La música es uno de los pocos medios que, en general, puede
trascender los tabúes, las diferencias de lenguaje y la estratificación
social. Global Voices entrevistó a Halldor Kristínarson, fundador del proyecto de activismo y periodismo musical Shouts – Music from the Rooftops! sobre su trabajo, el rol de la música para hacer cambios significativos y como iniciadora de conversaciones. En Shouts, Halldor suele cubrir temas como la preservación de la música indígena, el sexismo en la industria musical y la desobediencia civil con sus canciones.
Por Sydney Allen - Traducido por Alejandra Dramis
La entrevista se ha editado ser más breve y clara. Encuentra la entrevista completa más abajo.
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Foto de Halldor Kristínarson
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Global Voices (GV): ¿Nos puedes explicar qué es Shouts?
Halldor Kristínarson (HK): Shouts – Music from the Rooftops!
es un proyecto de activismo y periodismo musical. Encuentro artistas a
través del mundo, en general subrepresentados, y utilizo la plataforma
para dar a conocer su arte y su activismo. Lo que tienen en común estos
artistas es que utilizan su voz y su talento con un propósito, para
crear cambios positivos. Dan a conocer diferentes temas con su música, y
mi parte, en ese mundo de activismo, es proveer una plataforma y
ayudarlos a que el mensaje llegue más lejos. A menudo, los temas de las
canciones son muy cercanos a los artistas.
Hay muchos artistas indígenas, mujeres artistas, artistas que han
sufrido discriminación racial, y la lista sigue. Hay solo dos tipos de
criaturas en este mundo que no hacen canciones para hacer conocer al
mundo las injusticias que sufren, y son los animales y la madre
naturaleza. Como no hablan el lenguaje humano, por suerte estos artistas
las toman como propias y defienden esas injusticias con palabras que la
gente puede entender.
GV: ¿Qué te ha inspirado para crear un blog de música centrado en el activismo?
HK:
Desde que tengo memoria he tenido interés en ayudar a quienes no tienen
voz, con más frecuencia a los animales. También, supe de los problemas
que la gente puede padecer cuando muy niño comencé a asistir a personas
con discapacidad. Pero fue cuando me sumergí totalmente en proyectos de
preservación de la naturaleza que comprendí realmente el espectro y la
profundidad de la discriminación. Luego, trabajar con solicitantes de
asilo, con refugiados y con animales rescatados me hizo repensar cómo
veía el mundo y qué quería hacer con eso. Por otro lado, también estaban
mi propio amor y necesidad por cantar y por la música.
Originalmente, soy ingeniero de sonido, pero desde temprana edad
escribo canciones para lidiar con mis problemas (aunque irónicamente
solo compartía esa música con los perros). Entonces, cuando tuve que
decidir el tema de mi tesis para la Maestría en Periodismo y
Comunicación Masiva, pensé en combinar mis pasiones, y el resultado fue Shouts.
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Foto de Halldor Kristínarson
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GV: Dependiendo del contexto, esta forma de activismo puede
ser bastante peligrosa para ciertos artistas. En tu experiencia, ¿qué
los lleva a seguir haciéndolo?
HK:
Creo que cuando tienes una pasión por el activismo, es extremadamente
difícil autocontrolarse para no actuar. Si hay alguien sufriendo frente a
mí, no puedo pretender que todo está bien, y necesito que otros lo
sepan para que así puedan elegir ayudar. Y muchos valientes músicos y
otros artistas están dispuestos a hacer lo que sea necesario para tratar
de ayudar a crear un cambio, sin importar las consecuencias.
Además, cuando entrevisté a artistas que viven en lugares hostiles
para personas creativas, o para quienes hablan abiertamente contra el
poder, encontré que no veían otra salida.
Esa forma de arte es parte de sus vidas, y les sería poco natural
usar sus voces de otra forma. En mi experiencia, las personas creativas
están, con mucha frecuencia, más profundamente conectadas con esa parte
de nuestro interior donde vive la empatía. El amor que sienten por sus
familias, sus amigos, sus colegas, los animales y la naturaleza es tan
fuerte que nunca les impide expresar sus opiniones, aunque signifique
poner sus vidas en peligro.
