Ir al contenido principal

Nick Cave, Ciencia y Música: Un Blues para el Bosón de Higgs

Anunciando un festival de música de Nick Cave que nos presentará José Ramón a lo largo de esta semana (para él, la corrección de un pecado), traido a colación una nota de Natalia Santucci nos propone un ida y vuelta desde las baladas desgarradas de Cave al gran colisionador de hadrones suizo en busca de las partículas elementales que, entre mediciones infinitesimales y canciones tristes, constituyen la base de nuestra existencia...

Por Natalia Santucci

Camino al cajero, perdida en mis pensamientos, iba escuchando "Higgs boson blues". Me sorprendió un mensaje de Nacho, mi amigo físico, comentando una noticia en el diario local. Hablamos del reflorecimiento de las pseudociencias y la necesidad de espacios de divulgación que hagan más accesible el conocimiento científico. Mientras transitaba una cola por demasiado larga que olía a alcohol en gel, intercambiábamos algunas opiniones sobre la ciencia. Acordamos que se trata de un sistema de conocimientos al que adherimos por muchas razones, aunque seamos conscientes de sus limitaciones. Me mencionó al bosón de Higgs, de pura casualidad. Segunda vez en el día y tercera en una semana que oía hablar de él. Y comenzamos un intercambio epistolar: mientras Nacho me actualiza un poco en el Modelo Estándar de las Partículas Elementales, yo le hago escuchar el tema de Cave.

Ya los griegos, en su afán por nombrarlo todo, llaman al arte de la combinación armónica de sonidos y silencios “música”: el arte de las musas. Cierto es que la música antecede a toda civilización. Siempre hemos necesitado de ella para acunar amores y temores, suplir carencias y  llenar vacíos. Sin hacer discriminar entre devotos de diversos credos e incrédulos, sin diferenciar entre integrantes de las distintas clases sociales y desclasados, sin distinciones de géneros, todes vibramos en un determinado círculo cultural sonoro que nos conmueve y nos da una noción de pertenencia a una especie de territorio musical, con un lenguaje, una historia y un simbolismo que le son propios. Tal vez la más popular de todas las expresiones artísticas. Esa que nos inunda el alma, nos sacude el cuerpo.

Desde aquellos tiempos remotos en que filosofía y ciencia abonaban mancomunadamente el permanente intento por acceder al mundo inteligible y dominar el mundo sensible, la humanidad se ha preguntado por la consistencia de la materia. La antigua Grecia acuñó la noción de “átomo” (indivisible), como unidad mínima de la constitución de todo ente material. Y también la negó. Demócrito y la escuela atomista versus Aristóteles y el protohylo, los cuatro elementos fundamentales de todo: aire, tierra, fuego y agua. Debieron transcurrir más de dos mil años de dogmatismo aristotélico para saldar esta contienda, cuando las leyes de la química hicieron uso de la propuesta de los atomistas. Desde ese entonces hemos ido avanzando en su modelización, siendo el campo de la física subatómica uno de los más desafiantes y creativos.

Me resisto a la noción de una música de élite o sólo accesible a quienes saben apreciarla en función de un bagaje cultural determinado. No creo que haya una música apropiada y otra que no. Cada quien se emociona con aquello que le llega. Y esas emociones pueden ser de lo más diversas. Sin embargo, está claro que el sistema capitalista no es sólo un sistema político y social sino también cultural. Como todo arte, las diferentes corrientes musicales expresarán los valores de la época que las vio nacer. Y serán resignificadas u olvidadas a medida que los tiempos corran. A su vez, el sistema impone valores éticos y estéticos. La llamada “música comercial” no es meramente pobre de contenidos sino que también reproduce la alienación subyacente. Así surgen entonces músicos y trovadores que reaccionan a los valores hegemónicos propuesto por el modelo. Y los combaten. Nick Cave es, para mí, uno de ellos.

