Después de las elecciones el régimen amarillo entró en un período abiertamente fascista. Un país donde si sos opositor te persiguen, te torturan y te detienen por un tweet, por una sospecha, por una denuncia, sin juicio, sin proceso, sin condena, porque a un juez, a un periodista o a un político se le ocurre, ante el silencio de los medios de comunicación y la complicidad de buena parte de la sociedad, es un país donde no rige el estado de derecho, te guste o no te guste el que está detenido. Las clases dominantes están lanzadas hacia una cacería de opositores que tiene el triple propósito de proscribir a la única oposición política, convetir a los tribunales en Grupos de Tareas y destruir las pocas conquistas sociales del pueblo. Se sienten omnipotentes y arrojaron todo lastre de legalidad, mientras los medios militan el totalitarismo.
El paquetazo anunciado por Macri es un verdadero plan de guerra contra los trabajadores. Las medidas fueron festejadas por el gran capital con una inmediata suba de la Bolsa, y por una consultora internacional con la mejora de la calificación de la deuda argentina. Después de todo, el repago del gigantesco endeudamiento oficial exige un ataque en regla a las conquistas de los trabajadores, al sistema previsional, de educación y salud pública. Esta política condujo a un cambio acotado de gabinete: se le entregó a la Sociedad Rural el Ministerio de Agricultura encumbrando a su presidente como ministro; y se nombró un nuevo ministro de Salud para llevar adelante el plan de Cobertura Unica de Salud (CUS), que introduce la privatización del hospital público mediante un recorte de las prestaciones gratuitas.
En la imagen derecha pueden ver las confesiones de Marcelo Bonelli en el diario ultra oficialista Clarín sobre los aprietes y extorsiones del gobierno del Felino Macri a opositores. Otro de sus importantes columnistas, Fernando González, nos cuenta: "Lo dicen los ministros, los senadores y los diputados. Los oficialistas y los de la oposición. Lo susurran los empresarios y los jueces. Y lo gritan los sindicalistas y los dirigentes de los movimientos sociales. “Este es el verdadero Macri”".
¿Qué es peor? ¿Que los tribunales se transformen en Grupos de Tareas o que con este circo de Boudou se tape el ataque a los trabajadores? Al fin y al cabo, el Juez Lijo detuvo a Boudou en una causa donde aún no fue llamado a indagatoria y luego de una apretada mediática.
Existe un clima de época de carácter reaccionario, que comienza desde el poder, lo difunden los medios y lo repiten las personas de a pie. La derecha argentina ha logrado polarizar a una gran porción de la sociedad. La imagen de inocencia pacificadora –expresada principalmente en "Heidi" Vidal– fue presentada como antídoto a la supuesta "violencia" anidada en lo que definen como "populismo" pero que en realidad engloba a todo lo que puede entorpecer los beneficios y la concentración de riquezas de corporaciones, la banca y el sistema financiero, aunque todavía los efectos de la política económica macrista ha alcanzado por ahora sólo a un pequeño sector de los trabajadores. Los efectos del endeudamiento, el déficit fiscal y la creciente apertura de las importaciones ha alcanzado —hasta la actualidad— a un pequeño sector de los trabajadores y el deterioro salarial no se ha constituido en un eje del debate político por haber sido sustituido por el fantasma del desempleo, la precarización y la flexibilidad laboral. La confianza en el gobierno amarillo, expresado por parte del electorado, no fue perforado por esos sectores castigados.
Los servicios de inteligencia, los grandes estudios jurídicos, ligados con los poderes judiciales y los respectivos aparatos mediático-culturales han asumido el rol de grupo de tareas, creando sus "Minutos de Odio" de 24 hs.
Después de casi dos años y de una gigantesca transferencia de ingresos que realizó apenas asumió, el gobierno de Mauricio Macri concretó cercenamientos de derechos y despidos, en simultáneo con un aumento de planes y gasto social creciente en línea con la desindustrialización de algunos sectores de la economía. Eliminó una variedad de planes educacionales y aplicó tarifazos de notable envergadura. El plan DADA se cumplió estrictamente: Devaluación, Ajuste, Deuda (endeudamiento) y Apertura de la economía. Se incrementó el déficit fiscal, demostrando un pragmatismo del que carecía el fundamentalismo de mercado de los referentes históricos como Alvaro Alsogaray, Ricardo López Murphy y Domingo Felipe Cavallo.
La derecha argentina ha planteado —y ha logrado imponer— una agenda de contradicciones que opone corrupción y soberbia a transparencia y frescura polarizando a una gran porción de la sociedad, cínica y artificialmente con simbologías ajenas al devenir estructural de sus políticas. Y les ha servido para lanzar esta avanzada totalitaria para no dejar nada en pie. Ellos sí van por todo.
Pero nada de esto puede pasar sin la complicidad de amplios sectores de todos los órdenes dirigenciales. El peronismo es un anciano con Alzheimer, el radicalismo se entregó de pies y de manos. La izquierda aguarda condiciones de devastación popular intolerables para que llegue "su momento", pero algún día nunca llega.
La derecha ha perdido todo prurito republicano, ya no se molesta por simular y cuenta con un sector de la población que adhiere a un régimen totalitario. Ellos están dispuestos a un enfrentamiento grave y se pertrecharon para esto. No les interesa una salida política porque saben que el ajuste que preparan es intolerable.
