Ir al contenido principal

21 de Septiembre Día del Rock Prog: La Historia Oculta


A raíz de que en el Facebook del blog me preguntaron porqué se conmemora el 21 de setiembre como el Día del Rock Progresivo, vuelvo a publicar esta entrada que ya tiene unos años, para refrescar la memoria de algunos y abrir el conocimiento de otros, porque todo se remonta a 1970, y se conmemora el Woodstock que no fue, me refiero al fracasado Woodstock argentino de la época de la dictadura de Onganía. Es verdad que el 21 de septiempre, en Argentina, fue declarado el día del Rock Progresivo y poco a poco ha ido propagándose hacia otras partes del mundo, a partir de la iniciativa de un grupo de personas que –amantes de la música- la promocionaron durante muchos años y lo siguen haciendo, habiendo comenzado a festejar el día del Rock Progresivo un 21 de septiembre de 2002. A partir de entonces, todos los años se realizan eventos conmemorativos en dicha fecha; que tiene como única finalidad juntarse por un objetivo común, que es la difusión de esta música, un hecho importante para los que la amamos.



Nos unimos al festejo, que en realidad recuerda un triste hecho: el 21 de Septiembre de 1970 la censura llegó por primera vez al rock en Argentina, cuando en épocas de gobiernos de facto (Juan Carlos Onganía, Marcelo Levingston) se temió por lo que iba a ser "el primer Woodstock Argentino".
Como Monterey Pop, Woodstock, y los festivales de la isla de Wight, la Argentina también quiso tener su gran reunión de música progresiva al aire libre. Poco antes del primer B.A. Rock, el locutor Edgardo Suárez organizó en Lobos, ciudad cercana a Buenos Aires, un festival con los principales grupos argentinos. Pero el gobierno provincial se negó a autorizar el encuentro. Fue difundido por la Comisión Provincial por la Memoria, que tiene a su cargo el archivo policial, que fue descubierto a fines de los noventa, una serie de seguimientos e informes de inteligencia elaborados por la Policía Bonaerense frustraron el Primer Festival de Música Joven, el "Woodstock argentino":
Lobos, en la provincia de Buenos Aires, fue la ciudad testigo Edgardo Suárez, disc-jockey y locutor de radio tuvo la idea de hacer un festival al aire libre llamado “Primer Festival de la Música Joven”. Consiguió un terreno de 74 hectáreas ubicado a 16 kilómetros de la zona urbana y cerca de la laguna. Comenzó a hacer la convocatoria y difusión en su programa de radio. Algunos de los actos programados para el festival eran Manal, Los Gatos, Miguel Abuelo, La Cofradía de la Flor Solar, Almendra, La Barra de Chocolate y otras bandas menos conocidas hasta ese momento cuya música era progresiva. Lo cierto es que en Argentina no hubo libertad plena hasta la llegada de la democracia en 1983. Cualquier tipo de convocatoria masiva, más aún, apoyada por los jóvenes que cada vez tenían más fuerza y voz en todo el mundo, levantaba sospecha en los gobiernos dictatoriales. La policía bonaerense y los servicios de inteligencia empezaron a investigar de que se trataba esta convocatoria y la gente que participaría de la misma. El gobierno provincial, alertado por el intendente de turno, negó el permiso. Se incurrió así en un flagrante acto de censura, muy acorde, por cierto, con una mentalidad que oscila entre el temor nacido de la ignorancia, la estupidez y la más rancia mediocridad. Las razones: "El festival sería usado como centro de fumadores de hierba... ... y para poder ‘hacer viajes con la pastilla’, por lo que se infiere que tendrán los primeros casos reales del uso del LSD". "Se considera de absoluta necesidad instalar un Comando en el Paraje ya que debido a la clase de personas que concurrirán a éste ("hippies"), podrían producirse situaciones de roce". Se esperaban 200 mil personas, pero el número real tras la censura, si bien es importante (30 mil), quedó muy lejos de esa cantidad. La cancelación del festival fue tan sobre la hora que muchos jóvenes se acercaron igual al lugar. Algunos, ni se habían enterado de la suspensión. Cuando llegaron no había más que incertidumbre. Ahí se quedaron pasando el día, esperando a ver si se hacía o no. Los jóvenes acampantes transcurrieron la jornada del trunco festival en un marco de absoluta paz a pesar de la decepción, mientras tocaban la guitarra, armaban fogones y pasaban un buen día de campo con amigos. Nadie invadió ni destrozó nada. No se registraron heridos ni ahogados o cosas por el estilo. Finalmente, el festival nunca sucedió y todos volvieron a casa.

