Desde noruega llega este álbum debut que linda entre el rock psocodélico, el stoner rock y el rock progresivo setentero, donde lo que hacen los músicos no es inventar nada nuevo sino hacer bien (muy bien!) lo que hacen. Una banda liderada por dos hermanitos, quienes se remiten a la psicodelia setentera como punto de partida, agregando sonoridades más modernas cercanas al Stoner rock, y creando una mezcla entre Wishbone Ash y Mastodon (para que tengan una idea de su sonido). Esto es algo nuevito de una banda desconocida, pero no por ello menos disfrutable, de una banda que no inventa nada nuevo pero lo que hace lo hace muy bien. Salvaje, vibrante y lleno de vigor, esto es muy recomendable para todos los amantes de la música progresiva, y un comienzo jodidamente brillante en la carrera de este nuevo grupo noruego. Les recomiendo que le peguen una escucha, total no cuesta nada...
Artista: Kosmodome
Álbum: Kosmodome
Año: 2021
Género: Psychedelic Stoner Rock
Duración: 44:41
Referencia: Bandcamp
Nacionalidad: Noruega
Kosmodome, otra banda en el firmamento de la floreciente escena musical progresiva de Noruega, con su sonido psicodélico pesado, nos entrega su primer disco, con su atmósfera de los sesenta.
La música de Kosmodome es rock setentero basado en riffs pesados con elementos stoner. Como dije antes, no inventan nada pero lo que hacen, lo hacen muy bien.
Una banda liderada por los hermanos Sandvik, Sturle a la guitarra y voz, y Severin a la batería,
Centrados en lo melódico y lo groovy; con una potente base para lograr inmersiones profundas en paisajes sonoros densos y pesados y atmósferas espaciales. Las secciones instrumentales son fundamentales para su narración musical, apoyados por algunos temas líricos; hablando desde la introspección y el asombro, cavilaciones sobre la condición humana y frustraciones hacia la sociedad contemporánea.
Justo así se siente escuchar el álbum debut de KOSMODOME, la dupla de hermanos noruegos Sturle y Sverin Sandvik, llevando voces, guitarras y percusiones respectivamente, quienes nos ofrecen un viaje cargado de música psicodélica que coquetea con el rock progresivo, todo cuidando muy bien el aspecto melódico y dejando esa sensación “groovy” de aquel entonces.
Arrancamos con “Enter the Dome”, un tema que no supera los dos minutos de duración y, tal como lo indica el nombre, sirve a manera de introducción al disco y directamente a la segunda pista “Retrograde”, que nos envuelve de lleno en esa atmosfera psicodélica de la que hemos estado hablando, con riffs deliciosos y melódicos, cargados de un aura sesentera, pero, extrañamente, resultando compuesto por la fibra post-rock más que por otro elemento en general.
“Hypersonic” se presenta como una canción orientada hacia lo alternativo con toques psicodélicos, con la batería marcando un ritmo difícil de ignorar y complicado de no externar vía lenguaje corporal. “Deadbeat” nuevamente evoca ese ambiente de antaño con una percusión de lo más groovy y riffs pegadizos. Cabe destacar que las voces también se sienten extraídas de la época y llega un punto en el que se piensa que en verdad estas escuchando un trabajo de esos años. Igualmente, esta es una de esas canciones que enseñan las influencias en general que los Sandvik han impregnado en su trabajo. Me recuerdan algunos trabajos de My Morning Jacket, Racing Glaciers, The Who e incluso al primer disco de The Verve, pero con cierto espíritu propio.
“Waver I” se introduce vigorosamente con una batería potente y una guitarra estrepitosa, marcando aquí uno de los momentos más “pesados” del disco, teniendo como respuesta directa “Waver II”, siguiendo con ese discurso más agresivo por parte de las guitarras, pero siendo más atmosférico que la parte anterior. “The 1%” funciona como un puente entre el final de la parte central del disco y la conclusión de este, continuando con la parte de ambiente, sobre todo. Y ya para cerrar tenemos “Orbit”, el tema con mayor duración del disco y en donde colisionan todos componentes del álbum para regalarnos casi nueve minutos de pura genialidad espacial, propiciando así, un cierre adecuado para tal recorrido.
Aunque usualmente procuro diseccionar lo que escucho de manera más cautelosa y, a pesar de que el disco goza de una excelente calidad de producción, la verdad es que aquí no hay mucha tela de donde cortar. Y no lo veo necesariamente como un problema, porque están más que claras las intenciones del disco y no encuentro en ellas delirios de grandeza o aires de pretensión. Es un trabajo humilde en ese sentido. Se presenta como un álbum de rock psicodélico, divertido, simple de escuchar y, la verdad, viene bien encontrarse con algo como lo es KOSMODOME cada cierto tiempo.
Me permitiré relajarme justo en esta parte de la reseña y te insto a ti, estimado lector, a que te relajes a la hora de escuchar este debut. No esperes hallar algo que rompa el molde, un candidato al álbum del año ni tampoco una cosa que venga a cambiar esquemas en el apartado de la innovación. En cambio, espera encontrar un disco que disfruta de sí mismo y que busca hacerte disfrutar a ti también. Cumple perfectamente con su objetivo de crear y ejecutar momentos atmosféricos e incluso de corte Stoner, con letras que versan sobre la introspección, maravillas, y hasta las frustraciones de la sociedad contemporánea. KOSMODOME es, un merecido respiro entre tanta demostración de fuerza. Un suspiro dulce al oído, agradable para todo gusto, público y edades, de duración aceptable pero no lo suficientemente largo como para no sentir que se escurre como agua entre los dedos.
Poco más resta por decir, salvo quizás extender una invitación a que, tal como mencionaba al principio, te dejes llevar. Si de casualidad estabas buscando un descanso de la monotonía que de vez cuando te atrapa en esto de la música extrema, pero sin salir del área del rock, KOSMODOME es una escucha informal, perfecta para brindarte esos “cinco minutos”. Ni más ni menos.
Efren Hernandez Arenas
Ocho canciones hábilmente elaboradas que están superpuestas y contienen suficientes giros y sustancia como para garantizar grandes satisfacciones a todo el público cabezón. No es que "Kosmodome" sea asombrosamente experimental como tal y, sin embargo, escucharlo se siente como una aventura musical vertiginosa. Lo que creo que hace notar esa sención es que en cada canción se nota el entusiasmo y la pasión de estos muchachos por desarrollar su material, que lo disfrutan sobremanera tocándolo e interpretándolo.
Su genial mezcla de rock progresivo, stoner rock y psicodelia de los sesenta es eficaz y funciona magníficamente, con líneas melódicas a veces suaves y melancólicas que van girando y transformándose, terminan haciendo un disco divertido y ecléctico, y se nota que lo están pasando en grande tocando estos temas que van desde lo edificante y casi despreocupado hasta algo desgarrador y oscuro. Ninguna de las composiciones flaquea y, en general, este es un registro sólido y que suena profesional en términos de calidad, cohesión, resistencia y musicalidad.
Definitivamente, esto es una experiencia auditiva interesante, convincente y recomendable.
Lo podés escuchar acá...
https://kosmodome.bandcamp.com/album/kosmodome
Lista de Temas:
01. Enter the Dome
02. Retrograde
03. Hypersonic
04. Deadbeat
05. Waver I
06. Waver II
07. The 1%
08. Orbit
Alineación:
- Sturle Sandvik / guitars and vocals
- Severin Sandvik / drums
With
Ole-Andreas Jensen (Shaman Elephant) - bass
Jonas Særsten - keys, effects
Morten E. Olsen - guitar solo
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