Albornoz, Mollo, Cerioni, Wirtz, grabando con Lito Vitale |
Cada vez que él venía a Buenos Aires, me escribía antes y nos encontrábamos, para hablar de lo que más nos gustaba, la Música. Es más, en una época distribuía los discos del sello en Tucumán. Su muerte nos golpeó muchísimo, el "Gordo" era un tipo con fuertes convicciones, a veces muy terco, pero era muy humilde y afectuoso. Atesoro algunos regalos muy importantes que él me ha dado, como por ejemplo, la imagen original de su álbum Redd Land. Recuerdo perfectamente nuestro último encuentro, muy entusiasmado en sacar un álbum triple, su último sueño que quedó truncado.
Hace poco hablé con Luis Albornoz y deseamos completar algo que ya había sido pactado con Esteban, y es editar el segundo disco de Redd "Cuentos del Subsuelo". Así que quizás, sea nuestra próxima producción en CD. El álbum digital ya fue subido a las tiendas digitales hace unos dos años atrás con nuevos bonus tracks.
(De La Pequeña Banda de Trícupa) Conocía la procedencia de sus músicos, su gran actuación en el "B.A.Rock 71" y parte de su música. Luego de su show "Re-unión" del 2002 en Tucumán, yo distribuía sus CDs en nuestro sitio www.viajeroinmovil.com (también distribuye discos de Syderalus, Zener y se encargó de la edición del disco de Fraktal, todos ellos oriundos de Tucumán). Dos años más tarde, en el 2004, se presentaron junto a Redd en Buenos Aires, allí los conocí a todos personalmente. Pero al hacer la investigación (corroborada por Luis Albornoz), tenemos una historia más completa.Hace muchos años que estoy trabajando con el sello, pero mucho más como distribuidor de Música Progresiva Argentina. Siempre siento un placer especial por los rescates sonoros, recuperar parte de nuestro patrimonio cultural, es siempre una gran satisfacción.
Nota original: Refrescarnos La Mente: el sello Viajero Inmovil y su conexión con Tucumán
Se Rescató Una Joya – La Pequeña Banda de Trícupa Llega al CD
En los albores de la década del ’70 comenzó a gestarse en el Jardín de la República, un movimiento cultural y artístico conocido como Rock, todo gracias al auge de las nóveles bandas Manal, Almendra y Vox Dei, se inicia un período que comienza a reunir a la juventud que expresaban con voz propia un sentir local y conformando un núcleo artístico pequeño pero a su vez importante en cuanto a su aporte a la nueva cultura, a partir de estos grupos musicales.
Fue así que surge La Pequeña Banda De Tricupa (también conocida como Banda Tricupa o simplemente a secas, Tricupa), pionera dentro del Rock de su provincia, nace conjuntamente con todo un movimiento artístico el cual participaban teatristas y poetas, gestado a partir de la obra teatral “Picnic”, cuya música incluía canciones de Rock.
Integrada por ex-miembros del grupo Los Fantasmas, Oscar Imhoff en guitarra / voz y Juan Escalante en batería / voz que se unen con músicos del disuelto grupo Los Sabuesos, Atilio “Papucho” Díaz en bajo y Luis Albornoz en guitarra, sumando al compositor, guitarrista y cantante Roberto Giambastiani.
Luis nos cuenta algo al respecto, de aquellos años en Tricupa
Todo era a pulmón. Con las novias, amigos y nosotros mismos como pegatineros o buscando la entrevista radial para llevar gente. En el ’72 fue la parte más progresiva y de arreglos muy jugados, ya que casi no había info de bandas progresivas. Yes lo conocí ese año de casualidad. Además pocos teníamos instrumentos importantes. No había sonido. Usábamos equipo de conferencias Philips con columnas de metal. Si había buenos micrófonos. Nosotros hacíamos sonar bien cualquier cosa. En el ’74, ya sin batería, fuimos telonero de Aquelarre. Creo nos prestaron sonido solo para cantar. Oscar sufría con una criolla con cuerdas de acero y mic de contacto muy básico. Giamba usaba una Yamaha electrica de media caja creo que enchufada en el sonido. Con Papucho, el bajista, si sonábamos mejor. Él tenía un Fender Precisión muy lindo y yo una Gibson Les Paul Gold Top de 1970. Pero todo era muy intenso. Así en el mundo. Los mega sonidos y luces no existían en ningún lado. La gran diferencia era que el público iba a escuchar. Y luego debatía resultados. Todos eran parte de todo. La publicidad era boca a boca. Había mucha actitud y una grieta enorme con la música comercial. El show del 72 se grabó con un grabador de cassette chiquito con mic incorporado. En el 74 con un grabador de cinta abierta de dos canales con dos mics al aire. Nunca tuvimos amplificación de instrumentos. Lo que se oye salía por los mics de las voces. Esteban fue quien grabó los shows en vivo en aquellos días, como fan del grupo. Por su cuenta. Nadie se lo pidió. Gracias a eso contamos con la información.
