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Pond contra la mayor figura musical de los '60: "El tipo solo sabía la pentatónica y cuatro acordes"


Steve Galahad Pond es la figurita inconseguible del rock progresivo mundial. Guitarrista excelso de la verdadera banda madre del progresivo en su mejor período, pero siempre condenado a las sombras por sus compañeros y sus propias convicciones. 
Durante mas de cincuenta años de carrera  se negó a ser entrevistado y  aparecer en forografías hasta el día de hoy, cuando nuestro querido Guillermo "Tarkus" Berregani lo entrevistó, en exclusiva, para el blog cabezón.











¿Por qué, durante toda tu carrera, te negaste a dar entrevistas y que te hizo 
cambiar de opinión?

Detesto la crítica musical y a los auto- denominados periodistas de rock. No saben nada de música, 
no entienden absolutamente nada del hecho creativo. 
Confunden (y con ellos a su público) de lo que significa ser rockero. 
Son los principales vendedores de la “cultura rock”, que no es otra cosa que marketing. 
Lo única revolución que generó woodstock fue la de avivar a los Longobardis del mundo que los 
festivales del rock podían ser negocio.

El establishment, a  través de sus lacayos pseudo-periodistas, vió la oportunidad de venderle a
 la gente un poco de “rebeldía” controlada a la gente. Convirtió en elemento de consumo al arte
 verdaderamente revolucionario y, de  paso, frenó la verdadera revolución con espejitos de colores 
que te hacían sentir antisistema mientras te gastabas los miseros dolares que te quedaban en 
la edición de lujo de tal disco, la suscripción a la Rolling Stone o la entrada para el Lollapamierda.

Así que siempre detesté a los periodistas y sus preguntas estupidas. ¿Para qué voy a perder tiempo
de mi vida respondiendo mi color favorito, la canción que me hizo tocar la  guitarra o si estaba más 
buena Batichica o Gatubela? Vayanse todos a cagar.

¿Qué cambió? Que veo, por un lado, que se fue todo a la mierda y cada día es peor. Los medios 
están repletos de puterio barato y no se discute en ningún lado el arte. Eso tiene que cambiar.
 Por otro lado me gustó mucho la propuesta de este blog de revalorizar el arte que se pierde en la 
catarata de mierda del mercado.

Se acerca la re- edición de Rägnärök (1971), ¿qué impresiones nos podes dar de ese álbum?
¿Cómo fue el proceso de grabación del disco?

Fue mucho más parecido a la grabación de La Marcha del Ornitorrinco Astral que a la de Sólido.
 Lamentablemente Anderson se consideraba a si mismo inspirado con “la luz del ornitorrinco astral”, 
estaba muy metido en la secta esa, entonces se la pasaba trayendo sus temas de mierda de tres
 acordes y letras directamente imbéciles y tratando de convencernos de que eran obras maestras.


Eso llevaba a la eterna discusión entre el y Clarke sobre el contenido lírico. ¡Cómo si alguno de los
 dos tuviera algún tipo de criterio estético!

Lynch estaba metido con su película de mierda, así que estaba en cuerpo pero no en alma en las
sesiones.

Por suerte esto dejaba que Sleepman y yo pudiéramos hacernos cargo del gran trabajo compositivo. 
Carl tenía especial paciencia para bancarse las imbecilidades del Enano Infradotado ese y convertir
 su bazofia en algo medianamente escuchable.
No lo suena en absoluto, pero era el balance perfecto para la formación clásica de los Platypus y 
por eso Rägnärök es nuestro mejor disco.


Para mucha gente Rägnärök es el punto más alto de la discografía Platypus.
 El punto justo al borde del abismo antes de caer víctima de todos la grandilocuencia que 
terminó por autodestruir al género. ¿Cómo se vivió ese proceso desde adentro?

Sin dudas fue un momento de quiebre y no solo por el cambio de personal que aconteció después.
 Los Platypus siempre fuimos una banda con personalidades muy fuertes. Tenías que ser un Alfa o
 los demás te comían crudo. Esto hizo que trabajar fuese extremadamente complicado, al punto del
 peligro físico. Bueno, eso es una obviedad viendo a donde llevaron las tensiones de la grabación de 
un disco como Rägnärök.

