Ir al contenido principal

Cada Vez Más Alejados: Música y Distopía

Con este artículo de Marcelo Simonetti sobre música y distopía, con un enfoque hacia el rock mirando al futuro pero no tan al estilo de las líricas futuristas de Rush (quizás como máximo exponente con su "2112"), , Ayeron con todos sus discos, especialmente "The Human Equation", Queensryche y su "Operation: Mindcrime" o la discografía de Magma, sino más bien a esa distopía vivencial y opresiva que comenzó con "The Court of the Crimson King" y siguió con todo el "No Future" del punk y sobretodo la derivación del post punk. Y quisiera terminar esta presentación con las palabras que cierran esta nota: "Recorriendo el arco ideológico de la prensa mediática, nos enteramos de que el mundo que el capital prepara para la humanidad post pandemia es de más crisis, más catástrofe y más muerte. ¿Qué música nacerá de este mundo? Los esfuerzos desde el arte para conjurarlo, interpelarlo y buscar una salida deberán ser mayores".

Por Marcelo Simonetti

“Y continuaríamos como si no pasara nada,
y nos esconderíamos de esos días en que permanecimos solos,
quedándonos en el mismo lugar, solo haciendo pasar el tiempo.
Tocándonos a a distancia, cada vez más alejados.
Baila, baila, baila con la radio.”

Así canta Ian Curtis en «Transmission». En el video del tema, mientras canta (¿o grita?), baila. Pero ¿baila? Bailar está asociado a un evento social de esparcimiento, placer. Sin embargo Ian no sonríe. Baila a la distancia con el movimiento espasmódico y eléctrico del desesperado fuera de control, solo con la radio. Bailando, ¿se divierte o sufre?




Las tragedias sociales, las pandemias, las guerras por venir, la idea de un futuro desolador y el fin de la civilización humana no son un tema ajeno a las distintas formas del arte. Nosotros, de Zamiatin; 1984, de Orwell; Un mundo feliz, de Huxley y Farenheit 451, de Bradbury, son algunas de las distopías más renombradas.

La utopía, esa posibilidad de un futuro armónico, fraterno e igualitario es un término que el lenguaje acuña hace 500 años, desde la aparición del famoso texto de Tomás moro. La distopía, su contracara, esa sociedad indeseable en sí misma, deshumanizada, tiránica y en estado terminal, parece haber aparecido por primera vez hace 150 años en el Parlamento inglés, en boca del filósofo utilitarista Stuart Mill. Sin embargo, la distopía fue la hermanita fea, debilucha y despreciada de la utopía desde su nacimiento. ¿Cómo podría ser de otra manera a fines del siglo XIX y principios del XX, con el socialismo que aparecía como posibilidad al alcance de la mano?

Nosotros, la novela del ruso Yevgueni Zamiatin que imagina un futuro con un Estado vigilante y represor, fue editada en 1921 y es hija directa de los primeros sinsabores que dio la revolución rusa del 17. Un mundo feliz es la proyección de Huxley de futuro donde las ventajas y el confort que ofrecía el capitalismo arrase con todos los rastros de humanidad que nos identifican. 1984 es hija del escepticismo de George Orwell después de haber sufrido en carne propia la derrota y el desencanto junto al ala izquierda de los republicanos españoles.

Siempre la cultura es hija y reflejo de las relaciones económicas y sociales. Quizás es por eso que la distopía empezó creérsela un poco más hace 50 años. Empezó a sentirse más a gusto pasando de mano en mano, de boca en boca desde la década del 70 hasta hoy, cuando su hermana y enemiga conjurada pasó a ocupar el lugar de paria.

Con el fracaso y la derrota de los ascensos revolucionarios de masas de los setenta y la entrega estalinista de sus Estados al capitalismo liberal a principios de los noventa, la utopía es quien aparece como territorio de trasnochados. Y las viejas distopías, ¿que son sino crueles descripciones del presente?

