Los denominados "lavados de cerebro", practicados a nivel individual, se consideran como una práctica psicopolítica cuando se los aplica a nivel masivo. Julio Meinvielle escribió: "El primer material sobre Psicopolítica fue hecho conocer en los EEUU en el año 1955 por Charles Stickley y luego en 1956 por Kenneth Goff, quienes hicieron conocer en realidad el mismo texto usado por el poderoso policía de la Unión Soviética Lavrenti Beria".
"La psicopolítica es el arte y la ciencia de obtener y mantener un dominio sobre el pensamiento y las convicciones de los hombres, de los funcionarios, de los organismos y de las masas, y de conquistar a las naciones enemigas por medio del «tratamiento mental»".Wikipedia
Puede incluirse en la psicopolítica la destrucción del significado de las palabras. Eric D. Butler escribió: "En 1896 el gran filósofo francés, Gustave Le Bon, publicó su pequeña pero importantísima obra “La psicología de las multitudes”, en la que hacía notar que la mayoría de las revoluciones se han hecho cambiando el significado de las palabras, de lo cual ha resultado una confusión de ideas. Una cantidad de gente repite sin pensar ciertas consignas premeditadas sin darse cuenta de sus verdaderos alcances" (De la Introducción de "Psicopolítica").
Friedrich A. Hayek advirtió este proceso manipulador: "Si no se ha pasado personalmente por la experiencia de este proceso, es difícil apreciar la magnitud de este cambio de significado de las palabras, la confusión que causa y las barreras que crea para toda discusión racional. Hay que haberlo visto para comprender cómo, si uno de dos hermanos abraza la nueva fe, al cabo de un breve tiempo parecen hablar lenguajes diferentes, que impiden toda comunicación real entre ellos. Y la confusión se agrava porque este cambio de significado de las palabras que expresan ideales políticos no es un hecho aislado, sino un compromiso continuo, una técnica empleada consciente o inconscientemente para dirigir al pueblo. De manera gradual, a medida que avanza este proceso, todo el idioma es expoliado, y las palabras se transforman en cáscaras vacías, desprovistas de todo significado definido, tan capaces de designar una cosa como su contraria"
En el mundo dominado por la secta neoliberal, ya apenas existen seres libres. Solo cuerpos. Al fin el ejército neoliberal pueden sentirse orgulloso: sus esfuerzos por la nueva sociedad encuentran acomodo en esta búsqueda de la esclavitud regida por palabras poco inocientes. "Crisis" es la preferida, también "pesada herencia". Ellas pone al borde del abismo a los congregantes a la gran misa neoliberal para que asuman voluntariamente que han de someterse a las condiciones económicas y políticas que les marca el gran hermano sin rostro, el que opera con números y balance de resultados.
Hora es de remitirnos a un libro tan pequeño como profundo. Se llama "Psicopolítica" y su autor es Byung-Chul Han. La psicopolítica es, según Han, aquel sistema de dominación que, en lugar de emplear el poder opresor, utiliza un poder seductor, inteligente (smart), que consigue que los hombres se sometan por sí mismos al entramado de dominación.
Primera cita:
"Neolengua es la lengua ideal en el Estado vigilante de Orwell. Tiene que desplazar totalmente “la vieja lengua”. La Neolengua tiene como único fin estrechar el espacio del pensamiento. Cada año el número de palabras disminuye y el espacio de la conciencia se reduce... así se limita también el concepto de libertad. No la eliminación, sino el incremento de palabras, sería la característica de la sociedad de la información actual. El Smartphone sustituye a la cámara de tortura. La eficiencia de su vigilancia reside en su amabilidad. Comunicación y control coinciden totalmente". Hablamos del culto a la cultura del trabajo -no maldición bíblica, sino necesidad de vida- que conduce a la esclavitud -toda la existencia humana se ordena en esa necesidad de trabajar- al precio y las condiciones que nos impongan, recordemos, estamos en crisis. Frente a la cultura del ocio, su necesidad como liberación. Todo se reduce a proclamas y estrategias simples: si hay menor número de parados resucita la Arcadia: aunque éstos queden encadenados a condiciones cada vez más leoninas y prolongadas hasta su muerte. La izquierda no lucha ya por las condiciones de vida y la necesaria amplitud para su mínimo disfrute del ocio y el tiempo libre, por la cultura de la libertad, sino por someterse a la esclavitud que los grandes poderes con sus más poderosas palabras les demandan si quieren recibir unas migajas que les permitan subsistir, que el precio a pagar por ello ya no cuenta, solo interesan las estadísticas que cocinan los mismos explotadores, de ellas desaparecen los seres humanos, sus condiciones de vida, sus búsquedas de un mayor bienestar: que crezca la productividad, se incremente la plusvalía de bancos y empresas, ese es el Dorado del neoliberalismo. Es esa izquierda que incluso pelea por ser más austera con los sueldos de los suyos, vigila los gastos de sus esclavos, les pide que coman, viajen, habiten en condiciones cada vez acordes con la frase repugnante que han asumido y les retrata para siempre: "apretarse el cinturón".