Teníamos una deuda moral con nuestra historia y la seguridad que podíamos lograr algo interesante. Además una fuerte produccion y terminar el trabajo en un estudio de EEUU. Había que hacerlo. Grabamos casi todo lo que hicimos con Tricupa y algunos bonus trucks de Giamba. Mucho material, para poder elegir. Logramos un acuerdo posible con gente maravillosa como Felipe Surkan, del sello independiente de música progresiva Viajero Inmóvil. Más todo el esfuerzo de Carlos Capdevila, baterista y productor, y Esteban Cerioni en edición y preproducción de las pistas y el material histórico. Gran trabajo de Esteban, quien además interpretó el bajo con los arreglos originales en las tomas de estudio, porque Papucho tenía problemas de salud y se había retirado de la música hacia mucho tiempo.
El disco de 2004 se grabó en Tucumán con José Alarcon. Cerioni fue fundamental, porque conocía en profundidad todo y supo tomar decisiones correctas. En EEUU el trabajo de Capdevila fue muy importante, ya que el reside allá hace muchos años y es baterista de bandas. O sea conoce todo sobre el tema.
Esteban, además de tener las grabaciones, sabía todos los arreglos porque el aprendió a tocar el bajo viéndolo a Papucho. No hay nada escrito. Los demás tenemos muy buena memoria musical en gral. Al no estar escrito, complicó un poco explicar al resto, como tenía que ser. Sobre todo las partes de Juan Escalante, que siempre fue un músico tremendo y adelantado a su tiempo. Pero ensayamos tanto, que nos acordamos todo en detalle hasta hoy. Lo mejor fue que por fin pudimos tocar con instrumentos de primer nivel. Y el sonido es otra cosa. Suena de verdad, porque así fue compuesto. Creyendo en cada cosa que se nos ocurría y profundizando lo que solo nosotros sentíamos.
Carlos Capdevila (batería), Luis Gómez Salas (teclados), Melina Imhoff (Voces y Coros) y Federico Falcón (percusión) interpretaron lo que ya fue compuesto y aportaron su importantísima experiencia en hacerlo sonar como en aquellos días. No es fácil, ya no se hace eso, hay veces que es una expresión de deseos. En aquel tiempo no había teclados polifónicos ni percusión eléctronica. Tampoco pedales de guitarra. No había a quién preguntar ni de quién aprender por estas tierras. Cambió mucho todo, para bien, en ese aspecto.
Es un orgullo tener ese material, que en sus diferentes partes, constituye un documento único de ese gran momento del despertar artístico de los 70.Fuimos pioneros de la fusión de estilos que tiene la banda. Desde 1971,cuando la arme,ya empezó a sonar así. Tricupa fue un gran protagonista,porque rompió el viejo molde, y abrió la puerta de todo lo que ya pedía pista en nosotros.
Luego nos pusimos en contacto con quien hizo realidad este rescate, Felipe Surkan, mediante su sello discográfico «Viajero Inmóvil Records» publicando el disco en todas las plataformas online y nos contó como surgió todo esto
Todo esto surgió hace poco tiempo y pronto vio la luz. El año pasado comenzamos a trabajar junto a mi amigo Gustavo Bolasini (conductor del programa radial “El Retorno del Gigante”, dedicado en exclusivo al Rock Progresivo) en un proyecto de investigación, con la idea de escribir un libro acerca de la Música Progresiva Argentina. A mediados de octubre del año pasado, estuvimos indagando la biografía de LA PEQUEÑA BANDA DE TRÍCUPA. Justamente Gustavo me comenta la existencia de las grabaciones de estudio del año 2004. Algo que nuestro amigo en común, Esteban Cerioni, nunca me había dicho o no le presté atención. Solo faltaba masterizarlo. Al escucharlo, no dudé, esto debía ser editado…
Desde largo tiempo atrás, yo tenía un par de shows en vivo, sin mucha data y con poca calidad sonora. Esteban me lo había pasado, pero no le había dado real importancia como para editarlo. Pero a su vez, cuando Gustavo me pasa cuatro shows en vivo de principios de los años 70’s con el sonido mejorado, allí mi entusiasmo creció en hacer una obra más global. Al escuchar nuevamente las cintas, inmediatamente pensé en agregar más música y hacer un disco doble. Todo ese material en vivo fue rescatado por nuestro querido "Gordo" Cerioni.
A fines del año pasado me contacté con Carlos Capdevila, quién era el productor musical del material de estudio y le propuse hacer la edición de un CD doble, que contenga el disco del 2004 y luego escogí varios temas de dos shows, los primeros 11 canciones del show junto a Aquelarre, que hicieron en del 13 de septiembre de 1974 en el Club Caja Popular de Ahorros de Tucumán. A continuación siguen otros temas de concierto hecho en julio de 1972, en el Teatro del Circulo de la Prensa. Se incluyeron muchas canciones que no fueron grabados en el estudio. Lo interesante era escuchar como sonaban en vivo, a pesar de no tener un sonido 100 % en calidad. Para este disco en vivo, se pidió la autorización de los músicos, algo que aceptaron casi de inmediato. Una vez hecha la selección y el orden de los temas, masterizamos ambos discos. Contando con el aval de todos los músicos que aprobaron el material a editar.