Sin duda esta es una gran iniciativa para unir a todas las personas que nos gusta esta gran música, que desafortunadamente es poco apreciada por la inmensa mayoría aunque haya revolucionado la música en general y al rock en particular. Pocas cosas en la música podrían entenderse sin el ese género musical que nos ha acompañado a muchos a lo largo de los años, lleno de expresión, de emociones, con la capacidad de romper estructuras mentales, audífonos y de hacernos disfrutar sin parar.

Los argentinos tenemos memoria. Todos los años recordamos ese 21 de septiembre de 1970. Día del Rock Progresivo.
Hay una pagina en facebook que anda dándole publicidad al día, a quien le interese puede darle un click y seguir sus actualizaciones, este es el enlace: Dia del Rock Progresivo.




El tiempo no para. A un tiempo le sucede otro, inexorablemente. Los emblemáticos años ‘70 fueron antecedidos por los ‘60, una suerte de coctelera de fenómenos preexistentes y recientes que va a desembocar en la larga y polivalente década de 1970.
La represión dictatorial, la democracia fingida y/o tutelada, la proscripción contra el peronismo pero también nuevos movimientos, sonidos, modas: los resultados de este resumido panorama sesentista van a desatarse en una época que claramente tiene un punto de inflexión en 1976. Antes de él, la liberación, la esperanza, el horizonte cercano y palpable de un mundo mejor.
Después, el terror, el saqueo y las tragedias más hondas y caras de nuestra historia. De estos tiempos pero en referencia a los países centrales, María Dolores Béjar marca una cuestión importante: la emergencia y la creciente presencia de la cultura joven. En Argentina, el rastreo de ella es tarea de Sergio Pujol en “La década rebelde”.
El choque generacional que implica la diferenciación de la juventud se combina con los aires de cambio y renovación tanto en la cultura de masas (operada por la tevé y la publicidad) como en las movedizas arenas políticas y educativas de la época (ascenso de Frondizi y “modernización” de la Universidad) para hacer una específica dinámica cultural juvenil que va a configurarse al ritmo de los fuertes vaivenes de la década del ‘60.
La ruptura y/o el desafío al represivo orden de cosas existente no hacen más que incrementarse al tiempo que el estilo hippie se expande y define, en buena parte, al joven rebelde aquí y allá. Los ‘60 prepararon y abonaron el terreno, propiciaron en gran medida los giros (épicos, trágicos) ideológicos y culturales de los “pibes” en los ‘70.
Laguna
Ahora, refiriéndome en concreto a los primeros ‘70, diré algo obvio pero vital para los fines de este escrito: emergía la música rock. La semilla plantada por Los Beatles se diseminaba vigorosamente y no tardó en prender por acá. Y cuando digo “acá” es acá: nuestra Laguna fue el escenario del primer festival masivo y al aire libre de rock en la Argentina. En realidad, fue un intento de festival ya que el gobierno provincial, alertado por el intendente de turno, negó el permiso. Se incurrió así en un flagrante acto de censura, muy acorde, por cierto, con una mentalidad que oscila entra el temor nacido de la ignorancia, la estupidez y la más rancia mediocridad.
La ocasión era el Día de la Primavera: esperar su llegada con lo mejor de la “música joven”, concursos, regalos y fogones; todo coronado (valga la redundancia) con la elección de la “Lobita Reina”. Se esperaban 200 mil personas pero el número real tras la censura, si bien es importante, quedó muy lejos de esa movilización. Los y las audaces acampantes, jóvenes “barbudos y maxifalderas”, transcurrieron las jornadas del trunco festival en un marco de absoluta paz a pesar de la decepción. Nadie invadió ni destrozó nada, no se registraron heridos ni ahogados o cosas por el estilo.
Es más, comerciantes y vecinos criticaron la medida de censura al haber impedido a miles de personas el conocimiento de la Laguna como punto turístico. Prescindiré de la comparación con Woodstock porque los contextos son bien diferentes. Sí podré decir que se habían convocado en Lobos a los principales artistas del momento y que este “Primer Festival de la Música Joven” en la Laguna fue organizado por el locutor y disc-jockey Edgardo Suárez.
Será, de alguna forma, el germen de los “B. A. Rock”. Al respecto, la tercera edición (1972) será el soporte del primer documental de esta pionera etapa del rock argentino titulado “Hasta que se ponga el sol”. En él se registran las actuaciones de Sui, León, La pesada, Pescado, Litto, Pappo´s Blues, entre otros.
Para terminar este repaso por un pedazo de la historia de acá, un fragmento de la nota de la revista “Panorama” (septiembre de 1970) sobre el (casi) festival de Lobos: “…la interdicción oficial ahuyentó a los trovadores y a buena parte de los 200 mil acampantes (…) Apostados en la tranquera, celosos policías lugareños vigilaban cualquier invasión (…) Pero si nadie podía hollar el paraíso, nada impedía acampar en los lindes. Y así se hizo (…) Entonces, Lobos fue una fiesta, aunque a medio trapo: circuló el calumet de la paz, se tañeron las guitarras, trepó airoso el sonido de las flautas, los cuerpos se broncearon. Entre los juncales crecieron las risas y los cantos y pocos se sustrajeron al llamado del amor. Tanta profusión de estrafalarias vestimentas y pelambres selváticas alimentó la curiosidad de los pueblerinos. Para ellos, este acceso al reino del asombro significo cambiar el escenario de la tradicional vuelta al perro: en vez de la plaza, el camino de la laguna (…) Para desconsuelo de los sempiternos aguafiestas, el petit week end concluyó en paz: hubo unos minutos de silencio- la ultima noche- para oír el croar de las ranas y antes de separarse, los acampantes se intercambiaron vinchas, collares, amuletos, abigarradas camisas, mantones y otras prendas del empilche hippie”.
Mauricio Villafañe - Lobense, estudiante del Profesorado de Historia de la UNLP.

