Cabezonas/nes, aquí tenemos otra odisea deslumbrante de la escuela del Canterbury atesorada por el tiempo. La princesa Vicky se encargo de desenterrar este tesoro para presentarlo al blog cabezón. Esa joya de álbum debut homónimo de Gilgamesh ya brilla en la biblioteca cabezona para que pasen a darle un vistazo. Aspirantes y músicos de batería: ¿quieren una clase de como se debe tocar este instrumento? Gilgamesh en este álbum la impartirá. Ahora me resulta honorable presentarles la segunda y ultima joya que Gilgamesh grabo en un estudio de grabación, de nuevo como cuarteto, pero con sección rítmica renovada. En el bien tejido estilo de Gilgamesh se requería hilar fino, desde luego, encontramos sonidos de un jazz ligero, bien refinado, sutil y a la par cerebral, bellamente interpretado, donde prevalecen atmósferas etéreas y enigmáticas, si bien complejas, muy accesibles para el oído. El intimismo imperante del álbum demanda se escuche de ser posible en dedicadas sesiones nocturnas. Y les aseguro cabezonas/es, que una vez el oído logre conquistar esta musica, en definitiva, se tendrá la certeza de que en algo como esto: ya es de hilar muy fino.
Una reseña que dedico a la princesa Vicky por permitirme reseñar esta joya. ¡Gracias Vicky!
Una reseña que dedico a la princesa Vicky por permitirme reseñar esta joya. ¡Gracias Vicky!
Artista: Gilgamesh
Álbum: Another Fine Tune You've Got Me Into
Año: 1978
Género: Canterbury
Duración: 37:51
Nacionalidad: Inglaterra
Año: 1978
Género: Canterbury
Duración: 37:51
Nacionalidad: Inglaterra
Lista de Temas:
1. Darker Brighter
2. Bobberty - Theme From Something Else
3. Waiting
4. Play Time
5. Underwater Song
6. Foel'd Again
7. T.N.T.F.X.
1. Darker Brighter
2. Bobberty - Theme From Something Else
3. Waiting
4. Play Time
5. Underwater Song
6. Foel'd Again
7. T.N.T.F.X.
Alineación:
Alan Gowen / Teclados
Phil Lee / GuitarraHugh Hopper / Bajo
Trevor Tomkins / Bateria
GILGAMESH, GANANDO UNA BATALLA PERDIDA.
Aunque en Gilgamesh, el enfoque distante que marcaba respecto a sus contemporáneos como Caravan, Soft Machine, National Health o Hatfield & The North le gano cierta impopularidad, (mas no desprecio) no deserto en una idea de hacer una musica personal con una determinación y dedicación especial. El mismo Alan Gowen lo describe asi:
"La música en este álbum fue escrita durante los años 77-78, parte de ella compuesta cuando no sabía aun quién iba a estar en la banda aparte de Phil Lee y solo después de que Hugh y Trevor se hubieran unido. Siempre me ha gustado escribir para músicos específicos que por su manera de tocar, definan la configuración del estilo de un grupo. Escribir en el vacío nunca me ha atraído. Además, escribo para los instrumentos disponibles a mi alcance, e influye también el como yo los puedo tocar. Por lo tanto, así fue cuando surgió la oportunidad de utilizar dos sintetizadores. Empecé a usarlos para ampliar el sonido de la banda. En consecuencia, hay muy pocos doblajes en esta grabación. La banda suena como si estuviese tocando en vivo. Pero todo el mundo ha contribuido a la composición de las piezas ya sea en el ensayo o durante la sesión, de modo que la dirección de la improvisación ha tomado nuevas alturas y formas por como la escritura fue moldeada para adaptarse a los individuos. Como compositor, mi objetivo es producir música en la que sea imposible decir lo que está escrito y lo que se improvisa".
