¿Son o se hacen? Si con esto el globerto promedio no entiende que votó a un pelotudo que lo manejan como títere, ya nada se puede hacer por ellos. Luego del mensaje grabado Flancito Macri en medio de la crisis generada por la escalada del dólar, no hay ninguna sorpresa, ni con el mensaje ni con esta crisis porque el neoliberalismo siempre condujo al país al mismo pozo en el que estamos cayendo. El discurso del coach motivacional devaluado nos muestra una combinación de Menem y De La Rua con su autismo monocorde. Apela y no casualmente a los tradicionales mitos de la Argentina reaccionaria y la idea explícita del peronismo como fuente de todos los males con su referencia constante a los 70 años perdidos con su carga de patoterismo y corrupción, el populismo como demonio y chivo emisario de todos los males es la cortina que pretende tapar la realidad de la marcha hacia el abismo ¿se habrá dado cuenta que ya van a hacer tres años que gobiernan los amarillos?. Habló el flan MMLPQTP y no le creo nada. Mejor heblemos de la vulnerabilidad de la economía Argentina según Bloomberg, despues de Turquía ya estallada, nos toca a nosotros.
"Sí se puede"; "Yo sé lo que está pasando" (juajua...); "íbamos bien"; "pasaron tormentas"; "cuidar a los más vulnerables"; "no podemos gastar más de lo que tenemos"; "cambiar es crecer"; "los argentinos estamos hartos de un pasado que no debe volver"; "les hablo con la verdad"; "tenemos que terminar con la corrupción"; "creamos cientos de miles de puestos de trabajo" y "por culpa de las malas políticas del gobierno anterior", fueron algunas de las remanidas frases que Flancito De La Rúa Macri repitió una vez más, ante su falta de políticas públicas que saquen a la Argentina del pozo en el que él, y su mejor equipo de mercachifles la metió.
Lo sabíamos durante la segunda vuelta de 2015, cuando miles de espontáneos salimos a hacer la campaña anti Macri aunque fuera votando a alguien que nos desagradaba a todos: Scioli, pero sabiendo que el Flan Macri era la peor opción de todo el arco político, un histórico mafioso a cargo del estado que "la gente" vio como salvador de un imaginario viaje a Venezuela. Y así llegó; ni liderazgo carismático, ni políticas lúcidas, ni equipo apto para aplicarlas, ya lo llaman "el peor gobierno de toda la historia argentina".
Estaría bueno preguntarse ¿Pero qué quiere la sociedad? Es difícil de responder el interrogante, y en todo caso es una cuestión cultural relativa a que país pretende cada quién, con qué modelo productivo y de desarrollo, para satisfacer que necesidades; derivadas del objetivo de la ganancia o de la ampliación de derechos. Se trata de un debate necesario que a veces escamotea la urgencia de la cotidianeidad, pero que resulta inevitable para quienes pretendemos instalar un proyecto político más allá de la torpe gestión del capitalismo que nos tira siempre al barro.
El Gobierno Nacional paga más en intereses de la deuda que en los sueldos de los empleados de la Administración Pública Nacional (APN).
Dos veces y media más que en los gastos de capital para obras e infraestructura.
O casi 5 veces más que las transferencias a las Universidades Nacionales.
Por la disparada del dólar y mayor inflación, los intereses ya pasaron a ser el segundo rubro en el ranking de los gastos, y siguen creciendo. Y la reducción del gasto total primario queda anulada por los mayores pagos de intereses.
Los dos principales diarios azotan con entusiasmo al presidente Flancito Macri y su gobierno flanero. El editorialista de La Nación escribe que "fallaron la dimensión carismática del liderazgo, la lucidez de las políticas elegidas y la aptitud de los funcionarios para aplicarlas o corregirlas. Los spots presidenciales sin sustancia, la decisión de inducir una enorme recesión, la confusión del Estado con la empresa, la ausencia de precisiones sobre el rumbo, el desprecio de la política clásica, la falta de coordinación en la toma de decisiones, la soberbia y la negación supina de la realidad, son una muestra surtida de esa triple falla que hace zozobrar al país. La consecuencia es el regreso a una temida desgracia argentina: el vacío de poder". Abria que recordarle a Eduardo Fidanza, el autor de la nota, que todo ello fue avalado por el establishment, por su propio diario y por él mismo, que ahora no se hagan los boludos.
