El prog rock de Pink Floyd, Yes, Jethro Tull, Camel, Kansas, King Crimson mezclados con la música étnica precolombina en la música de Juan Carlos Portillo, un talentoso músico mexicano que realiza sus trabajos con entrega, pasión y compromiso por enaltecer la grandeza cultural de México y el placer de nuestras almas. Así es que presentamos algunas de las excelentes composiciones de un gran músico que fusiona del rock con instrumentos precolombinos, y lo hace con gran maestría y logrando un sonido único y con mucha personalidad. Encabezando una nueva generación de músicos que vienen a consolidar el gran trabajo precursor del maestro Jorge Reyes, J.C. Portillo viene a difundir su música que fusiona elementos modernos - desde el rock a la electrónica - con sonidos provenientes de instrumentos prehispánicos.
Artista: Juan Carlos Portillo
Álbum: Fuego Nuevo / Duality / Yei Ácatl / Mezme - Omeyocan, Caminos Y Senderos
Género: Progresivo étnico
Nacionalidad: México
En México existe una labor que desde el under se le da mucha importancia a los músicos que buscan incorporar elementos musicales de géneros contemporáneos; el jazz, el rock, la electrónica o la música experimental, pero hecha con instrumentos prehispánicos.
Allí, en ese ámbito, es que surge Juan Carlos Portillo, guitarrista, compositor y productor que está dando a conocer su trabajo musical dentro del rock progresivo, sumando a su propuesta sonidos que provenían de instrumentos prehispánicos.
Artista: Juan Carlos Portillo
Álbum: Fuego Nuevo / Duality / Yei Ácatl / Mezme - Omeyocan, Caminos Y Senderos
Género: Progresivo étnico
Nacionalidad: México
En México existe una labor que desde el under se le da mucha importancia a los músicos que buscan incorporar elementos musicales de géneros contemporáneos; el jazz, el rock, la electrónica o la música experimental, pero hecha con instrumentos prehispánicos.
Allí, en ese ámbito, es que surge Juan Carlos Portillo, guitarrista, compositor y productor que está dando a conocer su trabajo musical dentro del rock progresivo, sumando a su propuesta sonidos que provenían de instrumentos prehispánicos.
Su trayecto no es excepcional, pero sí su conversión. Juan Carlos Portillo tenía dieciséis años cuando empezó a tocar música andina. Dos años después formó Dama de Plata, grupo que pretendía hacer rock progresivo. A mitad de la década de los noventa se integró a Coco Wash y a fines de la misma grabó un disco de rock pop alternativo, lo que eso signifique.David Cortés
Fue en el nuevo milenio cuando comenzó a estudiar y experimentar con instrumental precolombino. En paralelo compuso y produjo música para TV, radio, teatro, cabaret, etcétera. Cuenta de su transformación: “Siempre me gustó la música exótica, como la hindú, árabe, egipcia, con tintes étnicos. Cuando estaba de gira con mi grupo de rock por San Cristóbal de las Casas, Chiapas, a finales de los noventa (en pleno apogeo del movimiento zapatista), entré en contacto con tzeltales y tzotziles. Ahí es cuando adquirí mi primer teponaztli y un palo de lluvia, de fabricación indígena. Por ese entonces conocí la música de Mez-Me y, dadas las experiencias que viví cerca de estas comunidades mayas en Chiapas, descubrí que nuestras raíces étnicas, actuales y antiguas, son tan profundas, interesantes y exóticas como las de oriente”.
Hastiado de la escena del rock, Juan Carlos Portillo se concentró en su trabajo y creó su propia compañía productora. En 2011 lanzó "Fuego nuevo", una placa en formato digital que él denomina de prog rock prehispánico (recientemente se editó en formato físico por Terraza Records / Histeria Colectiva).
“No seguía el trabajo de alguien, solamente había puesto atención al álbum Guerreros de Cuahuilama (Raven, 1997) de Mez-Me. En alguna ocasión me topé en televisión con la labor de Jorge Reyes, me llamó mucho la originalidad de su concepto, pero no le di más importancia. En esos años yo intentaba ser un artista pop. Después de grabar mi primer álbum fue que conocí el trabajo de Luis Pérez y a él en persona. Más adelante es que empecé a empaparme del ambiente y de la escena de los músicos étnicos y los diferentes estilos”.
En 2013 editó, nuevamente en formato digital, "Duality", (Terraza Records /Histeria Colectiva), obra que en este 2015 se lanza físicamente. Es un álbum inscrito en una tendencia etno rock, pero en realidad mira más hacia el rock progresivo de tendencia sinfónica. Echa mano de los recursos prehispánicos (ritmos, instrumentos, voces) y deja claro esta dualidad en el corte que abre: “Duality of Gods”.
Hay composiciones breves, transiciones en las que sí se crean ambientes indígenas (“Ometiloztli”, “Barro”, aunque esta última se tiñe con algo de new age) y en las que los elementos de rock son mínimos. Portillo va a los terrenos de la fusión, hurga algo en el heavy metal como en esa mini sinfonía que se desarrolla vertiginosamente y en la que la guitarra es por momentos muy veloz (“Mitad hombre, Mitad animal”) o la también épica y cinematográfica “Ocaso”, con sus coros majestuosos. En realidad es una fusión más propia del metal, pero que se articula excelentemente con lo prehispánico, a la manera de un soundtrack.
También, en “Jaguar”, tenemos esos ambientes oscuros, selváticos, premonitorios de entrada, pero ya en su desarrollo se convierte en una pieza que combina la suavidad de una guitarra acústica, con las percusiones antiguas y habla de un felino que corre por la selva, libre; un corte muy rítmico, con una flauta transversa (a la Nuevo México) que colorea el todo.
"Duality" es un trabajo que abre nuevas veredas para el etno rock, es una obra que tiene su continuación en "Yei Ácatl", tercera producción (en formato digital) de este músico que “harto de la frivolidad de los jingles” regresó a sus gustos adolescentes, “el prog rock de Pink Floyd, Yes, Jethro Tull, Camel, Kansas, King Crimson”.
Actualmente, Juan Carlos Portillo trabaja con Mez-Me en un nuevo álbum. Pero mientras este aparece, hay que darse una vuelta por sus composiciones, esas que miran al pasado, ser alimentan de él, pero también abrevan del presente y miran al futuro.
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