Es fascinante conocer cómo la mente humana ha ido desarrollando los diferentes modelos del átomo, la mayoría de ellos a ciegas, sin poder verlos ni tocarlos, siempre mediante evidencia indirecta. Dalton, un cuáquero daltónico (a él le debemos el nombre al daltonismo o ceguera de ciertos colores), lo imaginó sólido y homogéneo, cual rastis, que se encastran y van dando forma y sustento a todo lo tangible. Luego, ese bloque indivisible de Dalton mostró a Thomson estar compuesto por partículas pequeñas de carga negativas, que éste llamó electrones, embebidas en una masa homogénea y compacta, con una carga positiva uniforme. Thomson imaginó al átomo como un “budín de pasas”. Sin embargo aún había quienes se resistían a estas teorías. Fue el propio Albert Einstein, mediante su trabajo sobre movimiento Browniano (ese mismo que siguen las partículas de polvo cuando son iluminadas por un rayo de sol en una habitación oscura), usando la teoría cinética, que suponía la existencia de átomos, quien convenció a escépticos sobre la existencia de los mismos. Llegará entonces la radioactividad para demostrar que el átomo, además electrones, tiene protones. Y que también esconde vacío en su interior. De la mano de Rutherford entenderemos que la carga positiva del átomo así como su masa están en su centro, en una especie de núcleo que, al igual que el sol, mantiene a los electrones girando, en órbitas, a su alrededor. Chadwick sumará complejidad al núcleo atómico con la introducción del neutrón. Bohr y Sommerfeld debatirán sobre la conformación de los orbitales en torno al núcleo, donde se encuentran los electrones. Y, finalmente, con el advenimiento de la mecánica cuántica, Schröedinger, tomando conceptos de De Broglie y Heisenberg, propondrá un modelo “cuántico-ondulatorio”, de gran complejidad matemática. Mal que nos pese, la naturaleza (o nuestra interpretación de ella) no tiende a ser simple sino todo lo contrario.

En el estadio Malvinas Argentinas, el 10 de octubre de 2018, un hombre kilométrico en todo aspecto irrumpe en escena y la noción de espacio-tiempo se altera. El reloj se ralentiza y es imposible distinguir cuánto tiempo llevamos ahí. El gigante aparece como una suerte de evangelizador y siento sus sermones resonando en todes para que nuestras partículas más elementales se exciten. Vibramos. Su música no es siempre fácil de escuchar. Muchas veces incomoda. Otras, conmueve por demás. Lo cierto es que quienes lo elegimos somos, en una amplia mayoría,  afectos a las disidencias y a las minorías. La música que Cave compone y ejecuta, sea o no junto a las malas semillas, siempre lleva al costado más humano: el de la falta. Con su música, todo aquello de lo que carecemos, nuestros agujeros, nuestros vacíos, aparecen. Como un noble predicador, nos pone en evidencia la propia monstruosidad, al tiempo que nos permite sentirnos acompañades en ella.

¿Será entonces que la materia se resume al átomo y las partículas que lo conforman? El Modelo Estándar de las Partículas Elementales es una de las teorías más sofisticadas y profundas que haya producido la humanidad. Nuevamente la física, al igual que ciertas canciones, nos presiona hacia lugares incómodos. Y a medida que más creemos conocer, más preguntas aparecen, poniéndonos al límite de nuestra capacidad de comprensión. Tras el hallazgo del electrón, el protón y el neutrón, surgen los quarks, que son los bloques que forman a protones y neutrones. Hay seis clases de quarks.  Y además neutrinos, de masa (cantidad de materia) muy pequeña y sin carga. Y muones, masivos y de carga negativa similar a la del electrón. Pero allí no termina todo. Junto a las partículas elementales, tenemos a las fuerzas o interacciones mediante las cuales ellas se relacionan. Según la mecánica cuántica, la fuerza entre partículas se produce porque hay un intercambio con otras partículas, las partículas mediadoras de fuerzas. Entonces, el Modelo Estándar propone la existencia de partículas que forman la materia ordinaria y de fuerzas entre ellas, que se dan por el intercambio con otras partículas. Estas partículas de interacción o “portadoras de fuerzas” comparten ciertas propiedades que hacen que a todas se las denomine “bosones”. Aparece entonces una nueva cuestión a resolver: por qué mientras algunos de estos bosones, y otras partículas como los quarks tienen masa, existen bosones que, como los fotones y los gluones (responsables de la Fuerza Nuclear Fuerte, que mantiene “pegoteados” a protones dentro del núcleo, pese a tener todos la misma carga eléctrica), no la tienen. Y sin embargo, pueden tener energía, debido a que se mueven a la velocidad de la luz*. O sea, ¿por qué algunas partículas tienen masa y otras no?  Para saldar este enigma, Peter Higgs, allá por 1964, propuso la existencia de un nuevo bosón: El bosón de Higgs o “The goddanm particle”. Estos bosones empapan el universo y generan un campo tal que al “navegar” más o menos profundamente las partículas en él, ganan su masa característica. Haría falta el desarrollo de mucha tecnología para poder demostrarlo. El 5 de julio de 2012, casi 50 años después de formulada la hipótesis, en el acelerador de partículas de Ginebra (LHC), dos grupos de investigación independientes dicen haber encontrado una partícula que coincide con la definida por Higgs. Ese día Peter lloró. Cual Gepetto, era verdad su sueño. Y su “Pinocchio” le valió un premio Nobel.

