Ir al contenido principal

Gabo Ferro: Soy Todo lo que Recuerdo

Era un cantautor de fino pensamiento y de una agudísima percepción del presente. Era contemporáneo en un sentido existencial. Era Gabo Ferro. Los numerosos adioses que produjo la triste partida de Gabo Ferro (1965-2020) revelan algo que, si bien estuvo siempre presente en él, se había profundizado en los últimos tiempos: un aura para la interpretación capaz de sobrevolar guetos culturales. Gabo tenía una manera especial de conmover audiencias, liberándolas de subculturas musicales rígidas, pero, al mismo tiempo, requiriéndoles una escucha atenta y exigente. No es que Gabo llegara "a todo el mundo" (esa falacia del gusto universal), pero todo el mundo lo podía escuchar y encontrar en sus canciones algo íntimo que le gustara o conmoviera. Gabo no componía canciones con un oyente parcelado en la cabeza, por más que supiera que en sus recitales se respiraban los aires de Puán en modo fin de semana.

Por Sergio Pujol

Tampoco hacía canciones pensando en la fortuita posteridad; al menos no en primera instancia. Era un cantautor de fino pensamiento y de una agudísima percepción del tiempo presente. Era contemporáneo en el sentido existencial del término, no por simple capricho de la naturaleza. Quizá por eso reverenciaba la interpretación en vivo. El convivio teatral era su situación perfecta; encontraba allí el sentido de su vida. Cabe recordar que uno de sus mejores discos, El lapsus del jinete ciego, fue grabado en el teatro ND Ateneo, aunque sin público. Puesto a optar, Gabo prefería un teatro vacío antes que un estudio de grabación. Prefería la cuarta pared ancestral antes que el panóptico de la industria cultural. No era cábala ni excentricidad: sencillamente quería cantar como si estuviera frente al público. O frente a los fantasmas de un público. 

Empezó en Porco, una banda de sonoridad voluminosa y frases filosas que, en el etiquetamiento un tanto descuidado, ha quedado registrada como de “hardcore” (Ahí ya estaban las líneas poéticas de Gabo, acaso en ciernes). Una noche en el Hotel Bauen dejó la guitarra, se alejó del micrófono y de sus compañeros y se fue de ahí, lo que en cierto modo pudo interpretarse como un éxodo del rock. Los seis o siete años siguientes Gabo estudió Historia en la UBA. De esa formación surgió una tesis de maestría de temática un tanto bizarra pero no completamente desconectada de la poética de sus canciones: Barbarie y civilización: sangre, monstruos y vampiros durante el segundo gobierno de Rosas (1835-1852).  A partir de ese momento, Gabo volvió a – y no dejó de - cantar en público, grabar discos y obviamente escribir canciones a un ritmo no frenético pero intenso. Así devino solista extremo: más allá de algún piano leve en sus discos y ciertas colaboraciones luminosas, sus performances fueron sólo suyas y de su guitarra acústica (o mejor dicho; criolla, con cuerdas de nylon). 

Su primer disco, Canciones que un hombre no debería cantar, fue un debut perfecto, de tono juglaresco, formas estróficas clásicas y una predilección por el ritmo del vals que lo acompañaría siempre, acercándolo más a la chanson francesa o los valsecitos criollos que a Johannes Strauss. Aquel primer disco tenía también un aire a María Elena Walsh, sobre todo en “Sobre madera” y “Malas palabras”. Pero la canción que más sonó fue “El amigo de mi padre”, un ritmo de gato sobre el que se sostenía una historia de amor gay. Muchos años después de que Moris grabara “Escúchame entre el ruido”, ya en un marco sociocultural diferente, Gabo pudo ironizar sobre una situación medianamente naturalizada: “Mi padre era mejor padre/ cuando su amigo venía…”


