Artista: Gnidrolog
Álbum: In Spite of Harry's Toenail
Año: 1972
Género: Rock progresivo / psicodelia / sinfónico
Duración: 1:08:33
Nacionalidad: Inglaterra
Los gemelos Stewart y Colin Goldring, que desde niños habían conocido escenarios y contaban con una sólida formación musical, arrancaron en Londres su breve aventura hacia 1969, reunidos con Peter Cowling y Nigel Pegrum. Para cuando firmaron con la RCA, esta disquera ya había descartado su sello “progresivo”, Neon, con el que había buscado competir con los exitosos Harvest (de EMI) y Vertigo (de Phonogram), por lo que el manejo de distribución, difusión y mercado de Gnidrolog, ciertamente más experimentales que muchos otros, nacía debilitado. No llegaron a los números de ventas que la empresa esperaba y se quedaron en el camino, pero esto no significa que sus aportes al género fueran desdeñables. Lo que vamos a escuchar en los cuatro discos de Gnidrolog que existen (y que iremos posteando acá) prueba que se trataba de músicos con tanta valía como la de sus contemporáneos más exitosos. No son completos extraños en el blog; una búsqueda local nos los muestra presentes en algunas entradas, especialmente en la de los tanos Areknamés (Love Hate Round Trip), que hacen un cover de “Snails”, del disco que comentamos hoy, pero tiendo a creer que era una ausencia importante, así que con este post comenzamos a hacerle justicia a una banda que la historia trató mal. Música estupenda, virtuosismo en la ejecución, letras inteligentes, fusiones originales, pero quizás cierto déficit de limpieza y voces demasiado rasposas y tipludas... ¡Juzguen ustedes!
Gnidrolog (progresivos hasta en el nombre, que parece como surgido de las páginas de Tolkien) es una especie de anagrama del apellido de sus fundadores, los hermanos Goldring. Con esa presentación se lanzaron a una escena que sabemos muy concurrida, aportando una instrumentación original que incluía, además del infaltable combo guitarra-bajo-batería, flautas dulces, saxos, cornos, armónicas (Colin Goldring), cello (Peter Cowling) y percusiones varias, flauta traversa y oboe (Nigel Pegrum). Su estructura, entonces, era básicamente electroacústica pero con un toque particular, muy de ensamble de cámara, firmado por los vientos y el cello ocasional. Aunque tal vez lo más importante era su estilo de composición, el manejo de las estridentes voces y su poética aún psicodélica y hippie.
Sus únicos dos discos de estudio (antes del reencuentro más de 25 años después) salieron ambos en 1972: In Spite of Harry’s Toenail, que aquí comentamos, y Lady Lake. Como es muy difícil describir la música sin recurrir a comparaciones con lo que nos parece más familiar, el trabajo de Gnidrolog se ha visto como un contenedor de elementos que recuerdan a Gentle Giant (que por entonces andaba en los fabulosos Octopus y Three Friends), al trabajo flautístico de Ian Anderson en la época Stand Up de Jethro Tull, y en cierto modo a la lírica de Peter Hamill en Van Der Graaf Generator. Para cuando grabaron In Spite of Harry’s Toenail, tenían varios años trabajando y habían logrado consolidar un estilo peculiar.
El disco abre con una minisuite en dos partes, “Long Live Man Dead”. Comienza con una overtura casi sinfónica y se extiende en un interesante contrapunto bajo-flauta que da paso a la letra sobre la opresión de la vida oficinesca sobre la libertad de las personas. La segunda parte, “Skull”, repite la estrofa inicial pero sobre una melodía lenta y suave, hasta que truena en una especie de fanfarria que repite “¡Larga vida al hombre muerto!” y se va desvaneciendo en una melodía de bajo.
Sobre una suave sonatina para cello y flauta dulce, “Peter” cuenta la historia de un rebelde en Hyde Park que agitaba los puños contra bandadas de palomas mientras lo vigilaban policías y oficinistas computarizados. Hay en la melodía de la voz —un madrigal— algo que recuerda la música renacentista, como más tarde encontraremos en bandas como Gryphon. El destino de Peter, sin embargo, sería caer en las garras de ese trabajo estupidizante en la oficina desde la que lo vigilaban; no hay esperanza ahí.
“Snails” es uno de los temas más interesantes del disco, lleno de cambios de ritmo e intensidad y de alta complejidad musical: del suave madrigal a un agresivo hard rock, y así, ida y vuelta. Los riffs de guitarra en semitonos indican que los Goldring no eran ajenos a la música serial y al dodecafonismo, que en temas como este se hacen vagamente presentes, y que avanzan hasta alcanzar una marcha enérgica que al final se ralentiza y se pierde.
“Time and Space” es una balada en tonos mayores basada en guitarra acústica que pronto se desintegra en unísonos estridentes muy al estilo de Gentle Giant. Tal vez una de las piezas más complejas de la banda y en la que se puede escuchar la flauta traversa con clara influencia de Ian Anderson. También tiene momentos netamente sinfónicos que no le piden nada a las bandas de la época que sí trascendieron.