Iniciamos el proceso de producción en los primeros meses del año, ya para marzo se mandó a fabricar. Pero por culpa de la pandemia, su lanzamiento se atrasó bastante, recién hace un mes que tenemos el álbum "Ayer y Siempre" listo para la venta. Se editó en formato físico CD doble, que contiene la música de uno de los primeros grupos de Rock del interior de nuestro país. Una joya que merecía ser escuchada. Se destacan estas bellas canciones con muy buenos arreglos vocales.
Tengo clientes y colegas en muchos países, a los cuales les envío constantemente los CDs editados en Argentina. Supongo que La Pequeña Banda de Tricupa es algo que les va a interesar, ya que tiene un alto nivel de Psicodelia Hard, Rock Progresivo y Folk, muy similar a Almendra o Aquelarre. Éste es el tipo de bandas que a la mayoría de los fanáticos del género le gusta, principalmente los de época. Los más fervientes oyentes que poseen los discos de Redd, tienen la información de que algunos de sus músicos pasaron previamente por Tricupa, o sea, que en el ambiente más especializado conocen de su existencia.
Hace casi 20 años que tengo el sello VIAJERO INMÓVIL Records, y un poco de tiempo más, distribuyendo Música Progresiva de Argentina hacia el resto del mundo. Desde su inicio en el año 2002, hubo varias ediciones que se produjeron por algo mágico: raras circunstancias o por consecuencia de hallazgos impensados. Siempre pienso que estoy destinado para hacer este trabajo…
Nuestro Humilde Homenaje – Esteban Cerioni
Después de un tiempo de ausencia, se me hace difícil escribir este post sin emocionarme, más cuando se trata de la partida de un amigo. Una persona a quien siempre admiré por su temple, su personalidad, su dedicación, su música, su entrega y su amistad.
Debo confesar que no lo conocía de hace muchos años, pero gracias al ámbito del rock tuve la suerte de cruzar caminos. Él era de ese tipo de persona que ni bien hablabas un par de palabras, te daba la impresión de que lo conocías de toda la vida; su carisma, su forma de pensar y su humor sarcástico hicieron nacer una amistad corta pero bien cimentada de buenos momentos y largas charlas.
Para el que no sepa, su trayectoria fue extensa e intachable, siendo su banda Redd la primera en grabar un disco en Tucumán. Pasó por innumerables bandas, no tan solo de Tucumán, sino también en Buenos Aires e Italia como ser «Meridiano» (BA), Taxi (BA), Demolatino (It), Darkness Darkness (It), V’Ger (It), Chevrolet 56 (T), Trilogía (T), Arkangel (T), entre muchas otras. También creó el blog llamado REDDLAND, donde subió muchas información de su carrera, ya sea, discos, videos, fotos, recortes, etc.
Demolatino (banda italiana que integró en su estancia en Europa)
A modo de homenaje les dejo algunos testimonios de amigos y colegas de este emblema del Rock Tucumano, recordándolo de la mejor manera.
Augusto Gallegos (Syderalus, The Worms):
Hablar del bajista, cantante, o músico, puede parecer redundante. Porque en realidad su obra y su entrega al público, habla por sí sola. Siempre un adelantado, inquieto buscador de oportunidades, se lanzó junto a sus compañeros de REDD, a grabar el primer disco de Rock de una banda tucumana, en el año 1978. La pasión, la energía y la perseverancia lo acompañaron hasta sus últimas horas. Amigo fiel, con sus fuertes convicciones, repartía consejos y vivencias como escaparate de su propia experiencia. Siempre tratando de alentarnos a dar lo mejor, a jugarse, a apostar a la calidad, ofreciendo la mejor versión de nosotros mismos. El hacía eso, se entregaba completo, con sus defectos y virtudes. Combo completo. Frontal y transparente. Su mayor orgullo siempre fue lograr todo por su propia cuenta y esfuerzo, independiente hasta el final. No necesitó de nadie para ser reconocido por su arte.
Hasta el Japón llegó el disco de REDD. Las circunstancias de la vida,
no le dieron la dicha de vivir conforme a lo que aportó a la cultura,
pero no era algo que le pesaba, justamente por la independencia que él
mismo predicaba y practicaba. No obstante nunca se quedó quieto,
participó de varios proyectos musicales, en Tucumán, Buenos Aires e
Italia; y más allá de ser recordado como un músico del ambiente
progresivo, no se limitó jamás a ese estilo, habiendo pasando por
músicas variadas, con distintas agrupaciones.
Siempre destacó los valores de la amistad ante todo, incluso ante la
música misma que era su vida. Tocar con amigos fue su prioridad,
compartir y pasarla bien. No importaba «qué» tocar, sino «con quién».
No hay vacío que se compare ante la ausencia de un amigo, pero su legado
vivirá por siempre, al igual que el cariño y entrega que nos brindó.
¡Hasta pronto amigo querido!