Entre el sábado 10 y el lunes 12, unos 1.500 pelilargos adolescentes levantaron sus carpas junto a la popular laguna a la espera del publicitado festival de música beat. Aunque la fiesta no se realizó, un redactor y un fotógrafo de SIETE DIAS convivieron con los acampantes y documentaron los entretelones de la frustración
Para algunos, fue la mayor expresión de autenticidad que brindaron los jóvenes argentinos en la última década. Para otros, en cambio, se trató de una maniobra comercial destinada a crear las condiciones de mercado necesarias para el lanzamiento de un nuevo producto: la marihuana. La mayoría coincidió en afirmar, simplemente, que el baqueteado asunto de Lobos —el segundo fracaso del discjockey Edgardo Suárez en su intentona de realizar en esa localidad bonaerense un festival gigante de música beat— no fue más que un picnic superpromocionado en el que, ayudados por largas «melenas, coloridas ropas y heterodoxos disfraces, varios grupos de adolescentes trataron, a su manera, de mostrar estruendosa, caóticamente, su "rebeldía", su "inconformismo.
Lo cierto es que una incómoda sorpresa acechaba a los tranquilos Pescadores que, en la mañana del sábado 10, decidieron aprovechar el alargado fin de semana para arribarse a la laguna de Lobos y disfrutar de un bucólico week-end: unos mil quinientos hippies, desparramados en un centenar de carpas, se adueñaron de la costa a la espera de que el jeque Suárez concretara su anunciada festichola. Un particular estilo de reunión que, frustrado el 20 de septiembre, el viernes 9 recibió otra herida mortal cuando un escueto telegrama le anunció a E.S. la suspensión provisoria del festival!. "Una elegante manera —se quejó luego Suárez— de prohibirlo, sin recurrir a expresiones antipáticas."
Pero como la desautorización de los funcionarios provinciales llegó a último momento, los adolescentes que se habían entusiasmado con la idea de participar en la fiesta prefirieron ignorar la "suspensión provisoria"; cargaron, pues, sus petates —mochilas, carpas, guitarras— y se instalaron a la espera de novedades en los alrededores del Country Club lagunero, donde se habían acondicionado 76 hectáreas para cobijar a los acampantes. Las noticias, por supuesto, fueron pocas: el sábado por la tarde el pariente Suárez se hizo una escapada hasta Lobos, estimuló la devoción de algunos de sus admiradores y les explicó que el evento se había suspendido "por razones de fuerza mayor", pero que él estaba haciendo los "trámites necesarios" para que pudiera realizarse entre el viernes 30 y el domingo 1º de noviembre.
Sin embargo, aunque no hubo festival, los reposados lugareños que se hicieron una escapada al campamento para curiosear tuvieron motivos suficientes para la comidilla: la mayoría de los visitantes se complacía en lucir las estrafalarias vestimentas, los ostentosos atuendos, las increíbles cabelleras y el mismo aspecto que caracteriza, en otras partes del mundo, al movimiento hippie. Claro que muchos dijeron que los exponentes nacionales sólo comparten las apariencias con los jóvenes americanos y europeos: "Yo viajé por toda Europa y creo que allí las cosas son algo distintas —diferenció Juan, un hippie de 27 años que fue a Lobos con su mujer y su hijo de meses—. Estos que están aquí son chicos ahogados por el establishement, que se sienten desesperados y que dan un grito y salen corriendo; pero a mí me parece un fenómeno muy positivo".
Un rastreo efectuado por SIETE DIAS en el lugar permitió establecer algunas de las características específicas de los acampantes: la edad promedio era de 18 años; había un 70 por ciento de varones y un 30 por ciento de chicas; muy pocos supieron explicar en detalle por qué habían ido a Lobos —casi todos se limitaron a respuestas generales tales como "porque venía un amigo", "porque me gusta", "porque me derrito por la música"—; prácticamente ninguno pudo definir con precisión qué es un hippie, y muy pocos admitieron haber probado drogas. En contraste, hubo unanimidad para responder que los padres no los entendían y que las relaciones con ellos eran muy difíciles.
Entre los vecinos que husmearon por las carpas no faltaron quienes imaginaron truculentos episodios: "Mirá, mirá —le decía una rechoncha señora a su distraído marido—: esa chica camina como borracha y tiene la mirada perdida y vidriosa, para mí que se drogó". Un poco más serio que esa sospecha, un rumor preocupó a los vecinos: se afirmaba que algunas personas estaban repartiendo gratuitamente marihuana para iniciar a los jóvenes en la práctica de fumar y obtener así nuevos clientes. Más allá de las debilidades de ese argumento —la marihuana no produce acostumbramiento y es muy difícil que alguien la haga circular en un lugar tan lleno de gente y con policía cerca—, no faltó quien desarrollara su propia teoría; Adolfo Cordeu (26), licenciado en comercialización y gerente de producto de Brassovora, que fue a Lobos "a ver qué pasaba", explicó a SIETE DIAS: "Todo parece responder a una gran campaña que culminaría cuando se realice el festival, con el lanzamiento masivo del nuevo producto. Lo de este fin de semana puede ser un estudio de factibilidad que permitiría establecer las dimensiones del mercado y pulir los canales de distribución —exageró—. Hay que comprender que el de la marihuana es un gran negocio, pues la mercadería carece de competencia y tiene un potencial de consumidores muy amplio".
Ajeno a las especulaciones tejidas en torno al frustrado festival, Juan Miguel (18) sintetizó, quizá mejor que nadie, lo ocurrido en Lobos cuando meditó: "Antes los rebeldes protestaban contra la sociedad; pero de lo que se trata ahora es de invertir los términos; actuamos de manera tal que sea la sociedad la que proteste contra nosotros".


