Hace bastante tiempo ya decíamos en anteriores entrada que lo que estaba pasando en Jujuy no era simplemente un episodio de política local, sino un globo de ensayo que bien podía replicarse en el resto del país bajo el gobierno de "Cambiemos"; o que en todo caso de lo que se trataba era de dar un botón de muestra de lo que alianza gobernante podía dispensarle a la protesta social y la organización popular, si se interponían en su camino. El "experimento social en Jujuy", donde los globos amarillos muestran sus dientes y su zaña sin tapujos. Tan comprometidos estaban con los presos políticos de otros países, ¿dónde quedaron los deseos para reclamar más compasión y amor al prójimo desfilaban por el Facebook Pro?.
Los hechos posteriores vinieron a corroborar la hipótesis, tanto que Gerardo Morales hace lo que hace porque puede, porque no está solo y porque tiene respaldos: la UCR acaba de estrechar filas en torno a su régimen de Estado policial, viajando a la provincia para reunir allá al Comité Nacional; y Macri justifica la detención de Milagro Sala, en cuanta oportunidad puede.
La represión sufrida por la diputada Mayra Mendoza y otros dirigentes en Jujuy no hace más que confirmar lo que hace rato se viene diciendo, y aquí copio una nota que viene a colación. Hoy vemos día tras día como somos vergüenza nacional e internacional por los avances y el exceso en el ejercicio de poder del gobernador, y no solo reprimen a legisladores nacionales –lo cual es altamente repudiable– sino también al pueblo jujeño que protesta.
El teatro de operaciones jujeño está listo, el experimento está en marcha, el sistema neoliberal está a full. Agárrense que están pisando el acelerador...
Los hechos posteriores vinieron a corroborar la hipótesis, tanto que Gerardo Morales hace lo que hace porque puede, porque no está solo y porque tiene respaldos: la UCR acaba de estrechar filas en torno a su régimen de Estado policial, viajando a la provincia para reunir allá al Comité Nacional; y Macri justifica la detención de Milagro Sala, en cuanta oportunidad puede.
La represión sufrida por la diputada Mayra Mendoza y otros dirigentes en Jujuy no hace más que confirmar lo que hace rato se viene diciendo, y aquí copio una nota que viene a colación. Hoy vemos día tras día como somos vergüenza nacional e internacional por los avances y el exceso en el ejercicio de poder del gobernador, y no solo reprimen a legisladores nacionales –lo cual es altamente repudiable– sino también al pueblo jujeño que protesta.
El teatro de operaciones jujeño está listo, el experimento está en marcha, el sistema neoliberal está a full. Agárrense que están pisando el acelerador...
Causas creadas, una tras otra, al efecto de mantener a la imputada con prisión preventiva, desatención de su condición de Legisladora del Parlasur, persecución y amenazas a los testigos a favor e invención de testigos en contra, jueces auto-nombrados entre los correligionarios del gobernador, desaire a los pedidos de los organismos internacionales solicitantes de la libertad de Milagro y represión a sus seguidores. Toda esta inmoralidad jurídica, conforma esa caliente sopa de brutalidades que el común de las personas se traga, gracias a las ridículas pero efectivas diatribas periodísticas que inundan los medios de comunicación del Poder. Son parte de un proceso extra-judicial que ya condenó a Milagro Sala, hace mucho, en los estudios de televisión. El escarnio, la estigmatización, el desprecio racial, alimentan estos procedimientos mediáticos con pretensiones de "independientes".
Mientras tanto, el gobernador de Jujuy sigue su camino de alevosía y perversión contra Milagro. Su función, junto a sus socios massistas, es la de dar el ejemplo de un castigo que atemorice a cualquiera que desee disputar el poder en la provincia.