Lucas de León (Los Inspectores):
"Primero seamos amigos, después tengamos una banda."
Del músico Esteban Cerioni es de quien más se conoce. Del amigo Esteban Cerioni también, pero quizás en menor medida. Es éste justamente el rasgo de él que a mi me deja más marcado. Y es que para «el viejo», además de sus padres, había una sola cosa más importante que la música: la amistad. Tanto es así que la primera vez que nos vimos las caras después de conversar mucho por Facebook, me dejó bien en claro que primero teníamos que ser amigos para poder entonces tener una banda y tocar juntos.
Así fue mi etapa al lado suyo. Craneando muchísimas actividades musicales, grabaciones y conciertos que queríamos hacer, de todo tipo y color. Desde tocar músicas de Los Gatos o Vox Dei, algunas propias, otras de sus raíces italianas, y hasta lo que Esteban llamaba «Redd Revisitado», un proyecto en el que pretendía homenajear a Juan y Luis, sus compañeros en aquella banda, y en el que tuve la suerte de que me haya invitado a participar activamente. Hay algunos videos que datan de 4 meses atrás, ensayando y tocando “Reyes en guerra” con Hernán Ruíz (batería) y Rodrigo Ferreyra (teclados), con quienes tocamos en la banda que nunca tuvo nombre y sólo tres felices pisadas de escenario.
Pero bien; por encima de lo musical, Stefano puso siempre el ser amigos. Ensayar es importante, pero más aún es quedarse al tercer tiempo y compartir un chegusán con papas gratinadas, o un café con tostado de jamón y queso. Y de no haber ensayo, teníamos durante la semana y a cualquier (des)hora, conversaciones kilométricas sobre bandas, más proyectos, actualidad y política argentina, y catarsis mutua a causa del nefasto FPL (siglas absolutamente establecidas en su círculo, y que en la jerga «cerionística» hacen referencia al Fucking Puto Laburo), ¡jaja! Así fue mi amigo, el viejo; siempre pero siempre instando al encuentro y al momento compartido, cuestión que le ha costado algún dolor de cabeza al encontrarse con un tipo de naturaleza solitaria y consumido por los tiempos del mundo moderno como yo. Dolor de cabeza que después iba a traducir en un planteo de berrinche tano para que yo me cague de risa mucho, y entonces él también, y volvamos al abrazo tan afectuoso de cada vez.
Me quedan los proyectos musicales inconclusos que alguna vez le
quisiera entregar; las palabras generosas y de apoyo que tuvo siempre a
pesar de que yo haya cantado y tocado como la mismísima mierda; el Abbey
Road que amaba y cuidaba desde que lo compró en 1970 y que me regaló
para mi último cumpleaños así lo atesore y conserve cuando él ya no
esté. Por último y lo más reconfortante, me queda la hermosa
satisfacción de saber que Esteban fue un tipo feliz conmigo, felicidad
que dejó plasmada en los mensajes de WhatsApp que me mandó a las 4 AM
del día siguiente de presentar “La Biblia según Vox Dei”, en septiembre
de 2018:
“¡Hermano! ¡Qué lindo cantamos hoy el Génesis! Cómo me gusta cantar y
tocar con vos, mi querido Lucas. Como cantamos en Presente, tampoco
esto será eterno, aunque mas no sea porque estoy entrando en la recta
final y no sé cuánto me quedará de vida útil para hacer esto. ¡Pero
quisiera encerrar esto en un bucle de tiempo y vivirlo una y otra vez!
¡Estoy tan conmovido, amigo! Tengo todo lo que deseaba”.
Esteban, Stefano, hermano querido, viejo… de mil maneras lo he llamado, pero estoy seguro de que la que más le gustaba era ésta con la que lo despido: Gracias y hasta siempre, ¡AMIGO!
Braulio D’Aguirre (7 Delfines):
Esteban es un grande de nuestra música nacional, excelente persona, un bajista excepcional.
El primer o segundo bajista con el que toqué fue Esteban Cerioni, un
lujo para mi tener a semejante músico en mi casa ensayando y a mis 16
años. Ya que en aquel tiempo no se si existían las salas de ensayo por
hora y por eso se ensayaba siempre en casa del baterista. Él me hizo crecer como músico.
Varias veces se ha quedado en casa después de ensayos y recuerdo sus palabras, que siempre tengo en mente cuando me dijo:
"Hay que salir de la cómoda para dar un poco más."
Lo que se toca cómodo ya lo sabemos por eso hay que darle una vuelta de rosca para crecer en musicalidad.
Adrian Llovera (UT, Arkangel, Acertijo, Llovera) :
Yo
hice el secundario en el Instituto Técnico de la UNT, y en la semana en
que nos tocaba organizar a nosotros, llevamos para que toque en el
salón de actos a Redd. Era el año 1978, y allí conocí a Esteban Cerioni,
quien se mostró como lo que fue toda su vida: un gordito bonachón. Con
el tiempo descubrí que era bastante enojón, pero nunca dejó de ser un
tipo super bueno, muy generoso con sus amigos.