Todo se vuelve chistoso cuando vemos a los mismos tipos que en la radio y la tele estuvieron engrupiendo a los giles, ahora tratando de despegarse de la catástrofe anunciada. Ahora, están disgustados con el Equipo de Cracks, del que recibían instrucciones vía wassap.
La gestión política del único gobierno conservador que en nuestra historia llegó por elecciones libres es redondamente desastrosa. Las escenas de sainete de este finde agregan color local a una maquinación global. El plan económico es una catástrofe y los amarillos no lo piensan cambiar sino agravar, redoblando el ajuste. El plan político no es salir de la crisis sino seguir culpando al kirchnerismo, las tormentas y a una invasión de aliens, mientras extorsiona al resto de la oposición.
Es al pedo, Flancito Macri ya fue, hace rato. Su gobierno terminó el día que fue al FMI. Mientras más tarde en aceptarlo, peor para el país. Es De La Rúa cuando declaraba el estado de sitio y no gobernaba más allá de la Rosada.
"Sí se puede"; "Yo sé lo que está pasando" (juajua...); "íbamos bien"; "pasaron tormentas"; "cuidar a los más vulnerables"; "no podemos gastar más de lo que tenemos"; "cambiar es crecer"; "los argentinos estamos hartos de un pasado que no debe volver"; "les hablo con la verdad"; "tenemos que terminar con la corrupción"; "creamos cientos de miles de puestos de trabajo" y "por culpa de las malas políticas del gobierno anterior", fueron algunas de las remanidas frases que Flancito De La Rúa Macri repitió una vez más, ante su falta de políticas públicas que saquen a la Argentina del pozo en el que él, y su mejor equipo de mercachifles la metió.
Lo sabíamos durante la segunda vuelta de 2015, cuando miles de espontáneos salimos a hacer la campaña anti Macri aunque fuera votando a alguien que nos desagradaba a todos: Scioli, pero sabiendo que el Flan Macri era la peor opción de todo el arco político, un histórico mafioso a cargo del estado que "la gente" vio como salvador de un imaginario viaje a Venezuela. Y así llegó; ni liderazgo carismático, ni políticas lúcidas, ni equipo apto para aplicarlas, ya lo llaman "el peor gobierno de toda la historia argentina".
Estaría bueno preguntarse ¿Pero qué quiere la sociedad? Es difícil de responder el interrogante, y en todo caso es una cuestión cultural relativa a que país pretende cada quién, con qué modelo productivo y de desarrollo, para satisfacer que necesidades; derivadas del objetivo de la ganancia o de la ampliación de derechos. Se trata de un debate necesario que a veces escamotea la urgencia de la cotidianeidad, pero que resulta inevitable para quienes pretendemos instalar un proyecto político más allá de la torpe gestión del capitalismo que nos tira siempre al barro.
El Gobierno Nacional paga más en intereses de la deuda que en los sueldos de los empleados de la Administración Pública Nacional (APN).
Dos veces y media más que en los gastos de capital para obras e infraestructura.
O casi 5 veces más que las transferencias a las Universidades Nacionales.
Por la disparada del dólar y mayor inflación, los intereses ya pasaron a ser el segundo rubro en el ranking de los gastos, y siguen creciendo. Y la reducción del gasto total primario queda anulada por los mayores pagos de intereses.
Ya se sabía que para Macrì es muy simple abrir el cepo y controlar la inflación, que bajo su gobierno el precio del dólar no se trasladará al de los alimentos, que una lluvia de inversiones caerá sobre la Argentina, que el segundo semestre será glorioso y que la pobreza se reducirá cada día.Horacio Verbitsky - La bancarrota de un proyecto
La reiteración de mensajes “para llevar confianza a los mercados” que un periodismo lelo o venal repite sin pensar, produce la mayor intranquilidad. Dime de qué alardeas y te diré de qué careces. Sobre todo, porque al reducido núcleo de inversores financieros no se les puede hablar con el voluntarismo y el lenguaje pueril de la autoayuda.
Los dos principales diarios azotan con entusiasmo al presidente Flancito Macri y su gobierno flanero. El editorialista de La Nación escribe que "fallaron la dimensión carismática del liderazgo, la lucidez de las políticas elegidas y la aptitud de los funcionarios para aplicarlas o corregirlas. Los spots presidenciales sin sustancia, la decisión de inducir una enorme recesión, la confusión del Estado con la empresa, la ausencia de precisiones sobre el rumbo, el desprecio de la política clásica, la falta de coordinación en la toma de decisiones, la soberbia y la negación supina de la realidad, son una muestra surtida de esa triple falla que hace zozobrar al país. La consecuencia es el regreso a una temida desgracia argentina: el vacío de poder". Abria que recordarle a Eduardo Fidanza, el autor de la nota, que todo ello fue avalado por el establishment, por su propio diario y por él mismo, que ahora no se hagan los boludos.
