En Mendoza, el gobernador Alfredo Cornejo puso en marcha un software norteamericano que almacenará la base de datos genéticos de sospechosos y condenados por la Justicia provincial. Bajo las órdenes de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, Mendoza será el primer banco de pruebas de CoDIS, el sistema del FBI que desplazó a otro similar pero desarrollado en la Argentina (GENis; código abierto, flexible, seguro y escalable). La mano dura de Cambiemos viene con cesión de soberanía.
"¿Por qué algo tan sensible como el ADN de los argentinos sospechosos de un crimen estaría guardado en un sistema cerrado y diseñado por los Estados Unidos teniendo un software nacional para el mismo fin?", se preguntó la periodista Irina Sternik en una nota publicada en marzo de este año en el sitio Infotechnology.
En diciembre de 2017, el procurador general de la Corte de Mendoza, Alejandro Gullé, firmó un convenio con Lino Barañao, entonces ministro de Ciencia y Tecnología nacional, para la incorporación en la justicia mendocina de GENis, un software que permite el almacenamiento y comparación de marcadores genéticos de evidencias biológicas.
Sin embargo, "veníamos bien pero pasaron cosas" y el acuerdo para la utilización del programa de desarrollo argentino fue abandonado. En su lugar, se priorizó la implementación de tecnología de Estados Unidos.
GENis, además de haber sido diseñado para cotejar perfiles genéticos vinculados a delitos sexuales, ofrece otras funcionalidades. Se acaba de perfeccionar el módulo de búsquedas familiares, que tiene como primer destinatario el Banco Nacional de Datos Genéticos y está previsto agregarle un módulo de búsquedas en situaciones de desastres. Además, el software no tiene costos de licencias de uso y es configurable para ser utilizado con secuenciadores de cualquier origen.
CoDIS, al contrario, es un programa informático cerrado, por lo tanto no puede ser auditado por el Estado argentino, no garantiza el cumplimiento de la Ley 25.326 de Protección de Datos Personales, en cuanto a seguridad y confidencialidad, y, en caso de controversia entre el FBI y el gobierno nacional, la eventual disputa deberá dirimirse de acuerdo a legislación de los Estados Unidos.
En esa caja negra, controlada por el "generoso" gobierno de Donald Trump, se depositarán los valiosos datos genéticos de imputados y condenados por el Poder Judicial de Mendoza.
"Es un placer para mí anunciar que la provincia de Mendoza es la primera de la Argentina en establecer formalmente la base de datos de ADN para la investigación penal y el uso del reconocido sistema CoDIS, software del FBI", comunicó el propio Gullé el pasado 11 de octubre. El goce del procurador fue seguido de cerca por analistas y asesores que viajaron especialmente desde Estados Unidos para celebrar la puesta en marcha del programa de la Buró Federal de Investigaciones de ese país.
El FBI promocionó la cesión sin costo del programa y, a su vez, Bullrich dispuso en su resolución que el Ministerio de Seguridad cederá de manera gratuita el Software CoDIS a todas las provincia del país y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires cuando así lo soliciten.
Mano Dura Made in USA
En la presentación de CoDIS (Combined DNA Index System), Cornejo ponderó que "hoy Mendoza se ha convertido en la primera provincia de Argentina en tomar muestras de ADN de casi la totalidad de los delincuentes arrestados o condenados por algún hecho ilícito".
Más allá de la inadmisible clasificación del mandatario entre criminales “arrestados” o “condenados”, que soslaya el principio de inocencia establecido en el artículo 18 de la Constitución Nacional, el líder radical también obvió algunos puntos débiles del software yanqui, y cómo este desplazó a GENis, el programa desarrollado íntegramente en la Argentina.
El día de la dependencia
En principio, CoDIS, diseñado en los años 90, correría con ventaja respecto al reciente GENis, por contar con una mayor experiencia de uso. No obstante, distintos especialistas aseguran que el programa local tiene suficiente recorrido para asegurar eficiencia y, además, posee "código abierto, flexible, seguro, escalable, configurable y mejorable de acuerdo a las necesidades legales e institucionales".