La inteligencia policial sobre el Woodstock argentino
Una serie de seguimientos e informes de inteligencia elaborados por la Policía Bonaerense frustraron el Primer Festival de Música Joven, el “Woodstock argentino”, en octubre de 1970. Fue difundido por la Comisión Provincial por la Memoria, que tiene a su cargo el archivo policial, que fue descubierto a fines de los noventa.
  • Comisión Provincial por la Memoria
  • Comisión Provincial por la Memoria
  • Comisión Provincial por la Memoria
Por: Martín Cortés
“Entonces Lobos fue una fiesta, aunque a medio trapo: circuló el calumet de la paz, se tañeron las guitarras, trepó airoso el sonido de las flautas, los cuerpos se broncearon al sol. Entre los juncales crecieron las risas y los cantos y pocos se sustrajeron al llamado del amor”. En octubre de 1970, la revista Panorama reseñaba de esta forma un encuentro que podría haber sido histórico: el Primer Festival de Música Joven, el “Woodstock argentino”, menos de un año después del original. Todo estaba programado para que jóvenes de todo el país escucharan a las bandas del momento y acamparan un fin de semana junto a la laguna de Lobos. Pero un informe de inteligencia, hoy perteneciente al archivo de la DIPPBA y difundido por la Comisión Provincial por la Memoria, provocó la suspensión del festival no una, sino dos veces en medio de la debilitada dictadura de Juan Carlos Onganía.
El seguimiento de la Policía bonaerense fue en ese contexto, acelerado y politizado, de fines de los 60, en esa ‘época dorada’ del capitalismo de posguerra. Junto al surgimiento de los estados de bienestar hubo una escalada en las luchas sociales en todo el mundo que fue reprimida de diferentes maneras. Los movimientos por la descolonización en África y el Sudeste Asiático, el Mayo Francés, el movimiento estudiantil mexicano, las protestas contra la guerra de Vietnam y anti racistas en Estados Unidos, la elección de la Unidad Popular en Chile y, en Argentina, el Cordobazo, fueron parte de ese proceso. Todos compartían algunos rasgos: la alianza entre sectores universitarios y obreros, las protestas callejeras y la represión estatal.

