Nunca fueron un grupo de reggae "tradicional". Tal vez en el comienzo, quizá en el segundo quedaron algunas canciones y en el tercero casi nada, porque no son una banda que se haya quedado en un género. Este año aparecerán con nuevo disco, y el Mago Alberto trae su primera trabajo, el que contiene más reggae, el que dió el puntapie inicial. Tal vez esta amplitud sonora y la prueba con diferentes estilos es el que hace a Sig Ragga tan especial, tan distinto, ya que restringir el sonido de Sig Ragga a un simple reggae es incorrecto, su pluralidad sonora y concepción integral extiende las barreras del estilo, con sus discos que son un campo de juego donde la experimentación sonora es la estrella: sonido moderno, arreglos musicales, armonía, poesía y arte contemporáneos. Anunciando lo que será el próximo discos de Sig Ragga que (imagino) pronto tendremos, traemos el álbum que nos faltaba para completar su corta producción.
Artista: Sig Ragga
Álbum: Sig Ragga
Año: 2009
Género: Folk rock
Nacionalidad: Argentina
Formado en Santa Fe hace más de veinte años, Sig Ragga supo hacerse un nombre en la escena nacional a partir de su música y su estética. Con tres discos en su haber (este que presentamos ahora, "Aquelarre" en 2013 y "La promesa de Thamar" en 2016, que le valió una nominación a los Premios Gardel, ambos discos ya los presentamos en el blog cabezón).
Ahora, las palabras del Mago Alberto presentando el disco de hoy.
Comenzaron su producción discográfica en el 2009 con este disco homónimo y luego de haber cosechado su legión de seguidores tras años de recorrer el under argento. Y hablando de seguidores, con estas palabras un cabezón presentó a la banda...
En definitiva, una banda que está escribiendo historia dentro de la música argentina, y que rompe los esquemas a nivel continental. Tal vez sean extraños para mirarlos de afuera, pero, sin dudas, profundamente intensos una vez que se conecta con su arte.
Lista de Temas:
1 - Cuchillos
2 - Severino Di Giovanni
3 - Continuidad de lo indecible
4 - Orquesta en descomposición
5 - Resistencia indígena
6 - Feliz
7 - Abrir y cerrar de noches
8 - El niño del jinete rojo
9 - Puntilla if Kaffa
10 - Quise ser
11 - Matatata
12 - Lo que has hecho siempre: quererme
Alineación:
- Gustavo Cortés / Teclados y voz
- Ricardo Cortés / Batería y coros
- Nicolás Gonzalez / Guitarra y coros
- Juanjo Casals / Bajo
Artista: Sig Ragga
Álbum: Sig Ragga
Año: 2009
Género: Folk rock
Nacionalidad: Argentina
Formado en Santa Fe hace más de veinte años, Sig Ragga supo hacerse un nombre en la escena nacional a partir de su música y su estética. Con tres discos en su haber (este que presentamos ahora, "Aquelarre" en 2013 y "La promesa de Thamar" en 2016, que le valió una nominación a los Premios Gardel, ambos discos ya los presentamos en el blog cabezón).
"Sig Ragga es una banda argentina de reggae fusión formada en 1997 en la ciudad de Santa Fe. El grupo se caracteriza por utilizar el reggae como base en sus canciones, que toman forma de música progresiva a la vez que se funde con elementos de jazz y en ocasiones son representadas vocalmente a través de un idioma inexistente. Además de esto, sus presentaciones en vivo tienen una gran producción estética"Wikipedia
Ahora, las palabras del Mago Alberto presentando el disco de hoy.
Cuando aparecen este tipo de bandas en el panorama de nuestro Rock Argento pueden causar aceptación o rechazo, pero si hay algo que no se les puede negar a los santafesinos de Sig Ragga es que poseen ESTILO, aunque coqueteen con diversos estilos musicales, supieron en su corta carrera mostrarse con signos propios y muy difíciles de comparar, y aunque sus melodías están despojadas de tintes complejos y progresivos, el buen gusto en sus arreglos musicales y vocales no hacen más que darles muchísima personalidad, tintes propios.Mago Alberto
La producción artística y musical también son sus fuertes, y en sus tres producciones hasta ahora dan una muestra acabada de ello. Sonido transparente, puro, letras con muschísimo vuelo poético, son otras de las características de Sig Ragga.
Después de escuchar cualquiera de sus discos uno se queda con la sensación de que hay algo más que no escuchaste, y quizás te seduzca el timbre muy expresivo de voz de Gustavo Cortés, esa dulzura hipnótica que traspasa cada canción, cargandote de una nostalgia inexplicable y puesta allí a propósito.
Cabezonas/es si aún no te picó la curiosidad de escuchar a esta banda tan personal, te cuento que el blog cabezón te da esa oportunidad.
En su momento el Vampiro en sus momentos de ocio (que son muchos) posteó "Aquelarre" y "La Promesa de Thamar", y hoy te presentamos su primera producción, así que oídos abiertos a nuevos sonidos y propuestas acá tienen una buena oportunidad de apostar por ello.
Comenzaron su producción discográfica en el 2009 con este disco homónimo y luego de haber cosechado su legión de seguidores tras años de recorrer el under argento. Y hablando de seguidores, con estas palabras un cabezón presentó a la banda...
"Sig Ragga es una banda de la ciudad de Santa Fe que quebró todos los conceptos musicales del bastardeado "Rock Nacional".Cabezón Seguidor Anónimo de Sig Ragga
Me animaba a decir, sin tener idea teórica de música, que lo que hacían rebalsaba de armonía. Una tarde busqué en detalle el significado teórico de Armonia... les puedo asegurar que aplica en cada segundo de sus canciones.
