A esta altura del mandato gubernamental, con el gatillo fácil como política de Estado y con otra muerte por represión (con la muerte todavía enormemente "sospechosa" de Santiago Maldonado, rodeado de gendarmes), los recursos argumentales de los funcionarios son cada vez más brutales. Por ser también psicotizantes, no necesitan sostenerse en ninguna lógica. Orwell comprendió que el deseo de fascismo no había desaparecido, que no sólo no había muerto sino que, tal vez, ni siquiera había alcanzado aún su plena madurez: la corrupción del espíritu, la violencia del alma, el odio social, el individualismo extremo. Cuando una sociedad se devora a sus jóvenes, entra en el terreno más salvaje, y Luciano, Mariano, Maxi, Darío, Matías, Kevin, Ezequiel, Jere, Mono, Patom, Pocho y muchos más dan cuenta de ello. El gobierno y sus formadores de opinión se esfuercen en formar la imagen de una guerrilla a imagen del ISIS (ahora mapuche, pero ¿recuerdan los ejércitos collas de Milagro Sala?, luego será una guerrilla de lo que sea...). Todo muy ridículo y bizarro, pero cada vez hay más ingenuos (e insensibles) que se lo creen la construcción del enemigo político de turno (la Tupac Amarú, el kirchnerismo, los maestros en el conflicto gremial del principios de este año, ahora los mapuches, que pase el que sigue) que legitimaría toda violencia ejercida por parte del Estado.
Mientras tanto, una vez más nos encontramos pidiendo justicia y esclarecimiento por un caso de asesinato de un joven. Nuestros niños, niñas, adolescentes y jóvenes no pueden ser los chivos expiatorios de la políticas de ajuste de este Gobierno, que frente a hechos de conflictividad social decide responder con represión y criminalización como lo es la política de bajar la edad de punibilidad, contra toda recomendación de especialistas en el tema, organismos especializados y estándares de derechos humanos. Los mismos mecanismos que buscan estigmatizar a nuestros niñxs y adolescentes como sujetos peligrosos son los que se están utilizando para la criminalización, persecución y creciente punitivismo en el conflicto territorial de Villa Mascardi, que vuelve a recaer sobre los más jóvenes.
Esto se parece (y cada vez más) al "1984" de Orwell, sobretodo del doblepensar: Todos los días, la opinión pública se ve sometida a la revisión de la historia, la amnesia oficial y las mentiras descaradas, y todo ello se designa con el benevolente término de "versión", saben que no es cierto lo que nos dicen pero confían en los noticieros. Las mayorías creen y dudan al mismo tiempo; parece que una de las condiciones del "pensamiento" en la era de la post verdad, es tener permanentemente opiniones contradictorias sobre la mayoría de las cosas. Este "pensamiento" que tiene poco de pensamiento crítico porque su lógica es tan débil el soplo de una brisa derrumba esta casa de naipes ideológica, pero una amplia mayoría entra en el juego absurdo, estúpido y bizarro... y también asesino.
Los diarios adoptan gustosos, severos, los modos castrenses que exhibían en dictadura: "No habrá tregua ni negociación. El Gobierno trazó una línea: no hablará con los miembros del Lof Laufken Winkul Mapu, vinculado presuntamente a Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), y no permitirá que las fuerzas de seguridad, requeridas por la Justicia para realizar los operativos en la zona, participen de acciones sin armas de fuego". Otra vez un adverbio perverso: grupo mapuche vinculado "presuntamente" a la RAM. Y RAM, como durante la dictadura, funcionando como monstruo gaseoso virtual, enemigo subversivo apátrida, que ya estaba derrotado pero no tanto porque era funcional, que era medio invención, medio mito, medio Satán, medio Bin Laden. Como la guerra lejana eternamente a librar de "1984", esa guerra que unía a la sociedad de la distopía de Orwell. RAM, esa cosa o construcción, eso que pinta como un grupito endeble y que los propios mapuches cuestionan, el nuevo enemigo ideal, la excusa para el viejo "meta bala".