Con la total anuencia del gobierno de Macri, Morales viene desplegando una ofensiva sin pausa sobre toda forma de resistencia organizada de los sectores populares, sea a su gobierno, o a los intereses de los verdaderos dueños del poder, como los Blaquier; que además gracias a ese poder que detentan vienen zafando en la justicia de sus responsabilidades. La persecución a los militantes políticos y sociales funciona aceitadamente a partir de un sistema que no se basa exclusivamente en vulgares delaciones armadas, que bastan para disparar la artillería judicial contra los perseguidos.
Y que no se diga que se trata de un asunto estrictamente provincial, al que el gobierno nacional es ajeno: cada vez que pudo aquí y en el exterior Macri respaldó simbólica y efectivamente a Morales; y no hubo hasta acá una sola expresión de repudio o condena del presidente o funcionario alguno de su gobierno contra la violencia institucional sistemática del gobernador radical.
Cuando Milagro Sala fue detenida Macri viajó a Jujuy en su primera visita al interior como presidente, cuando el Papa le envió el rosario a la líder de la Tupac, recibió a Morales en la Casa Rosada. Y eligió Jujuy para regresar al país para los festejos del bicentenario, una zona liberada de protestas molestas por el régimen de Morales; que entendió mejor que nadie el concepto de "Actos Cuidados", para aislar al presidente del reclamo social.
Ni Errores Ni Excesos
Gerardo Morales hace lo que hace porque puede, porque no está solo y porque tiene respaldos: la UCR acaba de estrechar filas en torno a su régimen de Estado policial, viajando a la provincia para reunir allá al Comité Nacional; y Macri justifica la detención de Milagro Sala, en cuanta oportunidad puede.La Corriente Kirchnerista de Santa Fe
Lo mismo hizo reiteradas veces Sergio Massa, que le aporta a Morales el vicegobernador, un detalle que suele pasar desapercibido con frecuencia, y que lo hace corresponsable del ensayo de dictadura jujeño; que justamente plasmó en los hechos aquélla convergencia entre "Cambiemos" y el Frente Renovador que el "círculo rojo" reclamaba en la campaña electoral, para enfrentar al kirchnerismo.
La naturaleza represiva del proyecto político que gobierna el país revela que están dispuesto a todo, incluso a tensionar la historia y llevársela puesta: a 15 años del 2001, otro diciembre nos sorprende con una represión desmedida orquestada desde un gobierno del que participa la UCR, mientras Carrió pretende absolver a De La Rúa ante la historia diciendo que los muertos de entonces se los tiraron los que buscaban voltearlo; y advierte que el kirchnerismo intentará hacer lo mismo en éste diciembre, con el gobierno de Macri.
La obsesión de Carrió con asociar al kirchnerismo con la muerte le impide ver que hasta acá el único muerto fue un preso jujeño (por ende, responsabilidad de Morales) al que quisieron hacer pasar por suicida, y que se había negado a testimoniar contra Milagro Sala. Mientras tanto, los medios públicos manejados por Lombardi (el mismo que despedía con lágrimas en los ojos a De La Rúa cuando subía al helicóptero) le brindan espacio a Cavallo para reclamar que se le erija un monumento, por haber jugado su prestigio al aceptar sumarse al gobierno de la Alianza.
Las violaciones sistemáticas a los derechos humanos y al estado de derecho que se están viviendo hoy en Jujuy son estricta responsabilidad de Mauricio Macri y del gobierno nacional; porque teniendo el remedio a mano el remedio constitucional de intervenir la provincia para ponerles coto, ha decidido no usarlo, y respaldar a Morales. En línea con una vergonzosa Corte Suprema de Justicia de la nación que le viene esquivando el bulto a las presentaciones que le llegan pidiendo la libertad de Milagro Sala, y que muy posiblemente haga lo mismo con la última.
Pero si lo de Jujuy fuera poco, están pasando cosas: la salida de Isela Costantitni de Aerolíneas Argentinas para poner al frente de una empresa a un ex Techint es el seguro preludio de la profundización del plan de desguace de la empresa, para su posterior privatización; tal como ya lo están haciendo en YPF, y con el Fondo de Garantía de la ANSES.
