Aunque algunos pretendieron mostrarla como una escena ejemplar, como la manifestación máxima de que el emprendedurismo y el esfuerzo personal a la larga rinden sus frutos -especialmente, el conductor del programa, Santiago del Moro, y la cuenta oficial de Telefé en Twitter-, lo que nos dejó la televisión argentina ayer fue una postal lamentable de la decadencia: una científica del Conicet concursando en un programa de preguntas y respuestas para ganar plata con el solo objetivo de mantener en pie su laboratorio, que peligra por la falta de subsidios. Una científica del Conicet participó de 'quién quiere ser millonario' porque el Estado no paga los subsidios. Marina Simian, Doctora en Ciencias Biológicas (UBA) dirige un grupo de investigación en la UNSAM que desarrolla terapias para combatir el cáncer. Su participación trascendió el típico programa de trivia, debido a que su historia refleja la crisis que atraviesa el país, en general, y la ciencia, en particular. Dirige un grupo de investigación de la Universidad de San Martín que busca encontrar la cura contra el cáncer y tuvo que concursar en el programa de Santiago Del Moro para juntar fondos para su investigación. Ella y su grupo investigan los mecanismos celulares y moleculares que llevan a la progresión del cáncer. En base a ese conocimiento, desarrollan nuevas tecnologías y terapias para su tratamiento, sobre todo, basadas en nanotecnología. Ganó 500.000 pesos que destinará a tal fin. Este es el gobierno que nos habla de futuro, de modernidad, pero solo por maketing.
Durante el actual gobierno del Felino Macri, el Conicet atraviesa una complicada situación financiera que tanto a sus trabajadores como a las investigaciones en curso. En ese contexto, la bióloga Marina Simian participó, este martes, del programa "Quién quiere ser millonario", que se emite por la señal de Telefe, en el que los y las participantes deben responder preguntas para ir avanzando y recolectar dinero. Es bióloga del Conicet, trabaja en la cura contra el cáncer y participó de concurso para financiar su investigación.
Desde que asumió la gestión Corporación Cambiemos, el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) atraviesa una profunda crisis debido a la desinversión en el sector, el paso de Ministerio de Ciencia y Tecnología a Secretaría. El ajuste de fondos para el funcionamiento, infraestructura y financiamiento de la actividad científica, y abrupta disminución de vacantes para el ingreso a la Carrera de Investigador Científico dejó sin sustento a centenares de becarixs, investigadorxs y científicxs.
"El dinero para funcionamiento cotidiano no están llegando las partidas o llegan retrasadas y desactualizadas con respecto a la inflación. Hay una gran cantidad de líneas de investigaciones que pueden ser abandonadas porque no van a ser financiadas por el Conicet. Es un alivio poder contar con estos fondos, por lo menos, para cubrir lo que tenemos que pagar este año. Tengo varios becarios que trabajan conmigo, que hacen sus doctorados bajo mi dirección. Gané un subisidio del FONCyT en 2017, pero el Gobierno no está cumpliendo con los montos correspondientes y, además, ese dinero se ha devaluado y la plata no alcanza. Todo lo que usamos en el laboratorio tiene un costo en dólares, son productos importados, con lo cual se hace muy difícil. Uno como investigador y director de grupo hacemos un compromiso con los becarios, de formarlos. Una vez que la beca está otorgada, yo tengo la responsabilidad de brindarles a mis becarios todas las condiciones necesarias para que ellos puedan trabajar. Si a mí el Estado no me está pagando lo que yo me gané para poder financiar eso, es una situación problemática e incómoda. El gobierno no entiende el valor que tiene esto, por desconocimiento, creo yo. No sólo no nos pagan los subsidios, sino que nuestros salarios son los que menos se han actualizado. Si esto sigue así, la gente se termina yendo del sistema, es imposible vivir en estas condiciones, tanto en lo personal como en lo laboral. Pudimos mostrarle a la sociedad que somos personas de carne y hueso, que nos esforzamos mucho en nuestro trabajo. Está bueno que vean a los becarios, que son chicos que ya tienen su licenciatura y que se están especializando en temas de vanguardia que son muy importantes para el país. Argentina invierte mucho dinero en la educación de todos nosotros y es una pena que el país no reconozca nuestro trabajo y no entienda lo importante que es para su desarrollo. Más cara que la educación es la ignorancia".Marina Simian
El caso de Marina Simian, investigadora del CONICET y profesora en la Universidad Nacional de San Martín, es sólo uno de los tantos que pueden citarse desde que se decidió que la inversión en ciencia y tecnología no sería prioritaria. Y es un ejemplo especialmente incómodo para el relato oficialista, que se ha ocupado desde hace tiempo, a través de diversos medios -más o menos oficiales-, de deslegitimar investigaciones e investigadores por la presunta inutilidad de sus aportes para el desarrollo del país.
"¡Felicitaciones Marina Simian de Galuzzi! No sabía que habías participado, me alegra mucho que hayas ganado y que esto sirva, aunque sea una pequeña parte, para tu investigación", escribió el diputado Garretón de Corporación Cambiemos; mensaje que le costó decenas de críticas: ¿ese es el modelo de ciencia que apoyan? ¿La ciencia financiada por concursos de televisión?
Aquí, una entrevista a la bióloga molecular que fue a "¿Quién quiere ser millonario?"
Supe de la científica por C5n. Recuerdo al conductor, en su anterior programa, interrumpiendo a un invitado que se atrevió a criticar a Monsanto.
ResponderEliminarHacer esta nota en lenguaje inclusivo (que tampoco tiene la estructura de un lenguaje sino un juego de cambiar unas letras por otras), le quita seriedad. Están defendiendo la ciencia usando un "lenguaje" no científico.
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