Para la misma época crecía en todo el mundo una nueva cultura joven y una rama entera de la publicidad, la música o la literatura exaltaban valores asociados a la juventud. El mayor símbolo de eso fue el movimiento ‘hippie’, nacido en la costa oeste de Estados Unidos y exportado a todo Occidente. Este fenómeno y el anterior eran paralelos y no siempre se cruzaban, salvo a los ojos de las Fuerzas Armadas, entrenadas en la contra insurgencia para detectar a los enemigos internos ‘infiltrados’ entre la población.
En medio de la ‘ola hippie’’, el conductor radial Edgardo Suárez organizó un festival en un marco natural como la laguna de Lobos. Durante un fin de semana de septiembre de 1970 tendrían lugar expresiones artísticas tradicionales como el folklore y el tango, pero sobre todo la música ‘joven’, con bandas como La barra de Chocolate, Manal, Los Gatos, Miguel Abuelo, La Cofrafía de la Flor Solar y otras. Se venía el Woodstock argentino.

“Es afecto a las drogas”
La policía quiso saber de qué se trataba. Desde el Cordobazo, una señal de alarma se había prendido. Obreros y estudiantes cordobeses habían hecho desbandar a la policía y la dictadura había tenido que movilizar al II Cuerpo del Ejército. Las asambleas estudiantiles se hacían en sedes sindicales como Luz y Fuerza o SMATA. Los estudiantes de Química tiraban bombas lacrimógenas caseras; los de Veterinaria usaban perros y ratas para distraer a los caballos policiales. El barrio Alberdi, con mayoría estudiantil, era un campo de batalla plagado de colchones y muebles aportados por la clase media. Esta alianza heterogénea de sectores había herido de muerte a Onganía y su proyecto tecnocrático-autoritario. Fracasaba el plan de Kriger Vasena para quebrar la unidad obrera, concentrar el capital y extranjerizar la economía. Y en ese cambio de rumbo histórico, los jóvenes habían sido protagonistas.
El Servicio de Informaciones de la Policía de la Provincia de Buenos Aires comenzó a investigar: en su informe declararon que “se considera de absoluta necesidad instalar un Comando en el Paraje (...) ya que debido a la clase de personas que concurrirán a éste (‘hippies’), podrían producirse situaciones de roce”. Sobre Suárez, el organizador,  evaluaron que “su conducta es muy discutida, ya que circulan en el ambiente artístico rumores que es afecto a las ‘drogas’. Asimismo se tiene entendido de que sería de ideario ‘marxista’, no contándose con antecedentes al respecto”.

Los agentes de inteligencia tenían a su disposición todo tipo de herramientas de espionaje, pero decidieron no buscar esos supuestos antecedentes de Suárez: para la época, una sospecha de este tipo ya se daba por cierta. Lo mismo pasa con el resto de los organizadores: toda la información que la policía pudo recabar está basada en rumores, “insistentes versiones” e informaciones incompletas.
El informe deja ver que la policía se topaba con un fenómeno sin precedentes. Piden el apoyo del intendente porque la realización del evento “aparejaría una responsabilidad enorme para las autoridades, ya que no se cuenta con experiencias de estos festivales”. De todas maneras, avisa que la gente llegará al festival por la ruta y no pasarán por el centro de Lobos, por lo que “no va a haber prácticamente contacto entre población y hippies”.