Ayer nomás una científica asociada la lucha de las mujeres por su emancipación definió al argentino como un “Estado Materno”, mientras el Ejército se enseñorea en los barrios más difíciles de La Matanza en plena cuarentena. ¿Que queda entonces para los conservadores si los progresistas tiran éstas definiciones? Las viejas distopías hoy son la realidad más “amigable” que el poder y sus propagandistas nos brindan. Las nuevas, parten de ésta realidad desolada hacia un mundo peor, final.

Si durante el último siglo algunas canciones sueltas apuntan a un futuro distópico, es a partir de la década del 70 donde el tema comienza claramente a hacer pie en la música popular en todo el mundo. Discos enteros, como The Court of the Crimson King, de King Crimson, con sus evocaciones crípticas a un futurismo medieval y su locura moderna son un ejemplo.

Entre 1973 y 1975 el mundo se vio sumergido en una crisis financiera y una recesión económica a partir de la decisión de los países de Medio Oriente de dejar de exportar petróleo a todos aquellos que apoyaron a Israel en la guerra con Siria y Egipto. Como sucede siempre, los que más sufren las crisis son las grandes mayorías. Eso entendió David Bowie en esa misma época, instalado en New York después de su alucinante viaje a otro planeta para convertirse en Ziggy Stardust. En 1973, en una entrevista para la revista Rolling Sone, le cuenta a William Burroughs que está trabajando en una versión televisiva del 1984 de George Orwell. Ese proyecto se vio trunco debido a la negativa de la viuda de Orwell en ceder los derechos de la novela. “Para una persona que se casó con un marxista, terminó siendo la mayor snob de clase alta que vi en mi vida. Me dijo: Dios mío, ¿poner el libro en la música? Fue algo así”, declaró David años más tarde. Entonces cambió el proyecto a un disco y una película con “un mundo devastado por la escasez de combustible y poblado por cyborgs”. La acción se desarrollaría en un territorio en ruinas, en pleno colapso social y económico. Pese al rechazo de la viuda, grandes porciones del disco están inspirados en el libro.


En esa tierra se ubica la ciudad descrita en el recitado que abre el disco, Future Legend:

Y en la muerte, mientras los últimos cadáveres yacen
pudriéndose en las calles resbaladizas,
las persianas están levantadas apenas en el “Edificio Moderación”
en lo alto de la colina “Cazadores Furtivos”.
Y rojos ojos mutantes te miran fijo en la “Ciudad Del Hambre”,
donde no hay más .

Pulgas del tamaño de ratas chupan la sangre de ratas del tamaño de gatos
y diez mil humanoides divididos en pequeñas tribus
cubren el más alto de los estériles rascacielos
como si fueran manadas de perros atacan los frentes de cristal en la Avenida
“Ámame”,
arrancando y rearmando pieles de visón y de brillantes zorros plateados
que ahora sirven para mantener el calor.
La insignia familiar es un zafiro y una esmeralda rotas
cualquier día de éstos ahora
en el “Año de los Perros de Diamante”

Esto no es Rock’n’Roll.
Esto es un genocidio.

Finalmente, la película nunca vio la luz, pero todo el disco Diamond Dogs es una distopía postapocalíptica nacida de un presente desolador. No era la primera vez que Bowie visitaba la idea de un futuro desvastado. Ya lo había hecho en “Saviour Machine”, del disco The Man Who Sold The World, de 1970. Tampoco fue la última vez, ya que Bowie siguió explorando futuros probables a lo largo de toda su vida.

Mark Fisher plantea que el punk fue la última revolución (derrotada) musical auténtica, impredecible para la industria de la música y también para la sociedad. El intento no fue casual. La cultura suele reflejar las relaciones de clase y el fin de los sesenta y todos los setenta fueron testigos del último gran intento revolucionario de masas que puso en jaque al sistema capitalista. Quizás por su carácter de último intento, el punk fue un reflejo cultural revulsivo. Probablemente la sensación de futuro cancelado, con un capitalismo que ya se presentaba como una realidad perenne y decadente, haya ayudado. Un sistema que ya no tiene nada nuevo para dar y que no puede resolver las grandes contradicciones de la humanidad, que además ya no tiene grandes contrincantes, termina reflejándose en una cultura del refrito, agotada y reciclada, tan de plástico como el propio sistema.