Durante un par de años, a principios de los ‘70, las piezas se sumaban de forma correcta y la 
maquinaria ornitorrinquia caminaba. Esto fue un milagro, porque siempre fue una familia sumamente 
disfuncional. Lo que pasó después es que el ego comenzó a reinar en demasía y los periodos
 subsecuentes de la banda se ven muy dominados por una personalidad en concreto que subyuga a
 las demás para hacer su disco. Eso pasó por primera vez con la gran aberración del ‘74, ese disco 
doble abominable con cuatro temas de veinte minutos donde se hacía exactamente lo que un iletrado 
musical como Anderson Anderson quería.

Ni el sabe que carajo significa esa historia delirante que escribió.

También tuvo su época Lynch con El Piso, aunque de esa yo safé y es bastante más respetable.

Lo que hizo Black en los ‘80 debería ser considerado crimen de guerra. Bueno, el Destino se lo 
hizo pagar con el ejército de stalkers de la tercera edad que lo persiguen hasta el día de hoy.

Contanos sobre el tema homónimo del álbum. ¿Cómo se les ocurrió hacer un tema que ocupe
 toda la cara A del vinilo?

Para ser sinceros la idea fue paulatina con los años. Los temas fueron creciendo solos pero también
 hay una relación con el formato en el que salían los álbumes. Los vinilos tenían dos lados de 20 
minutos. Después del éxito de temas como Avatar del Éter o Apoteosis, la idea de hacer una historia 
que ocupara todo el lado del vinilo fue natural.

Aunque si le preguntas a Clarke te va a decir que queríamos ganarle a los Beatles y su lado B de 
Abbey Road, convirtiendo esa idea de enganchar toda la música de un lado dándole un verdadero 
sentido conceptual. Demostrar que éramos intelectualmente más pijudos, básicamente. 


 Háblanos un poco de Steve Galahad Pond. El hombre detrás del misterio.

Soy de Sagitario, mi comida favorita son los canelones y el programa que más me gusta ver es el 
de Moria a la tarde. Andate a la mierda, Berregani. Pensé que la idea era hacer una entrevista diferente…

Durante décadas se te asoció con el Ocultismo, con rumores que llegan a niveles absurdos. 
¿Qué tanto de esto es verdad?

¿Pertenezco a una secta satánica? no. Odio a los grupos de seres humanos.
¿Me saqué una costilla para poder practicarme autofelaciones? no. Claramente no es necesario.
¿Participé en orgías de sangre con las trillizas de oro, Marta Minujín y el Barbudo de Abba? No, ese
 fue Dino.
¿Grabé las guitarras de un disco de Locomía? Bueno, si. Ese fue el punto más bajo de mi vida. 
Ya no me quedaban órganos para vender y el rock progresivo había dejado de ser rentable hacía 
una década.

Te tocó entrar a la banda en uno de sus momentos más tumultuosos y con el rol más difícil de
 ocupar, por no decir imposible: ser el reemplazo de Supernova, la más grande estrella de 
rock de la década del ‘60. ¿Cómo era ser Steve Galahad Pond en el año ‘69?

A ver. Yo de base le dije a los muchachos que toda esa huevada de show pelotudo de Supernova no 
iba conmigo. Nada de tocar la guitarra prendida fuego con la poronga ni esas giladas. De una les dije
 que yo no quería salir en fotos ni videos ni hacer entrevistas. Bue, durante, cuarenta y nueve años 
me salí con la mía hasta el documental este de mierda que están haciendo.

A decir verdad la presión era mucha. Todas las críticas caían sobre mi por no llamarme “Jimmy 
Supernova”. El tipo era bueno, no te lo niego, pero sabía cuatro acordes y la escala pentatónica, 
no jodamos. Además estaba reeee chapa. ¡Imaginate estar tan chapa que sos el que esta chapa 
en una banda como The Astral Platypus! La realidad es que el quía no se hubiera bancado los ‘70.




Guillermo Berregani, Progger Fantasista de la Primera Ola. Padre orgulloso de Vilma y Yanhira.

Bandcamp oficial de la banda:  https://theastralplatypus.bandcamp.com/








Comentarios

  1. la verdad que no tenía ni puta idea de todo ésto, pero suena interesante.... escuché esa canción de su mejor disco que colgaron (Psicopompo) y sonaban muy bien eh....

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  2. Esto me huele a fake...

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  3. https://www.youtube.com/watch?v=KJWlFcahWZM

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