Continuamos con algo de lo mejor del rock mexicano y seguimos con la historia musical del señor Guillermo Briseño, y en esa historia está escrito que después de su disco "Ausencias e irreverencias", pasarían tres años para que Guillermo Briseño regresara al estudio en compañía de Hebe Rosell, con quien había integrado un nuevo grupo denominado El Séptimo Aire. Considerado por algunos como un álbum excepcional, es seguramente el más accesible para los que inician en el descubrimiento de la obra de este músico, ya que aquí se aleja un poco del lenguaje poético y de música más rebuscada al que acostumbraba hasta entonces, pero sin perder su enfoque crítico e inteligente. Con canciones que le cantan al fútbol (y una de ellas inspirada y dedicada al legendario Diego Mardona), otros temas que hablan del rock y su mundillo, así como de las pocas oportunidades que tienen sus músicos, y un tema dedicado al legendario Rockdrigo González (músico muy conocido en México). Un disco con mucho blues y algunos momentos cercanos al rock progresivo y en general con un nivel muy alto. Y además es una parte importante de la historia musical mexicana.
Artista: Briseño y El Séptimo Aire
Álbum: Está valiendo... El corazón
Año: 1987
Género: Rock progresivo latinoamericano / fusión blues y jazz
Duración: 40:24
Nacionalidad: México
Año: 1987
Género: Rock progresivo latinoamericano / fusión blues y jazz
Duración: 40:24
Nacionalidad: México
En
Está valiendo... El corazón
(también conocido como Está valiendo madre el corazón),
Briseño pasa a una formación de quinteto, poco después del
experimental solista Ausencias e irreverencias de 1984.
Del cuarteto anterior (Briseño, Hebe, Carrasco y Flores) se mantiene
Hebe pero Briseño recluta
a tres músicos: el
experimentado saxofonista
Octavio “El Sopas”
Espinoza (fallecido en 2013), miembro de la vieja guardia rockera que
acompañó a innumerables bandas en su carrera y es reconocido
sobre todo por su
participación en
la agrupación del famoso
rockero urbano El Haragán; Sabo Romo, bajista perteneciente
a la siguiente generación del rock mexicano, la de los 80, que
encontrará un ámbito de acción más abierto con el llamado “boom
del rock en tu idioma”, iniciado
en 1988, y
durante el cual Sabo Romo alcanzó gran notoriedad tocando el bajo con
Caifanes que se estaba
formando precisamente mientras se grababa y se lanzaba Está
valiendo... de Briseño, y el baterista Juan Carlos
Novelo, quien también formaría parte de Caifanes aunque muy
brevemente.
Dos
de los temas representan una nueva etapa en la ya larga carrera de
Briseño: “Túnel 29” ha sido la canción con mayor
difusión radiofónica en la obra de Briseño en general, y “El
botellazo” es una las primeras, tal vez la primerísima, que se
acompaña de un videoclip, trágicamente cómico porque presenta a
los miembros de la banda recibiendo botellazos del público. Pero
vamos por partes, haciendo el
comentario de algunos de los temas más interesantes.
“Túnel 29” tiene aires de reggae en las estrofas, puentes progresivos en unísono donde destacan los saxos y unos coros con síncopas que llegan a sonar festivas, casi caribeñas, al igual que la introducción tipo latin jazz, repetida al llegar al coro final. Todo esto, de caracter alegre, resulta paradójico porque el tema cuenta con ironía la historia de una tragedia ocurrida en el estadio de la Universidad Nacional Autónoma de México el 26 de mayo de 1985 (qué casualidad, exactamente hoy, mientras escribo esta reseña, se cumplen 30 años de ese triste suceso):
En el juego de vuelta [entre los Pumas de la UNAM y el América] de
la final de la temporada 84-85, miles de personas sin boleto trataron
de ingresar por la fuerza al estadio para presenciar el juego por el
campeonato mexicano. En el túnel 29 fue donde se registró la
tragedia cuando los aficionados que intentaron entrar al estadio, en
evidente sobrecupo, comenzaron a aplastarse entre ellos y varias
personas fallecieron aplastadas y por asfixia.
La canción está
escrita desde el punto de vista de una de las víctimas fatales:
“Alguna vez sentí venir / el paso de la gente sobre mí ... / Me
consagré con la afición: un hombre que murió por su pasión”.