De las tres patas que fueron la cara visible del punk, la izquierda politizada estuvo en The Clash. Pero la intentona del punk contra el mainstream antes de ser fagocitada por el mismo duró poco tiempo. No es casual que después de dos discos ubicados en el centro del estallido cuestionador hayan escrito “London Calling”, la canción que le da nombre a su disco de 1979. Lo que quedaba de la revuelta ya era apenas un género musical, en el mejor de los casos, cuando no una parodia de sí mismo. En éstos tres minutos la banda del oeste londinense traslada la urgencia inmediata a un futuro distópico como escape de los escombros que dejó la fallida toma del cielo por asalto que habían protagonizado. El tema arranca: “Londres llamando a los pueblos lejanos / Ahora la guerra ha sido declarada y la batalla llega / Londres llamando al inframundo”. En el estribillo adivina: “La edad de hielo viene, el Sol se acerca / Se espera el colapso, se empieza a acabar el trigo / Los motores dejan de funcionar, pero no tengo miedo / Porque Londres se ahoga, y yo vivo a la orilla del río”. Y en el final repite: “La edad de hielo viene, el Sol se acerca / Los motores dejan de funcionar, se empieza a acabar el trigo / Un error nuclear, pero no tengo miedo / Porque Londres se ahoga, y yo vivo a la orilla del río”.

Con la derrota de los setenta, el capitalismo esparció por el mundo el triunfalismo neoliberal que deja a medio mundo fuera del mundo. Sus propagandistas cantaron loas a un andar inexorable. Y ese triunfalismo tuvo su correlato en la “fiesta” de géneros nacidos o popularizados a fines de los setenta y durante los ochenta, tales como la música disco.

La derrota de los setenta también tuvo su espejo en la cultura de masas: el post-punk. Algo más que un estilo musical con sus propias fórmulas, el post-punk es un estado de ánimo, una perspectiva. ¿Cómo explicamos que el funk de Gang Of Four sea post punk, que la electrónica y el darkwave de Depeche Mode estén asociadas al post punk, que el Dream Pop y el Wave etéreo de Cocteau Twins sea post punk o que estilos tan disímiles como el Kraut, el gótico y el dub estén asociados a él?

La mayoría de los grupos fundadores del post punk, fueron lógicamente bandas punk previas y el mayor referente no es la excepción. Esa banda es Joy Division, que originalmente no se llamó así. Su primer nombre fue Warsaw, inspirándose en el tema homóimo de David Bowie (a quien no casualmente mencionamos más arriba).

El paso de Joy Division por éste mundo fue materialmente fugaz. Aunque su música todavía suena, más actual que nunca. Duró desde 1976 hasta el suicidio de Ian Curtis, su cantante y compositor. En el medio, algunos EPs y dos discos. El primero arranca con éstos versos: “He estado esperando la llegada de un guía que me tome de la mano. ¿Podrían esas sensaciones hacerme sentir los placeres de un hombre normal?”. Y el último disco, que salió un mes después de que Curtis se quitara la vida, contiene éstos versos en su primera canción: “Toda la madera muerta de selvas y ciudades en llamas no se pueden reemplazar o relacionar, liberar o reparar. Toma mi mano, y yo te mostraré lo que ha sido y será”. En el primer tema, espera que alguien lo guíe de la mano. En el segundo, es él quien espera tomarte de la mano para mostrarte el estado ruinoso de un futuro gris. En 1977, mientras aún se llamaban Warsaw, cantaba en Ice Age: Viviremos en agujeros y pozos abandonados. Poco más puede esperarse. En la propia Atrocity Exhibition el desastre se esparce por toda la letra. Algunos versos dicen: “Manicomios con las puertas abiertas donde la gente ha pagado por ver el interior. Miran por entretenimiento su cuerpo retorcerse. Detrás de sus ojos él dice ¡todavía existo!” Y luego: “Verán los horrores de un mundo lejano, conocerán cara a cara a los arquitectos de la ley, verán matanzas a una escala nunca vista y a quienes se esfuerzan más en pos del éxito”.

