Un señor disco con una tapa formada por runas talladas sobre madera es el enmarque del segundo disco de estos suecos psicodélicos, disco con sólo dos largos temas con el que terminamos con la discografía de Agusa, una interesantísima banda que se ganó varios corazones de amantes de la música progresiva luego de que el combo sueco clavara su nombre en el mapa de la escena con su ópera prima. Con un trabajo de ese porte bajo el brazo no tenían otra cosa que hacer que rellenar el calendario de conciertos y empezar a cosechar los frutos de un debut tan elogiado, aquí continúan con su mezcla de rock psicodélico, rock prog, folk rock, música popular y krautrock y con ese sonido tan escandinavo que los emparenta un poco con bandas con Änglagård. Con mucho del sentimiento que imprimían los Camel, básicamente este es un disco instrumental de un psicodélico visceral muy ecléctico y con mucha melodía. Muy pero muy recomendado!
Artista: Agusa
Álbum: Två
Año: 2015
Género: Rock psicodélico / Rock progresivo / Space rock
Duración: 38:38
Nacionalidad: Suecia
Los tipos vienen sacandi un disco por año, así que si siguen en al misma sintonía esperamos el disco correspondiente al 2017. En este álbum los suecos lograron crear un registro que se destaca por su fuerza expresiva, un disco cautivador por donde se lo mire, y ahoa con la fascinante inclusión de flautas que no hacen otra cosa que sumar encantos a los jams donde el Hammond y la guitarra vuelan junto con nuestra imaginación. Unos suecos que nos hacen viajar por mundos increíbles con sus sonoridades lisérgicas y sublimes.
La banda se obligó a crear algo que bordeara la perfección, aquí la instrumentación es más fina pero al mismo tiempo más visceral, el sonido es más vibrante y los viajes continúan con aquella finura soberbia, elemento que llamó la atención de la crítica y diferenció al Agusa de las demás bandas que forman la actual escena progresiva.
40 minutos de puro rock progresivo, que comprenden más de 20 minutos en el tema "Gånglåt från Vintergatan" y un poco más de 18 minutos en "Kung Bores dans", entre los dos temas se crea un apogeo, una sinergia de estilos que suena por demás homogéneo y orgánico, y donde la flauta es el detalle decisivo de esta nueva faceta y de esta nueva etapa que emprendió la banda, ya que desde los primeros segundos del disco la flauta es la responsable de brindar ese sonido que los acerca a Änglagård, y que les brinda una libertad que y unas posibilidades increíbles. Antes era el órgano era el elemento dominante, pero ahora con otro instrumento protagónico dentro de su infinito jam y con temas que explotan la naturalidad de su improvisación, la grandiosidad de esta banda gana unos cuantos porotos y nos asegura un viaje alucinante.
Como sucedía en su primer disco, el sonido sube, baja, vibra, se calma y vuelve a estallar en una oscilación brillante, repleta de nitidez para disfrutar cada detalles y cada alteración instrumental, cada jam que surge con la misma naturalidad que surgen los cambios de estados de ánimo, que quizás desconcierten al oyente poco avezado en estos estilo, pero que a nosotros nos gustan tanto. La diferencia con el primer disco, que aquí el dinamismo es mucho mayor, este es básicamente un disco mucho más visceral, y al que se le agrega un nuevo instrumento que gana protagonismo y cambia la escencia de un sonido que ya de por sí era inquito, y que ahora se multiplica y amplía.
Cuando salió el primer disco, se destacaba toda la sutileza con que la banda abordó los temas. La batería camina con hidalguía, la guitarra milimétrica, el bajo surgía siempre eficaz y el órgano era la clave del sonido, lo que lograba unir todo y aún dejaba más melodías en el aire.
Este trabajo los muestra lo suficientemente ingeniosos como para reinventarse a sí mismos ya en su segundo disco, convertidos ahora en quinteto. Un disco lleno de creatividad donde suman muchísimo buen gusto a sus melodías, y que logra superar al excelente trabajo que fuera su primer disco. Señoras y señoras cabezones, aquí les presentamos a "Två", el segundo disco no solamente es un digno sucesor de su gran primer trabajo que presentamos ayer sino que es aún más fino que el primero, y donde todos los múltiples elementos que encontramos en él se ven maximizados y mejorados. Un disco más osado instrumentalmente y con un enfoque más dinámico, Agusa coloca a los oyentes en el bolsillo apenas el disco comienza.
