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Contracultura Musical en México: Mirando Más Allá del Rock

A partir de la década de los cincuenta del siglo pasado se dio la entrada a México de la música popular anglosajona, particularmente, del rocanrol. Al inicio, fue considerada como una música invasora, alejada del naciente nacionalismo musical impulsado por los gobiernos de los años treinta y cuarenta. Sin embargo, pocos años después, la producción nacional de música rock se asoció con el surgimiento de movimientos contraculturales, donde el rock, la cultura juvenil, la Revolución Cubana y el pensamiento socialista en la década de los sesenta se vincularon de forma estrecha con la noción de la contracultura mexicana, idea impulsada primordialmente por la Generación de la Onda integrada por José Agustín, Parménides García Saldaña, entre otros. Nuestro trabajo cuestiona y analiza esta asociación apriorística, pues en la historia de la música tradicional mexicana podemos encontrar algunas músicas que cumplen con la característica fundamental de la contracultura: ofrecer valores culturales que no convergen con el status quo. En este sentido, desde el origen mismo de los llamados sones y jarabes coloniales, así como el desarrollo del corrido durante la Revolución, corresponden a estilos musicales que proponían otras formas culturales distintas a la hegemónica heredada de la Colonia, pero, sobre todo, arraigada durante el siglo XIX.

Por Omar Cerrillo Garnica

El rock and roll se inició a mediados del siglo XX en Estados Unidos como consecuencia de la mezcla de estilos musicales de orígenes étnicos diferentes. Por una parte se encuentran los ritmos afro como el blues, el jazz, y por otra está el country, identificado como una música del folclor campirano blanco. El encuentro de ellos fue un proceso complejo, que en parte se logró gracias al desarrollo de la tecnología relacionada con la música; tanto para su difusión (la radio y el fonógrafo) como para su creación (las guitarras eléctricas, los amplificadores, los sintetizadores, y en épocas más recientes, los procesadores digitales de audio). Sin duda, la música moderna de origen norteamericano sufre cierto determinismo tecnológico: la tecnología hace a la acción, ya que la última no es posible sin la primera. De ahí que el rock and roll, y su posterior variante conocida simplemente como rock, pueden ser entendidos como un producto de la cultura de masas, tal como lo interpretó Theodor W. Adorno. Sin embargo, todo producto cultural es por naturaleza dinámico y multifacético, por lo que mantener esta noción apriorística de la música rock sería incorrecto.
En los años sesenta se comenzaría una nueva forma de concebir al rock. Tras el cambio sustancial introducido por los Beatles en el disco Sgt. Pepper’s Lonely Heart’s Club Band de 1967 que los convirtió de un grupo de pop rock a ser uno de los pilares de la formación del movimiento psicodélico1, el rock se confirmó como una cultura diferenciada. La psicodelia se convirtió en una nueva forma de ver el mundo: se da una fascinación por las culturas orientales, por el espiritualismo, por las drogas alucinógenas; y en el terreno político, por el comunismo y el anarquismo.
Relacionado a esta época de la psicodelia surgió el “contracultura”, ya que representaba un nuevo estilo de vida capaz de crear sus propios medios, espacios, costumbres sus valores; todos distintos a los que la cultura imperante establecía. En este texto se explora la posibilidad de que esta relación entre rock y contracultura pueda disociarse, para así encontrar raíces contraculturales en otros fenómenos culturales.