La historia de Gilgamesh, que brilla en mayor parte al trabajo del compositor y talentoso tecladista Alan Gowen, refinado y calificado musico que murió trágicamente de leucemia a la temprana edad de 33 años se puede contar entre las menos afortunadas, pero que el juez tiempo, como todo lo que nace póstumo, se encarga de reivindicar día tras día. Gowen, que se desenvolvió entre grandes bandas y con lo mejor del personal disponible de la época dorada del Canterbury realizo su mejor trabajo con la etiqueta de Gilgamesh; una etiqueta de sofisticación que representa esa amplia iglesia de grupos como Soft Machine, Caravan, Egg, entrega otros. Lo que amerita, entonces, repasemos en unas pocas lineas la historia de Gilgamesh dentro de lo que fue su primer álbum hasta esta última grabación:
Alan Gowen, marcho como un talentoso pianista que operaba en los ciclos del jazz a finales de los años 60 (incluyendo una temporada en el afro-rock con grupos como Osibisa, Assagai y los free-jazzers Sunship, este último que incluyo brevemente entre sus filas a un pre Krimsoniano Jamie Muir). Pero Alan Gowen es probablemente mejor recordado por su tiempo con Gilgamesh y más tarde cofundador de National Health (este último detalle no lo mencione).
Formado en 1972, Gilgamesh era el hogar espiritual de Gowen como una puerta giratoria que giró continuamente alrededor de él, mientras que algunos de los músicos más brillantes de la escena jazz-rock de Londres tocaron con él ya sea colaborando brevemente o permaneciendo con él.
Mientras que esta era música fuera del 'mainstrem' o tendencias principales, es igualmente cierto y especial que esta era música de la enorme dedicación que Alan Gowen invertía en afanosas horas produciendo un meticuloso orden a canciones que solemnemente parecían desafiar a la musical convencional.
Desde el principio, Gilgamesh luchó por encontrar una salida para su marca de composiciones complejas y de formas cambiantes. A diferencia de sus primos musicales, Hatfield and the North (quienes tocaban de forma regular en los circuitos universitarios o en los clubes de rock, aveces como teloneros otras como el grupo principal) en Gilgamesh, la crónica incapacidad para mantener una alineación significaba que ser creativo e interesante no era suficiente para asegurar la supervivencia.
No fue hasta 1975 que la banda fue firmada por Simon Draper de Caroline Records, un sello de Virgin reservado principalmente para aquellas cosas que consideraban inclinarse un poco fuera de la linea comercial y para proyectos especiales. Teniendo ya una sucesión de músicos adecuados para facturar esta musica, la formación presentada en este primer álbum consistió en los colaboradores Mike Travis (batería), Phil Lee (guitarra) y el bajista Jeff Clyne, además del ya citado Alan Gowen a los teclados.
En el momento en que el álbum debut homónimo fue lanzado en diciembre de 1975, la banda finalmente se había separado. Desenlace que irónicamente se describía gráficamente en la simpática tapa del álbum hecha por la socia de Gowen, Celia Welcomme, como una parodia del clásico juego de mesa, Serpientes y Escaleras, encapsulando en sus trazos perfectamente el mundo inconstante de éxito y fracaso, de un subir y un repentino bajar, con alegoría al enfoque musical esperando el fracaso de bandas desprevenidas en prácticamente cada tiro de los dados.
La constante fluidez de la formación de Gilgamesh fue naciendo de la incapacidad del grupo para encontrar trabajo. Gilgamesh, incapaz de asegurar un personal confiable, se fue negando la vital oportunidad de poder tocar en los grandes circuitos musicales.
Como resultado de esta situación, ellos sólo lograron tocar un puñado de conciertos a lo largo de toda su existencia como un grupo funcional desde 1972 hasta su separación en 1975. Lo que fue como si Gilgamesh fuera semejante a un fantasma que solo merodea y rodea por los límites de un escenario.
Producido por Dave Stewart de Hatfield And The Noth que estableció con el grupo esos grandes tejidos musicales y cambios de ritmo deslumbrantes con ascendentes melodías que con frecuencia se desconcertaban en el tiempo. Al igual que los Hatfield And The North, combinaba tanto la inocencia extravagante como la ferocidad ocasional.