Higgs bosson blues es una de las canciones más performáticas de Cave. Y, en mi opinión,  uno de sus mejores temas (aunque es difícil hacer una selección ajustada). Dura algo más de siete minutos. La letra es un relato de escenas cuyo hilo conductor es un supuesto viaje a Ginebra. Puede ser Ginebra, Suiza, o bien una de las tantas ciudades con el mismo nombre que se encuentran en Estados Unidos. Permanentemente alude al calor y a la oscuridad de la noche. Un auto avanza por una ruta oscura. Árboles en llamas bordean el camino. Luego aparece el fantasma de Robert Johnson, con su guitarra blusera a cuestas y el mito de su pacto con el diablo. Oscuridad y calor. Una parada obligada en el Lorraine Motel, la habitación contigua a la 306, la que tomó Martín Luther King antes de su asesinato. El disparo criminal, la tristeza de sus seguidores, la comunidad negra sangrando su dolor. Calor y oscuridad. Entonces Cave se cuestiona su propia muerte y solicita, en una suerte de delirio febril, que se lo entierre según los rituales del antiguo Egipto. Y pregunta si se oye su corazón latir.

“Al bosón de Higgs se lo llamó la partícula de Dios por moralismo editorial”, me dice Nacho. “Resulta que el premio Nobel León Lederman estaba escribiendo sobre esta partícula y, como resultaba tan difícil encontrarla, la llamó The Goddanm Particle”. Puede que el nombre no resultara apropiado ni en la literatura científica ni en la de divulgación. Sin embargo el bosón de Higgs “vive” tan sólo por 10-22 segundos, una parte en diez mil trillones de un segundo. Y su detección requirió se generaran energías de 125 mil millones de electronvoltios (con este fin se construyó el LHC y sus 27 km de diámetro). Estas características que la vuelven realmente escurridiza le ha merecido más de un insulto. A su vez, si todo ente material debe su masa a los bosones de Higgs, ¿no será un acto de justicia decir que hace a las veces de Dios? Un Dios maldito que minimiza en extremo nuestra existencia.

Higgs Boson Blues prosigue con una estrofa completa dedicada a la serie estadounidense Hanna Montana, protagonizada por Miley Cyrus. Como quien enciende el televisor y mira sin mirar, el relato de la secuencia de sucesos del programa infantil transmite una sensación de hastío. Una yuxtaposición de ideas intrascendentes, siendo esa misma intrascendencia que tanto peso agrega a la línea más importante de la canción: Can you feel my heart beat? Cuando la toca en vivo, la pregunta la repite varias veces hacia el final, la hace durar mientras se acerca al público demandándole contacto. El clímax lo completa con un constante si menor sonando de fondo, tras los coros de Warren. Si la física propone que la materialidad se resume en un puñado de partículas ultramicroscópicas dando masa y sustento al universo, entonces la pugna de la ciencia por encontrar una razón a nuestra entidad queda reducida a la mínima expresión de estas partículas elementales que nos conforman y de sus interacciones. Sin embargo, está la música, que, según el Modelo Estándar, no es materia, fuerza o energía alguna. Aunque nos haga resonar y trascender nuestro estado. Y en cuanto a la música y lo que ella genera, la ciencia tiene apenas algunas aproximaciones.  Para alivio de esta humanidad.
 