La memoria es relativamente fácil de atacar y modificar, desde el punto de vista totalitario. Siempre existe algún organismo, como el "Ministerio de la Verdad" en "1984" o la red de trolls o medios hegemónicos en nuestra Argentina neoliberal, todos ellos niegan los recuerdos de las mayorías y reescriben el pasado. Es el despliegue que intenta hacer desaparecer la Historia. los amarillos remiten todo a un presente absoluto y a una promesa de futuro. El discurso de la autoayuda como una narrativa de autorrealización del yo, que tiene como función esencial deshistorizar a la política e infantilizar mediáticamente a la población. Necesitan una población infantil, muy bruta y llena de odio... hasta ahora lo están logrando bastante bien y los comentarios que recibimos dan cuenta de ello.
Los medios que apañan al gobierno dicen que el oficialismo "denunció" que un grupo de mapuches le "declaró la guerra". O sea, las noticias son lo que el Gobierno quiera que sean, la vigilancia de los ciudadanos corrientes forma parte de las actividades normales de la policía, los registros y detenciones justificados son una broma: presos políticos, desaparecidos, fusilados. Es la la corrupción del espíritu que predijo Orwell.
"El Gobierno Nacional y el Ministerio de Seguridad ya ha definido que esto se realizó en el marco de una demanda judicial, dada por el juez Gustavo Villanueva a la Prefectura Naval Argentina y nosotros no tenemos que probar lo que hacen las fuerzas de seguridad", afirmó Patricia Bullrich, en una conferencia de prensa. Sin ninguna clase de evidencia y para enfatizar la construcción de la protesta mapuche como parte de un grupo terrorista, la ministra de Seguridad expresó: "RAM es un nombre genérico de grupos que actúan violentamente, podrán tener otro nombre, pero los queremos separar de los grupos mapuches. RAM es como un nombre aunque se puedan llamar de otra manera".
En el mismo sentido, la vicepresidente de la Nación, Gabriela Michetti, aseguró en una entrevista con Luis Majul para el programa televisivo La Cornisa en el canal América que "el beneficio de la duda siempre lo tiene que tener la fuerza de seguridad. (...) Todos los que son violentos tienen que darse cuenta que o aceptan que esta es una sociedad pacífica que tiene instituciones o reglas de juego para convivir o están fuera de la sociedad".
Todo es válido para que la lógica de la calle diga "Que los caguen a tiros…"
Crece en distintos sectores sociales, políticos, intelectuales y organismos de derechos humanos la denuncia sobre la intención del Gobierno Nacional de crear un enemigo interno para desplegar una mayor capacidad de control y represión sobre los opositores al modelo social, económico y político que encarnan.
Las prácticas en ese sentido tienen larga historia por parte de las clases dominantes de nuestro país. La idea de un enemigo interno que amenaza la integridad nacional, su territorio o el propio ser nacional, se han repetido en discursos, documentos, leyes, decretos.
No hay represión sin demonización. El Neoliberalismo es un conjunto de dispositivos que funcionan en forma conectada y en diversos registros, en uno de sus aspectos su función más efectiva es la producción subjetiva. Esta producción siempre intenta constituir una "masa" que se defina por el odio a un elemento exterior en el que no debe ni puede reconocerse. Este odio, que varía según los países, en el caso argentino se concentra en el gobierno anterior, pero no son los únicos.
Alcanza con leer los comunicados de tono bélico y los comentarios racistas de los lectores de los diarios para entender el trasfondo de la escalada represiva. La demonización, escribe Alzueta, quiere poner a las comunidades originarias más allá del estado de derecho para declararles la "guerra antiterrorista".
Hace rato que los mapuches son objeto de la extorsión política. O reniegan de su historia y se amoldan al corsé totalitario, o son considerados enemigos internos. Para aquellos que miran el conflicto mapuche a través del código civil, es un problema inmobiliario. Para los que lo hacen a través del código penal, una cuestión criminal. Como sea -y el truco es viejo- se busca transformar los conflictos sociales en litigios judiciales, para vaciar de política la política, para seguir deshistorizando la conflictividad social.
Los mapuches serán considerados ciudadanos mientras no cuestionen el ordenamiento que los invisibiliza, caso contrario, corren el riesgo de ponerse fuera de la ley, y ser referenciados como activistas y, peor aún, identificados como terroristas.
