Artista: Steve Hackett
Álbum: Defector
Año: 1980 - 1989
Género: Crossover prog
Duración: 36:50
Referencia: Progarchives
Nacionalidad: Inglaterra
Uno de sus discos más cortos y esta vez de una calidad variable, pero por lo general bastante notable. La portada también es de su mujer, como en los lanzamientos anteriores, una ilustracion de la cara de Hackett difuminada (y bastante fea, por cierto). Un disco bastante interesante y recomendable. No llega a la calidad de los anteriores pero es igualmente notable.
El disco, que aún se mantiene como el más relevante en términos de popularidad, afianzaba el estilo del guitarrista inglés, frases espaciadas y llenas de atmósferas fantasmales y una voz tan profunda como espectral.
Con su Gibson Les Paul, Hackett nos llevaba por un viaje de ilusiones románticas que ya en este álbum se diluían en temas más profundos inspirados en la política. Grabado en los Wessex Sound Studios de Londres, Defector representa el cierre de un ciclo para Steve que bien pudiéramos llamar periodo clásico.
Hackett, se hizo acompañar por su hermano John Hackett en las flautas, John Shearer en la batería, Nick Magnus en las teclas, Dik Cadbury en el bajo y Peter Hicks en la voz. Steve, como era de esperarse, en las guitarras y voces.
El rostro de Steve, dibujado en puntillismo por su entonces compañera sentimental Kim Poor, es el preámbulo de las diez composiciones que conforman este estupendo trabajo musical producido por él mismo junto a John Acock.
Las 10 joyas de Defector
“The Steppes” inicia el repertorio. John Hackett nos va abriendo la puerta hacia un lugar lúgubre, lleno de intriga. Steve, reiterando el motivo de la canción con la sección rítmica marcando el camino, nos cautiva en algo similar a lo que pudiera ser un trance hipnótico.
Steve se distancia gradual y temporalmente del motivo inicial manteniendo la tensión de la obra. La pieza no escapa del elemento Genesis donde guitarra y teclas crean una base sonora sobre la cual Hackett colorea.
El instrumental es seguido de una más alegre “Time To Get Out” en la cual Peter Hicks nos canta: “Encuéntrame a noventa millas de Cuba, en una tierra sin fronteras, si la bomba puede hacerlo por ti, nos rehusamos a tomar tu orden, recordamos lo que nos enseñaste… Hora de escapar mientras puedas”.
Hackett es delicado en este claro planteamiento político.
La primera tríada culmina con “Slogans”, un tema up-tempo lleno de esa riqueza tonal con la cual Steve siempre nos engancha sin dejar sus clásicos versos que nos recuerdan de su apego por lo clásico.
En este tema apreciamos los tambores de Shearer y encontraremos sonidos que evocan al eximio trío Emerson Lake & Palmer, así como pasajes que recuerdan mucho a Selling England by the Pound, tiempos de gloria.
En “Leaving”, con Hicks en las voces nuevamente, Hackett nos muestra una escena aterradora: “Te preguntas si el gris cielo me ha traído acá para morir, puedes llamar por teléfono si lo deseas, es hora de salir de acá, no te extrañarán…”
El disco continua con una breve pieza en guitarra clásica, en la cual Hackett reitera algunas frases de “The Steppes”, a la que ha titulado “Two Vamps As Guests”, cerrando el lado A.
La pieza es un catalizador entre “Leaving” y la maravillosa “Jacuzzi”, la sexta del repertorio y que abre el lado B, siendo una de las más recordadas del disco junto a “The Steppes”.
“Hammer In The Sand” con su hermoso intro de piano, hace un interesante contraste con “Jacuzzi” La pieza es el momento más contemplativo del disco por las ambientaciones de fondo sobre la cual Magnus toca.
“The Toast” es otra hermosa pieza con John Hackett y Nick Magnus construyendo la nostálgica atmósfera sobre la que cual Pete nos dice: “Tomando todo el vino que encontramos, no es fácil permanecer equilibrado, feliz…”
“The Show” y “Sentimental Institution” cierran el repertorio. En la primera, Cadbury inyecta un poco de funk en esta pieza que tiene un tono biográfico: “Sí, soy ese hombre simple, regístrame en el vuelo, cada día es otro lugar, tocando en las noches…”
La pieza es la más accesible y simple del disco pero igualmente con esas características que ya consolidaban a Hackett como un respetado compositor del progrock y cuya inevitable salida de Genesis fue el paso natural para demostrarlo.
Defector llega a su fin ambientada como si de una transmisión radial se tratara. El guitarrista emplea un teclado electrónico llamado Optigan para tal fin. “Te contaré una historia, a cerca de una chica que llegó a mi vida, nos gustamos y nos casamos, tres hijos, un perro en Santa Fe, ahora se ha ido y estoy solo… Me uniré a una institución sentimental, empacaré mi tristeza pero no me quedaré en el anaquel”
Aunque Steve Hackett procuró componer temas más accesibles, su sonido aún se mantenía con esa densidad que caracteriza el rock progresivo. En los casi cuarenta discos que conforman su dilatada discografía, Hackett continua siendo un explorador donde el sonido de la guitarra clásica y la eléctrica coexisten balanceadamente.
El músico recientemente ha asumido retos mayores haciendo alianzas con Djabe, la banda de rock húngara con quien Hackett ha trabajado y grabado el disco Summer Storms and Rocking Rivers (2017), una propuesta más accesible y comercial.
Defector no es un viaje al pasado, más bien una visita atemporal de una magnífica obra musical de uno de los guitarristas más emblemáticos e influyentes del rock.