Compartí escenario con él en 1987, cuando me invitó a cantar unos temas
de Redd con su banda Club junto a Sergio Tomás y Chechi Bassano, en un
recital en el viejo Teatro de La Paz. Para mí fue increíble. Pero lo que
lo muestra de cuerpo entero fue que me invitó a su casa para mostrarme
los temas que pretendía que cante y al final, cuando ya me iba, me
regaló un disco de Queensryche, porque quería que escuche bien a Geoff
Tate, su vocalista.
A final de la década de los ’90, cuando ya había vuelto de Italia,
compartimos Arkangel. Fue una etapa llena de encuentros, esfuerzos y
anécdotas. Él ya trabajaba en el eterno CCC y llegaba muchas veces al
ensayo (que fueron siempre a las 2 de la tarde) sin haber dormido. En
mitad del ensayo pedíamos unas empanadas por un hueco que había en la
pared de la sala y que la vinculaba con una fábrica de ellas. Esteban
era el único que se le animaba a las de mondongo. Después de comer era
la hora de la modorra pero seguía el ensayo. Cuando llegaba el momento
de «El Asesino Sentimental», de Redd, que incluíamos en nuestro
repertorio, Esteban dormía sentado en el equipo de bajo, pero seguía
tocando sin pifiar una nota.
Un
día fuimos a tocar con Arkangel a San Pedro de Colalao, y yo fui con
Ana y los chicos (Isaac y Franco). A nosotros nos dieron una habitación
cuádruple y al lado les tocó dormir a Esteban con Claudio Nava. Desde
nuestro cuarto se escuchaba la animada conversación entre ambos pero
luego comenzó un ruido “telúrico”. Era Esteban que se había dormido y
roncaba muy fuerte. Nosotros nos dormimos con ese ruido de fondo, pero
cuando me levanté a las 8 de la mañana, me encontré increíblemente a
Claudio en el patio, con ojeras. Le digo “¿De cómo tan temprano?”. Y me dice: “Dejate de joder. Con semejante ruido no pude pegar un ojo”. Me reí. Esteban también se divirtió mucho con lo ocurrido. Todos no reímos, menos Claudio, claro.
Después compartí otros escenarios con Esteban, cantando ya con Redd o en
otros eventos. Grabé un par de temas en el mega proyecto del disco
triple que estaba produciendo. Y hasta comenzamos a ensayar lo que fue
su proyecto de La Biblia de Vox Dei, que finalmente pudo concretar el
año pasado en El Círculo de la Prensa con Ruiz y De León.
Lichar Galvan (Programador Radio Fish):
Conocí a Esteban cuando yo operaba un programa que se llamaba Metal Shock.
Recién regresaba de Italia y venía con las ediciones en CD de los discos de Redd.
Al tiempo, se incorpora al programa como conductor y fundamental
aportador de material; era un coleccionista. Cuando no podía ir al piso,
me pedía que pase a buscar el material y de paso me hacía escuchar
otras cosas.
También me lo empecé a cruzar en los escenarios, él como el musicazo que era y yo como asistente.
Nos hicimos grandes amigos y siempre me invitaba a su casa, donde
solíamos pasar horas escuchando música que me recomendaba, viendo videos
de bandas, tomando te con jengibre (en los últimos tiempos era café),
siempre acompañados con anécdotas geniales, que por ahora me las guardo,
pero que me hacían partir de la risa.
El Maestro me decía que yo era un puteador genial. Tuve la suerte que me
considere su amigo, además de ser del stage de un show que Redd hizo en
Buenos Aires, que terminó siendo el disco «Ceremonias Para Alzar El
Telón». Y con cada nuevo lanzamiento, como «Reddland» o la re-edición de
«Tristes Noticias…» me obligaba a ir de inmediato para escucharlo,
siempre orgulloso de lo que había hecho.
Otra cosa que me gustaba de él era como hablaba de los músicos con
los que se rodeaba para tocar, me mostraba videos, audios, etc.
Estaba muy orgulloso de lo que habían hecho sus amigos en el show del
Circulo de la Prensa, su tributo a Vox Dei, media hora hablándome
maravillas de sus compañeros y recuerdo que yo no le creía que el
guitarrista tenía una Richie Sambora signature, y me mostraba lo que podía cantar y tocar, ni hablar del batero…, lo llenó de elogios.
Todavía me acuerdo que estaba muy contento cuando Emilio Del Guercio iba
a grabar con él, de cuando participó en el disco tributo a Spinetta
llamado «Al flaco… dale gracias»; luego de un disco tributo a León Gieco
del cual me mandó varias maquetas de lo que iba haciendo; también
estuvo en el disco tributo a Litto Nebbia. Ir a su casa era nutrirme de
música mientras hablábamos de muchas cosas.
Estaba contento con lo que estaba haciendo, me mostró mucho de ese disco triple o cuádruple que iba a hacer.
La última vez, me comentó que ya tenía el bajo con el que iba a grabar «Tom Sawyer» de Rush.
