Rafael Nahuel: asesinado por las fuerzas armadas y por la espalda, con la negación y la complicidad mediática y la docilidad de la sociedad que compra la siniestra construcción del "terrorista" indígena. Otra nueva víctima de un monstruo que va creciendo y conforma un peligro y una amenaza brutal que se cierne como sobre todos nosotros. Este abuso no es el primero cometido por parte de las fuerzas de seguridad desatadas como perros rabiosos, que son responsables de la desaparición forzada de otros jóvenes que no tuvieron la visibilidad de Santiago Maldonado. El exterminio y la cacería indígena hoy continúa en la Patagonia trágica, celebrados casi como deporte por una sociedad insensible. El exterminio de los pobres recién empieza...
En Bariloche, así como en la Plaza de Mayo en Buenos Aires, se reclamó ayer contra la represión ilegal de un gobierno decicido a "limpiar" los territorios de habitantes originarios para favorecer los emprendimientos de empresas extranjeras y el extractivismo contra los cuales la lucha de los pueblos originarios - con sus desaparecidos que no se registran en la conciencia colectiva hasta lo ocurrido en al Pu Lof Cushamen el pasado 1ro. de agosto cuando desaparece Santiago Maldonado- se encuentra con el reclamo de NUNCA MÁS al terrorismo de Estado. Cuando los muertos se empiezan a amontonar no debe haber lugar para la indiferencia.
Somos una sociedad que sigue matando a Kosteki y Santillán, que todos los días gatilla con sus opiniones a Santiago Maldonado. Seguimos matando a los mejores, como en la dictadura. Seguimos asesinando más pibes solidarios y valientes, que se juegan por otros, que accionan, que se mueven, que se expresan. Somos una sociedad con la sangre de Luciano Arruga, Carlos Fuentealba, Mariano Ferreyra en nuestras manos, y que elije todos los días una nueva víctima. Eso somos....
Los mapuches dicen que la versión de Bullrich es "un delirio". La vocera mapuche Moira Millán calificó la represión como "una carnicería" y aseguró que "la tía de Rafael vio como lo golpeaban y que cuando se dieron cuenta que estaba muerto intentaron reanimarlo", en relación a los prefectos que estuvieron en el operativo. Como en el caso de Santiago Maldonado la ministra apaña a las fuerzas armadas asesinas. Apresando a mujeres y niños y persiguiendo a balazos a los mapuches, los cobardes uniformados a las órdenes de Patricia Bullrich, se cobraron la vida de un joven y dejaron gravemente heridas a una mujer y a otro residente más de la comunidad.
Rafael Nahuel tenía 22 años, fue asesinado por la espalda en operativo del grupo Albatros de la Prefectura Nacional que, desde el jueves pasado desataron la "caza de indios" del siglo XXI esta vez en la comarca de Lafken Wuinkuñ Mapu junto al Lago Mascardi, en Bariloche.
Mientras que el Gobierno Nacional alimenta la teoría del enfrentamiento para dar cuenta de los sucesos en que resultó muerto el joven mapuche Rafael Nahuel, de 21 años, la APDH y miembros de la comunidad Lafken Wuinkuñ Mapu, aseguran que no estaban armados, que respondieron con piedras y que los prefectos "los corrieron a tiros". Al igual que en el caso de Santiago Maldonado, la estrategia de "tu palabra contra la mía", pretende sembrar dudas sobre los alcances del operativo de las fuerzas federales de seguridad que, este sábado, causó la muerte de Rafael Nahuel.
Régimen Macrista Matando Pobres
Las tropelías de los amarillos tienen, todavía, pocas consecuencias en la percepción positiva de una parte importante de la sociedad. Nada la afecta, ni los chanchullos económicos del Gran Equipo, el furor represivo contra los que se ponen en su camino ni la succión vampírica de nuestros bolsillos. Nada extirpa la angelical imagen de Macri y su ballet que los cautivos incrustaron en sus retinas ni destierra las esperanzas que abrazan, aunque La Revolución de la Alegría ya no despierta ninguna. Cuando los muertos se empiezan a amontonar no debe haber lugar para la indiferencia.
Según la Correpi –Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional- las tropas amarillas baten el triste récord de casi un muerto por día. El gatillo fácil se ha convertido en obligación para los uniformados que se despliegan en todas las latitudes. Los familiares de Santiago Maldonado no habían terminado de despedirse de sus restos cuando una nueva bala detonó en nuestros corazones.
Ahora aparecerán de nuevo los trolls amarillos que persiguen el librepensar del blog diciendo barbaridades, como siempre. Aclaro que a diferencia de lo que hago generalmente, no voy a responder, no estoy con ánimos, no me interesa, no tiene sentido y es hora de que tomen un poco de su medicina, cualquier gorilada o salvajada en los comentarios será automáticamente eliminada.
