#Músicaparaelencierro. Y seguimos a los ponchazos por la historia de Camel gracias a Horacio Manrique, saltando de atrás para adelante pero sin mucho sentido, más que para darnos cuenta que más allá de las búsquedas de sonido dentro de cada época, el grupo ha mantenido sus rasgos de calidad gracias al bueno de Andy Latimer. Así es que llegamos al Camel de casi el año 2000, el decimotercer álbum del Camello es considerado uno de los mayores logros de la banda, con mucha referencia a la experiencia del bajista Colin Bass en lo que se llama "Música del Mundo", con experimentaciones en los rasgos árabes inspirados en la música de los poetas que transportaban las caravanas a través de los grandes desiertos, y tienen un resultado sensacional, y donde se ve a Camel como un grupo maduro, pero no viejo, y con muchas ganas de explorar nuevos horizontes (como siempre lo ha hecho, con mejor o menor suerte). El tercer disco de estudio de esta era de Camel (primero fue "Dust And Dreams", luego "Harbour Of Tears", ambos muy similares, conceptuales con mayoría de segmentos instrumentales) . Aquí el Camello está en tierras del Sahara, así que está como pez en el agua, y se nota en su música. Un disco imperdible y uno de los mejores discos de Camel a lo largo de su larga carrera.
Artista: Camel
Álbum: Rajaz
Año: 1999
Género: Escena Canterbury / Rock progresivo
Duración: ----
Referencia: Link a Discogs, Bandcamp, Youtube, Wikipedia, Progarchives o lo que sea.
Nacionalidad: Inglaterra
Inspirado en los viajeros del desierto, que iban cantando con la simple métrica dada por el paso de los animales, en esos agotadores viajes, con un solo objetivo, llegar al final de la travesía. Aunque su sonido no cambia mucho al de sus anteriores obras, resulta igual de impresionante. Los teclados (grabados a larga distancia) son mas que justos, precisos, no sobran ni faltan. La bateria y bajo solo muestran virtuosismo y Andy Latimer... bueno, que mas se puede decir acerca de él? En la lista de correo algunos decían que lo preferían a él antes que a Gilmour... ya con solo decirlo y que no suene a una reverenda estupidez significa que el tipo es un genio.
La palabra "Rajaz" denominaba una forma especial de poesía que aligeraba el pesado caminar de las caravanas de camellos en sus largas travesías por el desierto -idea aportada por el bajista Colin Bass–. Esto no significa que el grupo se haya adentrado demasiado en la música oriental, sino que continúa firmemente colocado en el rock progresivo con melodías de contrucción perfecta."Rajaz" es una obra oscura, profunda, llena de belleza, que nos envuelve con el sonido del Camello durante una hora, con seis temas cantados por Latimer (otra curiosidad, Bass no canta), donde somos transportados pro una caravana de ensueño, demostrando que es posible conmover sin repetir fórmulas, ser una banda de rock progresivo pudiendo renovarse continuamente, siendo moderno sin necesidad de hacer pop.
Buena parte del disco es instrumental. Latimer no tiene prisa por acortar las piezas o por forzar líricos a cada momento. Algunos pasajes medio árabes y una pieza muy a la Gilmour pero fuera de eso el sonido es inconfundible e indiscutiblemente Camel.
Tras sus dos anteriores obras de tipo conceptual “Dust and Dreams” y “Harbour of tears” discos predominantemente instrumentales, sale a la luz en 1999 este magnífico álbum que supone a mi entender uno de sus mayores logros en su carrera musical.
La idea parte de una guía sobre músicas del mundo que le regaló a Andy latimer, su buen amigo y colega Colin Bass. En el apartado sobre música árabe, se hablaba sobre el “Rajaz”, una cantinela que murmuraban los beduinos durante las travesías del desierto, basadas en el acompasado ritmo del paso de los camellos. Esto dio origen a uno de los mejores álbumes de Camel, a mi entender, una obra llena de sensibilidad, ritmos orientales ( impresionante el tema “The last encore”), solos de guitarra como en ningún otro álbum de Camel ( “Sahara”, “Lawrence” ), que evoca esos paisajes monótonos, pero a la vez de impresionante belleza, esos atardeceres rojos, y esas frías noches ( escuchad a buen volumen “Sahara”, pensad en un atardecer con un paisaje de arenas rojizas, cerrad los ojos y viajad ).
El propio Andy Latimer se encarga de poner la voz a los temas, y esta vez canta con una especial sensibilidad. Disco predominantemente guitarrero, que cuenta con sus viejos colegas Colin Bass al bajo, un Dave Stewart impresionante que en temas como “Three Wishes” o “Sahara” parece que sea el mismísimo Andy Ward quien está detrás de las baquetas, y con otro habitual de la banda que es el holandés de Kayak Ton Scherpenzeel, quien para la grabación de este álbum, enviaba las partes de los teclados grabadas en su estudio en Holanda, vía internet a USA para que Latimer las mezclara. Y es que el bueno de Ton tiene auténtica fobia a viajar en avión. Además cuenta con la colaboración de Barri Phillips al cello, que le da un toque de serenidad al álbum y hasta de tristeza ( escuchad la introducción del tema “Rajaz”).