Natalia Santucci


* Si bien Einstein, dentro de la Teoría de la Relatividad propuso la tan famosa fórmula E=mc2, donde m es la masa y c la velocidad de la luz (300000km/s), y cuya importancia radica en la equivalencia entre masa y energía, la fórmula completa es E2 = m2 c4 + p2 c2 Indicando que las partículas sin masa, si tienen velocidad (incluida en el término p), también tienen energía. Por ende no es la masa condición excluyente para la existencia de una partícula elemental.





Comentarios

Lo más visto de la semana pasada

David Gilmour - Luck and Strange (2024)

Una entrada cortita y al pie para aclarar porqué le llamamos "Mago". Esto recién va a estar disponible en las plataformas el día de mañana pero ya lo podés ir degustando aquí en el blog cabeza, lo último de David Gilmour de mano del Mago Alberto, y no tengo mucho más para agregar. Ideal para comenzar a juntar cositas para que escuchen en el fin de semana que ya lo tenemos cerquita... Artista: David Gilmour Álbum: Luck and Strange Año: 2024 Género: Rock Soft Progresivo / Prog Related / Crossover prog / Art rock Referencia: Aún no hay nada Nacionalidad: Inglaterra Lo único que voy a dejar es el comentario del Mago... y esto aún no existe así que no puedo hablar de fantasmas y cosas que aún no llegaron. Si quieren mañana volvemos a hablar. Cae al blog cabezón, como quien cae a la Escuela Pública, lo último del Sr. David Gilmour (c and p). El nuevo álbum de David Gilmour, "Luck and Strange", se grabó durante cinco meses en Brighton y Londres y es el prim

Isaac Asimov: El Culto a la Ignorancia

Vivimos una época violenta, muy violenta; quizás tan violenta como otras épocas, sin embargo, la diferencia radica en que la actual es una violencia estructural y mundial; que hasta la OMS retrata como "epidemia mundial" en muchos de sus variados informes de situación. En ese engendro imperial denominado (grandilocuentemente) como "el gran país del norte", la ignorancia (junto con otras bestialidades, como el supremacismo, el racismo y la xenofobia, etc.) adquiere ribetes escandalosos, y más por la violencia que se ejerce directamente sobre aquellos seres que los "ganadores" han determinado como "inferiores". Aquí, un texto fechado en 1980 donde el genio de la ciencia ficción Isaac Asimov hace una crítica mordaz sobre el culto a la ignorancia, un culto a un Dios ciego y estúpido cual Azathoth, que se ha esparcido por todo el mundo, y aquí tenemos sus consecuencias, las vivimos en nuestra cotidaneidad. Hoy, como ayer, Cthulhu sigue llamando... ah,

King Crimson - Red (Elemental Mixes) (1974 - 2024)

Y para empezar la semana siempre vamos con algo bueno ¿Y qué decir de esto que ahora nos trae El Mago Alberto?, tenemos uno de los disco claves del Rey Carmesí con temas inéditos, y me copio de uno de los comentarios de esta entrada: "El último gran álbum de los mejores King Crimson, los de la década de los ’70, veía la luz en aquel Noviembre de 1974. "Red" nacía proyectando su propia sombra densa, vestida de elementos de su sinfónico pasado, de un oscuro y rauco jazz y del naciente heavy metal, marcado este último por las distorsionadas guitarras y sus pétreos riffs, que dieron una visión un tanto peculiar de aquel primogénito del Hard Rock desde el especial prisma de Robert Fripp. (...) Este álbum sin duda marcó un antes y un después en la carrera de la banda, pues tras 7 años de silencio después de "Red", la banda volvió entrados los ’80 con otra onda completamente distinta, otra visión y concepción de su sonido, sonando también interesantes y originales, pe