Estoy escuchando su última recomendación: Skyharbor, que me causó gracia
porque apenas llegué a su casa, me preguntó que andaba escuchando y me
habló de estos pibes. Me retaba diciéndome «¡¡¿¿Cómo podes escuchar Radiohead??!!», banda que no le gustaba. Y yo algunas veces lo jodía preguntándole si no tenía algún pirata de The Police.
Se lo extraña, cascarrabias, refunfuñón cuando algo no le gustaba. Se lo extraña, al amigo.
.
Luis Albornoz (Tricupa, Redd):
A fines del 2002, empecé con Carlos Capdevila mi hermano del alma, que vive hace mucho en EEUU, a organizar el evento Reunión de bandas, como Tricupa, Tango y Redd; cosas que habíamos armado antes de 1984. Esteban no estaba tocando y vivía en una office en la cual tenía un cyber, muy de moda en ese momento. Fui a buscarlo y me dijo que lo iba a pensar. No quería tocar, estaba casi retirado. Y vimos que la manera de forzar su vuelta era decir que lo haríamos de todas formas para grabar y filmar en vivo para que quede algo.
Entonces se sumó diciendo que sabía que lo haríamos igual, así que mejor participar para asegurarse de que no haríamos cualquier cosa. Su espíritu de emprendedor y productor artístico pudo más que su retiro. Realizamos tres años seguidos a salas llenas. Y el material se editó, siempre bajo su supervisión limpiando el sonido grabado en vivo. Y de allí seguimos con Redd y diversos integrantes.
Atesoro esto como una de esas cosas que salen bien, al poner de nuevo en escena a alguien tan importante como él. Y su bonus fue tocar y grabar con Tricupa, banda que admiró toda su vida, reemplazando al bajista original y haciendo voces. Gracias a él, Tricupa tiene una versión de aquellas canciones de 1971, que se hubiesen perdido como tantas cosas.
Patricio García (Los Chicles):
Al principio solo conocía su leyenda, sobre todo de boca de un tío mío y de Gabriel Fulgado que era amigo de la familia, pero también de todo aquel iniciado y no tanto en el rock tucumano. Todos sabían de Redd, la banda tucumana que había sacado un disco y había sido parte de la tercera generación del rock argentino. Después en 1997 lo conocí personalmente a su regreso de Italia en «Bonus Track» el programa de David Cohen y Ariel Bellos, y poco tiempo después compartimos escenario por única vez en un recital de homenaje a Lennon en el Teatro Alberdi, donde participé con Los Chicles.
Bastante tiempo más tarde nos reunieron las redes sociales. Tras algunas charlas por Facebook comencé a visitarlo en su departamento en 2017, donde escuchábamos su gigantesco archivo y colección de música. Ambos estábamos enfrascados en ambiciosos proyectos discográficos: yo en la grabación de ‘Listen In Awe’ y él en un proyecto de álbum triple: un disco de covers en inglés, otro de covers en italiano (la cantidad y calidad de bandas del rock progresivo italiano es impresionante, muchas veces superando en ideas a los pioneros ingleses, y por supuesto, lo habían influenciado mucho) y el tercero del rock argentino más canciones originales nuevas.
En su departamento pude escuchar bastante material de este proyecto, ya grabado en buena parte junto a músicos tucumanos de varias generaciones, desde sus coetáneos hasta los chicos nuevos, así como músicos invitados, amigos suyos, históricos del rock progresivo argentino. Lo hacía a pulmón y la cantidad de música a grabar era tan exagerada que, por lo que entiendo, nunca llegó a terminarlo, pero hay sin duda material de sobra como para armar un gran disco, que sería a la vez un gran perfil de lo que Cerioni era.
Esteban Cerioni era un conversador hipnótico. Si te interesaba la música, el rock, y su historia, (o el cine y los comics) no se sentía el paso del tiempo en conversación con él. Como yo, entusiasta de la música hasta el absurdo, compartíamos oscuras pasiones como aquella por Hildegarde Von Bingen, o aquella otra por el krautrock más extremo. De alguna manera se las arreglaba para reconciliar ser un cascarrabias, iracundo y opinionado con ser una persona de una extrema dulzura y generosidad.
Hombre de rock y hombre de bandas (tocó en bandas hasta el último día de su vida y defendía el formato banda apasionadamente), desaprobaba el hecho de que yo estaba trabajando mi disco en soledad y con una computadora. Sin embargo nos habíamos prometido colaboraciones en los respectivos proyectos, que nunca se dieron, más que nada por las dificultades económicas que ambos sufríamos para llevar adelante nuestros discos durante el macritazo.
Cuando me enteré de su muerte, una vez disipados el shock y la tristeza iniciales, en lo primero que pensé fue en que había que resguardar su archivo de música y video que es, como ya lo dije, enorme. Era un obsesivo coleccionista y archivista, y tenía mucho material, no solo de sus bandas y proyectos, sino de gran parte de la historia del rock de Tucumán y de la Argentina. Si se pierde su archivo, la mitad de la historia del rock tucumano se pierde.