Los puntos de enlace entre los dos grupos surgió cuando Gowen había hecho una prueba sin éxito para reemplazar a David Sinclair en Hatfield And The North; Gilgamesh y Hatfield actuaron juntos como un doble cuarteto en 1973 (presagiando la concepción original de Nacional Health por un par de años). Richard Sinclair también había sido parte fugaz de una alineación temprana de Gilgamesh. Dada esta conexión, parecía lógico que Stewart y Gowen trabajaran juntos en National Health en julio de 1975, luego de la salida de Stewart de los Hatfields.
A pesar de las divergencias entre los puntos musicales de Stewart y Gowen, no cabe duda que eran una coalición poderosa. El gusto de Stewart por la música rock, la estructura rigurosa y las influencias musicales a veces excéntricas, complementaban extrañamente el estilo introvertido y jazzístico de Gowen, en el que se dejaba espacio para permitir a los intérpretes la libertad de moverse dentro de arreglos complejos.
Pero cada vez más desilusionado con la escena Gowen abandono a National Health en marzo de 1977. A pesar de la ausencia de un impulso para dar a conocer su trabajo, Gowen comenzó a trabajar en las melodías que componen este álbum.
A principios de 1978 unió fuerzas con Elton Dean, Pip Pyle y Hugh Hopper para formar Soth Heap. Después de una exitosa gira, en el verano Gowen comenzó a trabajar en el segundo álbum de Gilgamesh titulado "Another Fine Tune You've Got Me Into", invitando a Hugh Hopper a unirse y sustituye a Jeff Clyne, también regresa para este álbum el guitarrista original de Gilgamesh, Phil Lee, y al veterano baterista de jazz Trevor Tompkins que ahora sustituye Michael Travis.
En las notas interiores del álbum "Two Rainbows Daily" que Gowen haría y grabaría con Hugh Hopper en 1980, Hugh Hopper recuerda la fabricación del álbum en un estudio aislado y desnudo en Gales donde desde un principio se presentaron los problemas: "Todo lo que podía salir mal salió mal. Los fantasmas de los guitarristas del blues podían ser escuchados jugando con una cinta virgen. El lugar era tan húmedo para mi costumbre que el mástil de mi bajo terminó con forma de plátano y nunca se recuperó. Pero ese 'estudio del diablo' sí que condujo a algunos resultados positivos: la única pista, (Foel'd again) que Alan y yo improvisamos en uno de nuestros atardeceres fue directamente la cinta maestra que dio la idea de hacer un tipo de álbum completamente diferente"
El resto es historia Cabezonas/nes:
Y para finalizar, antes de dar un breve repaso de los temas que forman "Another Fine Tune You've Got Me Into", agrego que personalmente el trabajo de Trevor Tompkins a la batería me resulta mágico y estimulante, además, francamente espectacular. No quito el merito a los teclados, guitarras ni bajo que también están por encima, pero la forma de tocar aqui de Trevor me hipnotiza.
Sin mas, el capitulo final de Gilgamesh inicia con "Darker Brighter" que cuenta ya con la sutilidad y acogedora atmósfera en su estilo, principalmente en los juegos de teclados de Gowen como el piano eléctrico y partituras ligeras del sintetizador que hacia el minuto dos se fusionan complejamente con las melodías de guitarra de Lee, para formar crucigramas exquisitos que el oyente tendrá que descifrar. El repertorio continúa con uno de los mejores temas del álbum que reposa en "Bobberty - Theme From Something Else" con una coda fenomenal de poco mas de dos minutos caracterizada por los teclados de Gowen y leves pinceladas de moog con la distinción del maestro Lee y la enorme batería siguiéndole los pasos. Se calma justo en el minuto 02:15 para una calma de 4 minutos mientras los instrumentos dialogan serenamente con su lenguaje del jazz ligero, hasta pasando el minuto 6 en el que ambiente, no sin dejar de ser íntimo, se intensifique para desembocar en solos maravillosos y consecutivos de moog junto con los fraseos de guitarra de Lee y lograr un exquisito dialogo entre ambos y terminar el tema. Simplemente sublime.
