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Hawkwind - Road to Utopia (2018)

Entre lo alucinatorio y lo caótico. Responsables del rock más volado que tenga memoria la humanidad, un hard rock psidélico espacial que en el inicio de su historia incluso ha demostrado ser una influencia esencial para el punk y la música electrónica, su influencia ha llegado a grupos dispares con su increíble combinación de garage, ritmos psicodélicos hipnóticos, protopunk, letras singulares y música electrónica estentórea, su sonido era distinto a todo lo que se hubiera escuchado durante la década de los setenta y aun hoy mantiene su fuerza vital, y es por algo que Hawkwind fueron uno de los grupos más importantes de su época. Ellos han defendido a ultranza la contracultura underground de la que surgieron tocando en innumerables festivales comunitarios, mugrientas casas ocupadas y festivales benéficos, a menudo sin cobrar nada. Entre los innumerables músicos que han pasado por sus filas se lo puede contar incluso a un jovencísimo "Lemmy" Kilmister, líder de Motörhead que en Hawkwind forjó su frenético estilo con el bajo. Y así presentamos a otra banda de la que siempre hemos hablado mucho y nunca habíamos traído nada. Y lo hacemos con su último trabajo donde reinterpretan algunos de sus temas "clásicos" acompañados por una orquesta, como para terminar de reversionarlos. Así que traemos el último viaje de la nave nodriza Hawkwind por los confines del cosmos y del universo musical, recordando esos días de experimentación, riego y poesía en forma de space rock y delirio cósmico.



Artista: Hawkwind
Álbum: Road to Utopia
Año: 2018
Género: Rock psicodélico / Space rock
Duración: 43:31
Nacionalidad: Inglaterra



Surgidos de la misma contracultura under de finales de los sesenta que dio lugar a tantas maravillas, Hawkwind se formó en 1969 por obra de Dave Brock.
Hawkwind es una banda inglesa de space rock formada a finales de los años sesenta, en Ladbroke Grove, Londres. Fue una de las bandas pioneras de dicho género. Sus letras contienen temáticas acerca de lo urbano y la ciencia ficción; de hecho, el escritor Michael Moorcock ha colaborado en las letras de algunos temas.
Wikipedia


No fue hasta el periodo entre 1971 y 1976 que Hawkwind consolidaron su sonido idiosincrásico, una música repetitiva y extravagante, un muro de glorioso ruido. Desde el punto de vista de lo político y del sonido, la banda tiene más en común con formaciones krautrock alemanas como Can, Amon Duul, Neu! y toda esa onda contracultural alemana que con cualquier banda de Inglaterra de la época. Incluso, otra cosa en común con toda la movida alemana, es que a principios de los setenta había algo West London que hacía que el hábitat idóneo para los Hawkwind fuera un vivero de casas ocupadas medio derruidas, artistas y bohemios errantes, como afirma Brock:
"Era una locura. Michael Moorcock vivía cerca de Portobello Road; había periódicos underground fantásticos circulando por ahí. Era un sitio muy inspirador y palpitante. Había mucha gente rara y todos contribuíamos a mantener las publicaciones clandestinas. Se trataba sobre todo de una comunidad y mucha gente se sentía motivada".
Dave Brock

Desde su época dorada, la banda ha visto pasar un interminable desfile de integrantes, siendo Dave Brock la única constante. Los primeros discos contienen temas vertiginosos equiparables en fiereza a los compuestos por Ramones o Stooges. John Lydon (alias Johnny Rotten) solía asistir a los conciertos de Hawkwind con asiduidad y, en una entrevista, afirmaba que "si no hubiera sido por 'Brainstorm' (tema del disco "Doremi Fasol Latido") no habría Sex Pistols".

"En Hawkwind nos gustaban mucho los riffs repetitivos y acelerados, por eso creo que a los punks no les desagradaba lo que hacíamos. De algún modo podría considerarse los principios de la música dance. Siempre hemos trabajado con una base sólida de ritmos repetitivos y luego añadido ruido."
Dave Brock

El trabajo actual que hoy presentamos en el blog cabezón, titulado "Road To Utopia", unió a la banda con el compositor y director musical Mike Batt, quien reimaginó una selección de los temas de la agrupación, con sabores orquestales. Para el disco, el número 31 de Hawkwind en estudio, Hawkwind se unió con un quinteto de cuerdas, un quinteto de saxos y un grupo de metales, que se unieron a los integrantes de la banda.


Dicen quienes saben que no hubo espectáculo de música en vivo igual a principios de los setenta que el que ofrecía Hawkwind ; bailarinas y bailarines desnudos danzando por el escenario, visuales caleidoscópicas, fragmentos de poesía recitada, un juego de luces a ritmo de sonidos intergalácticos, una performance auditiva y escenográfica ambientada en la fantasía del cómic, proyecciones gráficas del artista Barney Bubble y un mimo pululando por allí.
Otro importante contacto para la banda fue el escritor de fantasía y ciencia ficción Michael Moorcock, quien además de letras y voces, colaboró con Hawkwind para preparar sus espectaculares conciertos.