Todo se vuelve chistoso cuando vemos a los mismos tipos que en la radio y la tele estuvieron engrupiendo a los giles, ahora tratando de despegarse de la catástrofe anunciada. Ahora, están disgustados con el Equipo de Cracks, del que recibían instrucciones vía wassap.
Standard & Poor’s acaba de cambiar la calidad de la deuda argentina que pasó de normal a negativa y el dólar futuro que le ofrecieron hoy a Templeton para no pagarle en pesos al contado fue de 45 pesos por dólar al 20 Septiembre.Amado Boudou - Ex titular de ANSES / Ex ministro de Economía / Ex vicepresidente de la Nación
Black Rock le vendió los botes a Singer a $ 56.- por dólar, con un acuerdo privado de recuperación judicial por default de fifty fifty.
Las acciones del Banco de Galicia cayeron 15 puntos en dos días, con las Lebacs en secundario al 88 por ciento de tasa, por lo que nos encaminamos muy probablemente a una hiperinflacion lamentablemente.
Técnicamente ya es un hecho que la inflación 2018 tiene un piso de 60%. A diferencia de 2001 donde había control de cambios (la convertibilidad lo era) ahora hay flotación libre y todos los tenedores de títulos en pesos (60 mil millones de dólares más o menos) quieren vender esos títulos y pasarse a dólares para irse a New York.
Por otro lado el fondo de Paul Singer empezó a comprar bonos lo que implica que empuja el default para cobrar en litigio buitre. A diferencia del 2001 para empujar el default ahora tienen que pulverizar el peso subiendo la cotización del dólar para que Argentina no tenga los pesos para comprar los dólares que le eviten entrar en default.
El gobierno imprimió 200 mil millones de pesos este mes para cubrir gastos sin decirlo aunque todos lo saben. Este aumento exponencial de la masa monetaria sumada a los bonistas que quieren dólares sumado a los sojeros que no tienen obligación de liquidar sumado a las empresas que pueden girar libremente a sus casas matrices, sumado a la posibilidad de declarar depósitos extranjeros sin traerlos, hace que haya una demanda estimada para mantener el dólar a 40 desde ahora hasta mayo del año que viene, que está en el orden de los 100 mil millones de dólares porque para mantener este valor necesitan por lo menos 10 mil millones por mes más los vencimientos (500 millones por día para el tipo de cambio + 9 mil millones de vencimientos de deuda pública mas 15 mil de bonistas good) Nadie trae un dólar y el FMI le va a dar 3 o 4 mil de swap y adiós. No habrá segundo desembolso.
Ellos van a imprimir sin parar para pagar gastos corrientes y usarán las reservas para evitar que el dólar se desboque. No lograrán ninguna de las dos cosas. Ni evitar el aumento del dólar ni detener la inflación.
La gestión política del único gobierno conservador que en nuestra historia llegó por elecciones libres es redondamente desastrosa. Las escenas de sainete de este finde agregan color local a una maquinación global. El plan económico es una catástrofe y los amarillos no lo piensan cambiar sino agravar, redoblando el ajuste. El plan político no es salir de la crisis sino seguir culpando al kirchnerismo, las tormentas y a una invasión de aliens, mientras extorsiona al resto de la oposición.
Es al pedo, Flancito Macri ya fue, hace rato. Su gobierno terminó el día que fue al FMI. Mientras más tarde en aceptarlo, peor para el país. Es De La Rúa cuando declaraba el estado de sitio y no gobernaba más allá de la Rosada.
GOBIERNO TU SAMLa Corriente Kirchnerista de Santa Fe
La idea de que como son ricos, no necesitaban robar, podía fallar y falló: son ricos, porque robaron, roban y seguirán robando. De lo contrario, no tendrían tantos "conflictos de intereses" por los curros privados que arman y gestionan desde el Estado, no hubieran hecho el blanqueo de capitales más amplio y generoso de la historia, sin obligación (por primer vez) de traer la guita al país; y no estarían fugando dólares a lo pavote ahora, y organizando la fuga para ellos y sus amigos, dejándonos a nosotros la deuda.