El Ritual - El Ritual (1971)

Quizás aquellos que no estén muy familiarizados con el rock mexicano se sorprendan de la calidad y amplitud de bandas que han surgido en aquel país, y aún hoy siguen surgiendo. El Ritual es de esas bandas que quizás jamás tendrán el respeto que tienen bandas como Caifanes, jamás tendrán el marketing de Mana o la popularidad de Café Tacuba, sin embargo esta olvidada banda pudo con un solo álbum plasmar una autenticidad que pocos logran, no por nada es considerada como una de las mejores bandas en la historia del rock mexicano. Provenientes de Tijuana, aparecieron en el ámbito musical a finales de los años 60’s, en un momento en que se vivía la "revolución ideológica" tanto en México como en el mundo en general. Estas series de cambios se extendieron más allá de lo social y llegaron al arte, que era el principal medio de expresión que tenían los jóvenes. Si hacemos el paralelismo con lo que pasaba en Argentina podríamos mencionar, por ejemplo, a La Cofradía, entre otros muchos

Bill Bruford - The Best of Bill Bruford The Winterfold & Summerfold Years (2024)

Empezamos la semana con la nueva versión del "Red" de King Crimson, seguimos luego con Bill Bruford´s Earthworks y parece que seguimos en la misma onda porque ahora presentamos, gracias al Mago Alberto, algo recién salido del horno: "The Best of Bill Bruford The Winterfold & Summerfold Years", que no otra cosa que una retrospectiva completa que cubre amplias franjas del trabajo del legendario baterista, desde su homónima banda de jazz-rock hasta la encarnación final de su célebre banda de jazz Earthworks, un conjunto de tres discos que está lleno de numerosas colaboraciones; su compañero de Yes Patrick Moraz, el pianista holandés Michiel Borstlap, Luis Conte, Chad Wackerman y Ralph Towner, entre otros. Artista: Bill Bruford Álbum: The Best of Bill Bruford The Winterfold & Summerfold Years Año: 2024 Género: Jazz Rock /  Fusion Referencia: Link a Discogs, Bandcamp, Youtube, Wikipedia, Progarchives o lo que sea. Nacionalidad: Inglaterra Ante

Alejandro Matos - Carnaval De Las Víctimas (2024)

Tras el impresionante "La Potestad" en el 2015, y casi diez años después llega el nuevo y  magnífico álbum del multiinstrumentista Alejandro Matos "Carnaval De Las Victimas", otro trabajo de primer nivel que para constatarlo se puede ver simplemente el lugar que ocupa en Progarchives, dentro de los mejores discos del este año 2024 a nivel mundial, y con eso ya nos damos una idea de la valía de este nuestro trabajo, donde Alejandro Matos se ocupa de todos los instrumentos salvo la batería, conformando un trabajo oscuro, cinematográfico, elegante y ambicioso, y toda una reflexión sobre los tiempos que corren, en base a buenos riffs y melodías cautivadoras, hasta su bucólica y triste belleza. Un trabajo que llevó tres largos años, que cursa su travesía desde un medio tiempo en casi toda su extensión y se escucha como un oscuro regalo de los dioses... o de los demonios, uno vaya a saber, pero que definitivamente tenemos que recomendar al selecto público cabezón. Ide

The Alan Parsons Project - Pyramid (Super Edtion Deluxe) (2024)

Otro gran aporte del Mago Alberto, se trata del tercer álbum de Alan Parsons Project, pero ahora reeditado en este 2024. "Pyramid" fue un álbum conceptual centrado en las pirámides de Giza, que se grabó en los estudios Abbey Road con una variedad de vocalistas y músicos un conjunto de 4 CD que incluyen una nueva remasterización del álbum por Miles Showell y 67 temas adicionales, 54 de ellos inéditos, incluidas tomas descartadas de sesiones de estudio y demos de Eric Woolfson o "Songwriting Diaries", como se las conoce. Y lo presentamos basándonos en un comentario que nos dejó hace tiempo nuestro amigo El Canario, que como siempre se disfruta mucho. Que lo disfruten, tanto al texto como a esta nueva versión de este clásico. Artista:  The Alan Parsons Project Álbum:  Pyramid (edición remasterizada y ampliada, 2008) Año: 1978 - 2024 Género:  rock progresivo, rock sinfónico Duración: 1:03:40 Nacionalidad:  inglesa De todo lo que he escuchado de Alan Par