Según el Ministerio de Justicia, en 2012 las condenas por delitos sexuales fueron 1.830 y en 2015, último período analizado, fueron 2.428, un aumento del 33 por ciento. Se estipula que los ataques sexuales ascienden a 50 por día y que sólo un cinco por ciento de las víctimas los denuncia. Las condenas son inferiores y, además, no hay estadísticas a escala nacional que prueben qué porcentaje de las denuncias de abuso sexual llegan a una condena. El software puede ayudar, pero puede abrir la puerta a intercambiar información sensible que debería ser auditada por todas las partes a través de un sistema transparente y de código abierto.
"¿Por qué algo tan sensible como el ADN de los argentinos sospechosos de un crimen estaría guardado en un sistema cerrado y diseñado por los Estados Unidos teniendo un software nacional para el mismo fin?", se preguntó la periodista Irina Sternik en una nota publicada en marzo de este año en el sitio Infotechnology.
Combined DNA Index System (CoDIS) es la base de datos nacional de EEUU, creada y mantenida por el FBI. El CoDIS comprende tres niveles de información: sistemas de índice de ADN locales (LDIS) donde se originan los perfiles genéticos, sistemas de índice de ADN estatales (SDIS) que permite a los laboratorios de un mismo estado compartir imformación, y el sistema de índice de ADN nacional (NDIS) que permite a los estados comparar información entre ellos.Wikipedia
En diciembre de 2017, el procurador general de la Corte de Mendoza, Alejandro Gullé, firmó un convenio con Lino Barañao, entonces ministro de Ciencia y Tecnología nacional, para la incorporación en la justicia mendocina de GENis, un software que permite el almacenamiento y comparación de marcadores genéticos de evidencias biológicas.
Sin embargo, "veníamos bien pero pasaron cosas" y el acuerdo para la utilización del programa de desarrollo argentino fue abandonado. En su lugar, se priorizó la implementación de tecnología de Estados Unidos.
"El Ministerio de Seguridad ni siquiera se tomó el trabajo de examinar GENis. Podrían haber hecho una comisión para estudiarlo, pero eso no ocurrió. En cambio, recurren a un regalo del FBI, que tiene una política internacional de promoción del uso de su software con el objetivo de establecer un estándar global y de hacerse con la información que los distintos países van registrando en sus bases de datos".Gustavo Sibilla - Coordinador general del proyecto GENis
GENis, además de haber sido diseñado para cotejar perfiles genéticos vinculados a delitos sexuales, ofrece otras funcionalidades. Se acaba de perfeccionar el módulo de búsquedas familiares, que tiene como primer destinatario el Banco Nacional de Datos Genéticos y está previsto agregarle un módulo de búsquedas en situaciones de desastres. Además, el software no tiene costos de licencias de uso y es configurable para ser utilizado con secuenciadores de cualquier origen.
CoDIS, al contrario, es un programa informático cerrado, por lo tanto no puede ser auditado por el Estado argentino, no garantiza el cumplimiento de la Ley 25.326 de Protección de Datos Personales, en cuanto a seguridad y confidencialidad, y, en caso de controversia entre el FBI y el gobierno nacional, la eventual disputa deberá dirimirse de acuerdo a legislación de los Estados Unidos.
En esa caja negra, controlada por el "generoso" gobierno de Donald Trump, se depositarán los valiosos datos genéticos de imputados y condenados por el Poder Judicial de Mendoza.
"Es un placer para mí anunciar que la provincia de Mendoza es la primera de la Argentina en establecer formalmente la base de datos de ADN para la investigación penal y el uso del reconocido sistema CoDIS, software del FBI", comunicó el propio Gullé el pasado 11 de octubre. El goce del procurador fue seguido de cerca por analistas y asesores que viajaron especialmente desde Estados Unidos para celebrar la puesta en marcha del programa de la Buró Federal de Investigaciones de ese país.
El FBI promocionó la cesión sin costo del programa y, a su vez, Bullrich dispuso en su resolución que el Ministerio de Seguridad cederá de manera gratuita el Software CoDIS a todas las provincia del país y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires cuando así lo soliciten.
Mano Dura Made in USA
En la presentación de CoDIS (Combined DNA Index System), Cornejo ponderó que "hoy Mendoza se ha convertido en la primera provincia de Argentina en tomar muestras de ADN de casi la totalidad de los delincuentes arrestados o condenados por algún hecho ilícito".