A esta altura, no se merecen otra cosa, al menos no en el blog cabezón.
Los cautivos televidentes del asfixiante relato oficial consumen a diario los argumentos de los poderosos, entonces los conflictos generados por la guadaña impiadosa de la Gerencia PRO son interpretados como palos en la rueda en este camino al paraíso neoliberal, las víctimas se convierten en victimarios, y los mapuches son terroristas peligrosos que pretenden apoderarse del país con piedras y lanzas, los trabajadores impiden la competitividad con sus pretensiones de una vida digna y los jubilados provocan el déficit fiscal que tanto desvela a los funcionarios.
En este universo mercantilizado el salario se convierte en un gasto, la seguridad social un desperdicio y la desigualdad un principio arcano. Los voceros de la pantalla justifican este purgatorio que padece la mayoría por el pecado de haber gozado de algo parecido a la equidad. Los apologistas mediáticos ponderan a los pobres que agradecen, sumisos y humillados, los mendrugos que caen de la mesa del amo y señalan como enemigos a los que reclaman por sus derechos. Los venenos que reparte el cinismo de la clase gobernante, hace que muchos que antes festejaron mirando el fútbol cada fin de semana ahora sean capaces de celebrar el resultado de una autopsia, y festejar como si fuera un gol la puntería de un balazo que mata a un joven mapuche.
La persecusión de mapuches se ha transformado en una especie de deporte de esos Robocops del subdesarrollo que, con la arrogancia propia de las bestias inútiles, arremeten a balazos contra esos pueblos originarios considerados, por gran parte de la población, menos que humanos. Los unos y los otros haciendo gala de su bestialidad.
Otro pibe solidario
En Bariloche, así como en la Plaza de Mayo en Buenos Aires, se reclamó ayer contra la represión ilegal de un gobierno decicido a "limpiar" los territorios de habitantes originarios para favorecer los emprendimientos de empresas extranjeras y el extractivismo contra los cuales la lucha de los pueblos originarios - con sus desaparecidos que no se registran en la conciencia colectiva hasta lo ocurrido en al Pu Lof Cushamen el pasado 1ro. de agosto cuando desaparece Santiago Maldonado- se encuentra con el reclamo de NUNCA MÁS al terrorismo de Estado. Cuando los muertos se empiezan a amontonar no debe haber lugar para la indiferencia.
Somos una sociedad que sigue matando a Kosteki y Santillán, que todos los días gatilla con sus opiniones a Santiago Maldonado. Seguimos matando a los mejores, como en la dictadura. Seguimos asesinando más pibes solidarios y valientes, que se juegan por otros, que accionan, que se mueven, que se expresan. Somos una sociedad con la sangre de Luciano Arruga, Carlos Fuentealba, Mariano Ferreyra en nuestras manos, y que elije todos los días una nueva víctima. Eso somos....
Los mapuches dicen que la versión de Bullrich es "un delirio". La vocera mapuche Moira Millán calificó la represión como "una carnicería" y aseguró que "la tía de Rafael vio como lo golpeaban y que cuando se dieron cuenta que estaba muerto intentaron reanimarlo", en relación a los prefectos que estuvieron en el operativo. Como en el caso de Santiago Maldonado la ministra apaña a las fuerzas armadas asesinas. Apresando a mujeres y niños y persiguiendo a balazos a los mapuches, los cobardes uniformados a las órdenes de Patricia Bullrich, se cobraron la vida de un joven y dejaron gravemente heridas a una mujer y a otro residente más de la comunidad.
"Lo que le pasó a Rafael Nahuel es una tristeza; se nos fue un peñi (hermano) que tenía 22 años. Mataron a un jovencito. Fue el grupo Albatros el que empezó a los balazos. No hubo un enfrentamiento. Y ahora quieren tapar la realidad de lo que pasó. Ellos vinieron a cazar mapuches. Quieren hacer lo mismo que en la Pu Lof, es decir, lavarse las manos. Pero en este caso no van a poder hacerlo, porque nosotros estamos todos baleados, y ellos no tienen ni un solo herido".Integrante de la comunidad Lof Lafken Wincul Mapu
Rafael Nahuel tenía 22 años, fue asesinado por la espalda en operativo del grupo Albatros de la Prefectura Nacional que, desde el jueves pasado desataron la "caza de indios" del siglo XXI esta vez en la comarca de Lafken Wuinkuñ Mapu junto al Lago Mascardi, en Bariloche.