Siguiendo esta línea, Jorge Lanata, en su última emisión del año del pasado domingo 26 de noviembre, afirmó que Prefectura desalojó a "mapuches de la RAM". "Eran 10, primero atacaron con piedras y después atacaron con calibres 22 y 38", afirmó, omitiendo el hecho de que no hay evidencia alguna del uso de armas de fuego por parte de los mapuches, además de que eran... 10!. "En realidad no sé si está bien decir mapuches, porque mapuches hay un montón y no son tipos que están con fierros por ahí. En realidad esto es el 5% de los mapuches o menos, el 2% de los mapuches. ¿Qué son? ¿Grupos armados? ¿Son terroristas? ¿Qué es un tipo que usa el terror para lograr un resultado político?".
El gobierno ha decidido ocupar el lugar de los garantes del orden, el de la "mano dura". Que -en el plano de la comunicación- no había enfatizado; prefería la imagen light, de los globitos de colores, de la Alegría garantizando Felicidad.
La Vice Presidenta Michetti concede el beneficio de la duda a las fuerzas de seguridad represoras, ubicándolas en el papel de víctimas. A partir de hoy cualquier fuerza de seguridad tiene respaldo institucional para tirar y después preguntar.
Patricia Bullrich dice, en conferencia de prensa: "No vamos a aceptar ninguna orden legal si hay alguien que dice que no se puede entrar a una parte del territorio argentino, nosotros entramos a todas partes del territorio argentino"... ¿Y a nadie le resulta raro ese término "Podemos entrar a cualquier lugar"?. También a tu casa mientras dormís. Como en 1976.
Porque no son una dictadura, pero se les parecen cada vez más.
Mientras tanto, una vez más nos encontramos pidiendo justicia y esclarecimiento por un caso de asesinato de un joven. Nuestros niños, niñas, adolescentes y jóvenes no pueden ser los chivos expiatorios de la políticas de ajuste de este Gobierno, que frente a hechos de conflictividad social decide responder con represión y criminalización como lo es la política de bajar la edad de punibilidad, contra toda recomendación de especialistas en el tema, organismos especializados y estándares de derechos humanos. Los mismos mecanismos que buscan estigmatizar a nuestros niñxs y adolescentes como sujetos peligrosos son los que se están utilizando para la criminalización, persecución y creciente punitivismo en el conflicto territorial de Villa Mascardi, que vuelve a recaer sobre los más jóvenes.
Tengo amigos que conocieron a Rafita. La policía siempre lo tuvo a punto, un pibe que le costó mucho todo pero estaba luchándola, es increíble cómo la gente no le da bola a estas cosas, gente que vivió en la dictadura y toma estos echos como intracendentes, o con cosas como "se lo merecía" o "Si hubiese estado trabajando eso no le hubiera pasado". Cosas que repiten como loros porque no tienen ningún tipo de coherencia o justificación. La verdad no entiendo cómo se olvidan tan rápido las cosas. Esperemos que esto deje de pasar y lucharemos para ello. Nos vemos en la calle. Gracias por las líneas.
Esto se parece (y cada vez más) al "1984" de Orwell, sobretodo del doblepensar: Todos los días, la opinión pública se ve sometida a la revisión de la historia, la amnesia oficial y las mentiras descaradas, y todo ello se designa con el benevolente término de "versión", saben que no es cierto lo que nos dicen pero confían en los noticieros. Las mayorías creen y dudan al mismo tiempo; parece que una de las condiciones del "pensamiento" en la era de la post verdad, es tener permanentemente opiniones contradictorias sobre la mayoría de las cosas. Este "pensamiento" que tiene poco de pensamiento crítico porque su lógica es tan débil el soplo de una brisa derrumba esta casa de naipes ideológica, pero una amplia mayoría entra en el juego absurdo, estúpido y bizarro... y también asesino.