En los discos siguientes – Todo lo sólido se desvanece en el aire, Mañana no debe seguir siendo esto, Amar, temer, partir, etc. - Gabo fue soltando su voz, explorando el registro, la técnica del falsete y el vibrato para lograr expresividad e intensidad dramática. Un sistema de fonación alerta. Mientras otros cantautores confiaban en los versos más “dichos” que cantados, Gabo se erigió como un cantante cautivante en sí mismo, capaz de marcar notas con precisión o elongar sílabas en delicados portamentos. El “buen cantar” fue para él fundamental. Era un guitarrista discreto, como solían serlo los cantores nacionales de los años 20 y 30. Quizá como ellos, Gabo hizo de su voz no sólo un instrumento, sino el espacio que habitaban sus canciones. Espacio íntimo, como en “Lo que te da terror” (hay una hermosa versión de Gaby Comte), o de tremendismo casi tanguero, como en “Devorado los perros”. Si lo escuchabas con atención, Gabo te dejaba sin aliento.

A veces empezaba muy arriba (“Siempres”) y uno se preguntaba cómo haría para seguir sin desfallecer. Pero tenía resto, siempre lo tenía. Su voz podía sonar crispada pero nunca exigida: era certera como una flecha diestramente arrojada. Más como inspiración que como inventario, en su voz retumbaban los ecos de otras voces, las que seguramente había escuchado con la pasión que lo guio a lo largo de su vida. Las del primer rock argentino. Las de Favio y Ginamaría Hidalgo. Las de Yupanqui y Cafrune. Las de Raphael y Paco Ibáñez. Las de Chavela Vargas y Rufus Wainwright. Y las de tantísimos espectros sin nombre, anónimos, suspendidos en aire. “Todas las cosas que no tienen nombre/ vienen a nombrarse en mí”, cantó en su último disco, Su reflejo es el lobo del hombre.

En ningún caso los recursos de aquella voz poderosamente timbrada relegaron las letras a un segundo plano ni a ser un resignado significante, juguete de la música. Por el contrario, la evolución literaria de Gabo fue notable, con un amplio arco de temas en general orientado a la expresión del deseo (“El beso urgente”), los dilemas del amor (“Cuando el amor no entra”), las historias cotidianas de la gente común (“La cabeza de la novia cayó sin su velo”), las formas reales e imaginarias de la paternidad (“Dios me ha pedido un techo”) y la interrogación metafísica como sostén filosófico de su arte (“La silla de pensar”). Tenemos derecho a sospechar que aún no hemos aprendido sus letras con la debida atención.

Gabo Ferro fue un creador popular “serio”, pero nutrido en igual medida de alta cultura y cultura camp: había leído a Antonin Artaud (lo revisitó junto al artista interdisciplinario Emilio García Wehbi en Artaud, lengua madre) y cantó en la ópera del compositor y ensayista Abel Gilbert El astrólogo (un cuadro), al mismo tiempo que reivindicaba al Leonardo Favio cantor y recordaba con amor los sobreagudos con los que Ginamaría Hidalgo perforaba el techo del Luna Park. Lo que en otros podía sonar a pose posmoderna, en Gabo estas afinidades electivas eran honestas, en ellas estaba inscrita su propia biografía. Hijo de familia obrera de Mataderos, Gabo trazó una parábola vital entrañablemente argentina.

No fue un artista de fusión en el sentido de hacer de cada canción un posible esperanto. Prefería en cambio moverse por determinados ritmos y formas tradicionales para expresarse a través de ellos con gran libertad. Fue, al decir de Martín Graziano, un artista en estado de riesgo, especialmente cuando, a partir de 2010, exploró la colaboración autoral con el escritor Pablo Ramos y más tarde el dueto con la notable Luciana Jury. Con esta última Gabo realizó el álbum El veneno de los milagros. La rítmica - el vals y la milonga, principalmente - fue el salvoconducto que ambos hubiesen podido mostrar en festivales de folclore en caso de apriete tradicionalista. No fue necesario, por suerte. Lo que Ferro-Jury hacían era un canto doble - no siempre un dúo en sentido estricto- que llevaba la voz a su región más caliente, a un límite. ¿Folk expresionista? Ella venía del folclore, pero desafiándolo. Él venía de la cultura rock, pero hacía tiempo que ya no estaba ahí, no del todo. Juntos ponían en práctica una política de lo acústico y la palabra en un mundo eléctrico y aturdido. 