HACIA UNA DEFINICIÓN DE CONTRACULTURA

Antes de generar una definición de contracultura para este trabajo, es preciso aclarar también que el término en nuestra lengua no es el más adecuado para nombrar lo que refiere. “Contracultura es, en castellano, un término parcialmente equívoco. Procede de la traducción literaria del inglés counter culture, cuyo sentido más exacto sería cultura de oposición. O sea, no algo contra la cultura, al modo de los bárbaros saqueando nuevamente una ciudad romana, o adverso a ella. En cambio, el sentido era el de un movimiento cultural enfrentado con el sistema establecido y con los valores sociales dominantes en este mundo” (Savater, 1982: 90).
Partiendo de esta importante aclaración, se muestran a continuación algunas de las definiciones más pertinentes existentes en la literatura sobre el tema. Quizá la más conocida en México fue propuesta por el escritor José Agustín (1996), que si bien niega en el prólogo que se proponga un “libro teórico, de corte académico”, el mapeo que realiza por los fenómenos juveniles marginales en la Ciudad de México valida esta concepción. Para Agustín, contracultura es “toda una serie de movimientos y expresiones culturales, usualmente juveniles, colectivos, que rebasan, rechazan, se marginan, se enfrentan o trascienden la cultura institucional.” (p. 129). La contracultura rebasa lo institucional y regresa al ser humano al gregarismo colectivo. En muchos sentidos, esta definición concuerda con Guillermo J. Fadanelli (2000), para quien contracultura es el conjunto de movimientos culturales que irrumpen contra la institución y las estructuras de pensamiento dominante que se dieron a partir de los años sesenta, fundamentalmente, en los Estados Unidos. También Carles Feixa (1998) toma este camino al referir el término de contracultura a “una voluntad impugnadora de la cultura hegemónica”; es una microcultura, entendida como el “flujo de significados y valores manejados por pequeños grupos de jóvenes en la vida cotidiana” (p. 87). En las tres definiciones se puede apreciar con toda claridad la asociación casi unívoca entre la cultura psicodélica de la década de 1960 y la contracultura.
En este mismo sentido se pronuncia Keith Melville (1980), quien ubica los orígenes de la contracultura en Estados Unidos en torno a la reivindicación de los negros y el movimiento feminista. El común denominador de ambos movimientos sociales fue el reclamo por los derechos civiles, mismos que se vieron más amenazados con la incursión militar en Vietnam, donde muchos jóvenes se vieron involucrados. Poco a poco, la protesta contra esta intervención se transformó en el apogeo del movimiento contracultural norteamericano. Los jóvenes organizaron marchas masivas de índole pacifista con la bandera del “Peace&Love”, la marihuana y el rock consigo. También se buscó la reforma en los campi universitarios tratando de introducir un nuevo sistema educativo y social en el interior. Se propusieron cursos como: “sintonía de sistemas sociales, mitología romántica americana, grupos de crecimiento gestalt y masaje” (p.23).
Sin embargo, es Luis Antonio de Villena (en Savater, 1982) quien deja la posibilidad de abrir la definición en el espacio histórico y geográfico; es decir, sin limitarse a la California de los años sesenta en medio del Verano del Amor. “Ese afán de libertad, de novedad, de individualismo (frente a lo normativo y gregario) y de cultura viva, sensible, frente a las fosilizadas estructuras de lo académico y de lo oficial, no es paradójicamente nada nuevo ni pertenece en exclusividad al mundo radiante pero caduco de los hippies de California” (Savater, 1982: 90).
Este es el punto clave para el desarrollo de este texto: la banda sonora de la contracultura no necesariamente tendría que ser el rock. En distintos momentos históricos y en distintos lugares geográficos se han presentado distintas manifestaciones musicales que se contraponen a los valores hegemónicos vigentes en el grupo social del aquí-y-ahora que se piense. Para reforzar este nodo teórico, se desarrollan tres partes clave sobre la música en México. En primer lugar, se hará un recorrido por algunas manifestaciones contraculturales distintas a la época de la psicodelia en la tradición occidental. Posteriormente, se hará un breve recuento de la presencia del rock en nuestro país y su presencia como música contracultural. Al final, también se efectúa un histórico y contextual para tratar de demostrar que toda la música surgida en la colonia de México representa una tradición musical que se convierte en una forma peculiar y autóctona de contracultura musical.

CONSTRUYENDO UNA GENEALOGÍA DE LA CONTRACULTURA

La gran característica de la década de 1960 es la convergencia de distintos movimientos minoritarios que manifestaron sus inconformidades a través de distintas expresiones culturales. Las luchas de las feministas, el movimiento afro americano, el pacifismo en torno a Vietnam, el inicio del movimiento gay, los movimientos estudiantiles en Checoslovaquia, Francia y México. En todas estas expresiones se puede encontrar la presencia de formas artísticas para generar la protesta, siendo la música una de las más importantes. Sin embargo, es posible encontrar en otros momentos de la historia situaciones en las que la cultura y la música también sirvieron como una forma de expresión en contra de los valores establecidos (Racionero, 2000; Savater, 1982).
Habría que ubicarse en el siglo XVIII, el llamado Siglo de las Luces, para situar los inicios de la contracultura. En lo político, el modelo predominante en Europa es el despotismo ilustrado, que se caracteriza por el mando de reyes refinados y educados, pero también crueles y despiadados con sus opositores. En lo económico, se vive el florecimiento de una burguesía con acceso a libros y periódicos, que les permitía contar con una opinión sobre las cuestiones públicas (Habermas, 1994).
Tanto la nobleza déspota como la burguesía aspiracional estaban fuertemente influenciados por el movimiento de la filosofía ilustrada, el cual se formó de pensadores franceses, alemanes, ingleses y norteamericanos. Con el triunfo de la Revolución de 1688 que completó la transición de Gran Bretaña hacia el parlamentarismo y la democracia, estos pensadores veían como deseable que este modelo político también se instalara en otras potencias europeas, en especial en aquellas dominadas todavía por los monarcas absolutos.
En este contexto histórico se puede situar la primera expresión contracultural de la historia de Occidente en un producto típicamente ilustrado: la Enciclopedia. Este compendio del conocimiento universal fue escrito por un colectivo de más de cien personas que colaboraron para integrar esta colección de saberes. ¿Por qué se afirma aquí que la Enciclopedia representa un punto de partida de la contracultura? Porque la difusión del conocimiento a través de un libro representaba una seria afrenta para la Iglesia Católica y sus déspotas monarcas aliados. Además, se trata de un reto desde el mundo de la cultura, desde el conocimiento; por lo que no se puede considerar que el movimiento enciclopedista haya generado por sí mismo ninguna revolución.
La contracultura va a ser mucho más visible en el siglo XIX. Racionero (2000) afirma que las primeras formas underground2 de la filosofía en Occidente son el romanticismo y el anarquismo. En cuanto al primero, se trata de un movimiento cultural que en muchos sentidos se opuso a la cultura triunfante de las revoluciones ilustradas que prometía la razón y el progreso, y que se veía materializado ante la creciente Revolución Industrial. Se atribuye al poeta romántico Herder esta frase que muestra con claridad la oposición de este movimiento a la razón ilustrada: “No estoy aquí para pensar sino para ser, sentir, vivir” (Herder, citado en Berlin, 2009: 157).
Bajo estas ideas, el movimiento romanticista produjo novelas, cuadros y música que expresaba esta oposición a las ideas de progreso y desarrollo del siglo XIX. Haciendo centro en la música, es posible encontrar en la música romántica un discurso (Agawu, 2012); por lo que aquí se encuentra un importante antecedente que es fundamental para esta idea del romanticismo como contracultura. Es bien sabido que Beethoven desairó a Napoleón en su paso por Viena, así como el sentido profundo de rebelión contra los imperios en las polonesas de Chopin o las rapsodias húngaras de Lizst. Si bien, como el propio Agawu advierte en su libro, no es sencillo visualizar como discurso un texto exclusivamente musical, estas anécdotas sirven para sostener el argumento de que la música romanticista ya implica una idea de contracultura en su exposición.
En cuanto al anarquismo, esta corriente de pensamiento también iniciada en la segunda mitad del siglo XIX tuvo sus expresiones culturales. Algunos escritores de esa época son vinculados con el anarquismo: Lev Tolstoi, Oscar Wilde y Fiodor Dostoievski. En el ámbito musical, también hubo algunos temas musicales impregnados de las nociones anarquistas en los inicios del siglo XX; pero si de movimientos musicales anarquistas hay que hablar, la referencia obligada es el punk, donde se expresan muchos de los valores que los pensadores anarquistas como Bakunin expresaron en pleno siglo XIX: el nihilismo, el apoyo mutuo, el empoderamiento de la persona –DIY3–, así como la abolición del Estado y las instituciones sociales.
Otros movimientos culturales, previos a 1960 y que no tienen un gran énfasis musical, también pueden ser reconocidos como contracultura. Los “poetas malditos franceses”, que hicieron del consumo de ajenjo una forma de alejarse de los valores establecidos; qué decir de los pintores de las vanguardias de inicios del siglo XX se opusieron a los valores académicos del arte, en especial el expresionismo alemán, movimiento que Hitler calificó como “arte degenerado”. También está la conjunción del existencialismo y el jazz a través de sus seguidores parisinos llamados zazous, que se opusieron abiertamente a la intervención nazi en Francia.
Todas estas expresiones tienen implícito el valor de la contracultura. A través de su propia expresión manifiestan su oposición a los valores establecidos en los poderes políticos y/o sociales de su época. Es por ello que se puede afirmar que la contracultura existe antes de la década de 1960; lo que vamos a encontrar en esos años es la reunión de distintos grupos que convergen en torno a sus protestas culturales, lo que permitió que se volviera más notorio y significativo. A continuación se expresa que para el caso de México, la situación es también muy similar: los años sesenta como un periodo significativo, pero también existen otras expresiones culturales que pueden calificarse como contraculturales.