La distopía es la herramienta a mano para problematizar el presente cuando no hay perspectivas y quizás por eso es que está tan asociada al post punk. Cabaret Voltaire nació de los escombros fabriles de Sheffield como una especie de guerrilla sonora. Su nombre está tomado de un cabaret de Zurich de la década del 10, cuna del dadaísmo. Junto a Throbbing Gristle son considerados los fundadores del sonido industrial. Ambas bandas, echan manos a la distopía ballardiana durante todo su catálogo, subrayando la idea de que si el presente es gris y opresivo y el futuro es apocalíptico y ese apocalipsis, esencialmente urbano.

“Entre éste concierto y el siguiente algunos de ustedes se habrán muerto”, tira a veces Jaz Coleman, cerebro de Killing Joke, post punk industrial que hizo de la miseria del presente y la distopía de un futuro catastrófico una militancia sin fallas. Salvo alguna que otra excepción en su historia no han tenido gran repercusión en el mainstream, pero cada vez que en su Inglaterra natal o en el mundo hay una gran crisis o una catástrofe derivada del rumbo que el capital nos impone, en los medios de comunicación británicos se suele hacer mención a éstos londinenses.

Por ejemplo, el apocalipsis sonoro de 1990 que es «Age Of Greed», arranca con un comercial de una cantidad delirante de distintos tipos de carne comprada toda junta como una especie de “oferta”:

El diez por ciento es el que tira de las cuerdas
Ser los pocos privilegiados(tener para poseer para sostener)
Poder por encima del pueblo
Ser de los pocos privilegiados que tienen que tener para poseer para sostener bienes y dinero
Bienes antes que dinero
Ademanes verdes de un planeta moribundo/un debate interminable dado demasiado tarde
Un apetito por gula
El único camino es hacia arriba, el único camino es hacia arriba
pero cuando estás arriba tenés que intentar quedarte ahí
así que pisoteás y engañás a la gente
Desayunás con Champagne(recompensas por el asesinato)
y con una cintura abultada, gorda
te complacés con lo que llamás una buena vida
Pero más que nada hay grasa en tu corazón de cerdo
Un estilo de vida de colesterol cruzado
colateralizado colesterol
Guardando lo que queda para obtener mayores márgenes de beneficio
Y para qué?
Yo te voy a decir para qué
Para una caridad irrelevante que alivia la conciencia ¿por qué?
Sólo para justificarte
Mirá ésta utopía
Una sociedad fundada sobre bases sólidas
Educar a nuestros niños – educarlos a todos/para emplumar el nido y que se joda el resto
Los desperdicios se expanden así como tu cintura se expande/mientras otros se paran al final de la fila, y me refiero a vos
Todavía la misma vieja seguridad para el confort de tu criatura
intercambiando las horas de tu vida
por dinero que ya has gastado
comiendo basura para poder pagar el alquiler
vino de mesa una vez a la semana si tenés suerte en comparación
Privatizá la vida de la gente
sé parte de la compañía
o sé derrotado/el aparato de la ciencia al servicio de lo privado
El agua es nuestro negocio
La electricidad es nuestro negocio
El gas es nuestro negocio
Las vidas son nuestro negocio
El negocio es nuestro negocio
Tu dinero – mi tiempo/su agua de baño apestosa – mi vino
El desequilibrio lleva al odio
¿cómo vas a llenar la grieta entre un buffet sin fin y los desechos de comida que yo tengo
siento odio
siento odio
siento odio
No sientas miedo de mostrar tu odio
Solo me tratas como a una mercancía
¿no sabías que ni siquiera puedo darme el lujo de alimentar a mi familia?
solo quiero matar
solo quiero agarrar un arma
y ponerla en tu cabeza
y apretar el gatillo
.