Mauro Luque (Zener):
Justo estamos por lanzar el nuevo material de Zener. Son cinco temas, cuatro de los cuales son temas anteriores reversionados.
Hay uno que es piano y voz, se llama "Las Cartas", es el tema 1 de Polisemia.
Ese tema me pedía Esteban siempre que lo hagamos. Tenía pensado invitarlo para cantar en algún recital.
Habla un poco de la depresión, y de quedarse solo. Me dijo que se sentía identificado con la canción y con Zener en general. Teníamos pensado grabar un tema de él aparte.
Creo que Esteban tenía proyectos musicales pendientes con mucha gente. Quizás estaría bueno hacer ese álbum que estaba planeando.
Redd - Ceremonias para alzar el telón
De Esteban podría decir mucho, y también muy poco.
Lo conocí, supongo, en la que era la casa de Juan Escalante, allá por los ’90.
Recuerdo que yo venía incursionando con bandas de rock. Antes de llegar a
aquella casa, ya había recibido noticias de las míticas bandas
tucumanas de finales de los ’70, con Tricupa y Redd a la cabeza.
Así fue que cuando llegué a conocer a Juan Escalante, padre de mi
entrañable amigo Juan Manuel, y a los otros integrantes de Redd, Manolo
(Luis Albornoz) y Esteban, sentía que estaba parado frente a popes de la
historia del Rock Nacional (sólo los había visto en fotos en blanco y
negro) Años después, el mismo Esteban recordaba ese primer encuentro,
puesto que yo le pregunté, obsecuente, si lo podía tocar (inocente fan
adolescente) como dándole a entender que me costaba creer que era real, y
él pensó: «mientras no me toques el culo, todo bien».
Mi relación con él siempre estuvo mediada por los innumerables
reencuentros de Redd. Nunca hice música con él. No puedo considerarme su
amigo, pero siempre existió un vínculo de mucho respeto y admiración.
Su cultura musical era inconmensurable. Su gran amor por el rock
progresivo no le impedía ser un gran cultor del jazz, la música afro
latina, la música clásica y otras muchas cosas que logré curiosear en su
discoteca, alguna vez que lo visité en su departamento de la General
Paz.
Siendo el gran músico que fue y la influencia que imprimió en al menos dos generaciones de músicos, no solo de Tucumán, si no del país (y del submundo cultor del Rock progresivo en todo el planeta), siempre se le notaba una insatisfacción de lo que pudo ser y no fue. Mucho más melancólico que optimista, mucho más valioso que reconocido.
Del gordo me llevo el recuerdo de un tipo apasionado por la música, cabrón, contador de malos chistes y con un corazón tan sensible, que, como dijo Galeano: "nada tenía de malo, y nada tenía de raro, que se le hubiera roto el corazón de tanto usarlo".
Luis D’Orieaux (La Piedra, Los Peces Gordos):
A Esteban y a mi nos une una amistad de muy chicos, desde que teníamos 15 o 16 años; y con una banda que formamos también. Cuando empezábamos a hablar de música (él ya contaba con una colección importante) y tenía trato con gente que le conseguía discos afuera y nos quedábamos en su casa a la siesta hasta la tarde a escuchar música y a charlar sobre proyectos musicales.
A pesar de que éramos muy chicos, ya tocábamos y teníamos mucho entusiasmo porque seguíamos aprendiendo y descubriendo cosas nuevas. Para el año ’72 habíamos empezado a hacer algo que se terminó de gestar entre fines del ’73 y comienzos del ’74 y formamos «La Piedra» con Rody Castro en teclados, quién, junto a Esteban, eran los que componían los temas. También estaban Rody Gil (guitarra), Carlos Minitti (guitarra y voz). Hicimos un par de recitales antes de que Rody se fuera a hacer el servicio militar; aquí todos cantaban, era una banda muy personal y particular. Fue mi primera banda de rock progresivo y la hice con él… lo disfrutamos demasiado.
A medida que pasó el tiempo nos volvimos a reunir con Esteban en una banda de covers, se llamaba «Semáforo Rojo». También pasó por otra banda que yo estaba integrando que se llamaba «Fuz». Siempre estábamos en contacto y reuniéndonos para compartir algo y hablar de música. El tenía la gran satisfacción de haber armado su banda junto a sus ídolos y haciendo temas propios, Luis Albornoz, Juan Escalante y Oscar Imhoff. Ellos eran músicos que tocaban en Tricupa, una banda top de Tucumán, y que tuvo éxito en todo el país. Él los admiraba mucho, yo era quien los grababa. La única grabación en vivo de «Tricupa» la hice yo, él me la pidió y la atesoró como algo muy valioso. Eran sus ídolos, logró tocar con ellos y formar su gran banda llamada Redd.
Tengo los mejores recuerdos como amigo y compañero de banda, de escuchas, de largas charlas… Vivíamos muy cerca en aquella época y le gustaba mucho ir a mi casa; encima era un cocinero impresionante. Un día se fue a mi casa a cocinar ravioles (como buen italiano), para toda mi familia, le llevo mucho tiempo y trabajo hacerlos pero a él no le importaba.