Cuando le pregunté al rapero indio Madara
sobre las reacciones violentas y las amenazas de muerte que ha recibido
por su arte, me dijo: «Todas las personas mueren, pero no todas las
personas viven».
GV: ¿Por qué la música es una forma efectiva de protesta?
HK:
La música es una forma poderosa pero pacífica de hacer llegar un
mensaje al oyente. Es una manera fuerte, pero no invasiva, de
comunicarse con el mundo. Los músicos crean algo hermoso y dejan al
oyente que saque algo de eso, cuando y como puedan sacarlo. Sin una
confrontación extrema, nadie se pone a la defensiva.
Mi pareja, Lilián, una vez me dijo que tiene sentido protestar a
través de una canción: «No todos están dispuestos a escuchar un discurso
en una fiesta, porque las fiestas se supone que son divertidas, pero
todo el mundo está abierto a escuchar una canción. Es una conversación
disfrazada, una confrontación con nosotros mismos, en silencio. Además,
no hay nada como cantar una canción con los demás, sentir las
vibraciones retumbantes de las voces en tu cuerpo, darle a tu sentir de
esperanza o desolación una forma física a través de esa conexión con los
demás.
GV: ¿Hay algún músico o canción en particular que te haya inspirado en lo personal?
HK:
Me inspiro cada vez que hablo con artistas que me cuentan que han sido
oprimidos, arrestados, encerrados o abusados física y emocionalmente por
sus obras, y que luego me hablan sobre sus próximos proyectos como si
ninguno de esos ataques los desalentara a seguir creando. Lo mismo pasa
con otro tipo de activistas. Conocí a muchos alrededor del mundo que
rescata animales. Lo que todos tienen en común es que solo se les puede
detener en su misión si se les encierren en una celda oscura, o los
matan. Son quienes me inspiran.
De todas las entrevistas que he hecho, o a través del trabajo periodístico musical para el proyecto Shouts, estas son algunas de las canciones que me han movido más que otras. Hice una pequeña lista (aparece más abajo) con algunas de esas canciones. Además, anualmente hago listas de música de protesta para Shouts.
GV: ¿Algo más que quieras agregar sobre Shouts, o sobre tu trabajo?
HK:
Todo, en todas partes, lo creamos o destruimos todos, juntos. Las
fronteras son un concepto político hecho por algunos humanos, y cambian
todo el tiempo. No significan nada. Los animales sufren, tienen un
lenguaje, y les encanta estar vivos. El planeta nos sobrevivirá. No hay
nada que temer, más que al mismo miedo. Los perros callejeros no son
peligrosos, ni tampoco las personas que se visten diferente, o que creen
en un dios que no es el mismo que el nuestro. Toda mujer debería tener
completa autonomía sobre su cuerpo. He vivido en 10 países y viajado a
muchos otros más, y en cada lugar que he ido, me di cuenta de que somos
esencialmente iguales. Hay pequeñas diferencias en la música, la comidas
y los colores. Y eso lo hace todo aún más maravilloso.
Mi proyecto es unipersonal, es grande y me consume muchísimo tiempo.
Me encanta y le tengo fe. Si ustedes también ven el valor de Shouts,
los invito a participar, ya sea con artículos, reseñas u opiniones, o a
ayudarnos de forma mensual. De esta manera, el proyecto podrá seguir
vivo, y yo podré seguir dando a conocer las voces de las personas
creativas de todo el mundo. ¡Entren a la página de Patreon del proyecto si quieres ayudarnos!
Para finalizar, podría citar la letra de canciones de muchos artistas, pero elijo las palabras de una de mis bandas favoritas, Fero Lux.
Qué pena
Cuando todo lo que necesitas para continuar
Es un poco de fe
Y no abrir los ojos
Si no estás temblando
Te has dado por vencido
Aceptas las cosas como son
La mano que a todos nos tocó
Todos nos ahogamos juntos
O todo lo contrario
Sydney Allen
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