find yourself hooked.
As keen as I am to chuck a great big bag of superlatives at this, I really cannot do it justice in a mere few paragraphs. At times achingly beautiful and at others dark and seedy to the point of being uncomfortable, this is a truly special piece of work and one that I hope sees the “Blackwater Park” alumni sufficiently proud of the results that they choose to collaborate again.
Dewie

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Lista de Temas:
1. Drag Ropes
2. Storm Corrosion
3. Hag
4. Happy
5. Lock Howl
6. Ljudet Innan

Alineación:
- Steven Wilson
- Mikael Åkerfeldt
 

Comentarios

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Como suena King Crimson en la canción Hag :P Encima el sampler final me recuerda mucho al final de Welcome To The Machine, de una banda por ahí que se hacía llamar Pink Floyd ^^
    Es un hermoso disco, pero debo reconocer que no estuvo a las alturas que yo esperaba. No sé, esperaba algo "feo", que me descolocara y me costara encontrarle la gracia. Pero bueno, salió un buen disco y eso es lo importante.
    Saludos moogcabezones.

    Stasis

    ResponderEliminar
  3. Es un gran disco, dominan las atmósferas wilsonianas pero la parte mas folk de guitarras tipicas de Mikael tienen mucha presencia. Hasta hacen un tema en sueco.Gran disco.

    Están denunciando muchos enlaces, quizás lo mejor sea dejar pasar un poco el tiempo...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es verdad, para proteger el blog, no vamos a publicar links de descarga de este álbum, igualmente lo podrán conseguir en diferentes lugares, así que no se aflijan...

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  4. Eduardo, si te sirve de algo, yo también me esperaba algo más elevado. No es que sea malo, todo lo contrario, el trabajo es muy bueno, pero me parece exagerado todo el movimiento que hay en torno a este disco. Algo parecido me pasó con el último trabajo de Wilson, que sacando un gran álbum las redes explotaban como si hubiese marcado un hito en la historia de la música progresiva cercano a un "Close to the Edge 2". Personalmente los considero buenos álbums a ambos, pero no me parece que sea para tanto.
    Quizás el problema es que me molestan sobremanera los fanatismos, quizás sea sólo eso.

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