Gabo se alejó de la idea de que debe cantarse dentro de un estilo popular determinado, como quién debe fidelidad eterna a una familia de sangre. Su transgresión –si es que vale este término; no era un provocador en el sentido punk del término – se extendió también a la cuestión de género. “Es una cuestión central en mis canciones”, le contó a Mariano del Mazo en una entrevista en Radar, a propósito de la salida de El lapsus del jinete ciego. “No hay modelo. Así es el mundo, así es el sujeto contemporáneo. El sujeto ya no se define por lo masculino o lo femenino. Intento incluir en mundo a ese sujeto.” 

Pues bien, nunca olvidaremos su intento de incluir a ese sujeto en el mundo. Su voz seguirá sonando entre nosotros, así como otras voces lo hicieron en él a lo largo de 54 ciclos completos de una vida.

Sergio Pujol - Historiador y escritor. Su libro más reciente se titula "El año de Artaud. Rock y política en 1973" (Planeta, 2019). (www.sergiopujol.com.ar)




Comentarios

Lo más visto de la semana pasada

David Gilmour - Luck and Strange (2024)

Una entrada cortita y al pie para aclarar porqué le llamamos "Mago". Esto recién va a estar disponible en las plataformas el día de mañana pero ya lo podés ir degustando aquí en el blog cabeza, lo último de David Gilmour de mano del Mago Alberto, y no tengo mucho más para agregar. Ideal para comenzar a juntar cositas para que escuchen en el fin de semana que ya lo tenemos cerquita... Artista: David Gilmour Álbum: Luck and Strange Año: 2024 Género: Rock Soft Progresivo / Prog Related / Crossover prog / Art rock Referencia: Aún no hay nada Nacionalidad: Inglaterra Lo único que voy a dejar es el comentario del Mago... y esto aún no existe así que no puedo hablar de fantasmas y cosas que aún no llegaron. Si quieren mañana volvemos a hablar. Cae al blog cabezón, como quien cae a la Escuela Pública, lo último del Sr. David Gilmour (c and p). El nuevo álbum de David Gilmour, "Luck and Strange", se grabó durante cinco meses en Brighton y Londres y es el prim

Isaac Asimov: El Culto a la Ignorancia

Vivimos una época violenta, muy violenta; quizás tan violenta como otras épocas, sin embargo, la diferencia radica en que la actual es una violencia estructural y mundial; que hasta la OMS retrata como "epidemia mundial" en muchos de sus variados informes de situación. En ese engendro imperial denominado (grandilocuentemente) como "el gran país del norte", la ignorancia (junto con otras bestialidades, como el supremacismo, el racismo y la xenofobia, etc.) adquiere ribetes escandalosos, y más por la violencia que se ejerce directamente sobre aquellos seres que los "ganadores" han determinado como "inferiores". Aquí, un texto fechado en 1980 donde el genio de la ciencia ficción Isaac Asimov hace una crítica mordaz sobre el culto a la ignorancia, un culto a un Dios ciego y estúpido cual Azathoth, que se ha esparcido por todo el mundo, y aquí tenemos sus consecuencias, las vivimos en nuestra cotidaneidad. Hoy, como ayer, Cthulhu sigue llamando... ah,

Pink Floyd - Doug Sax Remasters (Discografia 67-87) (2007)

Se viene el fin de semana largo y nosotros no apareceremos hasta el lunes, así que siempre tratamos de dejarles varias cosas para que se acuerden de nosotros. Y esta vez es Felicia quien nos trae nada más y nada menos que a Pink Floyd en una de sus muchas, muchísimas remasterizaciones y reediciones, esta vez se trata de su discografía que va de 1967 hasta 1987, laburada por el reconocido ingeniero de sonido Doug Sax, que según dicen los entendidos es quien mejor ha podido plasmar el sonido Floyd, o al menos uno de los que mejores resultados ha tenido. Y con esto cerramos otra semana a pura música, sorpresas y ganas de romper las pelotas, otra semana típica en el blog cabeza. Artista: Pink Floyd Álbum: Doug Sax Remasters Año: 1967 - 1987 Género: Rock Psicodélico / Rock progresivo Referencia: Pink Floyd Ilustrado Nacionalidad: Inglaterra Pink Floyd supone todo un jardín de ediciones para perderse. He escuchado muchas diferentes, aunque no sé si todas porque hay una b

