Ir al contenido principal

Ararat - Música De La Resistencia (2009)


Desde aquí celebramos la propuesta de Ararat, que no sólo es el pico más alto de Turquía (la traducción es "montaña del Dolor"); sino también la resurrección de Los Natas. Toman este nombre porque todo su estilo y su espíritu de rock valvular de raíz setentosa está forjado desde la reivindicación de los marginados, de los desplazados, de los vencidos, ya sean de sus antepasados armenios, los pueblos originarios de América del Sur o de los rebeldes de la cultura consumista. "Música de la Resistencia" fue el resultado de esa onda expansiva y creativa y el debut descográfico de Ararat y aquí lo traemos al blog cabezón.

Artista: Ararat
Álbum: Música De La Resistencia
Año: 2009
Género: Stoner doom / Stoner rock
Duración: 48:49
Nacionalidad: Argentina


Lista de Temas:
1. Gitanoss
2. Dos Horses
3. El Carrusel
4. Little Grissy
5. Ganar-Perder
6. Magia Negra
7. Castro

Alineación:
- Sergio Ch. / Guitarra criolla, bajo, piano y voz.
- Tito Fargo / Orquestación y donación de sonidos.
- Alfredo Felitte / Batería y Theremin




"Música de la Resistencia" es el primer album de Sergio Ch (Los Natas, Toba Trance, Solodolor, Santoro) junto a su hermano Santiago Ch (Piano) y músicos que integraron este particular trabajo llamado Ararat. Un disco de música política, comprometida


¿Estás buscando algo bien experimental? ¿Ya te acostumbraste al Toba Trance o al München Sessions? Entonces este es el disco para vos. Editado el mismo año que Nuevo Orden de la Libertad, este fue el primer trabajo que Sergio Ch lanzó bajo el nombre de Ararat. Si bien hoy en dia Ararat es una banda bien formada, en ese entonces se trataba más bien de un proyecto solista. En palabras del armenio:
Las primeras ideas de Ararat surgieron por el 2009. Estaba laburando en la composición del disco de Los Natas, Nuevo Orden de la Libertad, y para ese entonces ya tenía mucho material grabado en demos, sonidos, canciones deformes, canciones acústicas, sesiones de piano con mi hermano Santiago y hasta grabaciones de hace 10 años. Empecé a bajar todo al estudio de mi casa y a armar un viaje inspirado un poco en mis antepasados armenios. Se fue dando, amigos iban y venían a casa a hacer sus aportes a las sesiones de grabación y edición de todo este material y para cuando me di cuenta tenía un álbum de 60 minutos muy rico en las manos, orientado a un sonido más experimental, demente y visceral, y sin ser metal había logrado algo muy pesado. Se me ocurrió llamarlo Ararat y a ese disco Música de la Resistencia. Gracias a Dios apenas se lo empecé a mostrar a las discográficas que venían trabajando con Los Natas les encantó.
Compuesto por 7 temas (la mayoría de larga duración), el album arranca con "Gitanoss", que instala el ambiente denso y psicodélico que seguiría presente el resto del viaje. Luego tenemos "Dos Horses" y "Ganar-Perder" (los nexos directos con el disco de Natas del mismo año, ya que también aparecen en el mismo), pasando por la circense "El Carrusel" y el -quizás innecesario- breve interludio "Little Grissy". Hacia el final tenemos la atmosférica y extensa "Magia Negra" y la breve y rockera "Castro", que años más tarde se transformaría en una infaltable en vivo.
Producido por el mismo Sergio junto a Patricio Claypole, el disco contó con la participación de Nicolas Mallo en bajo, Mariano Pini en slide guitar, El Topo Armetta en letras y Santiago Chotsourian -hermano de Sergio- en piano. Fue editado en argentina por Oui Oui Records y en Estados Unidos por MeteorCity y actualmente se encuentra descatalogado.
Sea Monkey

El álbum es fuerte, profundo, un viaja con la música inspirada en el sangre que corre en las venas de sus familiares y ancestrales, la atmósfera Armenia de diferentes periodos históricos. Su música recorre paisajes desde Sudamérica, ríos de dolor y diversión, cuerpo y alma, paz y caos, guerra y resistencia de aquellos que no se quebraron en esa decaída y "infiernosa" vida en que se transformo esta America del Sur, el tercer mundo.
Al escuchar Ararat se sienta cerca del sonido de Los Natas, el hard rock de los 60s y 70s, la psicodelia, lo experimental, hasta música de la Tierra, en un "Electro criollo y stoner pampeano", donde la banda crea climas, te hipnotiza y te cachetea auditivamente. Oscuridad, dolor, trance, raíces, fusión, básicamente experimental, van metiendo y sacando sonidos que se les cruzan en el camino según les parezca más adecuado, este disco muestra esa fusión de ritmos pampeanos y stoner que los caracteriza.