Como decía, esta canción recibió bastante difusión en la radio,
especialmente en la recién nacida Espacio 59 en AM, primera estación
dedicada totalmente a la difusión del rock en español y a través
de la cual el público masivo conoció la música procedente sobre
todo de Argentina y España, ya fuera buena o no tan buena.
“Jugador (Saca
Maradona)” es una hermosa balada dedicada al genio del fulbo que
poco antes se había coronado campeón del mundo con la selección
argentina en el mundial México 1986. En este tema la voz de Hebe
Rosell es capaz de ponerte la piel de gallina y, si eres admirador de
Maradona, en una de esas hasta a las lágrimas te lleva. El binomio
saxo-voz, apoyado en un piano eléctrico suave y poco presente es una
página especial del rock en México.
Pero uno de los
mejores temas del álbum es “Dónde estabas”: plantea desde el
principio retos armónicos y rítmicos. La primera estrofa se
resuelve en un groove lento, en blues progresivo. Desemboca en un
funk más rápido, cada vuelta más sincopado, luego viene otra
transición y, por fin la caída en una especie de coro hecho con
armonías y compases irregulares sobre un canon hasta el cierre en
soul: “Pasó mucho tiempo / y el tiempo no vuelve / No olvides
voltear / Tal vez cuando mires / ya sea diferente”; cinco versos
para el coro: no termina de ser un blues ni un corrido, pero está
entre los dos. El final instrumental es un unísono rápido, todo
estupendamente instrumentado y ejecutado, puro rock progresivo
mexicano y a la mexicana...
Otro de los temas
geniales de este disco es “El botellazo”, del que todos lo que lo
escuchábamos sabíamos que se había escrito después de que en
algún concierto un miembro del respetable decidió agradecer la
velada con una botella voladora que habría ido a hacerse cristalitos
en la cabeza de uno de los integrantes de la banda. Suena terrible,
pero en México, en esos tiempos, en un concierto de rock eso era
normal. Más bien los músicos tenían que demostrar su
profesionalismo estando atentos y mostrándose capaces de esquivar
los proyectiles del entusiasmo popular. Pero al buscar datos sobre
esta rola, nuevamente me encontré con información, al parecer de
primera mano, en el blog Las 100 mejores del rock mexicano.
En los comentarios del post que este blog le dedica al tema, un
lector identificado como Margarito dice:
[...] esta rola es un portento de canción y lo que Briseño cuenta
en ella es el tristemente celebre “botellazo” a Johnny Winter en
Pachuca, eso la hace mas exquisita, en aquellos años en México
escuchar rock era casi un imposible, vinieron “buenas” Bandas
aunque ya fuera de sus buenos tiempos, así fue como vimos a Joe
Cocker y John Mayall en el Toreo, al Stepenwolf en El Antonio Caso de
Tlateloco, al Black Oak Arkansas con el Miguel Rios al Palacio de los
deportes y 2 que tres bandas mas y un día anunciaron que Johnny
Winter se presentaba en Pachuca!!, pa su mecha, había que estar
allí, con muchas broncas conseguimos boletos y nos lanzamos a
escuchar el mejor Rocanroll que sonaría en nuestro país, y llegamos
al estadio de Pachuca y aguantamos empujones, desmadres, portazos,y
por supuesto también esperar mas de una hora al Rockstar, y empieza
el concierto termina la primera rola y el Johnny esta agradeciendo o
quien sabe que dice porque de ingles sabemos pura madre, cuando vuela
una botella -por supuesto de vidrio- (no existían las de plástico)
y chin que le pega en la frente y zale!! que suspenden el concierto y
que se desata la raza y a abaratar comercios. Pachuca era un campo de
batalla y que llega la policía montada y a madrear cabrones,
cerraron la central camionera y a correr por la carretera con los
caballos pisando a los que se caían, fue cabrón yo y otros cuates
nos escondimos en una coladera que pasa debajo de la carretera y ahí
aguantamos un buen de horas, hasta que ya no escuchamos ruidos
salimos, ya ni me acuerdo, como regresamos. Después anunciaron que
el concierto continuaría solo que seria en Cuernavaca, yo ya no fui,
según contaron fue pura piña y a los que fueron en la carretera los
paraba, les bajaban su lana y los regresaban.
Algún tiempo después anunciaron QUEEN en México primera superbanda que venia en su apogeo a Puebla, y allá vamos!! otra odisea llegar, entrar, aguantar, inicia el concierto todo se olvida estamos rockeando, el Brian May, pegándole chido a su requinto, cuando vuela una media con lodo le pega en la cara y le queda colgando en su guitarra -pensé ya valimos madres otra vez- el buen May quito la media la aventó a un lado y siguió tocando como si nada, uff!! de la que nos salvamos.