Igual de sublime: "Waiting", el tema que cierra la cara A del Lp original editado en 1978 que consiste en un suave y corto ejercicio de guitarra acústica de cierto aire medieval, adecuado para reforzar el cálido intimismo que ha ofrecido este lado del vinilo.
Otra de las pistas más notables del álbum: "Play Time" (originalmente abriendo el lado dos del Lp) posee una figura de teclado cíclico seductor similar a la que Gowen usó en la suite 'Were Are All' del Lp debut de Gilgamesh. Una versión más rockera de 'Play Time' aparecería en el álbum de National Health en vivo, cuando Gowen se reincorporara a la banda en 1979. El resto del tema representa una amalgama de tejidos bien elaborados y distinguidos entre una extraña presencia del bajo y las florecientes ejecuciones de guitarra que junto con el imperante aporte de la batería preparan el escenario para que dos solos de mogg cierren el tema marcando un portento dentro de los limites de su naturaleza. Una gran manera de abrir un lado B que el siguiente tema ”Underwater Song" se encarga de reafirmar ¡pero de que manera! su prestancia, elegancia, prodigio y nostalgia. Lo digo aquí con toda franqueza y corazón: la 'Canción del Submarino', es sin dudarlo mi tema favorito de la obra de Gilgamesh, incluso también una de mis favoritas del sonido Canterbury y nada lejos de un top de mis canciones favoritas del Progresivo. Lo que siento al escucharla me da para ser pretencioso y llegar a territorios donde ninguno de los que han reseñado este álbum haya dicho aún: "todo lo que es Gilgamesh, se define en esta canción", ¡los cuatro músicos en armonía consigo mismos! y en su conjunto, una perfecta unidad mostrando cada adjetivo mencionado arriba, cada posibilidad, toda la posteridad ahí depositada. En su cuerpo de 07:04 minutos reposa y vive a la perfección equilibrada entre lo etéreo, lo dedicado, lo fino, lo dulce...si al principio de mi reseña mencione que el trabajo de batería me resultaba fascinante, aquí también esta la respuesta de tal afirmación, los compases y ritmo de batería simplemente me hipnotizan, prácticamente es la base de todo el tema. El bajo también logra su redención en este tema. Justamente, un dedicado sólo de batería dicta la apertura del tema con duración de poco mas de un minuto de duración. Lo etéreo de la percusión eleva su mantra para ser precisos al 01:00 minuto exacto de duración, integrándose la primera porción de teclado de Gowen que a la par se une con fragancia la refinada guitarra de Lee para tocar a dúo introvertidas melodías de sensaciones bucólicas, liberando la energía renovadora de un solo jubiloso de mogg que inicia al 02:13 minutos y termina a los 03:16 minutos, no sin antes cederle el turno a la no menos jubilosa guitarra que se haya en estado de gracia y en armonía con el bajo. Los compases de batería no cesan y yo cada vez me lleno de mas sensibilidad porque esta maravilla aun no llega a su máxima expresión. Expresión que se haya en estado de gracias al minuto 05:26 con una coda que me hace perder la razón, durante este espacio huyo de la realizad, un estado de animo redentor. ¡Escuchen también el bajo! ¡También ha alcanzado su cenit ¡Esa batería! No se como expresarlo, me recuerda un poco al tema See Saw de Pink Floyd pero sin la psicodelia ni los alucinógenos, porque en Underwater Song se haya un estado de pura pureza y penetración de si misma, que me hace arrodillar: más aun hacia el final, cuando se escuchan unas voces bajas y susurrantes...¡¡que maravilla!!