Ahora, con la adición de una flautas sus sonidos ganan en posibilidades, "Två" es también un disco más audaz dentro de la cuestión estética. Sólo hay dos largos temas, dos bellísimas suites que no puedo dejar de disfrutar.
Tengo otro punto para destacar, que tiene que ver con la percusión ya ésta añade un elemento extra, ya que esta expansión en el sonido da más libertad a la batería que lo aprobecha con una mayor cantidad de recursos, amplía la base y muestra caminos diferentes para cada uno de los músicos.
Las voces aparecen poco, siguiendo la línea del primer trabajo, apenas tarareando alguna melodía mientras la guitarra, el 'organo y la flauta abren las puertas de la percepción, todo maravillosamente balanceado por el sonido folk sumamente inspirador. Un disco que me parece maravilloso y estoy por volver a escuchar otra vez, una y otra vez, hasta saberlo de memoria.
Lista de Temas:
1. Gånglåt från Vintergatan
2. Kung Bores dans
Alineación:
- Tobias Pettersson / bass
- Mikael Ödesjö / guitar
- Tim Wallander / drums
- Jonas Berge / Hammond organ
- Jenny Puertas / flute
Artista: Agusa
Álbum: Två
Año: 2015
Género: Rock psicodélico / Rock progresivo / Space rock
Duración: 38:38
Nacionalidad: Suecia
Los tipos vienen sacandi un disco por año, así que si siguen en al misma sintonía esperamos el disco correspondiente al 2017. En este álbum los suecos lograron crear un registro que se destaca por su fuerza expresiva, un disco cautivador por donde se lo mire, y ahoa con la fascinante inclusión de flautas que no hacen otra cosa que sumar encantos a los jams donde el Hammond y la guitarra vuelan junto con nuestra imaginación. Unos suecos que nos hacen viajar por mundos increíbles con sus sonoridades lisérgicas y sublimes.
La banda se obligó a crear algo que bordeara la perfección, aquí la instrumentación es más fina pero al mismo tiempo más visceral, el sonido es más vibrante y los viajes continúan con aquella finura soberbia, elemento que llamó la atención de la crítica y diferenció al Agusa de las demás bandas que forman la actual escena progresiva.
40 minutos de puro rock progresivo, que comprenden más de 20 minutos en el tema "Gånglåt från Vintergatan" y un poco más de 18 minutos en "Kung Bores dans", entre los dos temas se crea un apogeo, una sinergia de estilos que suena por demás homogéneo y orgánico, y donde la flauta es el detalle decisivo de esta nueva faceta y de esta nueva etapa que emprendió la banda, ya que desde los primeros segundos del disco la flauta es la responsable de brindar ese sonido que los acerca a Änglagård, y que les brinda una libertad que y unas posibilidades increíbles. Antes era el órgano era el elemento dominante, pero ahora con otro instrumento protagónico dentro de su infinito jam y con temas que explotan la naturalidad de su improvisación, la grandiosidad de esta banda gana unos cuantos porotos y nos asegura un viaje alucinante.
Como sucedía en su primer disco, el sonido sube, baja, vibra, se calma y vuelve a estallar en una oscilación brillante, repleta de nitidez para disfrutar cada detalles y cada alteración instrumental, cada jam que surge con la misma naturalidad que surgen los cambios de estados de ánimo, que quizás desconcierten al oyente poco avezado en estos estilo, pero que a nosotros nos gustan tanto. La diferencia con el primer disco, que aquí el dinamismo es mucho mayor, este es básicamente un disco mucho más visceral, y al que se le agrega un nuevo instrumento que gana protagonismo y cambia la escencia de un sonido que ya de por sí era inquito, y que ahora se multiplica y amplía.
Cuando salió el primer disco, se destacaba toda la sutileza con que la banda abordó los temas. La batería camina con hidalguía, la guitarra milimétrica, el bajo surgía siempre eficaz y el órgano era la clave del sonido, lo que lograba unir todo y aún dejaba más melodías en el aire.