Los diarios adoptan gustosos, severos, los modos castrenses que exhibían en dictadura: "No habrá tregua ni negociación. El Gobierno trazó una línea: no hablará con los miembros del Lof Laufken Winkul Mapu, vinculado presuntamente a Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), y no permitirá que las fuerzas de seguridad, requeridas por la Justicia para realizar los operativos en la zona, participen de acciones sin armas de fuego". Otra vez un adverbio perverso: grupo mapuche vinculado "presuntamente" a la RAM. Y RAM, como durante la dictadura, funcionando como monstruo gaseoso virtual, enemigo subversivo apátrida, que ya estaba derrotado pero no tanto porque era funcional, que era medio invención, medio mito, medio Satán, medio Bin Laden. Como la guerra lejana eternamente a librar de "1984", esa guerra que unía a la sociedad de la distopía de Orwell. RAM, esa cosa o construcción, eso que pinta como un grupito endeble y que los propios mapuches cuestionan, el nuevo enemigo ideal, la excusa para el viejo "meta bala".
La memoria es relativamente fácil de atacar y modificar, desde el punto de vista totalitario. Siempre existe algún organismo, como el "Ministerio de la Verdad" en "1984" o la red de trolls o medios hegemónicos en nuestra Argentina neoliberal, todos ellos niegan los recuerdos de las mayorías y reescriben el pasado. Es el despliegue que intenta hacer desaparecer la Historia. los amarillos remiten todo a un presente absoluto y a una promesa de futuro. El discurso de la autoayuda como una narrativa de autorrealización del yo, que tiene como función esencial deshistorizar a la política e infantilizar mediáticamente a la población. Necesitan una población infantil, muy bruta y llena de odio... hasta ahora lo están logrando bastante bien y los comentarios que recibimos dan cuenta de ello.
Los medios que apañan al gobierno dicen que el oficialismo "denunció" que un grupo de mapuches le "declaró la guerra". O sea, las noticias son lo que el Gobierno quiera que sean, la vigilancia de los ciudadanos corrientes forma parte de las actividades normales de la policía, los registros y detenciones justificados son una broma: presos políticos, desaparecidos, fusilados. Es la la corrupción del espíritu que predijo Orwell.
Rafael Nahuel tenía 22 años. Y fue asesinado por equipo de Albatros de Prefectura, en la Lof Lafken Winkul de la Villa Mascardi. Como tantos otros pibes y tantas otras pibas asesinadas por el Estado, Rafael fue víctima de una cacería, de un ataque cobarde y desigual por parte de las fuerzas de seguridad. Diarios como Clarín y La Nación escondieron el accionar represivo bajo eufemismos como "enfrentamientos" o "incidentes", ocultando que en realidad se trató de una cacería. Los relatos sostienen la versión oficial de los propios agentes de Prefectura, apoyados también por el gobierno nacional, que reafirmó la idea de la "legítima defensa". La palabra de los mapuches que fueron blanco del ensañamiento es así completamente desvalorizada.Claudia Korol
Unas palabras de Claudia Korol para tener su memoria presente y su lucha junto al corazón.
Mirá Rafita. Esa bala que te cortó el vuelo, no será olvidada por la gente de la tierra. No será olvidada por el pueblo mapuche.
Mirá Rafita. Esa bala que nos revienta el alma, no será perdonada por quienes te conocimos precisamente en el momento en que empezabas a partir, con un asombro infinito y sin despedidas.
Mirá Rafita. Esa bala nos atraviesa la piel que intentamos cicatrizar, en el preciso lugar donde tenemos tatuado a Santiago.
Mirá Rafita, mirá la huella que grabaste en nuestra memoria colectiva, con tu mirada tan Luciano, tan Mariano, tan Maxi, tan Darío, tan Matías Catrileo, tan Kevin, tan Ezequiel, tan Jere, tan Mono, tan Patom, tan Pocho, tan cada uno de nuestros pibes masacrados.
Mirá Rafita. Esa bala que te atraviesa nos está quemando. Porque ¿qué haremos ahora con este silencio que nos invade, o con los gritos que no alcanzan a despertar a lxs indiferentes?
Mirá Rafita. Mirá este odio recién estrenado que lleva tu nombre. Mirá cómo nada nos alcanza para detener la crueldad que llena todas las esquinas.
Pero mirá, Rafita. Mirá también las banderas en la plaza, una tarde dominguera. Mirá a esas Madres que se ponen el pañuelo y llegan con los ojos llenos de memoria. Mirá a esos pibes que se te parecen tanto, a esos pibes y a esas pibas poderosas, que llevan tu rostro pintado sobre sus caras. Mirá el fuego que los quema.