ROCK Y CONTRACULTURA EN MÉXICO

Las primeras incursiones del rock en México a principios los años sesenta generaron músicos que eran meros traductores de las canciones angloamericanas. El rock venía a irrumpir con una música vinculada con el folclor local, la tradición y lo nacional. Esta situación colocó al rock como una música contracultural y heterodoxa, que se alejaba de los estándares de mexicanidad que se había construido durante la no muy lejana época del vasconcelismo. Los jóvenes mexicanos de la época se asumieron como entes totalmente modernos, distinguiéndose de sus padres y abuelos, herederos de una revolución agraria y popular, provenientes de un entorno social completamente distinto al del desarrollo estabilizador y el progreso social discursado por el gobierno. De tal suerte, su búsqueda giraba en busca de símbolos que los alejaran de lo instituido y les permitiera crear un entorno más privado; por lo que para muchos de ellos ésta fue la señal esperada para caminar “detrás del rock, así como los niños corrían fascinados tras el flautista de Hamelin” (Giberti, 1998: 186).
En un proceso lento y turbulento, la sociedad mexicana fue asimilando este nuevo estilo musical y comprendió también el sentido cultural que había comenzado con el “Sargento Pimienta” y “los Bitles”. José Agustín (1996) hace un recorrido espléndido por los paralelismos que hubo entre la contracultura estadounidense y la nuestra. La variante de los jipitecas o jipis aztecas, Avándaro en lugar de Woodstock, el movimiento del 68 por Vietnam, María Sabina en vez de Timothy Leary; también se podría pensar en Alex Lora como el John Lennon local. Poco a poco, el rock mexicano recreó los recursos simbólicos y culturales del rock internacional, acercando este género musical a los discursos que los jóvenes mexicanos demandaban de acuerdo a su contexto.

“-¿A poco no pones un disco del Tri y te pones de buenas, mano? Estés como estés, estés en el tráfico, estés, este, pensando en… los impuestos, en tu jefe, te pones de buenas. ¿Qué, por qué? A ver, Alex. ¿Qué haces? ¿Qué haces para que resulte esto?
-Lo que pasa es que es una música para desahogarte, para olvidarte de tus broncas, y curártela, ahí, te desahogas. O sea. Es una música muy prendida que al oírla, pues te ríes de tu propia realidad.” (Kelly, 2003) 4