El ministerio de Barañao (un ejemplo de a donde puede llevar la "colaboración" con el macrismo) permanece tomado por los científicos y becarios del CONICET que protestan contra los recortes, y las farmacias de todo el país han suspendido la atención a los afiliados del PAMI por una deuda que el gobierno arrastra desde agosto. En ambos casos la suma involucrada son unos 2400 millones de pesos, nada comparado con el volumen de los gastos del Estado, la octava parte de la deuda que por el presupuesto nacional del año que viene (publicado ayer en el Boletín Oficial) se les acaba de condonar a las distribuidoras eléctricas.
Que el gobierno no atienda ambos frentes de conflicto es una señal clara de que no están entre sus prioridades, y que no piensa ceder un ápice en su objetivo de rifar el Estado y el futuro de los argentinos; algo que parecen no advertir los opositores que desde el peronismo y obsesionados con despegarse del kirchnerismo, tiran el niño junto con el agua, y se desentienden de la defensa de su legado; que son logros conquistados para el país (como la mayor inversión en ciencia) y más derechos para sus habitantes, como la cobertura en medicamentos para los jubilados.
Estamos ante un gobierno que no vacila en avanzar contra los intereses de las clases populares, e incluso contra su propia base electoral (como ocurrirá con los cambios en Ganancias y el monotributo), sabedor de que cuenta con el decisivo apoyo de buena parte de la oposición, que terminará compartiendo los costos y aliviándole la carga.
Con eso (con un proceso político represor y cercenador de derechos) está acordando parte del peronismo, incluida la impresentable conducción de la CGT: entre ayer y hoy saldrá con fritas del Congreso el proyecto de Ganancias cagando a los trabajadores (que en muchos casos pagarán más) y a los monotributistas; que financiarán los cambios, sustituyendo en ese rol a las mineras, la renta financiera, los dividendos empresariales y las utilidades de las multinacionales que quedaban gravadas por el proyecto de Diputados. Y que en muchos casos particulares verán licuados los presuntos beneficios de la "emergencia social".
También ayer el senado aprobó los cambios al régimen de la ART, que consisten en buena medida en canjear el derecho a la seguridad de los laburantes, por "reintegros automáticos" de las aseguradoras a las obras sociales sindicales.
Con la aprobación de Ganancias algún "opositor responsable" de por acá y según sus dichos, le dará el "aprobado" al primer año de gobierno de Macri; aunque la suba del mínimo no imponible sea la mitad de la inflación de un año donde esa inflación le ganó por goleada a las paritarias, que con el guiño de la CGT no se abrieron a cambio de un "bono" de monto, beneficiarios y destino incierto, en la mayoría de los casos. Y aunque el próximo reajuste del mínimo según el proyecto aprobado, rija para el 2018.
No hay errores del gobierno en todo esto, y no puede haberlos de parte de la oposición: no hay "engaños" ni malos cálculos que valgan, el que apoya este tipo de cosas no es "responsable" ni "racional", termina siendo cómplice y después será tarde para arrepentimientos. Como tampoco hay "excesos" del gobierno de Morales en la represión y el autoritarismo: llegó al poder en el marco de una alianza política concebida para hacer exactamente eso que está haciendo.
Mientras tengamos en claro estas cuestiones, más sencillo será ponernos a discutir sobre bases más concretas que los simples deseos y apelaciones a la unidad opositora, como sigue la cosa y sobre que bases se construye esa "unidad": nosotros somos los primeros que le queremos ganar a Macri en la disputa democrática, pero no lo vamos a hacer si no lo frenamos antes, a cada paso que pretenda dar para cercenar un derecho, y a cada palo que le dispense al que se organice para impedirlo.
Y le queremos ganar para hacer algo distinto a lo que él está haciendo, no lo mismo con otro ropaje, sin represión y con alguna pátina de "sensibilidad social".
El Frankestein de Corporación Cambiemos S.A. ya está suelto y quien sabe si alguien podrá controlarlo. Lo que sí sabemos, es que está aquí para hacer mucho daño, y recién empieza.
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