La eternidad de lo efímero
Inspirada en el Canto del Cisne de Antón Chéjov
Tarde-noche en este único invierno 2024 de cada quien, hacia el hallazgo incierto de lo supuesto, en una casa antigua cobijada al límite de tres barrios porteños, adentrades ya en el aliento helado inevitable aquí.
Hay un escenario frío, como Buenos Aires, y con el cuerpo a rigor, al vigor del arte diáfano del teatro, dos hombres de ochenta décadas, actores, uno ensimismado, el otro no, en la historia sobreescrita, por la inspiración musa de la acción, transitan en esta coincidencia de habitar la misma especie, a pesar de la distancia, la cultura, el idioma; a el amor, la soledad, los excesos, a través de esta verdad propiciada para nosotres.
La escenografía sutil es el lado oculto de las luminarias, el vestuario acotado transmite vasto el mensaje, las luces replican el mismo fervor, y una música nueva que descubrir.
Por eso, estar es vida, y el tiempo es anécdota en la puesta de todas las historias contadas.
Lo escencial a flor de piel…
Con el ojo que ve, aquí el propio, para invitarles otra vez a reveer el valor de la experiencia.
Observación Teatral: Sandrina Gallego.
Dramaturgia y dirección: Emmanuel Miranda
Elenco: Eduardo Nicolau, Eduardo Uranga.
Diseño y realización de Escenografía:
Eduardo Spindola.
Diseño y realización de vestuario: Lucrecia Paula Vasconi.
Fotografía y Diseño gráfico: Alejandra Pina.
Asistencia de dirección: Gustavo Suarez.
Asesoría en Diseño de Iluminación:
Malena Miramontes Boim.
Prensa y difusión: Adriana Schottlender.
Funciones Sábado a las 19hs
en Querida Elena, Pi y Margall 1124, CABA.
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