Todo el entramado simbólico entró en acción para lograr la comunión entre músicos y público, entre ídolos e idólatras. Es así que el rock se convirtió en una forma de estar-en-el-mundo para los jóvenes; formando así una visión particular desde la cual se miran los demás círculos de acción social del propio país; éste no fue ni ha sido una situación pasajera para los jóvenes y con el paso de los años, ha terminado por constituirse en un forma permanente de delimitar personalidad y estilo para cada generación juvenil (Serrano, 1998: 255).
De tal forma, surgieron sucesivamente en México psicodélicos, progres, trisoleros, metaleros, darketos, punketos, skatos y demás subespecies roqueras que toman sus símbolos, sus espacios y sus valores de acuerdo a su espacio, su tiempo y sus pretensiones. Cada movimiento o subcultura fue supliendo a su antecesora en un proceso dialéctico de ortodoxias y heterodoxias de estilos (Hebdidge, 1995). Sin embargo, la afirmación del rock dentro del mosaico cultural mexicano no es así de simple, pues, a pesar de su tolerancia, el rock no se sustrajo de su origen contracultural y anti institucional. El rock juega hoy en día en nuestro país una extraña dicotomía: es por una parte una voz rebelde que protesta contra la imposición de las instituciones, con un claro sentido libertario; pero también, por otra parte, se incorpora al mercado musical, se empaqueta y se ofrece en las tiendas e Internet. Si bien hay grandes conciertos multitudinarios, no han desaparecido esos foros cuasi clandestinos donde se ofrecen estilos musicales que difícilmente interesarán al gran elector mediático. En esta contradicción donde cabe cuestionarse si es el rock el poseedor absoluto de este sentido contracultural.
También es importante señalar que el movimiento contracultural de los años sesenta se desdibujó, tanto en Estados Unidos como en México, llevando al movimiento, o bien a la reclusión total en comunas apartadas de las ciudades, o bien, a la inclusión de sus símbolos en el sistema masivo cultural. El rock como parte de esta contracultura, también ha jugado este doble papel, por lo que su identificación directa con la contracultura se diluyó.
A pesar de su difusión, fue en esta mezcla de ideas y de ámbitos de la cultura donde el movimiento encontró el comienzo de su decadencia. Ya no eran los negros, ni las mujeres, ni la paz en Vietnam, ni las universidades, ni el rock lo que podía cohesionar al movimiento. Surgieron diversas contradicciones:

En el proceso, lo que había empezado como un movimiento coherente se ha convertido en algo que parece más bien una mezcla de elementos dispares. Una parte de la contracultura propone el cambio violento, la otra el pacifismo militante. Un sector exhibe la mentalidad eminentemente práctica de la política radical; otro, la alucinación psicodélica. Dionisiaco y frenético por un lado, el movimiento es contemplativo y cordial por el otro. En un extremo tenemos a los locuaces, extrovertidos y retóricos; la característica del otro extremo es una reclusión casi cataléptica. Sus héroes son una extraña congregación: Allen Ginsberg, el Che, un indio yaqui llamado Don Juan, Lao Tse, Abbie Hoffman, Thoreau, Eldridge Cleaver… ¿cómo formar un acorde armónico en esta mezcla cacofónica? (Melville, 1980: 20).

Tanto en la diversidad generacional que desancla al rock de la concepción de “música juvenil”, así como la disgregación simbólica que termina por diluirlo; se muestra pertinente cuestionar su valor contracultural. Como música se ha normalizado en la sociedad mexicana del siglo XXI. Los jóvenes de hoy pueden pasar de una canción de los Doors a una de Jesse y Joy en sus iPods sin el menor remordimiento ideológico. También suceden fenómenos como los “Mazahuacholoskatopunks”, neologismo acuñado por Federico Gama (2009) para referirse a un grupo juvenil que invadió la ciudad de México durante la primera década del siglo XXI y que se caracterizó por cinco grandes características: a) son migrantes, generalmente indígenas que b) buscan empleo en la ciudad de México y que en sus tiempos libres c) se congregan en espacios públicos para convivir d) generalmente los domingos que descansan de sus labores, y e) quizá la más importante, integran a su identidad rasgos de los cholos, skatos, punks, darks, emos o rockers, a veces uno solo, a veces en una mezcla abigarrada (p. 40). El rock se fundió con otras formas culturales para convertirse en uno más de los híbridos de la cultura mexicana.
Es por ello que hoy por hoy vale la pena repensar qué músicas podrían representar una posición contracultural en un país cuyo crisol cultural siempre ha sido complejo y difícil de asir.