En algún momento hablamos de juntar a «La Piedra» (banda en la que fuimos compañeros) para celebrar los 44 años, pensábamos en hacer un homenaje a esa banda, pero quedó trunco. Hubo un tiempo en el que estuvimos desconectados, que fue para la época en que él viajaba mucho con Redd.
Fue un gran amigo, un gran músico, lamento no haber estado en su despedida… Se fue de la manera de los grandes músicos, se fue feliz haciendo lo que a él le gustaba, tocando su bajo arriba de un escenario…
Se fue un hermano de la vida y de la música.
Esteban le dio muchas manos a chicos jóvenes. Siempre me hablaba de
los músicos jóvenes con los que estaba tocando, y el aprecio que les
tenía. Fui a su velorio y vi mucha gente joven, varias generaciones.
Lo invité a tocar en el bar Irlanda ya que era mi cumpleaños, y el lo
consideró un honor. Últimamente estaba hablando bastante con él, me
había ido a ver a un show, grabé y conozco bastante lo que estaba
haciendo.
Grabé para su disco triple, ahí es cuando lo conozco a Esteban. Le dije a
Isaac Llovera que terminemos el disco que venía haciendo, y se sumaron
Chechi Bazzano, Daniel Amani, Gustavo Parrado y otros, para colaborar
para grabar y terminarlo. Íbamos a grabar 2 canciones con Adrián Iaies,
Pollo Raffo, Javier Podazza, estaba todo listo y nunca se dio que
podamos terminarlo de grabar.
Chechi Bazzano (Los Peces Gordos, Tripas Calientes):
Lo
conocí en el Teatro San Martín, Esteban era cantante del coro estable
de la Provincia. Ahí nos hicimos amigos, y visité mucho su casa, tenía
un montón de música que me hacía escuchar. Armamos varias bandas,
tocando sus canciones y las mías, y compartimos recitales juntos. Tengo
muchos recuerdos con él, haber estado zapando en un altillo en Buenos
Aires, o tocando con el Pollo Raffo, o Pusineri.
Me encantaba su sonido de bajo, bien definido, poderoso y con mucha presencia. Era característico. Cantaba muy bien también
Era un amante de la música, y siempre estuvo conectado a lo que pasaba,
haciendo recitales, homenajes, o tocando con muchos chicos.
La semana anterior al show del Bar Irlanda lo encontré y me comentó que íbamos a tocar juntos, en el cumple de Leo Vera. Hace rato que estábamos planeando tocar juntos y no se daba. Yo quería cantar “Bajan”, de Spinetta, y el me dijo “todos tocan esa, hagamos otra”. Él quería hacer “Té Para Tres”. Esa noche ya se había sentido algo mal, le recomendaron internarse pero no quiso; dijo “si me interno, me muero, así que no me voy a internar”, y le recomendaron que se quede afuera.
Adiós Maestro |
Cuando estábamos para los bises, Esteban me dice que quería volver a subir a tocar, y se puso firme para subir, así que le dije que tocábamos una canción con Gustavo Parrado y luego subía a cantar “Té Para tres”, que es la que él quería. Hicimos las dos primeras estrofas, los solos, y cuando estábamos por empezar a cantar de nuevo la última estrofa me agarra del antebrazo y se fue resbalando para atrás, y cayó con los ojos abiertos.
Todavía no caigo de lo que pasó.
Esa fue la despedida. Pasó de un momento de estar rodeado de amigos,
haciendo música en un escenario, a otro plano. De la música al silencio.
Me quedó esa imagen de Esteban, y me va a quedar por siempre.
Era una gran persona, muy responsable, y tanta responsabilidad que tenía
para con todos, su trabajo, sus proyectos y las cosas que hacía, esa
presión que se imponía a sí mismo, de alguna manera le pasó factura.Como verán, fue una persona muy querida (a pesar de ser cascarrabias
jajaja), a todas las generaciones inspiró y ayudó con su música y
amistad a que el rock tucumano crezca por sobre todas las cosas. Lo
vamos a extrañar mucho.
Y para cerrar este recuerdo al Gordo Cerioni, aquí la canción "Profundo Azul Sin Regreso" de Cerioni y Javier Fiori Toril, grabado en vivo en el concierto "Orquestas Solidarias" realizado en el Espacio Cultural Don Bosco, San Miguel de Tucumán, el día viernes 29 de noviembre de 2019. Interpretado por Orquesta juvenil ESEA, Orquesta juvenil de La Ciudad y Coro de la Cátedra de Canto de la EAPM.
Excelente y necesario registro, de un músico fundacional y también un hermano de la vida.
ResponderEliminarSe fue demasiado pronto.
Gracias por el homenaje.
Gracias Quique!!! Con el Gordo me pasó parecido a lo que me sucedió con Daddy Antogna, que no nos conocimos demasiado pero pegamos onda enseguida, y su partida me shockeó y como que son personas que aún se extrañan. En este espacio no nos olviaremos nunca de ellos. Saludos!
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