No importa si nunca has escuchado a la banda, aunque sería mejor que conozcas los temas originales para poder disfrutarlos en otra versión. Es más, creo que no importa si estas reversiones son mejores o peores que las originales, el tema más importante es que la nave madre sigue volando por los confines del universo, y si bien ya estará vieja y oxidada, conservan parte del espíritu delirante que hiciera su sello personal. Y parece que escribirán páginas en su cuaderno de bitácora espacial hasta el último estertor. Y que lindo presentar estas bandas para que tanto piberío se contagie un poco de esta locura y las transmita en sus bandas actuales!. Yo creo que desde el blog cabezón es lo mejor que podemos hacer, para que la mente humana pueda seguir viajando por el universo y no se quede y conforme con la chata y estúpida realidad actual. Porque no se vayan a confundir, el vuelo imaginativo y la libertad también son un propuesta política ¡Y de qué calibre!





Los setenta era la época en la que se creaban todas las cosas. El génesis de todo lo que conocemos en la actualidad. Y en esa época se vivió en Inglaterra el auge del rock progresivo comandado por bandas que han marcado la historia de forma imborrable como Pink Floyd, King Crimson o Genesis, por citar solo a algunas. Por todo el mundo había triunfado un estilo lleno de ácido conocido como rock psicodélico. Hawkwind tomó influencia de esos estilos y le sumaron el hard rock, y se hicieron los estandartes de su especial space rock. No esta muy claro si es space rock con un rock progresivo muy psicodélico o un psicodélico con mucho carácter progresivo. Ni los propios creadores lo tienen claro, pero es lo de menos.
Robert Calvert fue el guía espiritual de Hawkwind durante años. Nacido en Sudáfrica, este poeta y colaborador habitual de la banda escribió muchas de sus letras, actuó como vocalista en muchos de sus conciertos y es autor del célebre "cuaderno de bitácora espacial" que acompañaba al LP In Search of Space. El libreto era un collage de texto, fotografías y poemas que hacía las veces de diario de viaje de una nave espacial en el que su tripulación había plasmado sus pensamientos y memorias en su viaje final. A medida que avanzaban los setenta, el poeta acabó colaborando de forma casi permanente con los Hawkwind.


A ver si descubren donde está Lemmy en la foto de arriba...

"Era como en Star Trek, pero con melenas y drogas. No éramos los putos Pink Floyd pero, joder, éramos una puta pesadilla negra; solíamos cerrar las puertas para que nadie pudiera salir".
Lemmy Kilmister

Lemmy estuvo en la banda entre 1971 y 1976, hasta que lo echaron por consumo excesivo de las drogas equivocadas (!!!) razón por la que fuera detenido antes de un recital. En Hawkwind Lemmy forjó su frenético estilo con el bajo.

"La cosa es que Lemmy tocaba la guitarra antes que el bajo. Era su forma de tocar. Un bajista académico tocaría una línea de bajo, pero él tocaba bloques de acordes como un loco. Pero esa es la razón por la que Lemmy toca así, porque viene de la guitarra y fue desarrollando un estilo propio con los años.
Dave Brock

En una ocasión, Calvert le clavó una espada a Lemmy en el escenario del Wembley Arena:

"se subió al escenario hasta el culo de ácido, con un sombrero de bruja en la cabeza y una trompeta y una espada en las manos. Después de la segunda canción, me atacó con la espada, así que le di en la cabeza con el bajo y al final se fue a molestar a otro".
Lemmy Kilmister

A lo largo del tiempo, Hawkwind han servido de inspiración para las publicaciones de ficción más singulares. El fanzine under "Friends" publicó una tira cómica llamda "Codename Hawkwind – The Sonic Assassins", cuya trama delirante era algo así: en las profundidades de la Tierra se encuentra el "generador de la muerte", un dispositivo emisor de rayos que inducen a los humanos al letargo y la desesperación. ¿El antídoto? La música de Hawkwind, por supuesto. El aventurero de ficción contracultural Michael Moorcock fue su colaborador habitual y escribió letras para el grupo e incluso adaptó el cómic al formato de novela, "Time of the Hawklords", en 1976, escrita en colaboración con Michael Butterworth. Digamos que los tipos tenían un delirio importante.
Incluso hubo una secuela, "Queens of Deliria", en la que Hawkwind debían salvar al mundo de la música de Elton John (!!!!). Moorcock también escribió el infame anuncio de servicio público "Sonic Attack" que se oye en "Space Ritual" y tiene la culpa de enviar a miles de cerebros al espacio exterior: "No pierdas el tiempo tapándote los oídos, no pierdas el tiempo buscando refugio antisonido; trata de alejarte todo lo que puedas del origen del sonido. ¡QUE NO CUNDA EL PÁNICO!"