UNA POSICIÓN CONTRACULTURAL DENTRO DE LA MÚSICA POPULAR MEXICANA

Toda la música popular mexicana se tendría que centrar en la manifestación más representativa de la música tradicional mexicana, el son. Se puede afirmar que éste representa la primera música popular mexicana y auténticamente mestiza, pues recupera las coplas típicas de la poesía nahuatlaca, los romances españoles y elementos rítmicos y corales provenientes de la música africana, producto de la llegada de barcos negreros en las zonas costeñas del país. Es interesante hacer notar que su presencia se hará sentir en amplias zonas del territorio nacional; en la zona de Tierra Caliente, región compartida entre los estados de Guerrero y Michoacán; los sones abajeños de la región occidental del país; los sones de Costa Chica, región que abarca el sureste de Guerrero y una parte de la costa de Oaxaca; los sones istmeños de Oaxaca; los sones jarochos típicos de Veracruz; así como los sones huastecos de la Sierra Madre Oriental, abarcando los estados de Tamaulipas, Veracruz, San Luis Potosí, Hidalgo y Puebla (Heredia, 2004).
Dentro de todos los estilos o géneros que se pueden considerar como herederos de esta tradición de los sones coloniales, se destaca el papel siempre heterodoxo del corrido. Si bien el más popular de los corridos históricos es el de la Revolución Mexicana, los primeros bien datados por los historiadores son los de la Independencia de México (Lira, 2013). Los mexicanos insurgentes serán elevados al rango de héroes y los extranjeros realistas son los villanos. Esta misma afirmación de lo nacional como lo bueno y lo extranjero como lo infame se da nuevamente con los corridos de las dos intervenciones, la norteamericana y la francesa (Lira, 2013).
En la época porfiriana aparece la narrativa del bandido como figura central de los corridos, personaje que rompe este maniqueísmo narrativo, pues el malo es también digno de admiración como protagonista del corrido. Enrique Flores (2005) nos describe puntualmente la aparición de estos “forajidos” como él llama a los bandoleros como Joaquín Murrieta y Jesús Malverde, figuras de esta nueva vertiente de corridos. Consecuencia de estos corridos, de bandidos, aparecen los primeros narcocorridos en la década de los treinta (Ramírez Pimienta, 2010)–El Contrabandista y Por Morfina y Cocaína, ambas piezas de 1934; o bien El Pablote de 1931–. De estos primeros esbozos de los bandoleros que trafican drogas tuvimos que llegar a la década de los setenta cuando Los Tigres del Norte graban una de las piezas más celebres del género, Contrabando y Traición, popularmente conocido como el corrido de Camelia La Texana y que bien se puede considerar el primer corrido de narcotraficantes de la era moderna (Wald, 2001; Ragland, 2009; Ramírez Pimienta, 2010). El género se iría desarrollando a lo largo de la década de los ochenta y noventa, con representantes como Adán Chalino Sánchez, los Tucanes de Tijuana, Grupo Exterminador, entre otros más.
La última etapa de este desarrollo la encontramos en el llamado “movimiento alterado”, que devino con el auge de la llamada “guerra del narco” característica del sexenio de Felipe Calderón en una forma de aludir de forma explícita a la violencia propia de los cárteles de la droga, particularmente el de Sinaloa. Entre sus máximos representantes encontramos a El Komander, Gerardo Ortiz, Los Buitres de Culiacán y Los buKnas. La exaltación de la violencia, el encumbramiento del narcotraficante como una figura de poder, un machismo fuertemente misógino son los principales rasgos de esta música.
Estos excesos líricos motivaron en numerosas ocasiones vetos hacia esta música. En 2001 se dio el primer ejercicio aún previo a la emergencia del Movimiento Alterado, cuando en Sinaloa se prohibió la transmisión de narcocorridos por la radio local (Ramírez Paredes: 2012). Asimismo, el Komander suma una gran lista de lugares donde no se le ha permitido presentar su música en vivo, iniciando por Cuernavaca, donde fue prohibida su presentación durante la Feria de la Primavera 2014. De ahí se agregan ciudades como Culiacán, Tijuana, Los Mochis, Puebla, Campeche, Pachuca, etc.
Aquí cabe preguntarse si esta prohibición para la transmisión de esta música por la radio o bien para las presentaciones en vivo es una buena forma de nulificar estas “apologías a la violencia”, como lo han calificado las distintas autoridades. En mi parecer, la censura nunca ha funcionado para erradicar expresiones incómodas a los sistemas políticos a través de la música. La naturaleza sonora de la música hace de ésta un medio imposible de nulificar; el sonido es una energía que se propaga por cualquier medio material, traspasa muros y conciencias. Además, la característica esencial de la música contemporánea es su persistencia a través de la grabación, deja de ser un bien efímero, su “valor de cambio y valor simbólico queda almacenado en un medio que persiste, hace que adquiera, por ende, una temporalidad distinta, se extienden en el tiempo y en el espacio, permitiéndoles permanecer y alcanzar un gran número de receptores dispersos” (De Garay, 1993: 33).

CONCLUSIONES

Es este papel el que convierte al narcocorrido y al movimiento alterado en los nuevos portadores de esta fuerza contracultural de la música. Es una música que de forma natural se opone a los formatos estandarizados de la cultura dominante en México. Estos “modos oficiales” de la cultura corresponden a lo que la corriente gramsciana de los estudios culturales (Hall, Williams) ha dado por llamar cultura hegemónica, la cual es el reflejo cultural del poder de las elites manifestado sobre la sociedad más amplia.