Los ejemplos son interminables. Los imaginarios revolucionarios con los que empatizaban la poesía y la narrativa del siglo XX hoy parecen obra de un hippie en viaje lisérgico. Y las más disparatadas y horribles distopías son la realidad diaria. El realismo miserable que tan en boga estuvo en el arte, la descripción minuciosa del “realismo capitalista”, parece estar agotada y los colores del futuro inventan escalas de grises cada vez más oscuros.

El recurso distópico y nuevas corrientes literarias como el New Weird son quienes mejor problematizan el presente y el futuro. Recorriendo el arco ideológico de la prensa mediática, nos enteramos de que el mundo que el capital prepara para la humanidad post pandemia es de más crisis, más catástrofe y más muerte. ¿Qué música nacerá de este mundo? Los esfuerzos desde el arte para conjurarlo, interpelarlo y buscar una salida deberán ser mayores. 

Marcelo Simonetti



Comentarios

Lo más visto de la semana pasada

Los 100 Mejores Álbumes del Rock Argentino según Rolling Stone

Quizás hay que aclararlo de entrada: la siguiente lista no está armada por nosotros, y la idea de presentarla aquí no es porque se propone como una demostración objetiva de cuales obras tenemos o no que tener en cuenta, ya que en ella faltan (y desde mi perspectiva, también sobran) muchas obras indispensables del rock argento, aunque quizás no tan masificadas. Pero sí tenemos algunos discos indispensables del rock argentino que nadie interesado en la materia debería dejar de tener en cuenta. Y ojo que en el blog cabezón no tratamos de crear un ranking de los "mejores" ni los más "exitosos" ya que nos importa un carajo el éxito y lo "mejor" es solamente subjetivo, pero sobretodo nos espanta el concepto de tratar de imponer una opinión, un solo punto de vista y un sola manera de ver las cosas. Todo comenzó allá por mediados de los años 60, cuando Litto Nebbia y Tanguito escribieron la primera canción, Moris grabó el primer disco, Almendra fue el primer

Mauricio Ibáñez - Shades of Light & Darkness (2016)

Vamos con otro disco del guitarrista chileno Mauricio Ibáñez, que ya habíamos presentado en el blog cabeza, mayormente instrumental, atmosférico, plagado de climas y de buen gusto, "Shades of Light & Darkness" es un álbum que muestra diferentes géneros musicales y estados de ánimo. Se relaciona con diferentes aspectos de la vida humana, como la sensación de asombro, crecer, lidiar con una relación problemática, el éxito y el fracaso, luchar por nuestros propios sueños y más. Cada una de las canciones habita un mundo sonoro único, algunas canciones tienen un tono más claro y otras más oscuras, de ahí el título, con temas muy agradables, melancólicos, soñadoros, algunos más oscuros y tensos, donde priman las melodías cristalinas y los aires ensoñadores. Un lindo trabajo que les entrego en el día del trabajador, regalito del blog cabezón!. Artista: Mauricio Ibáñez Álbum: Shades of Light & Darkness Año: 2016 Género: Progresivo atmosférico Duración: 62:34 Refe

Soft Machine - Facelift (France & Holland) (2022)

Cerrando otra semana a pura música en el blog cabeza, volvemos a traer un registro histórico de Soft Machine en vivo, o mejor dicho, dos registros pero este disco dobre muestra a los muchachos en el 2 de marzo de 1970 en el Théâtre de la Musique, París, Francia, mientras que en el segundo álbum se los puede escuchar en el 17de enero del mismo año en Concertgebouw, Amsterdam, Países Bajos. Y como esto no tiene ni necesita mucha presentación, paso a despedirme hasta el miércoles de la semana próxima, y espero que no me extrañen porque les dejé bastante música y reflecciones como para que estén entretenidos en sus momentos de ocio. Artista: Soft Machine Álbum: Facelift (France & Holland) Año: 2022 Género: Escena Canterbury Duración: 1:55:59 Referencia: Discogs Nacionalidad: Inglaterra Acá podrán disfrutar a los Soft Machine en vivo y tocando en la cima de su mejor momento. Rutledge, Hopper, Wyatt y Dean parecen juntos una fuerza de la naturaleza a la que nada se