Mirá Rafita cómo andamos desorientadas con tu ausencia, y qué fiero resulta caminar, comer, o hacer cualquier gesto cotidiano.
Mirá Rafita. Mirá cómo buscamos entre las palabras cuáles usar para nombrarte. Mirá este silencio que construimos con nuestra muda indignación. Mirá como nos atragantamos con el grito inútil. Mirá cómo no sirve el lenguaje cuando vos estás muriendo, asesinado por los criminales plus cuan prefectos.
Mirá Rafita cómo sube la marea. Mirá que cuando llegue a estas playas tendrá tu rostro. Mirá que ahí viene Rafita.
Mirá que ahí va.
Mirá la bala Rafita. Mirá su recorrido. Mirá como desgarra nuestra canción, nuestra poesía, nuestra alegría, nuestro lenguaje colonizado y colonizador.
Ahora mirá a la tierra Rafita, y mirá a la gente de la tierra. Tal vez sea en mapuzundgun la revancha. Tal vez sea en la lengua que resiste los silencios, la lengua de los que saben vencer las derrotas.
Marrichihueu, Rafita. Marrichihueu.
Diez veces venceremos. Hasta la ternura siempre.
"El Gobierno Nacional y el Ministerio de Seguridad ya ha definido que esto se realizó en el marco de una demanda judicial, dada por el juez Gustavo Villanueva a la Prefectura Naval Argentina y nosotros no tenemos que probar lo que hacen las fuerzas de seguridad", afirmó Patricia Bullrich, en una conferencia de prensa. Sin ninguna clase de evidencia y para enfatizar la construcción de la protesta mapuche como parte de un grupo terrorista, la ministra de Seguridad expresó: "RAM es un nombre genérico de grupos que actúan violentamente, podrán tener otro nombre, pero los queremos separar de los grupos mapuches. RAM es como un nombre aunque se puedan llamar de otra manera".
En el mismo sentido, la vicepresidente de la Nación, Gabriela Michetti, aseguró en una entrevista con Luis Majul para el programa televisivo La Cornisa en el canal América que "el beneficio de la duda siempre lo tiene que tener la fuerza de seguridad. (...) Todos los que son violentos tienen que darse cuenta que o aceptan que esta es una sociedad pacífica que tiene instituciones o reglas de juego para convivir o están fuera de la sociedad".
Todo es válido para que la lógica de la calle diga "Que los caguen a tiros…"
Crece en distintos sectores sociales, políticos, intelectuales y organismos de derechos humanos la denuncia sobre la intención del Gobierno Nacional de crear un enemigo interno para desplegar una mayor capacidad de control y represión sobre los opositores al modelo social, económico y político que encarnan.
Las prácticas en ese sentido tienen larga historia por parte de las clases dominantes de nuestro país. La idea de un enemigo interno que amenaza la integridad nacional, su territorio o el propio ser nacional, se han repetido en discursos, documentos, leyes, decretos.
No hay represión sin demonización. El Neoliberalismo es un conjunto de dispositivos que funcionan en forma conectada y en diversos registros, en uno de sus aspectos su función más efectiva es la producción subjetiva. Esta producción siempre intenta constituir una "masa" que se defina por el odio a un elemento exterior en el que no debe ni puede reconocerse. Este odio, que varía según los países, en el caso argentino se concentra en el gobierno anterior, pero no son los únicos.
Alcanza con leer los comunicados de tono bélico y los comentarios racistas de los lectores de los diarios para entender el trasfondo de la escalada represiva. La demonización, escribe Alzueta, quiere poner a las comunidades originarias más allá del estado de derecho para declararles la "guerra antiterrorista".
Hace rato que los mapuches son objeto de la extorsión política. O reniegan de su historia y se amoldan al corsé totalitario, o son considerados enemigos internos. Para aquellos que miran el conflicto mapuche a través del código civil, es un problema inmobiliario. Para los que lo hacen a través del código penal, una cuestión criminal. Como sea -y el truco es viejo- se busca transformar los conflictos sociales en litigios judiciales, para vaciar de política la política, para seguir deshistorizando la conflictividad social.