Desde este sentido, la cultura masiva quedaría también fuera de la cultura subalterna; son los dueños de los grandes consorcios mediáticos y la élite en el poder los que definen qué hay y qué no en los contenidos de sus empresas. Lo que hoy día pretenden censurar, ayer lo apoyaron. A sus consorcios llegaron a grabar iconos de la música popular de muy diversas épocas, como lo son Los Tigres del Norte, Valentín Elizalde o la Banda El Limón. Ahora, a pesar de los intentos de censura, los medios digitales posibilitan la difusión de esta música más allá de las radios y las disqueras, empresas hoy débiles y en vías de extinción. Es bien sabido que el Movimiento Alterado recurre fuertemente a la distribución vía Internet a través de descargas de mp3, videoclips o streaming; a veces en los sitios populares como YouTube o Spotify, otras en blogs y sitios especializados más ocultos. Esto no se va parar con una simple censura a los medios tradicionales.
Justo una característica fundamental de la cultura alternativa es que su capital simbólico es “rechazado hacia los confines de la cultura”, por lo que también se le ha llamado cultura periférica, dado que existe una “precaria integración a la cultura hegemónica”, que no se da por la propia “voluntad de oposición explícita” (Cirese, 1979: p. 43), sino por la expulsión del sistema hegemónico. Su entrada al sistema se da en formas sutiles y poco notorias; su descubrimiento en el circuito interior de la cultura puede generar escándalos y motivar fuertes sanciones, como los múltiples intentos de prohibición de estos corridos. Es esta condición de lo alterno lo que lo diferencia de lo popular y lo folclórico, ya que ambas manifestaciones culturales son esenciales en la cultura central mexicana; su capital simbólico es un importante suministro de insumos para la cultura masiva, lo cual provoca una gran circulación de sus símbolos en el grueso de la sociedad mexicana. No podría haber cultura mexicana sin lo popular y lo folclórico; no así lo alternativo, que es apenas una abolladura en el rincón de la cultura mexicana.
El envío del capital simbólico subalterno hacia la “periferia” de la cultura tampoco es una expulsión o reclusión de sus símbolos. El sistema se comporta de manera permeable. A este sistema simbólico se le impide el “desarrollo autónomo”, por lo que es necesario permitir el acceso al centro para reordenar “su producción y consumo, su estructura social y su lenguaje para adaptarlos al desarrollo capitalista” (García Canclini, en Yúdice, 2002: p. 118). No se vive ahora bajo leyes fundamentales y rígidas para el manejo del capital cultural, “hay, en cambio, una competencia de muchos y diferentes principios de inclusión y exclusión” (Yúdice, 2002: p.47) que son producto de los diversos mecanismos de entrada y salida de símbolos del sistema hegemónico de la cultura. Estos mecanismos no se encuentran regulados; se dan de forma natural y espontánea y son éstos los que provocan que, a pesar de la globalización, la cultura no sea estática.
Es en este sentido que proponemos que, así como en la Colonia se censuraron los sones y los jarabes por ser música y baile que incitaban a la parranda, ahora nos encontramos con ese mismo intento con una música que viene de esa misma raíz. Tampoco se pretende hacer una defensa del narcocorrido y los alterados. Estos músicos son una parte importante del fenómeno del crimen y la violencia que mucho daño ha causado al país. A lo que aspira este trabajo es señalar su valor contracultural, mismo que como lo muestran varios autores (Savater y de Villena:1982; Racionero, 2002), va más allá de los ya muy mencionados jipísimos años sesenta, abarcando expresiones culturales como el budismo, el shamanismo, la literatura de Herman Hesse, la filosofía anarquista, entre otros más.
Si nos detenemos a pensarlo por un momento, ninguna de estas formas de expresión cultural se eliminó a partir de procesos de censura. Es en este sentido que proponemos al narcocorrido y al Movimiento Alterado como formato contracultural, que igual que muchas otras expresiones calificadas como tal, divergen de la ortodoxia cultural vigente; se disparan a las periferias y utilizan medios subterráneos para su difusión y presencia. En esta condición, si bien la censura no parece ser la respuesta para el tratamiento de estas músicas marginales, queda abierta la pregunta sobre cómo manejar la complicada temática que abordan. Nuestro trabajo prosigue, por lo que, por esta vez se deja esta pregunta abierta en espera de encontrar posibles respuestas.

Omar Cerrillo Garnica -  (2015). “Contracultura musical en México: mirando más allá del rock”. Estudios de música sin música. Revista del Sepehismume, 1

NOTAS:
En algunas biografías de los Beatles, se dice que el cambio se dio poco después de sus primeras presentaciones en Estados Unidos, cuando conocen a Bob Dylan en 1964 y éste les da a probar la marihuana (Agustín, 1994). A partir de allí, todos los miembros del grupo comenzaron a experimentar con diversas drogas, cambiaron su apariencia así como la estructura y composición de su música.
Su libro se titula así, Filosofías del Underground. Tanto por el sentido general del texto, como también tomando como referencia trabajos con este sentido como el de Dick Hebdidge (1995) o Cirese (1979), se puede considerar el término underground como un sinónimo de contracultura.
Do it Yourself, por sus siglas en inglés. Hazlo por ti mismo, una idea central en la filosofía punk y anarquista.
Entrevista radiofónica contenida en Alex Lora: esclavo del rocanrol. DVD. Warner Music: México.

Fuentes consultadas
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Serrano, José Fernando (1998). “Somos el extremo de las cosas o pistas para comprender culturas juveniles hoy”. En Margulis, Mario, et. al. (comp.). Viviendo a toda. Jóvenes, territorios culturales y nuevas sensibilidades. Universidad Central-DIUC-Siglo del Hombre Editores: Bogotá.
Wald, Elijah (2001). Narcocorrido. Harper Collins Publishers: Nueva York.
Yúdice, George (2002). El recurso de la cultura. Gedisa: Barcelona.