Bosón de Higgs - Los Cuentos Espaciales (2023)

Para terminar la semana presentamos un disco doble muy especial, desde Ecuador presentamos a una banda que ya tiene un nombre particular que los define: Boson de Higgs, que como ópera prima se manda con un concepto inspirado en el cosmos, la astronomía en un viaje interestelar de 15 temas que tienen además su versión audiovisual, en un esfuerzo enorme que propone la divulgación científica y cultural de un modo nuevo, donde se aúnan la lírica en castellano, el rock alternativo, la psicodelia, el space rock, el hard rock y el rock progresivo. Un álbum doble sumamente ambicioso, con muy buenas letras y musicalmente muy bien logrado y entretenido en todos sus temas (algo muy difícil de conseguir, más pensando si es su primera producción) y donde puede verse en todo su esplendor en su versión audiovisual que obviamente no está presentado aquí salvo en algunos videos, pero que pueden ver en la red. En definitiva, dos discos muy buenos y realmente asombrosos para que tengan para entretenerse

Skraeckoedlan - Vermillion Sky (2024)

Entre el stoner rock, el doom y el heavy progresivo, con muchos riffs estupendos para todos y por todos lados, mucha adrenalina y potencia para un disco que en su conjunto resulta sorprendente. El segundo disco de una banda sueca que en todo momento despliega su propio sonido, a 4 años desde su anterior álbum, "Earth". Saltarás planetas, verás colisionar cuerpos celestes, atravesarás galaxias y te verás arrastrado hacia la nada que lo abarca todo, conocerás el vacío y el fuego abrasador de los soles, y también encontrarás algunos arcoíris desplegándose bajo el cielo bermellón. He aquí un viaje interestelar por el universo de los sonidos, en una búsqueda tremenda y desgarradora, un disco muy bien logrado, que muestra una de las facetas de los sonidos de hoy, donde bandas deambulan por el under de todos lados del mundo en pos de su propio sonido y su propia identidad, y también (al igual que muchos de nosotros) su lugar en el mundo terrenal, tan real y doloroso. Los invito

Guranfoe - Gumbo Gumbo (2022)

Como corresponde al comienzo de semana, empezamos un lunes con un gran disco, y ahora de una de esas nuevas bandas que no tienen nada que envidiarle a los grandes monstruos de antaño. ahora con su segundo y último disco. En una entrega totalmente instrumental y a lo largo de todo el disco estos músicos ingleses nos brindan una exposición de como un disco puede ser melódico, apasionado, imaginativo, complejo, temerario, dinámico, adrenalítico y muchos adjetivos más que no alcanzan para describir toda la música de estos chicos, ahora arremetiendo con temas que fueron creados en sus inicios, incluso que fueron interpretados en vivo pero nunca grabados, y razones tienen ya que este material no da para que se pierda en el olvido, ya que este álbum suena tan hermoso como se ve su portada. Cinco temas que son técnicamente brillantes y que recuerdan a una colisión entre Zappa y Camel. Una fusión de folk, jazz y Canterbury que es tan psicodélica como progresiva, intensamente melódica y fá