Los políticos, y ahora los CEO-políticos, al fin vasallos como nosotros del sistema neoliberal, solo que vasallos de lujo, que se desgarran las vestiduras pidiendo transparencia, culpabilidad, cárcel y desde luego imposiciones leoninas para quienes osen oponerse a las apresiones y tentaciones del sistema religioso neoliberal, pero que no se inmutan cuando se descubren irreglaridades en las empresas privadas, bancos y sistemas financieros, allí donde la transparencia es reemplazada por la falsedad de los datos y la información. Otra forma de “alienar” a los incautos o sobornados acólitos del sistema, los mismos que creen que la democracia no es una frase manejada por el poder del dinero y sus medios de comunicación. Los datos y las estadísticas conforman leyes de una neoreligión ideológica, el nuevo dominio sobre la conciencia y el pensamiento, forma al fin de una edulcorada dictudura del consumo.
Segunda cita del libro recomendado:
"Transparencia es la palabra clave de la Segunda Ilustración. El dataismo, que pretende superar toda ideología, es en si ismo ideología. Conduce al totalitarismo digital. por eso es necesario una Tercera Ilustración que revele que la Ilustración digital se convierte en esclavitud".
Neoliberalismo y nuevas técnicas de poder
Vivimos en mundo dominado por una nueva forma revolucionaria: el idiotismo. En este sistema, el sujeto sometido no es consciente de su sometimiento. La eficacia del psicopoder radica en que el individuo se cree libre, cuando en realidad es el sistema el que está explotando su libertad. La psicopolítica se sirve del Big Data el cual, como un Big Brother digital, se apodera de los datos que los individuos le entregan de forma efusiva y voluntaria. Esta herramienta permite hacer pronósticos sobre el comportamiento de las personas y condicionarlas a un nivel prerreflexivo. La expresión libre y la hipercomunicación que se difunden por la red se convierten en control y vigilancia totales, conduciendo a una auténtica crisis de la libertad.
Según Byung-Chul Han, este poder inteligente podría detectar incluso patrones de comportamiento del inconsciente colectivo que otorgarían a la psicopolítica un control ilimitado.
En estas sociedades surgen, cómo no, las comparaciones con el modelo orwelliano y su correlación con las redes sociales.
Aquí no se tortura, sino que se tuitea o postea. Aquí no hay ningún misterioso "Ministerio de la Verdad". La transparencia y la información sustituyen a la verdad. [...] En lugar de confesiones obtenidas con tortura , tiene lugar un desnudamiento voluntario. El smartphone sustituye a la cámara de tortura. El Big Brother tiene un aspecto amable. La eficiencia de su vigilancia reside en su amabilidad.
El rey está desnudo: el protagonismo de los asesores de comunicación
En el mundo, los asesores en comunicación adquieren más protagonismo no solamente en las campañas, sino también en la continua campaña de gobernar. En los años noventa, Tony Blair hizo famosa la figura del "spin doctor". "Spin" es un término en inglés que significa, entre otras acepciones, girar, hilar, tejer. Un "spin doctor", entonces es aquel que teje relatos para ser utilizados por un político. Pero ello empieza en la Primera Guerra Mundial, en los EEUU, donde el gobierno había sido elegido por su promesa de no entrar en la guerra (y era lo que exigía su pueblo). Poco después de su elección, por razones de política interna e industriales, el gobierno decidió participar en aquel conflicto. Entonces, los EEUU, además de enfrentarse a sus enemigos, tuvieron que enfrentarse a la opinión pública. Para hacerlo crearon una comisión bautizada con el nombre del periodista que la presidía, el señor George Creel. Esta "Comisión Creel" inventó las más modernas técnicas de propaganda (ver el apunte "El control de los medios de comunicación" de Noam Chomsky), amoldamiento y preparación de la opinión pública. Llevó a cabo exitosamente su mandato en pocos meses y convirtió la guerra en algo fundamental para el destino del país. Las herramientas de comunicación que esta comisión implantó en las sociedades siguen vivas hoy y forman parte de los mecanismos de propaganda. Son los descendientes de la comisión Creel los que implantaron los mecanismos para lograr este pensamiento único. Las instituciones encargadas de moldear la opinión pública nos muestran el papel de las empresas, de las relaciones públicas dentro de las empresas, de la comunicación social, de los propios medios de comunicación, del papel de los intelectuales, de la publicidad, del papel de la información en general en nuestras sociedades.
Desde entonces el increíble poder de las modernas herramientas de conformidad social no ha hecho sino aumentar y perfeccionarse.
Chomsky nos hace conocer el pensamiento de un teórico liberal y periodista, Walter Lippmann, quién participó activamente en comisiones de propaganda y que sostenía la necesidad de "fabricar consenso", esto era imponer en la población ciertas ideas que en principio no resultaban aceptables. Estos teóricos de la manipulación de la democracia defendían la idea que sólo unos pocos podían captar cuales eran los intereses de una sociedad, esa elite estaba constituida por cierta intelectualidad. Chomsky señala con acierto que esta teoría desarrollada por lo liberales coincidía sorprendentemente con la idea leninista de la vanguardia revolucionaria. En esta concepción existen dos clases de personas, aquellas cuya misión es gobernar y pensar, y el resto que constituye el rebaño, cuya función es ser meros espectadores, a los que de vez en cuando debe permitírseles la ilusión de que participan en elecciones, que como en los Estados Unidos, pueden elegir entre dos opciones idénticas. Por supuesto que estos intelectuales no hacen otra cosa que servir a los reales dueños del poder, para lograr acceder a ese destacado lugar hay que ser obediente, endulzarle el oído a los poderosos y de esa forma podrán ocupar los puestos ejecutivos.