La idea de que como eran empresarios exitosos y un país es como una gran empresa, iban a resolver fácilmente todos los problemas que los políticos tradicionales no resolvían podía fallar, y falló: un país es muy diferente a una empresa y bastante más complejo y difícil de manejar, y el "mejor equipo de los últimos 50 años" es una banda de fascinerosos chapuceros que han destrozado todo a su paso, empeorando lo que estaba mal, y destruyendo lo que estaba bien.
La idea de que eran "la nueva derecha moderna y democrática" que había aprendido de los fracasos de la vieja derecha, y aceptaba cosas que aquella rechazaba como defender una educación y salud públicas gratuitas y de calidad, la tolerancia, el pluralismo, las libertades individuales, podía fallar y falló: la educación y la salud pública son variables principales del ajuste y han sido abandonadas a su suerte, y su plan político es una mezcla de Revolución Libertadora con redes sociales, y dictadura del 76' con patotas judiciales.
La idea de que Macri finalmente traicionaría a su clase porque personalmente está hecho, y siendo rico bajó al barro de la política para dar una mano terminar con la pobreza podía fallar, y falló: su gobierno es una máquina de fabricar pobres y agrandar cada día más la verdadera grieta, la de la desigualdad social en la distribución de la riqueza; y desde el primero al último de sus actos está atravesado por un inocultable sesgo de clase.
La idea de que nada mejor que un empresario con antecedentes de capanga en sus empresas como el tipo adecuado para mejorar la situación de los trabajadores (empezando por eximirlos del pago de Ganancias) podía fallar, y falló: desde el primer minuto de su gobierno le declaró la guerra al salario, al empleo, a los sindicatos, los convenios colectivos y los derechos laborales; a los acusó y acusa de ser los causantes de todos los problemas del país, "privilegios" que hay que eliminar, o "ventajitas" que hay que ceder.
La idea de que había que arreglar con los fondos buitres como fuera para "volver al mundo" y que llovieran las inversiones, que iban a venir por la sola presencia de un "gobierno market friendly", podía fallar y falló: las únicas inversiones que vinieron (y como vinieron, se fueron) fueron las de la bicicleta financiera montada por el propio gobierno con las LEBASC's, y la deuda creció exponencialmente para financiar no el desarrollo del país o su infraestructura, sino la fuga de capitales, una especie de lluvia hacia afuera. Tanto creció que ya se tornó impagable, y asoma el fantasma del default.
La idea de que había que levantar el cepo para que cualquiera comprara todos los dólares que quiera porque total iban a sobrar, mientras se eximía a los exportadores de la obligación de liquidar las divisas en el país para transmitirles confianza, podía fallar, y falló: la restricción externa y el déficit de cuenta corriente de la balanza de pagos se han agravado drásticamente, y los dólares que entran cada vez son menos, mientras que los que se van son cada vez más.
La idea de desregular los movimientos de capitales para que vengan y se vayan cuando quieran, y de ese modo atraerlos, pudo fallar y falló: la única política"atractiva" que el gobierno creó para que vengan capitales fueron las LEBAC's, y se vio obligada a desarmarlas porque había creado una bomba insostenible; claro que al hacerlo activó tres o cuatro bombas iguales, o peores.
La idea de liberar por completo el mercado cambiario porque la devaluación no se traslada a precios, ya que la inflación es un problema estrictamente monetario que se corrige con la suba de la tasa de interés, podía fallar, y falló: la devaluación brutal, sumada a la dolarización de los combustibles, la energía y el precio de los alimentos han llevado la inflación a un nivel aun más alto que el del kirchnerismo, las tasas de interés lo único que consiguen es recesión, y la puja distributiva cuya existencia negaban se resolvió con la derrota total del salario, única ancla real (y fracasada) contra la suba de los precios.
La idea de que debíamos abrir nuestro mercados para que los demás nos abrieran los suyos en reciprocidad, y que alentar la importación bajaría la inflación podía fallar, y falló: no hay casi ningún país en el mundo que tenga nuestro nivel de apertura de su mercado interno, el déficit de la balanza comercial es récord histórico, los precios no bajaron por la avalancha de importaciones, el daño social y al tejido productivo resultantes es incomensurable y ni siquiera como reciprocidad de tantas condiciones, el país ha conseguido ampliar mercados para sus exportaciones; sino más bien lo contrario.
