El régimen amarillo es inviable, ahora fuerza una ofrenda al FMI al precio de violentar las calles y seguir degradando la democracia: el día de ayer hubo un rechazo vasto junto una represión dura. La represión amarilla quiso tapar la inmensa movilización contra el ajuste, mientras en Diputados dio media sanción al Presupuesto de Ajuste impuesto por el FMI, metían presos manifestantes detenidos que no cometieron ningún delito. El operativo de la "posverdad" estaba planeado de antemano y funcionó con estricta coordinación: los infiltrados de la policía de Larreta y Bullrich aparecieron cuando la movilización alcanzó una dimensión enorme y se iban a sumar los trabajadores cuyos gremios no habían parado. Mientras puertas adentro el oficialismo buscaba cumplir con el FMI, afuera en la calle la policía fue a buscar deliberadamente a grupos de manifestantes de colectivos populares a los que hasta ahora el régimen no pudo doblegar: trabajadores de SUTEBA de Moreno, Astilleros, Telam, La Garganta Poderosa. Las fuerzas represivas los fueron a buscar cuando ya se habían retirado de la Plaza y les plantaron pruebas falsas. La televisión y los diarios oficiales muestran a los manifestantes detenidos como "violentos" y de este modo desinforman a la población. Pero el signo del proceso es indetenible: el gobierno ajusta y reprime, o debe reprimir porque ajusta cruzando los dedos para poder desplumar a la gallina sin que grite, mientras la calle ya le empieza a marcar la cancha.
Finalmente el Gobierno nacional logró su profecía autocumplida de disturbios seguidos de represión y detenciones. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich venía desde el anteayer instalando un clima de tensión y posibles disturbios, a partir de la denuncia que habían hecho contra un supuesto grupo anarquista – que nadie conoce dentro del campo popular – que aseguraba que iba a "dinamitar el Congreso" desde una cuenta de Facebook. Además, las organizaciones venían denunciando el extraño operativo de seguridad puesto en marcha por el gobierno, con vallas pegadas al perímetro del Congreso (incluida una esquina que amaneció extrañamente sin vallas), y bolsas y montículos de piedras y escombros prolijamente repartidas en los alrededores del Congreso.
El presupuesto de ajuste del FMI solo cierra con represión. En una suerte de reedición de lo que fue la reforma previsional, el Congreso volvió a estar rodeado de efectivos, carros hidrantes y todo lo que esté al alcance de las fuerzas del régimen macrista para reprimir al pueblo.
No se puede decir que sorprenda que pasen estas cosas en un gobierno radical: el Congreso vallado, sesionando en medio de un impresionante operativo policial, con una mezcla de represión salvaje, cacería indiscriminada de manifestantes, y blancos precisos señalados en listas previas: delegados de Télam, periodistas y fotógrafos de medios alternativos, dirigentes sociales y sindicales. La parafernalia represiva de Macri y Patricia Bullrich utilizando sin escrúpulos los métodos de las dictaduras.
Un Congreso vallado para sancionar una ley impopular, a pedido del FMI, para garantizar la valorización financiera, la fuga de capitales y el pago de la deuda; como la reforma previsional de diciembre pasado que marcó el punto de quiebre hacia la descomposición del régimen macrista, y como con las leyes de “déficit cero” o la concesión de los “superpoderes” a Cavallo en el 2001. Un 2001 que parecen empeñados en repetir, al que todavía le falta por ahora alguna versión de “corralito” que los termine de malquistar con su propio electorado; pero en eso andan, con la bomba de las LELIQ’s, ancladas en los plazos fijos de los ahorristas.
Mientras adentro del recinto se sucedía el cinismo y la mediocridad, en las calles funcionaba a la perfección el "plan maestro" de la ministra Robocop y el payaso Larrata, con la repetida historia de "los violentos" manifestantes, miembros evidentes de las propias fuerzas de (in)seguridad, que repetían el esquema de otros hechos similares, para justificar los balazos, los gases, los palos y las detenciones ilegales.
Los medios cómplices solo mostrarían, como es de costumbre, a los tirapiedras enmascarados, símbolos plantados de los "populistas violentos". La falta de una organización unitaria de los manifestantes también colabora con el final previsible a estos actos premeditados de desarme de las luchas pacíficas. Lo cual no es óbice para sentir que fueron ellos, los que estuvieron allí y pusieron el cuerpo, los que intentaron marcar un límite que no se pudo sostener por la traición de los legisladores genuflexos.
Si escuchan y con atención detenidamente los diálogos del video se van a dar cuenta que van marcando quienes son policias y quien no,y como se van organizando para armar el quilombo.
Los que se movilizaron lo seguirán haciendo, aun a riesgo de represiones y capuchitas infiltrados para provocar disturbios, porque no hacerlo sería darle la victoria al macrismo, que necesita las calles despejadas, tanto como tiene los medios alineados, y parte de la oposición "gauchita" y dispuesta a ayudar. ¿La respuesta del gobierno entonces será intensificar la represión? La respuesta es sí. Porque deberían saber a donde conduce eso.
"El Gobierno necesita la media sanción de la Cámara baja para ofrendársela al FMI, cuyo directorio se reunirá dentro de dos días para definir la aprobación del salvataje que pidió Macri frente a la agudización de la crisis", recordaba la crónica primera de Página 12. El eje del Presupuesto 2019 sigue siendo en ajuste en las distintas áreas públicas en desmedro del pago de deuda.
La razzia salió a la caza, nuevamente, de manifestantes que protestan contra la aprobación del Presupuesto 2019 que plantea un ajuste aún más brutal contra el pueblo argentino, dictado por el FMI.
Represión selectiva:
Algunos de los detenidos fueron arrestados en inmediaciones del Congreso pero otros lejos de allí. Fue el caso de Nacho Levy, referente nacional de La Poderosa y otros integrantes de esa organización, a quienes detuvieron en la esquina de Carlos Calvo y la 9 de Julio, a más de 15 cuadras de la Plaza Congreso. Los otros tres miembros de La Poderosa detenidos son Gonzalo Matías Zamudio, Francisco Pandolfi y Lucas Manuel Zunino.
En el siguiente video se puede ver cómo infiltrados encapuchados quieren producir desmanes y los manifestantes le dan el raje.
Y la oposición se organiza en torno a los que vienen resistiendo (aunque a muchos propios no les guste la palabra) al macrismo desde el principio, o si prefieren con ellos adentro, cuando hace menos de tres años eran los réprobos a excluir del debate democrático; mientras muchos se desvivían por aportar gobernabilidad. Solo falta que la construcción política y los armados electorales reflejen eso que ya se palpa en la calle.
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