King Crimson - Larks' Tongues In Aspic 50th Anniversary Edition Elemental Mixes (1973 - 2023)

Para ir cerrando la semana vamos con uno de los clásicos experimental de todos los tiempos, pero presentado de un modo nuevo gracias al Mago Alberto que se zarpa nuevamente para quemarla las válvulas a más de un cabezón, mientras que a algunos más les funde algunas lamparitas. Hablo de un álbum que rompió nuestra percepción del mundo de la música, donde Fripp, Bruford, Wetton, Cross y Muir crean un disco bisagra en la historia del Rey Carmesí, pero ahora en otra versión distinta a la que conocés, y sobre ello nos dice el Mago: "Una nueva edicion de Larks Tongues in Aspic commemorando los 50 años de la salida de esta enorme obra, y así como sucedió con RED nos encontramos con un nuevo lanzamiento con nuevas versiones y mezclas, esta vez a cargo de David Singleton, van a poder disfrutar también de versiones alternativas del mismo álbum. Cuando se lanzo este disco King Crimson rompió con todos los moldes existentes hasta el momento, la instrumentación era exquisita y la grabación era

Charly García - La Lógica del Escorpión (2024)

Y ya que nos estamos yendo a la mierda, nos vamos a la mierda bien y presentamos lo último de Charly, en otro gran aporte de LightbulbSun. Y no será el mejor disco de Charly, ya no tiene la misma chispa de siempre, su lírica no es la misma, pero es un disco de un sobreviviente, y ese sobreviviente es nada más y nada menos que Charly. No daré mucha vuelta a esto, otra entrada cortita y al pie, como para adentrarse a lo último de un genio que marcó una etapa. Esto es lo que queda... lanzado hoy mismo, se suma a las sorpresas de Tony Levin y del Tío Franky, porque a ellos se les suma ahora el abuelo jodón de Charly, quien lanza esto en compañía de David Lebón, Pedro Aznar, Fito Páez, Fernando Kabusacki, Fernando Samalea y muchos otros, entre ellos nuestro querido Spinetta que presenta su aporte desde el más allá. Artista: Charly García Álbum: La Lógica del Escorpión Año: 2024 Género: Rock Referencia: Rollingstone Nacionalidad: Argentina Como comentario, solamente dejar

Lluis Llach - Viatge A Itaca (1975)

En 1975, Lluis Llach crea uno de sus mejores discos: Viatge a Ítaca. Partiendo de los poemas de Constantino Petrou Cavafis, poeta griego, inspirado a su vez en "La Odisea", y ahora el Canario nos reseña y trae éste disco. Ítaca, la patria del mítico Ulises es una isla en el mar Jónico, una más de las seis mil islas e islotes que forman Grecia. Gran disco de un gran músico. Lluis Llach demuestra con este disco que es capaz de componer una hermosa sinfonía. Con este disco inició la colaboración en los arreglos de Manel Camp y Santi Arisa en batería, antiguos componentes de Fussion. Artista: Lluis Llach Álbum: Viatge A Itaca Año: 1975 Género: Nueva canción de Catalunya / Prog folk / Sinfónico Nacionalidad: España Lista de Temas: 1. Ítaca 2. A força de nits 3. Escriu-me aviat 4. Fins el mai 5. Abril 74 Alineación: - Lluis Llach / Voz, composición, arreglos - Manel Camp / Dirección musical - Santi Arisa / Batería y percusión - Tete Matutano / Flauta - La

Ideario del arte y política cabezona

Ideario del arte y política cabezona


"La desobediencia civil es el derecho imprescriptible de todo ciudadano. No puede renunciar a ella sin dejar de ser un hombre".

Gandhi, Tous les hommes sont frères, Gallimard, 1969, p. 235.