Por cierto en este concierto eran como las 4 de la tarde el sol pegaba chido estaba llena toda la cancha de abajo, cuando por las Bocinotas empezó a sonar el discaso “el lado obscuro de la luna” de Pink Floyd, parecía que el grupo había salido al escenario, se escuchaba de poca, quien sabe quien lo puso, pero ni después que vi al Rogers Water en el Foro Sol, me pareció tan delicioso como esa vez.
Algún tiempo después anunciaron QUEEN en México primera superbanda que venia en su apogeo a Puebla, y allá vamos!! otra odisea llegar, entrar, aguantar, inicia el concierto todo se olvida estamos rockeando, el Brian May, pegándole chido a su requinto, cuando vuela una media con lodo le pega en la cara y le queda colgando en su guitarra -pensé ya valimos madres otra vez- el buen May quito la media la aventó a un lado y siguió tocando como si nada, uff!! de la que nos salvamos.
Por cierto en este concierto eran como las 4 de la tarde el sol pegaba chido estaba llena toda la cancha de abajo, cuando por las Bocinotas empezó a sonar el discaso “el lado obscuro de la luna” de Pink Floyd, parecía que el grupo había salido al escenario, se escuchaba de poca, quien sabe quien lo puso, pero ni después que vi al Rogers Water en el Foro Sol, me pareció tan delicioso como esa vez.
El
titular del blog Las 100 mejores...
pregunta a Margarito que cómo sabe que la canción se refiere a ese
botellazo contra Johnny Winter, porque claro, en México, ese no fue
ni será el único botellazo (yo sé de varios “artistas” y
muchos políticos que se merecen el cajón entero) y Margarito
responde que se lo oyó contar al propio Briseño en la
radio, así que debe ser cierto.
“La
escena me traspasa (el corazón)” fue revisitada en De tripas
corazón (1999) aunque la presente
versión está mejor lograda. Crónica de sucesos reales, esta
canción habla de las dificultades para vivir de la música
independiente en una escena como la mexicana: “Me estoy volviendo
loco / me está tronando el coco / creo que me equivoqué de
profesión”. “Violencia, drogas y sexo”, de Alejandro Lora,
aparece aquí en versión más bluesera. Finalmente hay que mencionar
“A Rodrigo (un aplauso al corazón)”, tema escrito en homenaje a Rodrigo González, conocido como Rockdrigo, letrista
sorprendente y máximo representante del rock “rupestre”, un
género muy característico de la ciudad de México en los 80, muerto
trágicamente en el terremoto de septiembre de 1985. Un blues que transita desde la balada llena de emoción
hasta el gospel, cantado a partes y a coros por artistas del blues,
el canto nuevo y el rock mexicanos.
Vamos
con los textos encontrados por ahí. Primero el párrafo de wikipedia
para este periodo de la trayectoria de Briseño:
En 1984 forma Briseño y el Séptimo Aire con Hebe Rosell, Juan
Carlos Novelo, Sabo Romo y Octavio Espinoza “El Sopas”. Esta
formación publica en 1987 el álbum Está valiendo ... el
corazón. De éste se desprende la canción, “El Túnel 29”
que trata de la muerte trágica de un fanático en el túnel 29 del
estadio olímpico de Ciudad Universitaria durante la final de fútbol
Pumas-América en 1985. Esta canción, narrada desde el punto de
vista del fan muerto, ha sido una de las canciones más conocidas de
Briseño, de una parte por su difusión radiofónica y de otra por el
cover que hizo de ella Botellita de Jerez en su álbum Naco es
Chido. Otra canción que destaca en este álbum es “A Rodrigo
(Un aplauso al corazón)”, homenaje póstumo a Rodrigo González,
donde cantan Amparo Ochoa, Betsy Pecanins, Caíto, Eugenia León,
Hebe Rosell, Margie Bermejo, Tehua, Sabo Romo y Guillermo Briseño.
Esta canción fue interpretada por primera vez en público en octubre
de 1985 como parte de los conciertos intitulados “Una razón para
juntarnos”, en solidaridad y apoyo a las víctimas del terremoto de
México de 1985.