Mientras que el Gobierno Nacional alimenta la teoría del enfrentamiento para dar cuenta de los sucesos en que resultó muerto el joven mapuche Rafael Nahuel, de 21 años, la APDH y miembros de la comunidad Lafken Wuinkuñ Mapu, aseguran que no estaban armados, que respondieron con piedras y que los prefectos "los corrieron a tiros". Al igual que en el caso de Santiago Maldonado, la estrategia de "tu palabra contra la mía", pretende sembrar dudas sobre los alcances del operativo de las fuerzas federales de seguridad que, este sábado, causó la muerte de Rafael Nahuel.
Régimen Macrista Matando Pobres
Las tropelías de los amarillos tienen, todavía, pocas consecuencias en la percepción positiva de una parte importante de la sociedad. Nada la afecta, ni los chanchullos económicos del Gran Equipo, el furor represivo contra los que se ponen en su camino ni la succión vampírica de nuestros bolsillos. Nada extirpa la angelical imagen de Macri y su ballet que los cautivos incrustaron en sus retinas ni destierra las esperanzas que abrazan, aunque La Revolución de la Alegría ya no despierta ninguna. Cuando los muertos se empiezan a amontonar no debe haber lugar para la indiferencia.
Según la Correpi –Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional- las tropas amarillas baten el triste récord de casi un muerto por día. El gatillo fácil se ha convertido en obligación para los uniformados que se despliegan en todas las latitudes. Los familiares de Santiago Maldonado no habían terminado de despedirse de sus restos cuando una nueva bala detonó en nuestros corazones.
Ahora aparecerán de nuevo los trolls amarillos que persiguen el librepensar del blog diciendo barbaridades, como siempre. Aclaro que a diferencia de lo que hago generalmente, no voy a responder, no estoy con ánimos, no me interesa, no tiene sentido y es hora de que tomen un poco de su medicina, cualquier gorilada o salvajada en los comentarios será automáticamente eliminada.
A esta altura, no se merecen otra cosa, al menos no en el blog cabezón.
Los cautivos televidentes del asfixiante relato oficial consumen a diario los argumentos de los poderosos, entonces los conflictos generados por la guadaña impiadosa de la Gerencia PRO son interpretados como palos en la rueda en este camino al paraíso neoliberal, las víctimas se convierten en victimarios, y los mapuches son terroristas peligrosos que pretenden apoderarse del país con piedras y lanzas, los trabajadores impiden la competitividad con sus pretensiones de una vida digna y los jubilados provocan el déficit fiscal que tanto desvela a los funcionarios.
En este universo mercantilizado el salario se convierte en un gasto, la seguridad social un desperdicio y la desigualdad un principio arcano. Los voceros de la pantalla justifican este purgatorio que padece la mayoría por el pecado de haber gozado de algo parecido a la equidad. Los apologistas mediáticos ponderan a los pobres que agradecen, sumisos y humillados, los mendrugos que caen de la mesa del amo y señalan como enemigos a los que reclaman por sus derechos. Los venenos que reparte el cinismo de la clase gobernante, hace que muchos que antes festejaron mirando el fútbol cada fin de semana ahora sean capaces de celebrar el resultado de una autopsia, y festejar como si fuera un gol la puntería de un balazo que mata a un joven mapuche.
La persecusión de mapuches se ha transformado en una especie de deporte de esos Robocops del subdesarrollo que, con la arrogancia propia de las bestias inútiles, arremeten a balazos contra esos pueblos originarios considerados, por gran parte de la población, menos que humanos. Los unos y los otros haciendo gala de su bestialidad.
Otro pibe solidario
No era militante mapuche, estaba en Villa Mascardi para acompañar a algunos familiares en la comunidad desalojada.Santiago Rey
A la una y media de la mañana del recién comenzado domingo, María Nahuel llegó a la humilde casa de la familia de Rafael, en el barrio Nahuel Hue. Llevaba la peor noticia: el joven asesinado por la Prefectura durante la represión en la comunidad en Villa Mascardi era Rafael Nahuel.
Los padres de Rafael y su hermano menor de sólo 12 años enmudecieron y se abrazaron. A las dos de la mañana los recibió el Juez Gustavo Villanueva, pero no los dejó ver el cuerpo.
Rafael no era militante mapuche. La rama paterna de su familia, sí. Su tía, María Nahuel fue una de las detenidas durante el desalojo del pasado jueves. Hasta la comunidad Lafken Winkul Mapu había ido Rafael para acompañar a familiares y amigos. En una casilla de palos y nylon lo sorprendió el avance represivo de la Prefectura. Lo mataron de un tiro.
“Vivía en una casa y una familia muy vulnerada, muchos problemas”, coinciden en contextualizar todos los referentes de organizaciones que compartieron actividades y proyectos con Rafael Nahuel.