La brevísima “Who Spoke” nuevamente presenta una estructura de balada para guitarra acústica, y por primera vez vemos a un Gnidrolog que se mantiene armonioso, dulce y suave. Si hubiera que comparar este tema con algo contemporáneo, diríamos que es una especie de folk al estilo de Crosby, Stills, Nash & Young, aunque Gnidrolog añade un extra armónico que en los estadounidenses folk no encontramos fácilmente.
El disco cierra con otra minisuite en dos partes, la que le da nombre: “In Spite of Harry’s Toenail”. La primera parte, “Goodbye, Farewell, Adieu”, es una canción suave de despedida (los contrapunteos entre bajo y flauta dulce se vuelven la característica más sobresaliente de la banda) que desemboca en un rock a toda máquina; el momento del disco en que más destaca la guitarra eléctrica. Compuesta de distintas partes fusionadas, llegaremos a sentir incluso un coqueteo con el blues a través de la armónica de Colin Goldring. Este tema es uno de los que nos hacen pensar ¿cómo rayos dejó la historia pasar a estos genios?
La versión que comentamos de este disco incluye cuatro bonus: “Smokescreen” (muy blueserita), “My Room” y dos versiones de la “Saga of Smith and Smythe”, de 1969 y 1971 respectivamente. (No recuerdo, en realidad, de dónde saqué estos flacs, pero estos cuatro bonus están bajitos de resolución, ustedes disculparán.)
La falta de éxito comercial, como decíamos al principio, se llevó a Gnidrolog casi al olvido tan pronto como surgió. Cada uno de sus integrantes siguió carreras individuales, no siempre relacionadas con la música. Poco después vino la debacle del prog que sucumbió ante el empuje del punk y el nuevo pop. Como en plan de broma pero no sin cierta rabia, los hermanos Goldring respondieron a ese contexto con la formación de una banda ultra punk, pornográfica, escatológica, grosera, con la que parecían burlarse de los cambios en la industria: los Pork Dukes. Es una curiosidad tan resaltante como el propio Gnidrolog, pero en un género mucho más dado a lo subterráneo y lo oculto. Tampoco vivieron gloria alguna con su aventura punk.
Casi treinta años después de lanzar sus dos placas de estudio, alguno de los integrantes encontró que había cierto interés por Gnidrolog en internet y esto alentó un relanzamiento de la banda. En 1999 se editó un disco en vivo con presentaciones de 1972, y en 2000 saldría el disco del renacimiento de Gnidrolog, Gnosis, con características muy interesantes, ya lo comentaremos por acá.
Gnidrolog tiene la complejidad de sus contemporáneos; la creatividad y el virtuosismo. Tiene también las ideas, la herencia poética de la psicodelia, problematizada, y la construcción inteligente de preocupaciones existenciales. ¿Por qué no se hizo famoso? ¿Dónde están los discos que faltaban para construir una discografía medianamente memorable como las de tantos de sus contemporáneos? Debe haber muchas razones. Tal vez desde el nombre, que fue alcanzado mediante un juego de letras con el apellido de los hermanos Goldring (puede parecer el nombre de un duende escocés o del hallazgo mineral de un alquimista artúrico, pero es difícil de pronunciar). Tal vez el tono de chicos leyendo el pautado de algunos de sus pasajes más complejos, tanto que no sería posible memorizarlos y tendrían que convertirse en orquesta de cámara estridente para llegar al final de los ocho minutos de la pieza. O la calidad de grabación, que no parece ser muy clara, o todos estos factores juntos en un contexto en que la competencia era demasiado poderosa: además de los mencionados arriba, fueron los años de Foxtrot y Selling England by the Pound, de Genesis; Meddle y Dark Side of the Moon, de un madurísimo Pink Floyd; Trilogy y Brain Salad Surgery de Emerson, Lake and Palmer; Thick as a Brick y A Pasion Play de Jethro Tull... Y si a este contexto se suma que los Gnidrolog no parecen haber sido especialmente carismáticos, ni contaron con la mercadotecnia que la disquera debía poner, o con un buen productor, se comprende su caída. A mí me gusta Gnidrolog y estoy seguro de que será bien recibido en el blog cabezón, ¡comenten, lectorxs!
Lista de Temas:
1. Long Live Man Dead, part 1
2. Long Live Man Dead, part 2: Skull
3. Peter
4. Snails
5. Time and Space
6. Who Spoke
7. In Spite of Harry's Toenail, part 1: Goodbye-Farewell-Adieu
8. In Spite of Harry's Toenail, part 2: Harry's Toenail
Bonus
9. Smokescreen
10. Saga of Smith and Smythe (1971)
11. My Room
12. Saga of Smith and Smythe (1969)
Alineación:
- Colin Goldring / voz líder, guitarras, flautas dulces, sax tenor, corno, armónica
- Stewart Goldring / guitarra líder, voces
- Peter Cowling / bajo, cello
- Nigel Pegrum / percusiones, flauta traversa, oboe, piano
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