Leonardo Bigott
Llegaba el año 1980 y Steve Hackett se mantenía fiel a su visión artística en la cual iba añadiendo elementos y nuevas músicas al lenguaje siempre maleable del rock progresivo, si bien aquí precisamente comienza a despojarse de esa definición general para sus composiciones. Consigue mantener a su bloque de músicos acompañantes, de tal manera que la cohesión es la misma que la de cualquier banda y eso le dio confianza para ampliar horizontes y probar cosas nuevas.
En el libreto del CD leemos que ‘The Steppes’ es el tema que define el álbum y, en teoría, uno de los idiosincráticos de la carrera de Steve, pero ciertamente no es de lo mejor que haya hecho en su vida. Mucha solemnidad palpamos desde el principio, pero en sus seis minutos apenas avanza mucho más y únicamente el solo de guitarra que aparece una vez transcurridos más de cuatro minutos parece aportar algo diferente. No deja de ser un tema destacado, pero mucho mejor resulta otro instrumental titulado ‘Jacuzzi’, cuya memorable melodía de entrada solo nos deja lugar para caer rendid@s antes una nueva muestra de gloria musical, muy en la vena de los mejores aciertos de Camel. Por otro lado, ‘Hammer In The Sand’ iba a ser una balada cantada, pero finalmente se dejó como un instrumental que bien podría servir para una banda sonora. Es el momento en que mejor sensación deja el teclista Nick Magnus, quien lidera este tema al desarrollar una cálida y melódica parte de piano.
En la estela de ‘Clocks – The Angel Of Mons’ del álbum anterior tenemos aquí ‘Slogans’, con la diferencia de que aquí se añaden elementos tribales para diferenciarlo un poco de su predecesor. Por tanto, resulta graciosa la idea de incluir versiones en directo de ambos temas en los bonus tracks y además uno a continuación del otro. Lo más original de ‘Time To Get Out’ llega sobre los dos minutos en el pasaje instrumental, que no obstante acaba repitiéndose un poco, ya que el resto del tiempo es de un estilo pop quizá demasiado lineal. También resulta interesante su parte final por el particular sonido de la guitarra. El bajo que introduce ‘The Show’ recuerda al de ‘Psycho Killer’ de los Talking Heads, aunque luego se convierte en una especie de pop sinfónico que recuerda mucho a lo que estaban haciendo sus excompañeros de Genesis en esa época.
La discreta ‘Leaving’ es una contemplativa balada que luego da paso a una pieza de guitarra clásica de extraño título (‘Two Vamps As Guests’), una demostración de su valía como guitarrista, ya que son los grandes músicos quienes saben transmitir emociones con un instrumento. Eso sí, cuando llega ‘The Toast’ ya nos parece una broma porque parece la repetición de ‘Leaving’. Lo único que la salva de la defenestración absoluta es el pasaje instrumental que comienza al minuto y medio, perfectamente ejecutado aunque está (o parece) copiado de alguna obra de música clásica de la que no puedo recordar el nombre. Pero si hablamos de bromas, nos hemos de referir indiscutiblemente a la pieza final, ‘Sentimental Institution’, arreglada para que suene como una pieza de jazz de los años cuarenta, incluido el cantante, quien hace una interpretación ideal entonando tal como podemos recordar de esa época. La lástima es que la guitarra de Steve brilla por su ausencia, ya que se busca un sonido de banda antigua de jazz. Quizá fuera una concesión al cantante que le acompañó esos años (Peter Hicks), ya que es el coautor de la canción junto a Hackett. Incluso encontraremos una innecesaria interpretación en directo en los bonus tracks.
Y es que los bonus tracks se componen casi en exclusiva de interpretaciones en directo de temas ya conocidos. Aparte de ellos, encontramos una canción inédita que es toda una sorpresa, ya que ‘Hercules Unchained’ presenta un sonido de rock duro que Hackett parecía querer evitar en su carrera pero que nos muestra a un cantante (¿Hicks de nuevo?) versátil, que sabe chillar como si fuese un Bon Scott. Sirve como guinda de lo que es el álbum más diversificado de Steve hasta ese momento, que además tuvo unas ventas bastante buenas en el Reino Unido. Lo mejor que podía hacer era centrarse en la guitarra, como queda evidenciado en estos primeros álbumes. El problema es que llegaba la década de los ochenta y sus modas, que trajeron consigo la tentación de emplear sintetizadores buenos, bonitos y baratos, que sirvieron normalmente para conseguir música bonita y barata pero no necesariamente buena.
Clásicos del rock
Lista de Temas:
1. The Steppes (6:04)
2. Time to Get Out (4:11)
3. Slogans (3:42)
4. Leaving (3:18)
5. Two Vamps as Guests (1:58)
6. Jacuzzi (4:35)
7. Hammer in the Sand (3:09)
8. The Toast (3:41)
9. The Show (3:40)
10. Sentimental Institution (2:32)
Alineación:
- Pete Hicks / vocals (2,4,8-12)
- Nick Magnus / keyboards
- John Hackett / concert & alto flutes
- Dik Cadbury / bass, co-lead (2,8) & harmony (4,9) vocals
- John Shearer / drums & percussion
Con todo respeto, afirmar que la de Hackett es la mejor carrera solista de los ex Genesis, parece algo apresurado.
ResponderEliminarLos cuatro primeros discos solistas de Gabriel parecen imbatibles.
Y la carrera de Anthony Phillips, si bien con altibajos, es bastante coherente y rica.
Claro que si nos guiamos por el éxito comercial, a Phil Collins no lo supera nadie.
un saludo