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Lo más visto de la semana pasada

Los 100 Mejores Álbumes del Rock Argentino según Rolling Stone

Quizás hay que aclararlo de entrada: la siguiente lista no está armada por nosotros, y la idea de presentarla aquí no es porque se propone como una demostración objetiva de cuales obras tenemos o no que tener en cuenta, ya que en ella faltan (y desde mi perspectiva, también sobran) muchas obras indispensables del rock argento, aunque quizás no tan masificadas. Pero sí tenemos algunos discos indispensables del rock argentino que nadie interesado en la materia debería dejar de tener en cuenta. Y ojo que en el blog cabezón no tratamos de crear un ranking de los "mejores" ni los más "exitosos" ya que nos importa un carajo el éxito y lo "mejor" es solamente subjetivo, pero sobretodo nos espanta el concepto de tratar de imponer una opinión, un solo punto de vista y un sola manera de ver las cosas. Todo comenzó allá por mediados de los años 60, cuando Litto Nebbia y Tanguito escribieron la primera canción, Moris grabó el primer disco, Almendra fue el primer ...

Don Cornelio y la Zona - Don Cornelio y la Zona (1987)

"Hola, les saludo desde Ecuador, he seguido la página desde hace unos años y han sido un gran soporte emocional en mi vida gracias a la música que me han compartido. Quería preguntarles si pueden revivir este álbum que descubrí hace poco". ¿Y cómo negarnos ante ese comentario?. Como homenaje al recientemente desaparecido Palo Pandolfo (uno de los cantautores más destacados de la música argentina en las últimas tres décadas), reflotamos un discos que Artie había publicado hace ya mucho tiempo. Acá está, entonces, el disco homónimo de Don Cornelio, muy pedido por varios, como recuerdo de ese referente del rock argento que fue el poeta del rock "Palo" Pandolfo, con su combinación de lirismo y violencia reconocible en su rock, algunos dicen que fue heredero artístico de Pescado Rabioso , y desde hace 35 años que vino siendo bastante más que el flaquito que vino a poner oscuridad en el pop alfonsinista. Artista: Don Cornelio y la Zona Álbum: Don Cornelio y la Zona ...

Rockal y La Cría - Salgan del Camino (1973)

La primera vez que presentamos este disco nos había llegado desde Polonia con amor, gracias a un aporte de un cabezón polaco llamado Bob, y ahora lo recuerda LightbulbSun. Parece ser que este es un olvidado grupo que incluia a Rocky Rodriguez (Rockal) que era un excelente guitarrista, y algunos músicos amigos que se juntaron con Pajarito Zaguri pata editar este álbum de rock pesado "progresivo" (como se decía en su momento) con rock urbano y fraseos de blues, aunque los temas bastante simples y cuadrados. Otro aporte que aparece antes de que me tome el palo con unas ansiadas y necesarias vacaciones, y otra de las tantas cosas que tienen para escuchar en mi ausencia. Artista:   Rockal Y La Cria Álbum: Salgan Del Camino Año: 1973 / 1996 Género: Hard rock / Blues rock Duración: 36:20 Nacionalidad: Argentina Una rareza perdida en en tiempo. Espero que lo disfruten! El fundador del mítico club la Cueva Rocky "Rockal" Rodríguez formo un grupo llamado La Cría R...

King Crimson Collector's Club (1998 - 2012)

Artista: King Crimson Álbum: King Crimson Collector's Club Año: (1998 - 2012) Género: Progresivo ecléctico Nacionalidad: Inglaterra Lista de Discos: KCCC 01 - [1969] Live at the Marquee (1998) KCCC 02 - [1972] Live at Jacksonville (1998) KCCC 03 - [1972] The Beat Club Bremen (1999) KCCC 04 - [1982] Live at Cap D'Agde (1999) KCCC 05 - [1995] On Broadway - Part 1 (1999) KCCC 06 - [1995] On Broadway - Part 2 (1999) KCCC 07 - [1998] ProjeKct Four - The Roar Of P4 - Live in San Francisco (1999) KCCC 08 - [1994] The VROOOM - Sessions April - May (1999) KCCC 09 - [1972] Live At Summit Studios Denver, March 12 (2000) KCCC 10 - [1974] Live in Central Park NYC (2000) KCCC 11 - [1981] Live at Moles Club Bath (2000) KCCC 12 - [1969] Live in Hyde Park, July 5 (2002 KCCC 13 - [1997] Nashville Rehearsals (2000) KCCC 14 - [1971] Live at Plymouth Guildhall, May 11 (2CD) (2000) KCCC 15 - [1974] Live In Mainz, March 30 (2001) KCCC 16 - [1982] Live in Berkeley (2CD) (200...

David Gilmour - Luck and Strange (2024)

Una entrada cortita y al pie para aclarar porqué le llamamos "Mago". Esto recién va a estar disponible en las plataformas el día de mañana pero ya lo podés ir degustando aquí en el blog cabeza, lo último de David Gilmour de mano del Mago Alberto, y no tengo mucho más para agregar. Ideal para comenzar a juntar cositas para que escuchen en el fin de semana que ya lo tenemos cerquita... Artista: David Gilmour Álbum: Luck and Strange Año: 2024 Género: Rock Soft Progresivo / Prog Related / Crossover prog / Art rock Referencia: Aún no hay nada Nacionalidad: Inglaterra Lo único que voy a dejar es el comentario del Mago... y esto aún no existe así que no puedo hablar de fantasmas y cosas que aún no llegaron. Si quieren mañana volvemos a hablar. Cae al blog cabezón, como quien cae a la Escuela Pública, lo último del Sr. David Gilmour (c and p). El nuevo álbum de David Gilmour, "Luck and Strange", se grabó durante cinco meses en Brighton y Londres y es el prim...

