Empeoró la economía, la educación, la salud, el cuidado ambiental, el bienestar subjetivo de la población, la situación habitacional, todo. Después de primeros dos años y medio de frenético endeudamiento externo -que llegó a ser el mayor de la historia económica nacional para un período tan breve (Cambiemos emitió deuda en moneda extranjera por 140.000 millones de dólares hasta junio de 2018, según el Observatorio de la Deuda de la UMET)-, ante el súbito cierre de los mercados de crédito internacionales, el gobierno acudió de emergencia al FMI para evitar una cesación de pagos con los acreedores financieros. El auxilio del Fondo permitió continuar saldando esos compromisos y, si bien la situación actual no es considerada técnicamente como un default en el mundo de las finanzas, en la práctica opera como una cesación de pagos selectiva y parcial. La situación se está complicando, la noche se nos está viniendo. Somos un país en guerra, donde no se sabe bien que carajo de guerra es y donde está. En eso están mejor los venezolanos que, al menos, saben que tienen un gobierno que no les gusta a los yanquis. Hoy vivimos una situación que probablemente se agudizará mucho porque los argentinos parece que solemos tropezar con la misma piedra.
Se aceleró la caída de reservas y la fuga de capitales, las reservas del BCRA perdieron anteayer u$s1.926 millones luego del pago de unos u$s1.600 millones por capital e intereses a los tenedores del Bonar 2024, el principal título de referencia de la deuda argentina. Se descontaba una caída importante pero el número despertó preocupación porque el Gobierno no logró retener a los inversores. El grueso de los bonistas recibió los dólares y, en lugar de reinvertirlos, los sacó del país. Así, se aceleró la sangría de divisas que en menos de un mes se llevó el 80% de los recursos que ingresaron por el cuarto desembolso del FMI. La velocidad de la caída es lo que encendió las alarmas. Desde el 9 de abril, cuando el FMI depositó su cuarto envío por u$s10.835 millones, las reservas perdieron u$s8.555 millones, el 80%. Una sangría mucho más rápida que en los anteriores desembolsos, que duraron entre dos y tres meses. Sólo en los cuatro días hábiles de mayo se fueron u$s2.729 millones.
Y las imágenes de guerra se multiplican aunque los medios quieran ignorarlas: un relevamiento del CEPA muestra que en el último mes el aumento en el precio de los medicamentos duplicó a la inflación. La escalada golpea fuerte en el bolsillo de los jubilados, uno de los sectores más castigados durante la era macrista.
Cuando aún en los medios se debate la presencia Marina Simian, la investigadora del CONICET que fue a un programa televisivo para ganar dinero para avanzar con su investigación en un escenario de ajuste, una de sus directoras deja el organismo con fuertes críticas a la gestión de Mauricio Macri, poniendo en escena la crisis del organismo.
Entonces, en este descalabro y clima de desastre bélico, Donald Trump vuelve a apoyar al Gato Macri y la marcha de las reformas en Argentina. Lo hizo durante una comunicación telefónica. Dicen que la historia se repite dos veces: la primera como tragedia, la segunda como farsa. Pero aquella no fue la primera y esperemos que esta segunda farsa sea la vencida. Corporación Cambiemos fue finalmente una dolorosa marcha atrás.
Lo peor es que aún hay gente pasando necesidades que, todavía, todavía, no relaciona el voto conque apoyaron a los amarillos con lo que le está pasando. De los pobres que pasan hambre prefiero no hablar (porque es terrible y no parece estar ahí el principal problema). Pero hay gente de clase media que está estupidizada y parece no reaccionar. Y es mucha, estamos hablando de millones. Gente perdida que camina por la vida repitiendo pelotudeces.
Nunca hubo un plan B económico. El macrismo tiene la viga maestra de su proyecto refundacional en el plan “DADA” (devaluación, ajuste, deuda y apertura) Con eso consiguieron éxitos notables que sólo una mirada ingenua puede considerar errores: bajaron sueldos y jubilaciones; desindustrializaron, porque en su modelo agro exportador de valorización financiera la industria demanda divisas que no genera; alinearon al país como colonia norteamericana en el escenario internacional; arrasaron con derechos conquistados; aumentaron la desocupación como modo de disciplinar socialmente; incrementaron más de 6 puntos la pobreza; y con los tarifazos hicieron una gigantesca transferencia de ingresos de la población a las concesionarias de servicios.Hugo Presman - Coconductor del programa radial EL TREN, con más de 14 años en el aire. Contador Público recibido en UBA. Fue profesor de Economía Política en la Facultad de Ciencias Económicas de la misma Universidad. Es Periodista. Sus trabajos son publicados en diversos medios nacionales e internacionales. Es autor del trabajo de investigación “25 años de ausencia” y participó con trabajos en los libros “Damián Carlos Álvarez Pasión por el libro” e “Insignificancia y autonomía”. Debates a partir de Cornelius Castoriadis. Además es coautor del libro “Bicentenario de la Revolución de Mayo y de la Emancipación Americana”
Una oposición cómplice, después de allanarle el camino, y en vista de las consecuencias producidas, solicitan cambiar el rumbo: no entienden o simulan no entender que sólo hay un plan: el A.
Ayer, se cumplió un año del pacto entre el gobierno de Mauricio Macri y el Fondo Monetario Internacional (FMI), y las variables económicas empeoraron sensiblemente: el dólar aumentó casi al doble y la tasa de referencia pasó del 40% al 73% (récord).Hernán Letcher
Con la misión del FMI, el riesgo país pasó de 489 a 917 puntos (+91%) y la relación entre deuda y PBI (Producto Bruto Interno) pasó de 57,1% a 86,2% (+29,1 puntos porcentuales).
Según las proyecciones del FMI, en el mes de junio de 2018, el PBI iba a crecer 0,4%, pero terminó ese año con una retracción de 2,5%. Para el 2019 estimaban un crecimiento del 1,5%, pero sólo en el primer trimestre el PBI se redujo 5,3%.
Tras el regreso al FMI, Argentina redujo su cantidad de trabajadores registrados en 160.000 puestos, mientras que la mediana del salario registrado sólo creció un 36% (versus una inflación del 47,7%).
La estimación de inflación del FMI en junio del 2018 era de 31,7%, pero finalmente este guarismo alcanzó el 47,6%. Esas mismas estimaciones preveían para 2019 una inflación de 20,8%, pero las proyecciones actuales del Relevamiento de Expectativas del Mercado, del Banco Central, considera una inflación de 40% para este año.
Hoy vivimos una situación que probablemente se agudizará mucho porque los argentinos parece que solemos tropezar con la misma piedra.
Esto no se va a arreglar solo, automáticamente, vienen tiempos difíciles, los primeros años del próximo gobierno van a ser muy complicados (si es que llega a cambiar el gobierno!)... pero hay una oportunidad que antes, en el gobierno de los amarillos, no había.
Cambiemos rinde homenaje a los 100 años de Evita, es por eso que Evita que comas, Evita que tengamos salud, Evita que tengamos educación, Evita que haya sueldos dignos... etc.
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