La portada del álbum expresa perfectamente lo que vamos a encontrar dentro, un mundo de sensaciones, poesía, ritmos orientales, olores y sabores cálidos, en definitiva, una travesía por las ardientes arenas del desierto, pero que al final llega a su destino, dejándonos la sensación de que no debió acabar nunca.
La producción del disco es casi perfecta. El sonido del álbum impresionante, y las composiciones , con sus ritmos orientales, con un ligero toque jazzístico a veces, se sale.
Lista de canciones:
1.- Three Wishes: Tema instrumental, para mi el mejor del álbum junto con “Sahara” y uno de los mejores de toda la carrera de la banda. Con un pausado comienzo, pronto desemboca en un frenético ritmo, con una de las mejores guitarras que Latimer haya grabado nunca, sobre un fantástico fondo de teclados, y apoyado en una base rítmica con un Bass y sobre todo un Stewart que como he comentado antes recuerda a Andy Ward. Es un tema que encajaría a la perfección en el Moonmadness.
2.- Lost and Found: Sin solución de continuidad nos encontramos este tema más acústico que el anterior y hábilmente apoyado por el celo de Phillips, cantado por Andy, y que a mitad de tema, mete un cambio de ritmo con su guitarra que es una delicia, muy del estilo del tema anterior. Tras la guitarra de Andy, uno de los pocos solos de teclados que hay en este álbum, a cargo de Ton. Esto marcha, los dos primeros temas del álbum, y no tienen desperdicio. ¿ Se puede mejorar? ¡¡SI ¡!
3.-The Final Encore: Otro de mis temas favoritos del álbum. Basado en melodías y ritmos orientales, pone los pelos de punta este a veces inquietante tema, con una potente percusión sobre un fondo de órgano y esa guitarra solista apabullante, cantado muy bien por el propio Andy. Como curiosidad, la letra de la canción está basada en varios títulos de otras canciones y álbumes de Camel ( fijaros con detenimiento en la letra ). Poned a buen volumen este tema y disfrutad como nunca de la música de Camel. El final apoteósico. No es difícil imaginar con este tema una caravana de camellos en plena travesía por el desierto.
4.-Rajaz: Tema que comienza con la guitarra acústica y la voz, más melancólica que nunca de Andy, incrementada sin duda por el celo impresionante que mete Barry Phillips, que le da un aire de tristeza a este comienzo del tema. Pronto aparece la flauta para ir metiéndonos en el auténtico Rajaz, ese ritmo basado en el paso de los animales de la caravana, traducido aquí por el bajo y batería, y la guitarra de Andy distorsionada. Un ritmo hipnótico, que nos sumerge poco a poco en pleno desierto, y que cuenta con unos magníficos solos de Andy… Curiosamente el largo solo de guitarra me recuerda más que nunca a David Guilmour en sus mejores tiempos.
5.- Shout: Es el tema más comercial del álbum, pero magnífico. Una balada acompañada por la acústica y unos bellos teclados, cantado por Latimer, que me recuerda algo a los Dire Straits.
6.- Straight to my Heart: Otro tema que empieza con la acústica de corte parecido al anterior, con un saltarín piano pero que a mitad del tema desemboca en un solo con la eléctrica fantástico y que termina tan suave como empezó.
7.- Sahara: Una auténtica joya instrumental. Junto con la que abre el álbum lo mejor del álbum. Ponerla a buen volumen y cerrad los ojos. Toda la banda está impresionante. Un comienzo tranquilo con toque jazzeros , pero pronto se desata ese ritmo inconfundible de Camel. No puedo dejar de ponerlo una y otra vez. Es obsesivo ( especialmente a partir del minuto 2:34 , escuchadlo ) . Vuelven de nuevo los ritmos orientales, ¡¡ esto va a más ¡! Para mi estos son los Camel con los que llevo soñando desde Moonmadness. Lo siento, perdonad. Las reseñas deberían hacerse lo más objetivamente posible, pero no puedo, es superior a mi.
8.- Lawrence: El tema anterior me ha dejado agotado. Lo que necesito ahora es calma, y eso es precisamente lo que viene. Una introducción a los teclados para bajar la adrenalina del tema anterior, y pronto esa extraña guitarra sintetizada, de nuevo ese ritmo obsesivo y la voz , otra vez melancólica de Latimer, que poco a poco nos va metiendo en uno de los solos de Latimer más bellos tocados por él, solo comparable al de Ice…¡ Que no se acabe nunca ¡
CONCLUSION: Creo que se nota que este es un álbum muy especial para mi. Sus anteriores obras, especialmente las dos anteriores, aún siendo buenas, no expresaban lo que yo busco en la música de Camel. “Dust and Dreams” y “Harbour of Tears” siempre las he visto como dos bandas sonoras para una película, demasiado planas para mi gusto y algo monótonas, aunque con momentos excelentes. Rajaz supuso para mi la vuelta al viejo espíritu Camel, y es un álbum que a la primera escucha me hizo vibrar como no lo había hecho desde “Moonmadness” o en menor medida con “Nude”, otro álbum de la banda por el que tengo debilidad.