Video de Los Viernes - Nostalgia del Hogar "Feel Like Going Home" 2003

The Blues es una serie documental producida por Martin Scorsese en 2003, declarado "Año del Blues" en Estados Unidos, genero que influyo al jazz y al rock. Cada una de las siete películas que componen la serie ha sido dirigida por un cineasta entusiasta del género y en ellas se hace un repaso su origen y desarrollo a lo largo del siglo xx Hoy toca el turno de Nostalgia del Hogar " Feel Like Going Home 2003" Dirigida por el propio Scorsese, este primer film de la serie rinde homenaje al Delta blues, a los orígenes del género, recorriendo el Estado de Misisipi de la mano del músico Corey Harris, para continuar después viajando por el continente africano en busca de las raíces del Blues. Feel like going home habla de músicos que se criaron alrededor de los algodonales, sin dinero ni comida, allí surgieron unos músicos que aliviaban las vidas de la gente como John Lee Hooker, Willie King, Son House o Robert Johnson. Músicos que se adaptaban a los tiempos, como O

David Lebón - Nayla (1980)

Artista: David Lebón Álbum: Nayla Año: 1980 Género: Rock / Rock progresivo Nacionalidad: Argentina Duración: 40:53 Lista de Temas: 1. María Navidad 2. Tema de Seleste 3. Tu amor borró el pasado 4. Está muy bien 5. Poder 6. Estoy en Tropicalia 7. Bolemigrero 8. Super pesado (instrumental) Alineación: - David Lebón / Guitarras, batería, teclados, piano acústico y voz - Rinaldo Rafanelli / Bajo - Oscar Moro / Batería - Diego Rapoport / Piano - Pedro Aznar / bajo fretless, teclados Y seguimos con las resubidas, ahora con un disco de David que habían pedido que publiquemos, luego habían pedido que lo resubamos, y viene Luis de Catamarca a satisfacerlos como corresponde.

Rick Miller - One of the Many (2024)

Para empezar el día y la semana nos vamos a Canadá de la mano del veterano multi-instrumentalista Rick Miller que presenta su último y mejor trabajo. Desplegando un rock progresivo atmosférico muy emocional, con muchas texturas sonoras y lleno de buen gusto, inspirado en artistas como Pink Floyd, The Pineapple Thief y Steve Hackett (ojo, solo inspirado), siempre con temáticas líricas ambiciosas, sombrías y bellas como su música y la tapa de sus discos. Este es un viaje a través de paisajes sonoros ricos, cinematográficos, etéreos melancólicos, nostálgicos y oscuros, con mucha sensibilidad melódica, ofreciendo capas, sofisticados arreglos que brindan una experiencia inmersiva que nunca deja de sorprender e impresionar, pero al mismo tiempo accesible y atractivo. Te invito a un mundo sonoro intrigante, con cautivadoras melodías de música atractiva, estimulante y gratificante, ideal para comenzar la semana en el blog cabeza. Artista: Rick Miller Álbum: One of the Many Año: 2002

Los Dos - Caminos (1974)

En nuestra recorrida por el rock mexicano hoy revisamos un disco humilde pero bien logrado, sin esperar demasiado tampoco, y copio un comentario que hace referencia justamente a ello: "Es refrescante escuchar a músicos que se limitaban a hacer lo que les venía en gana, sin preocuparse de ser considerados autores geniales y con ideas nuevas. Los Dos eran Allan y Salvador, un dúo muy limitado musicalmente; no obstante, esas carencias la suplen con honestidad: mucha honestidad. Su mezcla, algo burda, de rock-folk, música tradicional latina y canto nuevo chileno, tiene momentos por demás emotivos y conmovedores. Sus letras eran muy sencillas y poco rebuscadas, en su mayoría acerca del amor". Disco raro, muy poca información se encuentra en la red, a mi parecer uno de los pocos discos hechos en México en los 70’s con un sonido muy jipi y folk. Eso lo describe bien, bien jipi y folk... Artista: Los Dos Álbum: Caminos Año: 1974 Género: Rock psicodélico / Folk rock Dura

Ideario del arte y política cabezona

Ideario del arte y política cabezona


"La desobediencia civil es el derecho imprescriptible de todo ciudadano. No puede renunciar a ella sin dejar de ser un hombre".

Gandhi, Tous les hommes sont frères, Gallimard, 1969, p. 235.