Este trabajo los muestra lo suficientemente ingeniosos como para reinventarse a sí mismos ya en su segundo disco, convertidos ahora en quinteto. Un disco lleno de creatividad donde suman muchísimo buen gusto a sus melodías, y que logra superar al excelente trabajo que fuera su primer disco. Señoras y señoras cabezones, aquí les presentamos a "Två", el segundo disco no solamente es un digno sucesor de su gran primer trabajo que presentamos ayer sino que es aún más fino que el primero, y donde todos los múltiples elementos que encontramos en él se ven maximizados y mejorados. Un disco más osado instrumentalmente y con un enfoque más dinámico, Agusa coloca a los oyentes en el bolsillo apenas el disco comienza.
Ahora, con la adición de una flautas sus sonidos ganan en posibilidades, "Två" es también un disco más audaz dentro de la cuestión estética. Sólo hay dos largos temas, dos bellísimas suites que no puedo dejar de disfrutar.
Tengo otro punto para destacar, que tiene que ver con la percusión ya ésta añade un elemento extra, ya que esta expansión en el sonido da más libertad a la batería que lo aprobecha con una mayor cantidad de recursos, amplía la base y muestra caminos diferentes para cada uno de los músicos.
Agusa es una banda formada en Suecia en el 2013 cuyo sonido se asemeja a esa escuela de grandes músicos que hacían del rock progresivo de los 70 un completo compendio de sonidos maravillosos que llegan al alma y lo marcan para siempre. El nombre viene de una ciudad en la que fueron en el verano del 2013 y en donde empezaron a sonar las primeras notas de esta hermosa banda.Paul Bracamonte
Ello llevo a que en el 2014 sacaran a la luz su primer trabajo llamado “Hogtid” y que en pocas semanas genere la atención de mucha gente en el underground, por ese sonido suave, que es causante de largos viajes, por ese sonido lisérgico, que obtuvieron gracias a la influencia del rock progresivo y el krautrock. En el 2015 llegaron a nuestros oídos nuevamente con “Två”, 38 minutos y medio de belleza pura, lindezas que en su máximo estado nos puede producir ciertas sensaciones que nos aliviaran todo nuestro día. Minutos que fueron divididos en dos grandes piezas, una llamada “Gånglåt från Vintergatan”, la más larga de estas dos canciones, cuyos 20 minutos son magia pura en los cuales Tobias Petterson en el bajo, Mikael Ödesjö en la guitarra, Tim Wallander en la batería, Jonas Berge en el órgano y Jenny Puertas en la flauta, te dejaran totalmente conmovido con esas armonías llenas de sentimientos y amor al rock puro alejándote de este planeta, y si lo estas, estarás en algún lugar seductor lleno de una energía única. Al final de la canción, dirás que fueron tal vez los 20 mejores minutos que has podido escuchar.
La otra gran pieza de este álbum es “Kung Bores Dans”, con esa primera intro hecha por el órgano ya te dejara en otra dimensión. Se dice que en total son 11 dimensiones, las 3 conocidas, 1 agregada y 7 desconocidas. Sin duda esta pieza te trasladara a las 7 desconocidas, es totalmente maravilloso como melodías creadas en la flauta, la guitarra y el órgano generan emociones tan grandes en uno, como unos sonidos de percusión y ese sonido grave del bajo te adentran en un círculo vicioso del cual no quieres salir. Cuando hablamos de los grandes del género progresivo nombramos a Jethro Tull, Emerson Lake & Palmer, King Crimson, Camel, Yes y Genesis, pero creo que a partir de ahora comenzaremos a añadir a bandas como Hypnos 69, Amplifier y Agusa.
Las voces aparecen poco, siguiendo la línea del primer trabajo, apenas tarareando alguna melodía mientras la guitarra, el 'organo y la flauta abren las puertas de la percepción, todo maravillosamente balanceado por el sonido folk sumamente inspirador. Un disco que me parece maravilloso y estoy por volver a escuchar otra vez, una y otra vez, hasta saberlo de memoria.
Lista de Temas:
1. Gånglåt från Vintergatan
2. Kung Bores dans
Alineación:
- Tobias Pettersson / bass
- Mikael Ödesjö / guitar
- Tim Wallander / drums
- Jonas Berge / Hammond organ
- Jenny Puertas / flute
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