El líder y el baterísta de Ararat recuerdan los origenes de la escena stoner actual y analizan su nueva búsqueda musical con Ararat. Sergio Ch. ya se colgó su bajo y está chequeando los detalles finales del seteado de su pedalera de efectos, atendiendo especialmente el wah-wah y la distorsión. Afina, conecta el instrumento a un equipo valvular de guitarra y lo mira fijo a los ojos a Alfredo, que espera estoico detrás de los parches de su batería. Hay un clima denso en la sala, como si alguna fuerza especial se hubiera apoderado del lugar. Sergio, detrás de su gorra de lana negra, lanza un “¿estamos?”. Alfredo asiente y así dan paso a lo que sigue: una demencial cabalgata de bajo y batería llamada “Caballos”, que supera los 16 minutos y forma parte de Ararat II, el segundo disco de la banda que ambos conforman junto a Tito Fargo desde el 2011. La épica, distorsionada y sombría atmósfera del track hace temblar las paredes dela sala de ensayo que Sergio tiene en su casona de San Isidro. Un lugar que hasta hace unos años recibía capas y capas de cuelgue distorsivo de Los Natas y hoy se sumerge en la experimentación psicooscura de Ararat.
Unos minutos antes, Sergio Chotsourian –alias Ch.- y Alfredo Felitte habían estado hablando con AZ. En el marco del especial stoner de este mes, dos de los principales referentes de esa escena nacional que agrupa desde hace casi dos décadas a todas las bandas que profesan la psicodelia pesada de los ’70 como bandera rockera, se dispusieron a viajar a los comienzos del género en el país a mediados de los ‘90, para leer desde allí el presente que los aboca hoy a Ararat. Los Natas en tiempos de Delmar, el mítico sello Man’s Ruin, la importancia de bandas como Taura y Dragonauta o el por qué decidieron encarar un proyecto que no cuenta con guitarras eléctricas son algunos de los temas tratados en esta primera parte de una extensa entrevista.
AZ: ¿Cómo ven hoy la escena stoner casi dos décadas después?
Sergio: Creció un montón, todo lo que es el stoner rock, el doom y el sludge actual. Creo que el sueño que compartíamos con Alfred (Alfred es Alfredo Felitte, actual baterista de Ararat, y está sentado a su lado) cuando empezamos con todo esto, él con Taura y yo con Los Natas, de poder hacer este tipo de música y compartirla con la gente, se cumplió. Al comienzo sólo había “fiestas stoner” y teníamos que buscar sucuchos para poder tocar. El objetivo que teníamos era que esta música se compartiera y se contagiara. Ese sueño se cumplió Y se cumplió para todos: para nosotros como músicos, para la gente como público y para ustedes como periodistas. Si hoy abrís Facebook tenés una banda de cada micro estilo de stoner para ir a ver.
AZ: Y una fiesta distinta cada fin de semana…
S: Sí. Tenés bandas de stoner clásico, otras más psicodélicas. La escena se regocija con buena cantidad y calidad de bandas. Y están todos a pleno, con los cuernos así [hace el gesto con las manos] y las cruces invertidas a full (risas).
Alfredo: En los comienzos, en realidad, ni siquiera era stoner, ni sludge, ni nada. Era tocar con quien se podía. Había cuatro bandas: Los Natas, Stonerwitch, Taura y Dragonauta, con una formación completamente distinta a la de ahora. Todo creció, y continúa creciendo. En eso tuvieron mucho que ver Los Natas, por supuesto.
S: Sí. Los Natas dejaron una discografía cerrada y fueron como un libro abierto para muchos chicos que arrancaban con sus bandas, que veían en nosotros una manera de plantarse en el escenario, una manera de arrancar. Una cosa para los pibes era decir “¿Cómo harán los de Fu Manchu o los Kyuss, para sacar ese sonido?” Y otra cosa era ir a un show de Los Natas y preguntar qué pedal usabas…
AZ: La importancia de Los Natas y Taura es que conectaron con la movida internacional tempranamente. Hacían stoner cuando todavía no existía esa etiqueta y el género llegó al país sin el “delay” con el que llegaron otros estilos como el punk o el metal.
S: Sí. El disco Delmar, que fue el primero que editamos con Los Natas, salió en el ’96 y lo sacó la misma compañía (Man’s Ruin Records, de Frank Kozik) que años después iba a editar los primeros discos de Queens of The Stone Age, Turbonegro y Fu Manchu ¡Nuestro disco salió antes que el de esas bandas! No me acuerdo el número de catálogo… [Saca una copia de Delmar y se fija]… ¡101! Frank Kozik arrancó del 50 me parece, no había arrancado de cero como me dijo ¡Fue el disco número 51 del sello! Después de eso, en el ’98 grabamos con Dale Crover, el batero de los Melvins, el segundo disco que es Ciudad de Brahman. Y acá tocábamos y venían cinco personas. Yo me cansé de repartir copias de Delmar, que después lo eligieron como uno de los diez mejores discos de la historia del stoner rock. Me cansé de tirar los discos en las radios, de llamar y pedir que lo pasen y que nadie te conteste.