Festival La Plata Prog 2011

En la ciudad de La Plata se desarrolla desde el año 2010 el Festival La Plata Prog . Este año, en su segunda edición, y siempre con el auspicio de la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de La Plata, el Colectivo Progresivo Platense , ha organizado un festival que abarcará todo el mes de Setiembre . En un evento que incluye diez conciertos a lo largo del mes de la primavera, veremos en los mejores escenarios de la Ciudad de La Plata, a los mayores exponentes del rock Progresivo de nuestro País. Esta convocatoria incluye bandas locales, así como de Capital Federal, de Chascomús, y de Bahía Blanca. Aunque todavía quedan bandas por confirmar, esta es la grilla hasta el momento: LA PLATA PROG 2011 Septiembre Viernes 02 Baalbek La Dieta (Cap. Fed.) Pasaje Dardo Rocha Calle 50 entre 6 y 7 Sala Polivalente Sábado 03 Post Mortem Fughu (Cap. Fed.) El Ayuntamiento, Calle 49 e/ 6 y 7 Calle 1 e/ 47 y 48 Viernes 09 Hexatónica Oscura Sedición Jinetes Negros (Cap. Fed.) Sábado ...

Genesis - BBC Broadcasts (2023)

Falta poco para el fin de semana y ya vamos preparando algo para no se aburran, ahora es el Mago Alberto que aparece y lanza un bombazo, les copio palabras textuales: "El pasado viernes 3 de marzo se lanzó en todo el mundo una serie de 5 volúmenes finamente seleccionados por Tony Banks de grabaciones en vivo de Genesis que abarcan desde los comienzos de la banda hasta su etapa final. Lo sorprendente de estas ediciones es el trabajo de retocado muy profesional del sonido, que produce un placer auditivo muy particular ya que las primeras tomas en vivo en los albores de la banda por lo general no eran muy buenas, pero realmente vale la pena escuchar estas versiones, aparte de un muy buen gusto en la selección de los tracks, todos muy rockeros incluida la etapa mas popera y menos atractiva del grupo, así que vayan con confianza y disfruten a pleno de esta muy buena edición. Por supuesto ya todos conocemos el inmenso abanico musical de Genesis, así que los fanáticos van a ...

David Gilmour - Rattle That Lock (2015)

Artista: David Gilmour Álbum: Rattle That Lock Año: 2015 Género: Rock, Blues, Jazz Duración: 51:17 Nacionalidad: Inglaterra Lista de Temas: 1. 5 A.M. 2. Rattle That Lock 3. Faces Of Stone 4. A Boat Lies Waiting 5. Dancing Right In Front Of Me 6. In Any Tongue 7. Beauty 8. The Girl In Yellow Dress 9. Today 10. And Then ... Alineación: - David Gilmour / electric & acoustic guitars, bass, percussion, piano, Hammond organ, electric piano, saxophone, vocals, cumbus, bass harmonica - Guy Pratt / bass - Phil Manzanera / piano, keyboards - Polly Samson / piano, vocals - Steve DiStanislao / drums - Mica Paris / vocals - Louise Marshall and The Liberty Choir / vocals

Tantor - Tantor (1979)

Artista: Tantor Álbum: Tantor Año: 1979 Género: Jazz rock Nacionalidad: Argentina Lista de Temas: 1. Guerreras club 2. Niedernwohren 3. Llama siempre 4. Oreja y vuelta al ruedo 5. Halitos 6. El sol de la pobreza 7. Carrera de chanchos Alineación: - Carlos Alberto Machi Rufino: bajo - Héctor Starc: guitarra - Rodolfo García: batería Invitados: - Leo Sujatovich - Lito Vitale Seguimos con las resubidas, Sandy nos trae estos dos discos dificilíiiiiiisimos de conseguir, mejor dicho, imposible. Banda de músicos excelentes, todos EX de otras grandes bandas del rock nacional de los 70s, luego de la separación de sus grupos fundacionales, grupos como Almendra y Aquelarre. Quizás dos álbums demasiado menospreciados dada su calidad, principalmente porque los tipos tuvieron la chispa creativa pero la misma no pegó en el público y en su momento no tuvieron la difusión y reconocimiento que se merecían. Desde este humilde espacio volvemos a hacer otra reparación histórica...

Kate Bush - The Christmas TV Show (1979)

Y se viene un regalito de navidad para tanto cabezón que visita nuestro espacio. Se trata de otro aporte del Mago Alberto que ya había anunciado oportunamente y ahora se hace efectivo, la tenemos a la Kate en un registro de 1979 titulado "The Christmas TV Show", una grabación con trece temas que muchos de quienes gusten de esta artista seguro ni saben que existe, y el Mago nos cuenta un poco: "El Kate Bush Christmas TV Special de 1979, dirigido por Roy Norton, es un programa único que captura la esencia artística de la hermosa cantante británica. Este especial navideño presenta a Kate en una serie de actuaciones musicales y sketches teatrales, mostrando su versatilidad y profundidad como artista. Y como condimento especial sobresale la actuación de Peter Gabriel, haciendo una versión descomunal del clásico "Here Comes The Flood", con una intro coral que la hace aún mas espléndida". Así que ya saben, para quien acepte el convite y quiera tener otro rega...

Ideario del arte y política cabezona

Ideario del arte y política cabezona


"La desobediencia civil es el derecho imprescriptible de todo ciudadano. No puede renunciar a ella sin dejar de ser un hombre".

Gandhi, Tous les hommes sont frères, Gallimard, 1969, p. 235.