La idea de que los subsidios a las tarifas de los servicios públicos eran un error porque alimentaban la inflación vía el aumento del déficit fiscal, y que "nadie en el mundo subsidia la energía" y "a las cosas hay que pagarlas por lo que valen", podía fallar y falló: se redujeron brutalmente los subsidios, se dolarizaron las tarifas y lo único que se consiguió fue propagar inflación de costos, a toda la cadena de producción y comercialización, sin que la famosa "restricción presupuestaria de los hogares" actuara en sentido contrario.
La idea de que las retenciones eran un impuesto "distorsivo y poco inteligente," que desalentaba las exportaciones y perjudicaba a las economías regionales podía fallar, y falló: se eliminaron todas las retenciones menos las de la soja, que se rebajaron, se creó así un agujero fiscal no compensado con otros ingresos sino con deuda, las economías regionales siguen con los mismos problemas de siempre y el país no exporta más, sino menos. Y ahora hasta el FMI, la UCR y Majul piden reponerlas.
La idea de que los controles o acuerdos de precios no servían para contener o encauzar la inflación y que lo mejor era dejar que el mercado se autoregulara hasta encontrar su punto de equilibrio podía fallar, y falló: era vieja y desacertada ya en el siglo XVIII, ni hablemos ahora; y a las pruebas nos remitimos, conforme lo constatan los propios datos oficiales. Más de un oficialista (Sanz hizo punta hace rato) está diciendo que algunos empresarios se merecen un Guillermo Moreno.
La idea de que haciéndole concesiones eliminando regulaciones y controles como modificar la ley de los mercados de capitales permitiría que nos declararan "mercado emergente" sería bueno para el país porque accederíamos a financiamiento a tasas más bajas y las empresas argentinas aumentarían su valor, podía fallar y falló: nos pusieron en camino de ser "emergentes" y desde entonces subió el riesgo país, y las acciones (y en consecuencia el valor) de las empresas argentinas que cotizan en bolsa y de los bonos y títulos de la deuda pública se fueron estrepitosamente a pique.
La idea de que acordar con el FMI era bueno para el país porque el Fondo cambió, no es el mismo y ya no exige ajuste sino que vela por los más necsitados podía fallar, y falló: es el mismo de siempre, no solo pide ajuste como siempre, sino que es lo único que sabe pedir; y ahora, a cambio de tirarle a Macri el último salvavidas antes de que se hunda definitivamente le pide como única condición...profundizar el ajuste.
La idea de que a un gobierno amigo de los mercados los mercados no lo traicionarían soltándole la mano podía fallar, y falló: a la primera de cambio y cuando no le gustaron las cosas o como venía la mano, no solo le soltaron la mano, sino que le picaron el boleto y lo empujaron al abismo, y ni nos vimos ni nos conocemos.
La idea de que para gobernar tranquilo hay que llevarse bien con Clarín y darle todo lo que pida y más, podía fallar y falló: le dieron todo lo que pedían y más, y como olfatearon y le sintieron un poco de olor a cala y nardo a Macri, ya le están soltando la mano y buscándole reemplazos, porque se convirtió en un estorbo.
Ahora dando vuelta la idea de que el verdadero problema del país es el gasto público y el déficit fiscal, y por eso no hay otra solución que ajustar para llegar al "déficit cero": si nos atenemos a los antecedentes históricos en la materia (2001, sobre todo), todo indica que puede volver a fallar.
Pensándolo bien, el título del post no es del todo justo: al fin y al cabo Tu Sam se atajaba, y antes de cada uno de sus trucos advertía que podían fallar; cosa que Macri, su gobierno, sus sostenedores y no pocos "analistas" nunca hicieron. Siempre dijeron que iban por el camino correcto, que no había otro y que al final de ese camino esperaba el éxito seguro. Puede fallar.
No tengo ganas de escribir demasiado.- Coincido con todo y siento un odio por esta manga de HDMP que si pudiera y me los encontrara cruzando Maipú, no tendría problemas en destrozar el auto contra el paredón de Olivos, si estos engendros estuvieran entre mi autito y la pared.- Les deseo una muerte horrible a ellos y a los que los rodean, con agonía y, en lo posible, en una celda, que es a donde tienen que ir a parar.- Lo que lamentaría es que, cuando mueran estos atorrantes, asumiera con el beneplácito de los medios, un engendro con Massa, Duhalde, Pichoto, Bossio, Anal Mediana y teresos similares, SIN nadie del progresismo.-
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