En nuestro país tenemos muchos ejemplos de periodistas que han hecho sus carreras diciendo aquello que los dueños de país quieren escuchar: Neustard, Grondona, Lanata, Hadad, Longobardi son ejemplos claros de cómo defendiendo a los grupos económicos nacionales y a las multinacionales se puede hacer carrera, incluso llegar a ser dueño de un medio de comunicación.
Susan George (citado en Joaquín Estefanía, La nueva economía, Debate, 2001) escribe:
"... empezó a construirse a partir de la nada después de la Segunda Guerra Mundial ante una indiferencia generalizada. Pero algunas décadas después, gracias a la inteligencia estratégica de sus promotores y los cientos de millones de dólares de financiación (…) se ha convertido en pedestal del pensamiento único. Los neoliberales siempre supieron que había que empezar por transformar el panorama intelectual. Y es que, antes de que tengan consecuencias sobre la vida de los ciudadanos y de la ciudad, las ideas tienen que ser propagadas. Hay que permitir que los que las producen, publican, enseñan y difunden lo hagan en buenas condiciones. Por eso desde l945, el movimiento neoliberal no ha dejado de reclutar a pensadores y proveedores de fondos y dotarse de medios financieros e institucionales importantes."
Ignacio Ramonet (en "Pensamiento único y nuevos amos del mundo") resume los principios del neoliberalismo-pensamiento único:
- Lo económico prima sobre lo político. Se coloca a la economía en el puesto de mando (un marxista distraído no renegaría de este principio); una economía, desde luego, liberada de la ganga de lo social.
- El mercado, cuya mano invisible corrige las asperezas y disfunciones del capitalismo, y muy especialmente los mercados financieros, cuyos signos orientan y determinan el movimiento general de la economía.
- La competencia y la competitividad, que estimulan y dinamizan a las empresas llevándolas a una permanente y benéfica modernización.
- El libre intercambio sin límites, factor de desarrollo ininterrumpido del comercio y, por consiguiente, de la sociedad.
- La mundialización, tanto de la producción manufacturera como de los flujos financieros.
- La división internacional del trabajo, que modera las reivindicaciones sindicales y abarata los costes salariales.
- La moneda fuerte, factor de estabilización.
- La desreglamentación, la privatización, la liberalización.
- Cada vez menos estado y un arbitraje constante en favor de los ingresos del capital en detrimento de los del trabajo.
- Indiferencia con respecto al costo ecológico.
Los grupos de interés económico y político, gracias al desarrollo tecnológico, en especial al aplicado a la propagación de mensajes, ven llegado el momento de regresar a aquel estadio de conformidad adormecida de las mayorías que sostuvo durante milenios los privilegios de sus antecesores en la cima de la pirámide social. Para var más definiciones sobre este tema, pueden consultar "Pensamiento único, neoliberalismo y mundialización" de Hernán Elvira.
La psicopolítica neoliberal es la técnica de dominación que estabiliza y reproduce el sistema dominante por medio de una programación y control psicológicos.
La psicopolítica neoliberal es una política que busca agradar en lugar de someter. Al fin y al cabo se dice liberales... por fuera. Veremos que pasa cuando las papas quemen. La técnica del poder neoliberal no ejerce ninguna coacción disciplinaria... en teoría. Pero tampoco meten mano a variables económicas como el salario y los precios, pero lo hacen. Difícilmente la psicopolítica neoliberal abandone rápidamente a la Argentina, pero antes de hacerlo olvidará definitivamente las formas y sacará el garrote y todo su arsenal represivo, mientras que los medios mirarán para otro lado y la justicia sea ciega, sorda y muda.
Una mas: Sacaron el canal Telesur de la grilla de programas de Cablevison.
ResponderEliminar"Los defensores del pluralismo" nos siguen jodiendo la vida...
Pero con alegría!!!!!! Y muy educadamente! si son unos señores muy dialogadores... y sonrien!
EliminarY con esos globitos, y todos de amarillo!
Cada día más se parecen a Ronald McDonald!!!
http://img.desmotivaciones.es/201106/fotosgraciosas5_7.jpg
En cualquier momento sacan a paka paka y al canal encuentro del aire y aparece Jose Gomez Fuente diciendo ¡¡¡vamos ganando!!! que digo si ya esta Marcelo Bonelli, Nelson Castro y toda la pandilla de TN.
ResponderEliminarPD: Vuelvo a recordarles a aquellos que me quieran putear que no soy K
PD2: Si no tenes argumentos hechale la culpa al otro gobierno
fe de erratas: en mi comentario anterios donde dice hechale debe decir echale
ResponderEliminar