La penúltima canción del álbum es"Foel'd Again" de corta duración pero que no rompe el esquema ambiental del álbum, básicamente se compone de notas gruesas de bajo y piano eléctrico que irremediablemente en lo primero que pienso es en el tema "Alifib" del Rock Bottom de Robert Wyatt, creando una misteriosa atmósfera pero que la floreciente fanfarria de "T.N.T.F.X." rompe de súbito. Este tema que clausura el álbum, también sería grabada en 1982 por National Health en su álbum ”D.C. al Coda” en una versión poco mas ampliada y como un homenaje a la música de Alan Gowen. Este es un tema para el lucimiento mas de Lee, que abre una guitara estridente formando un solo guitarrero muy de aires jazzeros; las persecuciones se desempeñan como base con maestria y Gowen y Hopper de fondo haciéndolo sus parte interesantemente. El foco central del tema sigue siendo Lee y también el final, porque justamente se cierra el tema con ese solo jazzero del inicio y capitular el bello y eterno legado de Gilgamesh.
Conclusión:
Cuando los resultados de su trabajo permanecieron en gran parte invisibles y no escuchados por el público en general fue, por supuesto, una tragedia. Sin embargo, habla mucho la tenacidad de Gowen a una idea y una creencia de un grupo de músicos que buscaban ser punteros en la página de una historia vibrante.
Si la historia de Gilgamesh se caracteriza por la frustración y las oportunidades perdidas, entonces también sobre algo mucho mayor que eso: la capacidad de la música para trascender en última instancia la banalidad de las tendencias y la popularidad, y vivir vivamente en los corazones y las mentes de los oyentes dispuestos a atesorar eso.
Sin mas, el capitulo final de Gilgamesh inicia con "Darker Brighter" que cuenta ya con la sutilidad y acogedora atmósfera en su estilo, principalmente en los juegos de teclados de Gowen como el piano eléctrico y partituras ligeras del sintetizador que hacia el minuto dos se fusionan complejamente con las melodías de guitarra de Lee, para formar crucigramas exquisitos que el oyente tendrá que descifrar. El repertorio continúa con uno de los mejores temas del álbum que reposa en "Bobberty - Theme From Something Else" con una coda fenomenal de poco mas de dos minutos caracterizada por los teclados de Gowen y leves pinceladas de moog con la distinción del maestro Lee y la enorme batería siguiéndole los pasos. Se calma justo en el minuto 02:15 para una calma de 4 minutos mientras los instrumentos dialogan serenamente con su lenguaje del jazz ligero, hasta pasando el minuto 6 en el que ambiente, no sin dejar de ser íntimo, se intensifique para desembocar en solos maravillosos y consecutivos de moog junto con los fraseos de guitarra de Lee y lograr un exquisito dialogo entre ambos y terminar el tema. Simplemente sublime.
Igual de sublime: "Waiting", el tema que cierra la cara A del Lp original editado en 1978 que consiste en un suave y corto ejercicio de guitarra acústica de cierto aire medieval, adecuado para reforzar el cálido intimismo que ha ofrecido este lado del vinilo.
Otra de las pistas más notables del álbum: "Play Time" (originalmente abriendo el lado dos del Lp) posee una figura de teclado cíclico seductor similar a la que Gowen usó en la suite 'Were Are All' del Lp debut de Gilgamesh. Una versión más rockera de 'Play Time' aparecería en el álbum de National Health en vivo, cuando Gowen se reincorporara a la banda en 1979. El resto del tema representa una amalgama de tejidos bien elaborados y distinguidos entre una extraña presencia del bajo y las florecientes ejecuciones de guitarra que junto con el imperante aporte de la batería preparan el escenario para que dos solos de mogg cierren el tema marcando un portento dentro de los limites de su naturaleza. Una gran manera de abrir un lado B que el siguiente tema ”Underwater Song" se encarga de reafirmar ¡pero de que manera! su prestancia, elegancia, prodigio y nostalgia. Lo digo aquí con toda franqueza y corazón: la 'Canción del Submarino', es sin dudarlo mi tema favorito de la obra de Gilgamesh, incluso también una de mis favoritas del sonido Canterbury y nada lejos de un top de mis canciones favoritas del Progresivo. Lo que siento al escucharla me da para ser pretencioso