Rockeros, bonitos, educaditos
Poco antes del festival, en junio de 1970, Montoneros había asesinado al dictador Pedro Eugenio Aramburu, pero faltaban algunos meses para el auge de las organizaciones guerrilleras: el enemigo no había sido redefinido en los términos ‘setentistas’ habitualmente asociados con el terrorismo de estado posterior. Por eso, aunque la finalidad del festival fuera estrictamente comercial y lo financiara Coca Cola, la policía veía un potencial peligro en esa juventud y su relación con el alza revolucionaria.
El festival, previsto para recibir a la primavera, se suspendió y fue reprogramado para octubre, cuando volvió a ser cancelado. Pero esa vez algunos jóvenes se acercaron igual. No fueron treinta mil, como calculaba el informe, sino unos pocos cientos. Miguel Grinberg, escritor, periodista y referente de esa generación, contó a Infojus Noticias que, si bien las bandas no tocaron, “la parte convivencial se terminó haciendo”, como atestigua la revista Panorama citada al comienzo.

Esa crónica, por ejemplo, recoge el testimonio de un hombre de 48 años que dice: “La juventud quiere estar con el sol, con la luna, con la naturaleza y alejarse de las ideologías. Lo que se buscaba era lograr la paz, sin descuidar los fines comerciales. Paz y comercio es nuestro lema”. Un joven de 27 años dijo a la revista Siete Días: “Estos que están aquí son chicos ahogados por el establishment, que se sienten desesperados y que dan un grito y salen corriendo; pero a mí me parece un fenómeno muy positivo”. Su objetivo, en línea con el movimiento hippie, no era transformar la sociedad, sino construir algo distinto lejos de ella.
El informe y los artículos de prensa parecen indicar que la juventud de la época había hecho propios los valores, el estilo de vida y la vestimenta hippies en masa. ¿Era así? Para Grinberg, “los hippies eran un pequeño segmento con esa mística, la mayoría era gente joven muy corriente. La revista Así, del diario Crónica, cuando iba a los festivales los fotografiaba a ellos, pero era sólo una parte”. Esa parte de la juventud quizás fuera la que más llamaba la atención de las autoridades, pero era la que planteaba transformaciones menos radicales comparadas con las organizaciones guerrilleras que comenzarían a actuar durante esa década.
Martín Cortés - Archivo Info Jus



Comentarios

  1. Hay un error en el link al la fan page Dia del Rock Progresivo. El correcto es este https://www.facebook.com/DiaDelRockProgresivo21DeSeptiembre/

    ResponderEliminar
  2. Casualidad y ayer escuché mis álbumes favoritos de rock progresivo: Brain Salad Surgery - Emerson Lake and Palmer; The Lamb Lies On Broadway - Genesis; Octopus - Gentle Giant e In the Land Of Grey and Pink - Caravan. Espero que hayan disfrutado del grandioso 21 de Septiembre :)

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Lo más visto de la semana pasada

David Gilmour - Luck and Strange (2024)

Una entrada cortita y al pie para aclarar porqué le llamamos "Mago". Esto recién va a estar disponible en las plataformas el día de mañana pero ya lo podés ir degustando aquí en el blog cabeza, lo último de David Gilmour de mano del Mago Alberto, y no tengo mucho más para agregar. Ideal para comenzar a juntar cositas para que escuchen en el fin de semana que ya lo tenemos cerquita... Artista: David Gilmour Álbum: Luck and Strange Año: 2024 Género: Rock Soft Progresivo / Prog Related / Crossover prog / Art rock Referencia: Aún no hay nada Nacionalidad: Inglaterra Lo único que voy a dejar es el comentario del Mago... y esto aún no existe así que no puedo hablar de fantasmas y cosas que aún no llegaron. Si quieren mañana volvemos a hablar. Cae al blog cabezón, como quien cae a la Escuela Pública, lo último del Sr. David Gilmour (c and p). El nuevo álbum de David Gilmour, "Luck and Strange", se grabó durante cinco meses en Brighton y Londres y es el prim

Isaac Asimov: El Culto a la Ignorancia

Vivimos una época violenta, muy violenta; quizás tan violenta como otras épocas, sin embargo, la diferencia radica en que la actual es una violencia estructural y mundial; que hasta la OMS retrata como "epidemia mundial" en muchos de sus variados informes de situación. En ese engendro imperial denominado (grandilocuentemente) como "el gran país del norte", la ignorancia (junto con otras bestialidades, como el supremacismo, el racismo y la xenofobia, etc.) adquiere ribetes escandalosos, y más por la violencia que se ejerce directamente sobre aquellos seres que los "ganadores" han determinado como "inferiores". Aquí, un texto fechado en 1980 donde el genio de la ciencia ficción Isaac Asimov hace una crítica mordaz sobre el culto a la ignorancia, un culto a un Dios ciego y estúpido cual Azathoth, que se ha esparcido por todo el mundo, y aquí tenemos sus consecuencias, las vivimos en nuestra cotidaneidad. Hoy, como ayer, Cthulhu sigue llamando... ah,