Más allá de la inadmisible clasificación del mandatario entre criminales “arrestados” o “condenados”, que soslaya el principio de inocencia establecido en el artículo 18 de la Constitución Nacional, el líder radical también obvió algunos puntos débiles del software yanqui, y cómo este desplazó a GENis, el programa desarrollado íntegramente en la Argentina.
Durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, la Fundación Sadosky, la Sociedad Argentina de Genética Forense, el Consejo de Procuradores, Fiscales, Defensores y Asesores Generales de la República Argentina y el Consejo Federal de Política Criminal comenzaron a desarrollar GENis. Este destacado avance fue una de las “buenas cosas de la pesada herencia” que el nuevo gobierno de Mauricio Macri decidió continuar impulsando, a punto tal que lo incorporó entre los “12 proyectos estratégicos de innovación tecnológica” que anunció en setiembre de 2016, en un acto en la Estación Espacial de Punta Indio (Buenos Aires).El Otro
GENis “fue diseñado como una herramienta informática que permite contrastar perfiles genéticos provenientes de muestras biológicas obtenidas en distintas escenas de crimen, vinculando así eventos ocurridos en diferente tiempo y lugar, y aumentando las probabilidades de individualización de los delincuentes”. Su desarrollo, promovido desde el Ministerio de Ciencia y Tecnología, demandó más de dos años de trabajo y una inversión de siete millones de pesos.
En los hechos, las virtudes de GENis no primaron y los intereses norteamericanos se impusieron sobre el proyecto nacional de Barañao. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, con el respaldo de Macri, firmó en abril de 2017 un acuerdo con el FBI para el uso “ilimitado” en la Argentina de una sublicencia del software CoDIS. En mayo, mediante la Resolución 439-E/2017, dispuso su implementación y, dos meses después, anunció que Mendoza sería la punta de lanza del proyecto extranjero.
(...) El Ministerio de Ciencia y Tecnología firmó convenio con 14 provincias para su implementación. El software argentino ya se puso en práctica en la Justicia de la Provincia de Entre Ríos y en el Laboratorio de Análisis Comparativo de ADN del Poder Judicial de la provincia de Buenos Aires.
“El software está terminado, probado y en funcionamiento, ya se hicieron pruebas con casos reales. Se cargó con una base de datos real de 7.000 muestras y una simulada de 50.000, y las pruebas que se hicieron dieron 100% de coincidencia, al igual que con el cálculo manual que habían hecho los genetistas forenses”, destacó Ángel Pérez Puletti, presidente de Baufest, la empresa adjudicataria de GENis, en declaraciones al diario La Nación, en junio de 2017. “¿Dónde está la falta de madurez?”, desafió el empresario.
El día de la dependencia
En principio, CoDIS, diseñado en los años 90, correría con ventaja respecto al reciente GENis, por contar con una mayor experiencia de uso. No obstante, distintos especialistas aseguran que el programa local tiene suficiente recorrido para asegurar eficiencia y, además, posee "código abierto, flexible, seguro, escalable, configurable y mejorable de acuerdo a las necesidades legales e institucionales".
"GENis es el software que avala el Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación, la autoridad certificante del Registro Nacional de Datos Genéticos. Tanto es así que estamos reforzando nuestra participación en el desarrollo del software y planeando agrandarlo con nuevas funcionalidades. Se acaba de publicar es un estándar de la comunidad europea con una serie de puntos que deben cumplir los sistemas para ser utilizables y estamos siguiendo todas las buenas prácticas posibles. Es imposible condenar a alguien sobre la base de un software que no sea abierto".Esteban Feuerstein - Director ejecutivo de la Fundación Sadosky
Según el Ministerio de Justicia, en 2012 las condenas por delitos sexuales fueron 1.830 y en 2015, último período analizado, fueron 2.428, un aumento del 33 por ciento. Se estipula que los ataques sexuales ascienden a 50 por día y que sólo un cinco por ciento de las víctimas los denuncia. Las condenas son inferiores y, además, no hay estadísticas a escala nacional que prueben qué porcentaje de las denuncias de abuso sexual llegan a una condena. El software puede ayudar, pero puede abrir la puerta a intercambiar información sensible que debería ser auditada por todas las partes a través de un sistema transparente y de código abierto.
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