Pensé que sería muy difícil igualar o superar este álbum, pero cuál fue mi sorpresa cuando tiempo después pude escuchar otra joya: “A node and a winck”. ¡ Qué maravilla!. ¿Nos sorprenderán de nuevo con el siguiente?.
Esperemos que si.
Pasajes reposados, tristes y crepusculares, dominan el espiritu de la obra. Por algo muchos fanáticos lo consideran un regreso a las raíces musicales de la banda en los años setenta, pero no creo que sea tan sencillo, porque el disco sonó, en su momento, muy moderno. Rockero pero suave y tranquilo, practicamente sin sobresaltos o espectacularidades.
Camel es un claro ejemplo de agrupación de rock progresivo que supo mantener con coherencia una interesante propuesta musical a lo largo de las diferentes etapas vividas por la banda y concluyó la década del ’90 con uno de sus mejores trabajos, y por qué no, uno de los más logrados en el género.
Con su obra ‘Rajaz’, Camel completa una interesante trilogía musical iniciada con ‘Dust And Dreams’ (1991) y el notable ‘Harbour Of Tears’ (1996) de carácter oscuro e intimista. ‘Rajaz’ se trata de un álbum conceptual que consta de ocho temas enlazados. Está inspirado en un tipo de poesía árabe y relata una solitaria travesía a través del desierto y un objetivo primordial: Concluir el viaje.
Cuentan estrofas de su librillo interno que quienes se transportaban en caravanas a través de la inmensidad de las arenas del desierto iban entonando estrofas cantadas con la simple métrica musical dada por el paso de los animales durante el agotador viaje, y esa es precisamente la poesía de Rajaz.
Andy Latimer interpreta la totalidad de las letras en los seis temas cantados, e incluye guitarra acústica en alguno de ellos, un hecho llamativo dentro de la discografía de Camel. La temática desarrollada en ‘Rajaz’ le permite a la banda crear diversidad de climas sustentados principalmente en los conceptos de melancolía y soledad. Profunda y reflexiva, la placa expresa mucho sentimiento a través de la guitarra de Latimer, el bajo de Colin Bass, los teclados de Tom Scherpenzeel, y el gran trabajo de Dave Stewart en batería.
El disco inicia con un clima floydiano en “Three Wishes” (6:58) que se sostiene durante algo más de dos minutos y medio por los teclados y fraseos de guitarra hasta el ingreso de la batería y el bajo que llevan a una interpretación de gran vuelo instrumental en donde Latimer y Scheperzeel alternan en contrapunto sus instrumentos. “Lost And Found” (5:37) es una proeza típicamente cameliana y el primero de los temas cantados que concluye con un hermoso solo de guitarra. En “The Final Encore” (8:05) crean una atmósfera de cierta tensión y misterio, signada por ritmos de tradicional música árabe. Un clima introspectivo se desarrolla en “Rajaz” (8:15) guiado en parte por el cello de Barry Phillips que alterna con algún pasaje de flauta hasta el momento en que la guitarra acapara protagonismo sobre una serena base que parece prolongarse climáticamente en “Shout” (5:15), la canción siguiente. “Straight To My Heart” (6:23) parece no querer abandonar ese clima, y al promediar la pieza, sorprende la banda sonando a pleno y quebrando la atmósfera concebida hasta entonces. “Sahara” (6:42) es el segundo de los temas instrumentales y posee la capacidad de transformar la calma inicial que lo caracteriza en un sentido y furioso encuentro de contrapuntos, con la banda a pleno concibiendo otro de los grandes momentos del álbum. El cierre de la placa está dado por el más extenso de los temas “Lawrence” (10:46) de neto corte sinfónico, que le permite a Camel crear el más sentido y visceral de los temas de un gran disco. Otro, de sus grandes discos.
Extracto: nueve/octavos magazine
En resumen, de nuevo otro muy buen album de Camel que continuan en esta etapa en un gran nivel.
Lista de Temas:
01 - Three Wishes.
02 - Lost And Found.
03 - The Final Encore.
04 - Rajaz.
05 - Shout.
06 - Straight To My Heart.
07 - Sahara.
08 - Lawrence.
Alineación:
- Andy Latimer - guitars, vocals, flute, keyboards, percussion
- Colin Bass - bass
- Ton Scherpenzeel - keyboards
- Dave Stewart - drums, percussion
- Barry Phillips - cello
Lost And Found.....Discazo para un largo viaje por carretera....o eternizarse en cualquier cosa...
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