Esta semana platicamos sobre el concepto que está en el corazón de todos los debates sobre propiedad intelectual: remix. Comentamos el trabajo de un autor que ha dedicado sistemática atención crítica a estas problemáticas (sin salir del ámbito jurídico), Lawrence Lessig, que en sus libros Free Culture y Remix, entre otros medios, ha desmenuzado los orígenes, sentidos y significados, ventajas y desventajas, opciones y posibilidades de la legislación de los Estados Unidos (que se impone cada vez más como modelo global) sobre los derechos relacionados con la propiedad intelectual. Su tesis es esencialmente que toda cultura es remezcla, y que el papel de la regulación en el aliento a la innovación y la creatividad puede verse revertido hasta convertirse en su principal obstáculo (especialmente cuando se permite que grandes grupos de poder influyan en las decisiones judiciales, como sucede siempre).
Las transformaciones culturales provocadas por la aparición de tecnologías que permiten a los usuarios manipular contenidos preexistentes, y su cruce con la cultura emergente que expresa la incontenible vitalidad de los sectores marginales de la sociedad estadounidense, han puesto en jaque a la ley de una forma aún más dramática que sus antecesoras (inventos como el fonógrafo, la radio, los audio y videocassettes, la TV por cable). DJs como artistas, audiencias como protagonistas activas, música grabada como insumo para la transformación cultural: una combinación que se da sin pausa desde los años 70, pero que los grandes intereses económicos que monopolizan los “contenidos” objetan y persiguen mediante una millonaria industria de la demanda contra presuntos usos ilegales. Pero nada detiene el remix; algunos ejemplos:
- Vocaloid, el robot que canta y que ha producido toda una cultura de reinterpretación (estilo karaoke) por los y las fans.
- Acercamientos a la remezcla surgidos en México como Nortec Collective (el link va a la presentación de Nortec en el festival Quimera 2020).
- El mash-up: Girl Talk, proyecto del artista y DJ Gregg Gillis, pionero de esta técnica de remezcla que consiste en fusionar contenidos preexistentes (incluye descargas libres!)
- “The Wellerman” y Tiktok, intervención en cadena (Remix de Argules en YT).
- DNA, Suzanne Vega y Tom’s Album que ya hemos reseñado en el blog cabezón. Y el reciente mashup salsero de esa canción detonante.
- La cultura es remix; incluso la gran industria se beneficia —sin costo— de la producción de fans (el “fandom” o dominio de los aficionados; fanzines, fan-fiction, fanart, etc.); el ejemplo de la serie 24 (Surnow y Cochran, 2001-2010) es abrumador, aquí una de sus “fandom wiki”.
Finalmente, recomendamos el documental Copyright Criminals que relata el surgimiento del sampleo y la forma en que la industria lo criminalizó desde sus inicios, y recordamos que para Lessig hay tres tareas por realizar:
- detener a los fanáticos del control;
- apoyar a quienes colaboran en la difusión (Cabeza de Moog en primer sitio!)
- redescubrir los límites de la regulación (revisar la ley).
¡Pasen a escuchar!
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