Los mapuches serán considerados ciudadanos mientras no cuestionen el ordenamiento que los invisibiliza, caso contrario, corren el riesgo de ponerse fuera de la ley, y ser referenciados como activistas y, peor aún, identificados como terroristas.
Siguiendo esta línea, Jorge Lanata, en su última emisión del año del pasado domingo 26 de noviembre, afirmó que Prefectura desalojó a "mapuches de la RAM". "Eran 10, primero atacaron con piedras y después atacaron con calibres 22 y 38", afirmó, omitiendo el hecho de que no hay evidencia alguna del uso de armas de fuego por parte de los mapuches, además de que eran... 10!. "En realidad no sé si está bien decir mapuches, porque mapuches hay un montón y no son tipos que están con fierros por ahí. En realidad esto es el 5% de los mapuches o menos, el 2% de los mapuches. ¿Qué son? ¿Grupos armados? ¿Son terroristas? ¿Qué es un tipo que usa el terror para lograr un resultado político?".
El gobierno ha decidido ocupar el lugar de los garantes del orden, el de la "mano dura". Que -en el plano de la comunicación- no había enfatizado; prefería la imagen light, de los globitos de colores, de la Alegría garantizando Felicidad.
Ayer en instagram puse una imagen de Nahuel que decía asesinado por el estado. Perdí tres mil seguidores en Instagram y gané no ser una tibia de mierda influencer del orto. El nivel de agresión que recibí en ese post no recuerdo haberlo vivido en mis años de redes y uds. saben que estoy acostumbrada a eso.Malena Pichot
Mataron a un chico por la espalda mientras escapaba y se alegran! Las tierras de Benetton les importan más que la vida de un chico! Es un momento aterrador del país!
El 8 de marzo cuando te hagas la oronda del feminismo, sabe que estás conmemorando una fecha en la que trabajadoras fueron asesinadas por las fuerzas policiales mientras reclamaban por sus derechos, como Nahuel! Así que no me vengas con que la policía estaba haciendo su trabajo y después salgo con cartelitos el 8 de marzo! A ver si acomodamos las ideas mínimamente!"
La Vice Presidenta Michetti concede el beneficio de la duda a las fuerzas de seguridad represoras, ubicándolas en el papel de víctimas. A partir de hoy cualquier fuerza de seguridad tiene respaldo institucional para tirar y después preguntar.
Patricia Bullrich dice, en conferencia de prensa: "No vamos a aceptar ninguna orden legal si hay alguien que dice que no se puede entrar a una parte del territorio argentino, nosotros entramos a todas partes del territorio argentino"... ¿Y a nadie le resulta raro ese término "Podemos entrar a cualquier lugar"?. También a tu casa mientras dormís. Como en 1976.
Porque no son una dictadura, pero se les parecen cada vez más.
Ajustense a derecho y no les va a pasar nada.
ResponderEliminarNo hay lugar para violentos en esta Argentina.
Claro, no tiren piedras porque les volamos la cabeza. ¿Se viene una nueva masacre en Argentina?. Si no hubiese más lugar para los violentos vos no estarías acá, Troll.
EliminarSiempre los "ANONIMOS" para decirnos en qué nos equivocamos al decir lo que sentimos. Nunca se asumen con identidad para rebatir argumentos. La vergüenza los debe tapar.
EliminarSi Edu, eso es muy notorio, no se les caé una sola idea, siempre los amarillos caen en lugares comunes ajenos a la lógica y por ello no pueden debatir, mirá que yo dejo estos espacios justamente para eso, acá y en el Face, pero como mucho habrán sido 4 o 5 veces que me argumentaron con argumentos (que uno puede estar o no de acuerdo es otra cosa, pero con elementos críticos al fin y al cabo), pero demuestran que no mueven una neurona!!! Por eso empezaré a filtrar estos mensajes descerebrados que no aportan absolutamente nada. Hasta que no puedan debatir, no tienen sentido.
EliminarCada vez me están dando más razones para pensar que el ser humano está descendiendo en la escala evolutiva e involucionando en un "Homo Amarillus".