El paquetazo anunciado por Macri es un verdadero plan de guerra contra los trabajadores. Las medidas fueron festejadas por el gran capital con una inmediata suba de la Bolsa, y por una consultora internacional con la mejora de la calificación de la deuda argentina. Después de todo, el repago del gigantesco endeudamiento oficial exige un ataque en regla a las conquistas de los trabajadores, al sistema previsional, de educación y salud pública. Esta política condujo a un cambio acotado de gabinete: se le entregó a la Sociedad Rural el Ministerio de Agricultura encumbrando a su presidente como ministro; y se nombró un nuevo ministro de Salud para llevar adelante el plan de Cobertura Unica de Salud (CUS), que introduce la privatización del hospital público mediante un recorte de las prestaciones gratuitas.
En todos los pueblos existen:Pío Baroja
* Los que no saben
* Los que no quieren saber
* Los que odian saber
* Los que sufren por no saber
* Los que aparentan que saben
* Los que triunfan sin saber, y
* Los que viven gracias a que los demás no saben
En la imagen derecha pueden ver las confesiones de Marcelo Bonelli en el diario ultra oficialista Clarín sobre los aprietes y extorsiones del gobierno del Felino Macri a opositores. Otro de sus importantes columnistas, Fernando González, nos cuenta: "Lo dicen los ministros, los senadores y los diputados. Los oficialistas y los de la oposición. Lo susurran los empresarios y los jueces. Y lo gritan los sindicalistas y los dirigentes de los movimientos sociales. “Este es el verdadero Macri”".
¿Qué es peor? ¿Que los tribunales se transformen en Grupos de Tareas o que con este circo de Boudou se tape el ataque a los trabajadores? Al fin y al cabo, el Juez Lijo detuvo a Boudou en una causa donde aún no fue llamado a indagatoria y luego de una apretada mediática.
Existe un clima de época de carácter reaccionario, que comienza desde el poder, lo difunden los medios y lo repiten las personas de a pie. La derecha argentina ha logrado polarizar a una gran porción de la sociedad. La imagen de inocencia pacificadora –expresada principalmente en "Heidi" Vidal– fue presentada como antídoto a la supuesta "violencia" anidada en lo que definen como "populismo" pero que en realidad engloba a todo lo que puede entorpecer los beneficios y la concentración de riquezas de corporaciones, la banca y el sistema financiero, aunque todavía los efectos de la política económica macrista ha alcanzado por ahora sólo a un pequeño sector de los trabajadores. Los efectos del endeudamiento, el déficit fiscal y la creciente apertura de las importaciones ha alcanzado —hasta la actualidad— a un pequeño sector de los trabajadores y el deterioro salarial no se ha constituido en un eje del debate político por haber sido sustituido por el fantasma del desempleo, la precarización y la flexibilidad laboral. La confianza en el gobierno amarillo, expresado por parte del electorado, no fue perforado por esos sectores castigados.
Los servicios de inteligencia, los grandes estudios jurídicos, ligados con los poderes judiciales y los respectivos aparatos mediático-culturales han asumido el rol de grupo de tareas, creando sus "Minutos de Odio" de 24 hs.
"En el nexo entre política, desigualdad política y desigualdad económica el control de los medios de comunicación cumple un rol muy importante. En mi libro "El Precio de la Desigualdad" expongo que Estados Unidos se ha convertido en el país desarrollado con mayores niveles de desigualdad. Pero también señalo que esta desigualdad es en parte el resultado de la manera en la que formamos nuestras leyes, las leyes de los bancos, las leyes de competencia, las leyes impositivas, las leyes corporativas… todos los aspectos de nuestra legislación económica. Pero cuando existe una desigualdad económica de la magnitud de los Estados Unidos no es una sorpresa que esa desigualdad económica se traslade a una desigualdad política. De forma directa la sobrejecuta. Hay un nexo entre la economía y la política. La desigualdad económica nos lleva a la desigualdad política y la prensa ocupa un rol muy importante. La habilidad de ésta por mantener las desigualdades es muy grande. En muchos países latinoamericanos el nivel de concentración de la prensa y el link entre las ligas políticas y la desigualdad política es particularmente grande. Los medios se convierten en una de las maneras por la que la desigualdad se sostiene..."Joseph Stiglitz
Después de casi dos años y de una gigantesca transferencia de ingresos que realizó apenas asumió, el gobierno de Mauricio Macri concretó cercenamientos de derechos y despidos, en simultáneo con un aumento de planes y gasto social creciente en línea con la desindustrialización de algunos sectores de la economía. Eliminó una variedad de planes educacionales y aplicó tarifazos de notable envergadura. El plan DADA se cumplió estrictamente: Devaluación, Ajuste, Deuda (endeudamiento) y Apertura de la economía. Se incrementó el déficit fiscal, demostrando un pragmatismo del que carecía el fundamentalismo de mercado de los referentes históricos como Alvaro Alsogaray, Ricardo López Murphy y Domingo Felipe Cavallo.
La derecha argentina ha planteado —y ha logrado imponer— una agenda de contradicciones que opone corrupción y soberbia a transparencia y frescura polarizando a una gran porción de la sociedad, cínica y artificialmente con simbologías ajenas al devenir estructural de sus políticas. Y les ha servido para lanzar esta avanzada totalitaria para no dejar nada en pie. Ellos sí van por todo.
Pero nada de esto puede pasar sin la complicidad de amplios sectores de todos los órdenes dirigenciales. El peronismo es un anciano con Alzheimer, el radicalismo se entregó de pies y de manos. La izquierda aguarda condiciones de devastación popular intolerables para que llegue "su momento", pero algún día nunca llega.
La derecha ha perdido todo prurito republicano, ya no se molesta por simular y cuenta con un sector de la población que adhiere a un régimen totalitario. Ellos están dispuestos a un enfrentamiento grave y se pertrecharon para esto. No les interesa una salida política porque saben que el ajuste que preparan es intolerable.
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