Pink Floyd - Doug Sax Remasters (Discografia 67-87) (2007)

Se viene el fin de semana largo y nosotros no apareceremos hasta el lunes, así que siempre tratamos de dejarles varias cosas para que se acuerden de nosotros. Y esta vez es Felicia quien nos trae nada más y nada menos que a Pink Floyd en una de sus muchas, muchísimas remasterizaciones y reediciones, esta vez se trata de su discografía que va de 1967 hasta 1987, laburada por el reconocido ingeniero de sonido Doug Sax, que según dicen los entendidos es quien mejor ha podido plasmar el sonido Floyd, o al menos uno de los que mejores resultados ha tenido. Y con esto cerramos otra semana a pura música, sorpresas y ganas de romper las pelotas, otra semana típica en el blog cabeza. Artista: Pink Floyd Álbum: Doug Sax Remasters Año: 1967 - 1987 Género: Rock Psicodélico / Rock progresivo Referencia: Pink Floyd Ilustrado Nacionalidad: Inglaterra Pink Floyd supone todo un jardín de ediciones para perderse. He escuchado muchas diferentes, aunque no sé si todas porque hay una b

Los 100 Mejores Álbumes del Rock Argentino según Rolling Stone

Quizás hay que aclararlo de entrada: la siguiente lista no está armada por nosotros, y la idea de presentarla aquí no es porque se propone como una demostración objetiva de cuales obras tenemos o no que tener en cuenta, ya que en ella faltan (y desde mi perspectiva, también sobran) muchas obras indispensables del rock argento, aunque quizás no tan masificadas. Pero sí tenemos algunos discos indispensables del rock argentino que nadie interesado en la materia debería dejar de tener en cuenta. Y ojo que en el blog cabezón no tratamos de crear un ranking de los "mejores" ni los más "exitosos" ya que nos importa un carajo el éxito y lo "mejor" es solamente subjetivo, pero sobretodo nos espanta el concepto de tratar de imponer una opinión, un solo punto de vista y un sola manera de ver las cosas. Todo comenzó allá por mediados de los años 60, cuando Litto Nebbia y Tanguito escribieron la primera canción, Moris grabó el primer disco, Almendra fue el primer

Alejandro Matos - Carnaval De Las Víctimas (2024)

Tras el impresionante "La Potestad" en el 2015, y casi diez años después llega el nuevo y  magnífico álbum del multiinstrumentista Alejandro Matos "Carnaval De Las Victimas", otro trabajo de primer nivel que para constatarlo se puede ver simplemente el lugar que ocupa en Progarchives, dentro de los mejores discos del este año 2024 a nivel mundial, y con eso ya nos damos una idea de la valía de este nuestro trabajo, donde Alejandro Matos se ocupa de todos los instrumentos salvo la batería, conformando un trabajo oscuro, cinematográfico, elegante y ambicioso, y toda una reflexión sobre los tiempos que corren, en base a buenos riffs y melodías cautivadoras, hasta su bucólica y triste belleza. Un trabajo que llevó tres largos años, que cursa su travesía desde un medio tiempo en casi toda su extensión y se escucha como un oscuro regalo de los dioses... o de los demonios, uno vaya a saber, pero que definitivamente tenemos que recomendar al selecto público cabezón. Ide

El Ritual - El Ritual (1971)

Quizás aquellos que no estén muy familiarizados con el rock mexicano se sorprendan de la calidad y amplitud de bandas que han surgido en aquel país, y aún hoy siguen surgiendo. El Ritual es de esas bandas que quizás jamás tendrán el respeto que tienen bandas como Caifanes, jamás tendrán el marketing de Mana o la popularidad de Café Tacuba, sin embargo esta olvidada banda pudo con un solo álbum plasmar una autenticidad que pocos logran, no por nada es considerada como una de las mejores bandas en la historia del rock mexicano. Provenientes de Tijuana, aparecieron en el ámbito musical a finales de los años 60’s, en un momento en que se vivía la "revolución ideológica" tanto en México como en el mundo en general. Estas series de cambios se extendieron más allá de lo social y llegaron al arte, que era el principal medio de expresión que tenían los jóvenes. Si hacemos el paralelismo con lo que pasaba en Argentina podríamos mencionar, por ejemplo, a La Cofradía, entre otros muchos

