El advenimiento del macrismo respondió a las necesidades de poderosas fuerzas locales y globales. Argentina es un país ocupado por banqueros corruptos de Wall Street, mientras que diversas fracciones locales pensaban que podían mejorar sus rentabilidades relativas si se desembarazaban de políticas "populistas", y desde el imperio global, colocar un gobierno adicto en uno de los países eje del Mercosur era una excelente oportunidad para revertir grados de autonomía regionales y volver a la vieja subordinación de otras épocas. Estos tipos vinieron a hacer lo que están haciendo. No hay un sólo error. Desde arriba diseñaron un plan para todo el continente sudamericano. Tenemos que ser el granero, la fuente de agua, la mina de litio del imperio. Tenemos que perder todos los derechos conquistados y volver a principios del siglo XX. Hay un plan sistemático, como el de la dictadura pero sin verdes a la vista, ahora son gerentes, CEOs, mercachifles.
Es decir: la supervivencia del macrismo es muy importante para actores muy poderosos. El problema es que el macrismo realmente existente ha protagonizado una catástrofe económica que ahora deviene en crisis social en contexto de depresión continua.
Psicópatas
Ajustemos la terminología, el psicópata es una persona que carece de remordimientos, tiene los mejores recursos para manipular a los demás y no experimenta por ellos ningún grado de empatía (la capacidad de percibir lo que otro siente). El 1% de la población son psicópatas aparentemente sanos. El índice se multiplica por cinco entre líderes políticos y empresarios.
"El discurso de Macri es el discurso del psicópata: niega y tergiversa lo que podemos percibir por nuestra propia experiencia, lo cual es enloquecedor. Pone a la víctima en el lugar del culpable de su propio sufrimiento, lo cual genera sobre la víctima el efecto de confundirla y deprimirla. No se responsabiliza por sus actos, sino que estos siempre responden a la acción de otros, de la cual es él la víctima inocente. Esto apunta a generar, otra vez, confusión y culpa en la verdadera víctima, y un profundo, demoledor sentimiento de impotencia. Y por último, ejerce una violencia arrasadora con una sonrisa, con buenas maneras y palabras tranquilizadoras, lo cual adormece, hipnotiza y -nuevamente- confunde: “es por tu bien”, dice mientras lastima y destruye. Y muchos/as le creen, porque el arte de la manipulación y la crueldad es la especialidad del psicópata. Pero hay algo con lo que el psicópata no cuenta: ese momento, que no siempre llega, en que empieza a resquebrajarse la ilusión y puede verse, de a poco primero, después con claridad total, la magnitud del daño que está haciéndonos. Ese momento, que no siempre llega, en que las -hasta entonces- víctimas de su juego perverso, se dan cuenta de su propia fuerza. Ese momento, aunque no siempre llega, es la pesadilla del psicópata. Estoy convencido de que no estamos para nada lejos de ese momento".Hernán Brienza
¿En qué termina esto?, ¿quién sabe? La triste certeza es que habrá más penas en nuestro pueblo, y olvido en gran parte de muchos descerebrados que caminan a nuestro lado repitiendo como loros lo que le dicen en TV.
El Caos y la Crisis
La profundidad de la contracción económica es inconmensurable: el gobierno ha puesto en marcha todos los mecanismos posibles para promover la contracción económica, pero las reservas netas del Banco Central apenas llegan a los 16.000 millones de dólares. Caída del salario y del consumo; derrumbe de la inversión privada; reducción del gasto público y de la obra pública. Sólo promesas exportadoras de escasa relevancia en el corto plazo y de casi nulo impacto en la dinamización del mercado interno.
Parece que por ahora, la única respuesta es hacer como si siguiéramos en marzo, con algunas correcciones menores. Disimular y seguir. Niegan y esperan el milagro, mientras tratan de seguir con el Circo VIP: leo ahora que Bonadío prepara masivos procesamientos y promete un prueba "bomba" contra Cristina, mientras se habla de la operación que montó Inteligencia y los medios de comunicación para adjudicarle millones enterrados a CFK. Ya lo dijimos, si no hay pan que haya circo, y será circo copiado del modelo brasilero donde el verdadero poder se lleva puesto a quienes molestan o amenazan con molestar su depredación. Pero nadie sabe si solamente con esas jugarretas alcanzará para aplacar a muchos sectores que comienzan a tener hambre, y más cuando la situación se tornará mucho peor.
El circo no es solo diversión, tiene un mensaje mensaje implícito o latente es que corrupción y política (algunas políticas, las ue no les conviene al poder real) van de la mano. De esta forma se destituyó a Manuel Zelaya en Honduras, a Fernando Lugo en Paraguay, a Dilma Rousseff en Brasil. Se encarceló al vicepresidente de Ecuador Jorge Glass, a Lula da Silva en Brasil, se persigue permanente a la ex presidenta Cristina Kirchner, a Correa, a Milagro Sala, y a centenares de luchadores sociales y sindicales. Casi un calco en toda la región. En América Latina se vive una crisis política peligrosa para las democracias.