Flaco, hermano del medio, laburador, Rafael participaba del proyecto Semillero del Colectivo Al Margen, donde aprendía el oficio de carpintería, luego del almuerzo y el fulbito diario. Este año había comenzado a participar de esa actividad, y con la misma organización conoció el distante Cerro Catedral, bajo el programa Esquí Social.
Rafael Nahuel “hacía changas con todo lo que había aprendido”, cuenta Alejandro Palmas, referente de Al Margen.Fue Alejandro el que a las 22,30 horas del sábado llevó a su vivienda en el Alto de Bariloche a la familia de Rafael, luego de varias horas en la puerta del Hospital. Les compró unas empanadas y los acompañó hasta que a la 1,30 María Nahuel llegó con la noticia.
“Es un pibe re de barrio, changueaba como podía para ayudar a la familia”, recuerda Alejandro mezclando los tiempos presente y pasado. ¿Por qué estaba en la comunidad?: “Iba a ir un rato al campo, le dijo a la familia, a acompañar a algunos familiares y amigos. No era militante mapuche, pero tenía clara la lucha territorial que se estaba dando. Cada tanto participaba de algunas ceremonias”, rememora Alejandro.
Hincha fanático de Boca, jugaba al fútbol en cuanto potrerito había en los barrios del Alto. Mientras caminaba por esas calles de tierra, levantaba todos los fierros que encontraba, para hacer algún chulengo o parrilla. “Era muy buen soldador”, explica Fernando Fernández Herrero, referente del San José Obrero, una fundación que trabaja en la integración de los chicos de la zona.
En 2011 Rafael se acercó a la experiencia popular denominada Alto Construcciones –que luego derivó en el San José Obrero–, un espacio para el aprendizaje de oficio, la contención y la búsqueda de una salida laboral para los jóvenes de los barrios más vulnerados de Bariloche. Con sólo 15 años, Rafael participaba de un grupo de la capilla del Nahuelo Hue, y desde allí llegó al proyecto Alto Construcciones. “Rápidamente aprendió el oficio de herrero, le ponía muchas ganas al taller”. Tantas que, sin llegar a ser un capacitador, se convirtió en un líder del grupo.
Fernández Herrero le dice Rafita. “Era muy flaquito Rafita”, dice. “Era el típico pibe de familia muy golpeada que anda por la calle solo y que se las arregla como puede. Muy buen pibe”, dice, y suma a Rafael a la larga lista de jóvenes, pobres y del Alto que murieron en los últimos años. En distintas circunstancias murieron, pero siempre son jóvenes, pobres y del Alto.
Rafa siempre andaba con su mejor amigo, otro pibe de su edad, otra historia del Alto de Bariloche. Murió hace aproximadamente un año, como tantos jóvenes del Alto. Un año después a Rafael lo mató la Prefectura. Los pobres siguen poniendo los muertos de la grieta social.
Tengo amigos que conocieron a rafita. La policia siempre lo tuvo a punto, un pibe que le costo mucho todo pero estaba luchandola, es increible como la gente no le da bola a estas cosas, gente que vivio en la dictadura y toma estos echos como intracendentes, o con cosas como " se lo merecia " " Si hubiese estado trabajando eso no le hubiera pasado ". Cosas que repiten como loros porque no tienen ningun tipo de coerencia o justificacion. La verdad no entiendo como se olvidan tan rapido las cosas. Esperemos que esto deje de pasar y lucharemos para ello. Nos vemos en la calle. Gracias por las lineas
ResponderEliminarGracias anónimo, lástima que no dejaste tu nombre o nick, y este texto va a estar en la próxima nota. La verdad es que yo tampoco entiendo cómo se diluye tan pronto la memoria para una mayoría tan grande, es amnesia criminal, es sequía del corazón.
EliminarComo ya hemos dicho, esto se parece (y cada vez más) al "1984" de Orwell, sobretodo del doblepensar: Todos los días, la opinión pública se ve sometida a la revisión de la historia, la amnesia oficial y las mentiras descaradas, y todo ello se designa con el benevolente término de "versión", saben que no es cierto lo que nos dicen pero confían en los noticieros. Las mayorías creen y dudan al mismo tiempo; parece que una de las condiciones del "pensamiento" en la era de la post verdad, es tener permanentemente opiniones contradictorias sobre la mayoría de las cosas. Este "pensamiento" que tiene poco de pensamiento crítico porque su lógica es tan débil el soplo de una brisa derrumba esta casa de naipes ideológica, pero una amplia mayoría entra en el juego absurdo, estúpido y bizarro... y ahora asesino.