Ha engañado mucho y hecho muy poco. Lo que hizo, lo hizo mal. Se le caen puentes. Hasta las rutas de sus empresas son un desastre que producen inundaciones. Nunca jamás a diez cuadras de la cancha de Boca Juniors un barrio de Barracas gritó tanto los goles de River contra su clásico rival. No fueron sólo los hinchas de River e históricos anti Boca. Pero muchas gargantas no gritaron sólo por pasiones futbolísticas. No. Gritaron contra Mauricio Macri por el daño que le está haciendo a nuestro pueblo, el socio mayoritario de esta empresa que se llama Argentina y que él está fundiendo. Es paradojal y contradictorio que el club más popular y representativo del fútbol argentino sea castigado por razones políticas. Peor aún es que una gran institución sea usada como peldaño por causales políticas. Se comprende el dolor de los hinchas de Boca, que pronto pasará. Pero el dolor por la Patria insumirá un tiempo imposible de medir y, sobre todo, imposible de olvidar. Terminado el mundial de Rus