Los 100 Mejores Álbumes del Rock Argentino según Rolling Stone

Quizás hay que aclararlo de entrada: la siguiente lista no está armada por nosotros, y la idea de presentarla aquí no es porque se propone como una demostración objetiva de cuales obras tenemos o no que tener en cuenta, ya que en ella faltan (y desde mi perspectiva, también sobran) muchas obras indispensables del rock argento, aunque quizás no tan masificadas. Pero sí tenemos algunos discos indispensables del rock argentino que nadie interesado en la materia debería dejar de tener en cuenta. Y ojo que en el blog cabezón no tratamos de crear un ranking de los "mejores" ni los más "exitosos" ya que nos importa un carajo el éxito y lo "mejor" es solamente subjetivo, pero sobretodo nos espanta el concepto de tratar de imponer una opinión, un solo punto de vista y un sola manera de ver las cosas. Todo comenzó allá por mediados de los años 60, cuando Litto Nebbia y Tanguito escribieron la primera canción, Moris grabó el primer disco, Almendra fue el primer

Alejandro Matos - Carnaval De Las Víctimas (2024)

Tras el impresionante "La Potestad" en el 2015, y casi diez años después llega el nuevo y  magnífico álbum del multiinstrumentista Alejandro Matos "Carnaval De Las Victimas", otro trabajo de primer nivel que para constatarlo se puede ver simplemente el lugar que ocupa en Progarchives, dentro de los mejores discos del este año 2024 a nivel mundial, y con eso ya nos damos una idea de la valía de este nuestro trabajo, donde Alejandro Matos se ocupa de todos los instrumentos salvo la batería, conformando un trabajo oscuro, cinematográfico, elegante y ambicioso, y toda una reflexión sobre los tiempos que corren, en base a buenos riffs y melodías cautivadoras, hasta su bucólica y triste belleza. Un trabajo que llevó tres largos años, que cursa su travesía desde un medio tiempo en casi toda su extensión y se escucha como un oscuro regalo de los dioses... o de los demonios, uno vaya a saber, pero que definitivamente tenemos que recomendar al selecto público cabezón. Ide

Bill Bruford - The Best of Bill Bruford The Winterfold & Summerfold Years (2024)

Empezamos la semana con la nueva versión del "Red" de King Crimson, seguimos luego con Bill Bruford´s Earthworks y parece que seguimos en la misma onda porque ahora presentamos, gracias al Mago Alberto, algo recién salido del horno: "The Best of Bill Bruford The Winterfold & Summerfold Years", que no otra cosa que una retrospectiva completa que cubre amplias franjas del trabajo del legendario baterista, desde su homónima banda de jazz-rock hasta la encarnación final de su célebre banda de jazz Earthworks, un conjunto de tres discos que está lleno de numerosas colaboraciones; su compañero de Yes Patrick Moraz, el pianista holandés Michiel Borstlap, Luis Conte, Chad Wackerman y Ralph Towner, entre otros. Artista: Bill Bruford Álbum: The Best of Bill Bruford The Winterfold & Summerfold Years Año: 2024 Género: Jazz Rock /  Fusion Referencia: Link a Discogs, Bandcamp, Youtube, Wikipedia, Progarchives o lo que sea. Nacionalidad: Inglaterra Ante

El Ritual - El Ritual (1971)