Con la IDEA fija en cagarnos la vida

Javier Milei fue aplaudido por gerentes y empresarios de los grupos económicos reunidos en el Coloquio de IDEA. Aplaudían que la economía argentina está siendo devastada para ponerla al servicio de su propia rentabilidad. Aplaudían radicalidad ideológica y salvajismo político. Aplaudían una democracia raquítica. Y también el estado de salud de un peronismo que discute el tamaño del ombligo de sus dirigentes. Justo un 17 de octubre, cuando tendría que estar pensando en cómo combatir al capital. Por Fernando Gómez Los aviones privados se agolpaban en la pista de aterrizaje del aeropuerto de Mar del Plata. Trasladaban a los empresarios que se reunieron en la 60ª edición del “Coloquio de IDEA” con un interrogante que denota la ofensiva desatada por los sectores más radicalizados ideológicamente de las clases dominantes en la Argentina: “Si no es ahora, cuándo”. El Coloquio de IDEA es un espacio de lobby y presión política de los principales grupos económicos que operan en la

Bill Bruford - The Best of Bill Bruford The Winterfold & Summerfold Years (2024)

Empezamos la semana con la nueva versión del "Red" de King Crimson, seguimos luego con Bill Bruford´s Earthworks y parece que seguimos en la misma onda porque ahora presentamos, gracias al Mago Alberto, algo recién salido del horno: "The Best of Bill Bruford The Winterfold & Summerfold Years", que no otra cosa que una retrospectiva completa que cubre amplias franjas del trabajo del legendario baterista, desde su homónima banda de jazz-rock hasta la encarnación final de su célebre banda de jazz Earthworks, un conjunto de tres discos que está lleno de numerosas colaboraciones; su compañero de Yes Patrick Moraz, el pianista holandés Michiel Borstlap, Luis Conte, Chad Wackerman y Ralph Towner, entre otros. Artista: Bill Bruford Álbum: The Best of Bill Bruford The Winterfold & Summerfold Years Año: 2024 Género: Jazz Rock /  Fusion Referencia: Link a Discogs, Bandcamp, Youtube, Wikipedia, Progarchives o lo que sea. Nacionalidad: Inglaterra Ante

Rock Federal: La Secuela

La Secuela es una banda de rock fusión que comenzó su camino a principios de enero del 2005. Son de Buenos Aires. Comenzaron como una banda de Rock Progresivo con toques jazz, el pop, ritmos latinos. Actualmente son una potente banda de Rock Pop con pasajes de aquel Rock Progresivo que supieron hacer. Pero además sus presentaciones en vivo van con otras expresiones artísticas como la pintura, el teatro, el cine y el Arte performático. Esta es otra de las bandas que te presentamos en este trabajo en conjunto entre Amiba (Asociación Músicos independientes Buenos Aires, el blog cabeza y quien escribe. Beto Nacarado

King Crimson - Red (Elemental Mixes) (1974 - 2024)

Y para empezar la semana siempre vamos con algo bueno ¿Y qué decir de esto que ahora nos trae El Mago Alberto?, tenemos uno de los disco claves del Rey Carmesí con temas inéditos, y me copio de uno de los comentarios de esta entrada: "El último gran álbum de los mejores King Crimson, los de la década de los ’70, veía la luz en aquel Noviembre de 1974. "Red" nacía proyectando su propia sombra densa, vestida de elementos de su sinfónico pasado, de un oscuro y rauco jazz y del naciente heavy metal, marcado este último por las distorsionadas guitarras y sus pétreos riffs, que dieron una visión un tanto peculiar de aquel primogénito del Hard Rock desde el especial prisma de Robert Fripp. (...) Este álbum sin duda marcó un antes y un después en la carrera de la banda, pues tras 7 años de silencio después de "Red", la banda volvió entrados los ’80 con otra onda completamente distinta, otra visión y concepción de su sonido, sonando también interesantes y originales, pe

Ideario del arte y política cabezona

Ideario del arte y política cabezona


"La desobediencia civil es el derecho imprescriptible de todo ciudadano. No puede renunciar a ella sin dejar de ser un hombre".

Gandhi, Tous les hommes sont frères, Gallimard, 1969, p. 235.