He leído reseñas donde los comparan con Yes, Frank Zappa, Spinetta... No, Sig Ragga es un punto y aparte en el presente musical. Poseen tres discos editados hasta el momento que es imposible cansarse de escuchar porque en cada nueva escucha se pueden descubrir nuevos sonidos, nuevas atmósferas, nuevos matices.
No me gusta encasillar las bandas en géneros, creo que la música es música y se expresa como mas nos gusta. Al igual que cuando uno crece, llega un momento que madura, mira para atrás y observa el camino recorrido, sonríe recordando los momentos vividos, experimentados, y se propone continuar avanzando... en ese momento, creo yo, es donde se encuentra Sig Ragga con su ultimo disco "La promesa de Thamar".
Pueden encontrarse muchos videos en YouTube de sus recitales, pero si tienen la posibilidad de verlos en vivo no la desaprovechen, fue una de las bandas que mas me rompió la cabeza. He visto muchas bandas, algunas con producciones de millones de dolares... El día que fui a ver Sig Ragga solo habia cuatro muchachos con túnicas, pintados de blanco, un puñado de luces y humo al nivel de los tobillos... el resto fue música y mucha, pero mucha, armonía."
En definitiva, una banda que está escribiendo historia dentro de la música argentina, y que rompe los esquemas a nivel continental. Tal vez sean extraños para mirarlos de afuera, pero, sin dudas, profundamente intensos una vez que se conecta con su arte.
El primer disco de la banda santafesina de reggae con fuerte sinfluencias del funk, el dancehall, el pop y el jazz llega doce años después del nacimiento del grupo en un momento de maduración coronado con la participación de dos Pericos en la música y otro en la producción.Adrián Pérez
Como si fuera una Divina Comedia musical subdividida en Infierno, Purgatorio y, finalmente, el tan ansiado Cielo, el primer disco de estudio de Sig Ragga, después de 12 años de trayectoria, invita a sumergirse en mundos oníricos donde los cambios de clima entre tema y tema sugieren temáticas como la soledad, la razón, el amor y la búsqueda; y preanuncian, desde el primer corte, que no es una propuesta gestada desde un solo género sino que viene con una vuelta de rosca más. ¿Dónde reside esa originalidad? En principio, en una melange que incluye dosis de dancehall, toques de funk y pop, pizcas de jazz, condimentos de música latinoamericana y, claro, reggae como espina dorsal de un material con buenos arreglos musicales.
Y se nota la mano del perico Diego “Chapa” Blanco –que además colaboró en el primer demo de la banda, grabado en 2005 en el Estudio Robledo–. El tecladista arrancó con el pie derecho como productor para Warner Chappel porque demuestra, como pasa en casi todo buen equipo, la labor de un “conductor” que aporta su experiencia sin dejar de prestar atención a las características de cada uno de sus “conducidos”. Marcelo Blanco en percusión y Miguel Angle Tallarita en trompeta y flugelghorn, otro par de Pericos, aportan su parte en el disco al grupo tripulado por Gustavo Cortés en voz, piano, sintetizadores y coros; Nicolás González en guitarra, bajo y coros; Ricardo Cortés en batería y bajo sintetizado; Juan José Casalz en bajo y Adrián Silva en coros.
El itinerario de este barco contiene una docena de canciones que arranca bien arriba, en plan dancehall, con la voz de Pato Baton que presenta a la banda en “Cuchillos”. Y sigue con “Severino Di Giovanni” y una intro de vientos funky. El mar embravecido se vuelve parsimonia en “Continuidad de lo indecible”, donde se nota por primera vez la marca e influencia de Spinetta en la composición y la voz de Cortés: “Todas tus pequeñas cosas que hablan tanto los poetas; me quedo tan sólo contigo hasta el final; fuimos corriendo esa línea indivisible que nos susurra lo que vendrá; perforamos el mundo aferrados a tu dulce ingenuidad, y todo lo demás”.
“Orquesta en descomposición” es tal vez la canción más compleja del disco, donde Cortés extiende la línea de voz y composición de “Continuidad” pero con cortes de batería, voces con eco y una melodía que podría entrar como anillo al dedo en la banda de sonido de cualquier película de Tim Burton. La belleza se hace canción en “Resistencia Indígena” y se convierte en reggae roots de chispazos, de revelación y denuncia: “Hace 500 años, él plantó una planta en la orilla libre, la masacre no vio; tuvieron que imitarlos o morir, Occidente es el universo; cañones y hambre es su historia, cañones y sangre es su historia”. Lo efímero de lo material se hace presente en “Feliz”: “El sol alumbra menos, se compra con un ticket marrón, no sé quién puede hablar con tanta hipocresía aquí (…) Pienso que nos enferma la soledad, alguna vez yo seré feliz sin olvidarme de los demás”.
Este debut se completa con “Abrir y cerrar de noches”; “El niño del jinete rojo” (la canción más “spinetteana” del disco); “Puntilla if Kaffa” (un reggae con un solo de saxo exquisito); “Quise ser”; “Matata” (con guiños a Emir Kusturica) y “Lo que has hecho siempre: quererme” (una delicada bossa nova). En definitiva, Sig Ragga despliega un arsenal de recursos y fusiones seguramente cosechado durante sus 12 años.
Lista de Temas:
1 - Cuchillos
2 - Severino Di Giovanni
3 - Continuidad de lo indecible
4 - Orquesta en descomposición
5 - Resistencia indígena
6 - Feliz
7 - Abrir y cerrar de noches
8 - El niño del jinete rojo
9 - Puntilla if Kaffa
10 - Quise ser
11 - Matatata
12 - Lo que has hecho siempre: quererme
Alineación:
- Gustavo Cortés / Teclados y voz
- Ricardo Cortés / Batería y coros
- Nicolás Gonzalez / Guitarra y coros
- Juanjo Casals / Bajo
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