Quizás aquellos que no estén muy familiarizados con el rock mexicano se sorprendan de la calidad y amplitud de bandas que han surgido en aquel país, y aún hoy siguen surgiendo. El Ritual es de esas bandas que quizás jamás tendrán el respeto que tienen bandas como Caifanes, jamás tendrán el marketing de Mana o la popularidad de Café Tacuba, sin embargo esta olvidada banda pudo con un solo álbum plasmar una autenticidad que pocos logran, no por nada es considerada como una de las mejores bandas en la historia del rock mexicano. Provenientes de Tijuana, aparecieron en el ámbito musical a finales de los años 60’s, en un momento en que se vivía la "revolución ideológica" tanto en México como en el mundo en general. Estas series de cambios se extendieron más allá de lo social y llegaron al arte, que era el principal medio de expresión que tenían los jóvenes. Si hacemos el paralelismo con lo que pasaba en Argentina podríamos mencionar, por ejemplo, a La Cofradía, entre otros muchos

Con la IDEA fija en cagarnos la vida

Javier Milei fue aplaudido por gerentes y empresarios de los grupos económicos reunidos en el Coloquio de IDEA. Aplaudían que la economía argentina está siendo devastada para ponerla al servicio de su propia rentabilidad. Aplaudían radicalidad ideológica y salvajismo político. Aplaudían una democracia raquítica. Y también el estado de salud de un peronismo que discute el tamaño del ombligo de sus dirigentes. Justo un 17 de octubre, cuando tendría que estar pensando en cómo combatir al capital. Por Fernando Gómez Los aviones privados se agolpaban en la pista de aterrizaje del aeropuerto de Mar del Plata. Trasladaban a los empresarios que se reunieron en la 60ª edición del “Coloquio de IDEA” con un interrogante que denota la ofensiva desatada por los sectores más radicalizados ideológicamente de las clases dominantes en la Argentina: “Si no es ahora, cuándo”. El Coloquio de IDEA es un espacio de lobby y presión política de los principales grupos económicos que operan en la

Charly García - La Lógica del Escorpión (2024)

Y ya que nos estamos yendo a la mierda, nos vamos a la mierda bien y presentamos lo último de Charly, en otro gran aporte de LightbulbSun. Y no será el mejor disco de Charly, ya no tiene la misma chispa de siempre, su lírica no es la misma, pero es un disco de un sobreviviente, y ese sobreviviente es nada más y nada menos que Charly. No daré mucha vuelta a esto, otra entrada cortita y al pie, como para adentrarse a lo último de un genio que marcó una etapa. Esto es lo que queda... lanzado hoy mismo, se suma a las sorpresas de Tony Levin y del Tío Franky, porque a ellos se les suma ahora el abuelo jodón de Charly, quien lanza esto en compañía de David Lebón, Pedro Aznar, Fito Páez, Fernando Kabusacki, Fernando Samalea y muchos otros, entre ellos nuestro querido Spinetta que presenta su aporte desde el más allá. Artista: Charly García Álbum: La Lógica del Escorpión Año: 2024 Género: Rock Referencia: Rollingstone Nacionalidad: Argentina Como comentario, solamente dejar

King Crimson - Red (Elemental Mixes) (1974 - 2024)

Y para empezar la semana siempre vamos con algo bueno ¿Y qué decir de esto que ahora nos trae El Mago Alberto?, tenemos uno de los disco claves del Rey Carmesí con temas inéditos, y me copio de uno de los comentarios de esta entrada: "El último gran álbum de los mejores King Crimson, los de la década de los ’70, veía la luz en aquel Noviembre de 1974. "Red" nacía proyectando su propia sombra densa, vestida de elementos de su sinfónico pasado, de un oscuro y rauco jazz y del naciente heavy metal, marcado este último por las distorsionadas guitarras y sus pétreos riffs, que dieron una visión un tanto peculiar de aquel primogénito del Hard Rock desde el especial prisma de Robert Fripp. (...) Este álbum sin duda marcó un antes y un después en la carrera de la banda, pues tras 7 años de silencio después de "Red", la banda volvió entrados los ’80 con otra onda completamente distinta, otra visión y concepción de su sonido, sonando también interesantes y originales, pe

Ideario del arte y política cabezona

Ideario del arte y política cabezona


"La desobediencia civil es el derecho imprescriptible de todo ciudadano. No puede renunciar a ella sin dejar de ser un hombre".

Gandhi, Tous les hommes sont frères, Gallimard, 1969, p. 235.