y llegar a territorios donde ninguno de los que han reseñado este álbum haya dicho aún: "todo lo que es Gilgamesh, se define en esta canción", ¡los cuatro músicos en armonía consigo mismos! y en su conjunto, una perfecta unidad mostrando cada adjetivo mencionado arriba, cada posibilidad, toda la posteridad ahí depositada. En su cuerpo de 07:04 minutos reposa y vive a la perfección equilibrada entre lo etéreo, lo dedicado, lo fino, lo dulce...si al principio de mi reseña mencione que el trabajo de batería me resultaba fascinante, aquí también esta la respuesta de tal afirmación, los compases y ritmo de batería simplemente me hipnotizan, prácticamente es la base de todo el tema. El bajo también logra su redención en este tema. Justamente, un dedicado sólo de batería dicta la apertura del tema con duración de poco mas de un minuto de duración. Lo etéreo de la percusión eleva su mantra para ser precisos al 01:00 minuto exacto de duración, integrándose la primera porción de teclado de Gowen que a la par se une con fragancia la refinada guitarra de Lee para tocar a dúo introvertidas melodías de sensaciones bucólicas, liberando la energía renovadora de un solo jubiloso de mogg que inicia al 02:13 minutos y termina a los 03:16 minutos, no sin antes cederle el turno a la no menos jubilosa guitarra que se haya en estado de gracia y en armonía con el bajo. Los compases de batería no cesan y yo cada vez me lleno de mas sensibilidad porque esta maravilla aun no llega a su máxima expresión. Expresión que se haya en estado de gracias al minuto 05:26 con una coda que me hace perder la razón, durante este espacio huyo de la realizad, un estado de animo redentor. ¡Escuchen también el bajo! ¡También ha alcanzado su cenit ¡Esa batería! No se como expresarlo, me recuerda un poco al tema See Saw de Pink Floyd pero sin la psicodelia ni los alucinógenos, porque en Underwater Song se haya un estado de pura pureza y penetración de si misma, que me hace arrodillar: más aun hacia el final, cuando se escuchan unas voces bajas y susurrantes...¡¡que maravilla!!
La penúltima canción del álbum es"Foel'd Again" de corta duración pero que no rompe el esquema ambiental del álbum, básicamente se compone de notas gruesas de bajo y piano eléctrico que irremediablemente en lo primero que pienso es en el tema "Alifib" del Rock Bottom de Robert Wyatt, creando una misteriosa atmósfera pero que la floreciente fanfarria de "T.N.T.F.X." rompe de súbito. Este tema que clausura el álbum, también sería grabada en 1982 por National Health en su álbum ”D.C. al Coda” en una versión poco mas ampliada y como un homenaje a la música de Alan Gowen. Este es un tema para el lucimiento mas de Lee, que abre una guitara estridente formando un solo guitarrero muy de aires jazzeros; las persecuciones se desempeñan como base con maestria y Gowen y Hopper de fondo haciéndolo sus parte interesantemente. El foco central del tema sigue siendo Lee y también el final, porque justamente se cierra el tema con ese solo jazzero del inicio y capitular el bello y eterno legado de Gilgamesh.
Conclusión:
Cuando los resultados de su trabajo permanecieron en gran parte invisibles y no escuchados por el público en general fue, por supuesto, una tragedia. Sin embargo, habla mucho la tenacidad de Gowen a una idea y una creencia de un grupo de músicos que buscaban ser punteros en la página de una historia vibrante.
Si la historia de Gilgamesh se caracteriza por la frustración y las oportunidades perdidas, entonces también sobre algo mucho mayor que eso: la capacidad de la música para trascender en última instancia la banalidad de las tendencias y la popularidad, y vivir vivamente en los corazones y las mentes de los oyentes dispuestos a atesorar eso.
Excelente entrada, Sergio!!! Muchas gracias por la dedicatoria y por la buena onda, fue un placer compartir esta saga de esta banda tan maravillosa (definitivamente no podía faltar en el blog cabezón :')). En cuanto pueda publico el que nos queda, abrazo grande!!!
ResponderEliminarClaro Vicky, esta entrada fue muy satisfactoria! Y la buena onda fue tuya por la idea de invitarme a reseñarlo.
ResponderEliminarAsi que con calma esperaremos el Arriving Twice y capitules la saga. ¡Abrazos!! :)