El
blog Lo que se perdió en el camino: música de los 80s y 90s
dice:
Banda de rock de los 80s lidereada por el legendario Guillermo
Briseño y conformada también por Sabo Romo en coros y bajo, Octavio
"Sopas" Esponiza en saxofones y coros, Juan Carlos Novelo
en batería y coros, Hebe Rosell en teclados, flauta, saxofón y voz,
y el mismo Briseño en teclados, guitarra y voz, publicó en 1986
esta excelente producción llama “Está Valiendo el Corazón”.
Disco con 9 canciones de primer nivel como Túnel 29, que narra la muerte de un aficionado en la final de fútbol América-Pumas en C.U., El botellazo que narra, según cuenta la leyenda, del botellazo que sufrió un integrante de la banda en un concierto, y por supuesto la magnífica canción A Rodrigo (Un aplauzo al corazón) como homenaje póstumo a Rockdrigo González donde además participaron Amparo Ochoa, Betsy Pecanins, Carlos Díaz “Caito”, Eugenia León, Margie Bermejo, Tehua, Omar Guzmán y Ramón Rayas hacen de esta grabación indispensable de escuchar.
Este material, que fue originalmente publicado por Comrock y jamás se re-editó en formato digital, nos permite poner en contexto los años ochenta en México, donde el rock saltaba a la radio comercial. Este disco fue difundido principalmente en la desaparecida Espacio 59 de AM. Música muy al estilo de Briseño, cargada de instrumentos de viento-metal, clásicos de la época y del mismo autor; un disco más de esos que no deben de pasar al olvido...
Disco con 9 canciones de primer nivel como Túnel 29, que narra la muerte de un aficionado en la final de fútbol América-Pumas en C.U., El botellazo que narra, según cuenta la leyenda, del botellazo que sufrió un integrante de la banda en un concierto, y por supuesto la magnífica canción A Rodrigo (Un aplauzo al corazón) como homenaje póstumo a Rockdrigo González donde además participaron Amparo Ochoa, Betsy Pecanins, Carlos Díaz “Caito”, Eugenia León, Margie Bermejo, Tehua, Omar Guzmán y Ramón Rayas hacen de esta grabación indispensable de escuchar.
Este material, que fue originalmente publicado por Comrock y jamás se re-editó en formato digital, nos permite poner en contexto los años ochenta en México, donde el rock saltaba a la radio comercial. Este disco fue difundido principalmente en la desaparecida Espacio 59 de AM. Música muy al estilo de Briseño, cargada de instrumentos de viento-metal, clásicos de la época y del mismo autor; un disco más de esos que no deben de pasar al olvido...
El
blog Museo del rock hispanoamericano dedica un post a Briseño
y comenta este disco:
Si bien no es su primer disco, y como dijera por ahí un personaje
político, “no será el mejor pero es el idóneo”: “El Séptimo
Aire” se encumbró por haber sido concebido en un momento donde
grabar rock nacional estaba de moda entre las disqueras
trasnacionales, así “El Séptimo Aire” fue grabado en 1987, con
la colaboración de Octavio “El Sopas” Espinoza, Sabo Romo en el
bajo antes de integrarse a los Caifanes, Juan Carlos Novelo en la
bataca y Hebe Rosell en los coros la flauta y el sax. “El séptimo
aire” fue producido por y para el sub-sello COMROCK de WEA, filial
de la Warner, quién, después del boom del rock en español, enlató
esta obra para confinarla al olvido, junto con otros disco como “El
sabor de mis palabras” de Betsy Pecanins, “En la mira” de Ritmo
Peligroso y toda la obra de Ricky Luis, el de “Tengo un mes con el
mismo pantalón”. En el disco quedaron registrados temas como : “El
túnel 29”, que fue grabado también por Botellita de Jerez, y
“Violencia, drogas y sexo”, grabado originalmente por el TRI; y
otros temas no menos ingeniosos como “Cruciflexo” cuya tonadita
introductoria fue usada posteriormente para un comercial de condones,
y que decir de “la escena me traspasa el corazón”, donde el
estribillo reza algo así como: Me esta valiendo madre, me esta
valiendo madre, me esta valiendo madre el corazón, y “Donde
estabas”, esta última de mi especial agrado, donde el estribillo
sentencia: Paso mucho tiempo y el tiempo no vuelve, no olvides
voltear, tal vez cuando mires ya sea diferente.