El periodista Mariano Martín informó que hace una semana una fuente le aseguró que personal de la Secretaría de Inteligencia enterró plata en el sur del territorio argentino para hacerla pasar como dinero de la ex presidenta Cristina Kirchner. La información toma repercusión hoy luego de que se revelara que efectivos de Gendarmería realizan -por orden del juez federal Claudio Bonadio- excavaciones en una estancia del empresario Lázaro Báez en la provincia de Santa Cruz en búsqueda de dinero oculto.
“El lunes una fuente me tiró un dato. Sonaba incomprobable”, contó Mariano Martín en su cuenta personal de Twitter. El periodista compartió una conversación de WhatsApp donde la fuente le informa que “hay media SIDE en el Sur enterrando guita para que la encuentre Bonadio”.
El operativo se desarrollaba en la zona de Cruz Aike y fue ordenado por Bonadio en el marco de la causa que investiga el presunto pago de coimas en la obra pública durante los gobiernos del kirchnerismo, conocida como "cuadernos de la corrupción".
Nota original
Todos los experimentos neoliberales que hemos vivido en nuestro país tienen ciertas características inconfundibles en cuanto a la vivencia social: nos hunden a todos, querámoslo o no, en el más atroz cortoplacismo, dependientes todos de una variable volátil que siempre está al borde de algún precipicio al que estamos permanentemente por caer. Por lo tanto, que el dólar frene de subir, y que se estacione en un nivel grotesco, desproporcionado, parece un alivio. Pero ya no hay marcha atrás y es una catástrofe.
Han asumido compromisos internacionales para endurecer aún más las restricciones: todo lo negociado con el FMI, incluido el completamente fantasioso déficit 0 para 2019, apuntan a que no haya prácticamente ninguna política pública impulsora de la demanda. No hay freno para una declinación que ya empezó en mayo pasado.
Ignoran que todos los factores contractivos puestos en marcha se potencian mutuamente: la destrucción de ingresos personales y empresariales provocadas por el tarifazo, destruye ventas y puestos de trabajo, que a su vez destruye empleo, consumo e ingresos. Es un proceso acumulativo que no tiene freno en el esquema actual. El gobierno se ha juramentado ante todos los dioses a contribuir en esa dirección.
Lo que pasó con el salto del dólar, fue un terremoto en el centro de Pacífico; ahora el tsunami se viene hacia las costas de la sociedad real, que ya está parcialmente inundada. Como dijo Galeano, "los nadies, los ningunos, los ninguneados" somos las víctimas de este modelo: devaluación, deuda, recorte, inflación y bala.
La Gran Mentira
Vale la pena detenerse en algo que, como elemento intrínseco de las palabras presidenciales en su última conferencia de presa, configuran un elemento singular de su función gerencial: "No podemos gastar más de lo que tenemos. Hacerlo nos lleva a tener más inflación y pedir más plata prestada".
Allí está la gran mentira liberal a lo largo de nuestra historia. Toda la frase es un error conceptual planteado a sabiendas y sin fundamento alguno. Podríamos añadir, que el capitalismo y lo cimientos de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA y sus equivalentes privadas se articulan sobre esa idea.
La Argentina productiva no gastó más de lo que tenía porque al situar al Estado en su rol inversor y dinamizar la rueda interna de la economía generó los recursos necesarios para su estructura… y para gestar nuevos desarrollos. No fue "una economía irreal" o "de mentira" que luego se debe pagar, como la fiesta en la que te endeudás. Eso es falso y es con lo que muchas veces terminan engatuzando al al población.
Salir adelante no implica retraerse como dice el FMI; implica simplemente ir hacia adelante. La inflación en crecimiento es un síntoma de despliegue económico; en caída, no es más que licuefacción del más genuino ahorro social, el circulante en las calles. Por eso mismo este gobierno pide plata prestada: porque no la genera el aparato productivo. Como el esquema es vicioso, ese dinero se fuga hacia las firmas ligadas al oficialismo.
Si no combatimos en serio ese concepto, la población seguirá a merced del accionar demagógico de los medios concentrados. El déficit fiscal que se intenta anular no es otra cosa que la inversión social que el Estado tiene la obligación de realizar con los impuestos que recauda de una economía potente.
¿En qué termina esto?, ¿quién sabe? La triste certeza es que habrá más penas en nuestro pueblo, y olvido en gran parte de muchos descerebrados que caminan a nuestro lado repitiendo como loros lo que le dicen en TV.
No se van si no los empujamos.- Cada segundo que pasa, el país se hunde irremediablemente más.- Lo que dice ese tweet de arriba (el del pendejo con cara de garca) es lo que quieren: que caigamos en otra dolarización para volver a los 90.- Otra vez.- Acá no hay cambio de rumbo; basta de boludeces del estilo: "tienen que cambiar su política", "ojalá escuche a la oposición" y otras sandeces que empiezan con "Ojalá".- Son imbéciles y delincuentes.- Esto es lo que buscaron hacer desde hace 2 años y medio.-
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