Bueno, sobre el disco en sí, quizás no represente cabalmente el espíritu volado de la banda, pero no deja de ser otro punto de vista interesante para los que ya conocen las canciones, y también una nueva forma de llegar a la obra (un poco más accesible) para quienes no los escucharon nunca. Es un buen disco donde se ve la parte más... convencional? de una banda delirantemente histórica, pero eso es lo que en esta grabación le da un sabor especial.
Y ojo, no digo que sea su mejor disco, pero pensemos que Hawkwind es en realidad una banda de escenario y que nunca ha sacado discos demasiado redondos, sus mejores discos son en vivo. Lo que llama la atención de esta banda no son sus discos sino su actitud... así que no veo el porqué de centrarse, entonces, en lo bueno o lo malo que pueda ser este disco, sino que estos viejos chotos y desfachatados siguen en carrera y con ganas de hinchar las pelotas.
Una de las bandas más especiales y “espaciales” de todos los tiempos. ¿Por qué digo espacial? Pues porque en las letras han colaborado escritores de ciencia ficción como David Moonrock. Banda formada en Londres en 1969 con una carrera prolífica… pero muy poco seguida. Este es su vigésimo noveno álbum de estudio… pensando mientras escribo esta reseña solo se me ocurre a los japoneses Loudness como una banda con más álbumes en estudio que los Hawkwind.
Creo que Dave Brock que es el único miembro de la formación original que queda, ya está harto de que los Hawkwind sean recordados por ser la banda por la que tuvo un breve paso Lemmy Kilmister… pero tiene muy difícil que algún día sean reconocidos ya que su música es involutiva y según los gustos actuales del mercado musical casi se podría decir que jurásica.
¿Sabéis cuántos músicos han pasado por esta banda? 39… me parecen pocos para llevar más de cincuenta años juntos. El caso es que Lemmy no es el único que falleció, han fallecido hasta un total de seis músicos que tocaron en esta banda de Londres.
Son los pioneros del Space Rock en sus inicios estaban influenciados por el Krautock alemán y el Psych Rock inglés. En los ochenta triunfaba la Nwobhm y trataron de emular ese sonido pero desde el Rock progresivo y en los noventa combinaron música electrónica con rock psicodélico ahora simplemente son un espíritu libre.
Quark, Strangeness and Charm es una bossa nova muy alegre y eso ya te da una idea de que a estas alturas de la película sin ninguna presión comercial encima, hacen lo que les da la gana. The Watcher es una versión de Eric Clapton, me llama poderosamente la atención porque no es una banda que se dedique a hacer versiones pero oye… “Slowhand” y buen blues.
We Took the Wrong Step Years Ago me pareció maravillosa, balada acústica y sinfónica y aquí entra la verdadera importancia de esta banda que influenció a otras que siguieron sus pasos en este tipo de temas como Kansas, Saracen, Wishbone Ash, Magnum… etc.
Flying Doctor es un corte alegre donde entra un saxofón y hay elementos de Jazz que se agradecen y aportan frescura total, es una “Big Band” que en los últimos años están dejando los sintetizadores y la música electrónica en el fondo del armario y me alegro que apuesten por la naturalidad.
Psychic Power es una balada acústica de ritmo veloz en la batería, tributo total a Johnny Cash que podría ser una banda sonora para cualquier película de Tarantino del oeste. Esa vena sinfónica y progresiva se vuelve a acentuar con Hymn to the Sun y prosigue pero con un cariz de música clásica en The Age of the Micro Man… siempre con ese punto de Sci Fi en las letras.
Siguen explorando su dominio acústico algo que siempre fue prioritario para ellos con Intro the Night que sirve de introducción para Down Through the Night. Los últimos temas del álbum son acústicos y sinfónicos. No os voy a engañar, esto no es un producto comercial ni tampoco va a ser un álbum que vais a encontrar reseñado en ninguna web de habla hispana. Es de difícil digestión como cualquier álbum de Hawkwind pero como todos los álbumes de esta banda inglesa tiene su encanto, su magia, yo sobre todo quiero destacar los buenos momentos de Blues y Jazz que me recordaron bastante a Savoy Brown. Parafraseando a nuestro líder y creador de Metalbrothers.es, Vpower, este es un álbum para gente con mejillones en los huevos o en los ovarios.
Luna







Lista de Temas:
1. Quark, Strangeness and Charm
2. The Watcher
3. We Took the Wrong Step Years Ago
4. Flying Doctor
5. Psychic Power
6. Hymn to the Sun
7. The Age of the Micro Man
8. Intro the Night
9. Down Through the Night

Alineación:
- Brock / vocals, electric, acoustic guitars, harmonica, keyboards
- Richard Chadwick / drums, percussion, vocals
- Mr. Dibs /vocals
- Haz Wheaton / bass
- Magnus Martin / acoustic guitar





Comentarios

  1. Con todo respeto pero me parecen bastante flojas sus reseñas. Endiosan mediocridades y hacen comparaciones irrisorias. No saben de mùsica y se nota mucho. Usan expresiones como "preciosismo" que dan mucha gracia. Es el blog del hijo ùnico. ja. Todo bien, perdòn..pero son lo que no hay. Este blog taringa en la mùsica.

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    1. Tenés razón en todo, nunca dijimos que escribimos bien, solo que nos gusta la música. Seguro que el blog que hagas vos va a ser mucho mejor! Cuando lo hagas avisanos así nos podemos copiar de algo realmente piola :)

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    2. Jaajajaa!
      Decime cuantas subidas tenes negro cabeza!
      xDD

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