Otro
blog, Rock en México:
Banda de rock de mediados de los años ochenta formada por el músico
Guillermo Briseño en la guitarra, teclados y voz; en el bajo y coros
estaba Sabo Romo (antes de Caifanes); Octavio Espinoza ‘El sopas’
en los coros y en el saxofón y la gran Hebe Rosell en teclados,
flauta, saxofón y voz.
Graban y publican un
excelente disco LP (que conocí en 2006) titulado “Esta valiendo
madres el corazón” con nueve temas llenos de letras sociales y un
excelente rock para musicalizar dichas letras. De este disco, destaca
el tema El Botellazo, que narra las aventuras del grupo en un
concierto en donde les lanzan una botella y descalabran a un
integrante de la banda. Otro tema fue el que se hizo en homenaje a
Rockdrigo González, fallecido en el terremoto de 1985 en el tema
titulado “A Rodrigo, un aplauso en el corazón”. Cabe señalar
que en el disco participaron grandes cantantes y músicos de la época
del resurgimiento del rock en español como Amparo Ochoa, Tehua, la
gran Betsy Pecanins, Eugenia León, Margie Bermejo o Carlos Díaz,
estando en el tema homenaje a Rockdrigo.
Cabe señalar que fue
la empresa de discos “Comrock” la que publica el disco (si, la
misma que lanzó a Kenny and The Electrics) y se promovió, o trató
de promover, a través de una de las estaciones que buscó promover
el rock en la radio en México, en radio 590 de la AM (a través del
entonces programa llamado “Espacio 59”, luego Radio Alicia).
Lástima que no pasó a mayores este disco y ojalá se rescaten los
masteres de la disquera porque esa empresa grabó muy buen rock y de
excelente calidad, y que no se han vuelto a editar desde entonces.
Otro gran tema del
disco, fue la versión del grupo al tema del Tri titulado “Violencia,
drogas y sexo”, dándole al tema un toque mas bluesero que era todo
lo contrario al rock heavy del tema de Lora.
El
multicitado blog Las 100 mejores canciones del rock mexicano
reproduce las letras de cuatro temas del disco y las analiza a
profundidad (no siempre estoy de acuerdo con los análisis del autor,
pero ahí van los enlaces):
Pueden escuchar el disco desde esta playlist:
https://www.youtube.com/playlist?list=PLCzdBMu_SA7GVkOqUlg1WTmFTek60Mqn8
https://www.youtube.com/playlist?list=PLCzdBMu_SA7GVkOqUlg1WTmFTek60Mqn8
Lista de Temas:
1. Túnel 29
2. Jugador (Saca Maradona)
3. Dónde estabas
4. Sótano de blues
5. La escena me traspasa (el corazón)
6. Cruciflexo
7. El botellazo
8. Violencia, drogas y sexo
9. A Rodrigo (Un aplauso al corazón)
1. Túnel 29
2. Jugador (Saca Maradona)
3. Dónde estabas
4. Sótano de blues
5. La escena me traspasa (el corazón)
6. Cruciflexo
7. El botellazo
8. Violencia, drogas y sexo
9. A Rodrigo (Un aplauso al corazón)
Alineación:
- Octavio "El Sopas" Espinoza / Saxofones y coros
- Sabo Romo / Bajo y coros
- Hebe Rosell / Teclados, flauta, saxofón y voz
- Juan Carlos Novelo / Batería y coros
- Guillermo Briseño / Teclados, guitarra y voz
En “A Rodrigo” cantan:
Amparo Ochoa
Betsy Pecanins
Caíto
Eugenia León
Margie Bermejo
Tehua
Omar Guzmán
Ramón Rayas
- Octavio "El Sopas" Espinoza / Saxofones y coros
- Sabo Romo / Bajo y coros
- Hebe Rosell / Teclados, flauta, saxofón y voz
- Juan Carlos Novelo / Batería y coros
- Guillermo Briseño / Teclados, guitarra y voz
En “A Rodrigo” cantan:
Amparo Ochoa
Betsy Pecanins
Caíto
Eugenia León
Margie Bermejo
Tehua
Omar Guzmán
Ramón Rayas
¡Discazo!
ResponderEliminarLástima de sonido y que esta "rayado" (como le decíamos en México a los discos lastimados del surco). En fin, me ayudó a recordar esos tiempos de los viejos vinilos.
Cortesía de Skedx, ¡tenemos nuevo link! con ripeo de CD de la edición conmemorativa por el 30 aniversario de este disco. ¡Pásele a su biblioteca sonora!
ResponderEliminarGracias :¬)
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