AZ: Cuando empezaste a repartir Delmar en el exterior y de repente te llega la llamada de Kozik, ¿cuál fue tu primera reacción?
S: No lo podía creer. Al principio sacábamos todo en casette y yo mandé cuarenta a Estados Unidos y Europa, a las direcciones que encontraba en la contratapa de los discos y en las revistas. Un día le llegó una copia de Delmar a Frank Kozik, y me acuerdo que llegué a casa y tenía un mensaje de él en el contestador: “Hello, I’m Frank Kozik from Man’s Ruin. Quiero hacer negocio con tu disco, Natas Rules!” [Dice improvisando un español forzado]. Y yo me quedé helado. Fui a un locutorio, lo llamé y le mandé el máster en CD por carta, y él me mando los contratos por fax. A partir de ahí empezamos a hacer girar la bola: fuimos a Estados Unidos y empezaron a salir las ediciones en vinilo en Europa. Al tiempo cambiamos de compañía cuando Man’s Ruin cerró: editamos por Small Stone de Detroit El Hombre Montaña (2006) y El Nuevo Orden de la Libertad (2009). Después se creó la compañía MeteorCity, que era la primera distribuidora de stoner del mundo….
AZ: Los Natas como referentes mundiales. A partir de ahí, ¿cuál creés que el principal legado que dejaron?
S: Para la escena, Los Natas quedaron como la banda histórica de culto, que terminó en su mejor momento: abriendo para Rage Against The Machine y después de Queens Of The Stone Age en el Pepsi (en 2010 en Costanera Sur) y con un disco como Natas-Solodolor, que tiene de invitados a Boom Boom Kid, a Billy Anderson, al Topo Armetta y a Ricardo Iorio y Gustavo Rowek de V8.
AZ: ¿Y cómo nació Ararat?
S: Desde 2009 yo venía juntando muchos demos y grabaciones mías de joven con mi hermano (el director de orquesta Santiago Chotsourian), cosas que no entraban en Los Natas. Todo grabado con la criolla, un bombo legüero y algunas cosas más. De repente me di cuenta que había material para grabar un disco. Al mismo tiempo venía averiguando mucho de la historia de mis familiares armenios que sufrieron el genocidio de los turcos y se escaparon para acá. Un día me dije: “Todo este cacho de mi vida se llama Ararat”, que es una montaña de Armenia de donde vienen la mitad de mis antepados.
AZ: Y era además el nombre de tu abuelo, ¿no?
S: Sí, Ararat Nazaret Chotsourian, el inmigrante, único sobreviviente de 8 hermanos. Así fue cómo surgió el primer disco de Ararat, Música de la Resistencia, de 2009, que era más que nada yo solito con mi hermano y todo lo que venía del lado B de mi vida musical.
AZ: ¿Y cómo Ararat se convirtió en tu principal proyecto?
S: Durante el año pasado hice un gran cambio interior y de conciencia, más que nada porque todo ese estilo de vida, lo que a los pendejos hoy en día les parece divertido del stoner, que son las cruces invertidas y las calaveras, al final del camino te destroza. Estás todo el tiempo de gira, vivís arriba de un avión y te acostás a las 7 de la mañana todos los días. Los shows de Los Natas eran como un trance musical de dos horas muy intensas; nosotros convertidos en chamanes invocando una suerte de exorcismo para sacarte los males, a veces acompañados por mambos mentales medio oscuros. Está todo bien hacerlo en un momento de tu vida, pero dos décadas…A mí después de los shows me temblaba el cuerpo, no me podía dormir. Se terminó convirtiendo en algo muy caótico que fue importante detener a tiempo. Decidí entonces cerrar la banda. Al mismo tiempo, ya venía trabajando con Alfred, que se sumó al proyecto, en lo que iba a ser Ararat II (el segundo disco de la banda, que se editó al año pasado por Oui Oui Records).
A: Todo en paralelo a Los Natas y a Banda de la Muerte (la segunda banda de Alfredo, luego de Taura). Algo que nació de la amistad y de querer hacer algo diferente.
S: A partir de ahí surgió la idea de empezar a reciclar energía.
AZ: Ararat fue como una válvula de escape.
S: Ararat fue la gran válvula de escape que hicimos para terminar de hacer chorrear todos los males que teníamos.
AZ: ¿Cómo te sumaste vos Alfredo?
A: No había un plan. Un día me llamó Sergio y me dijo: “Che, ¿hacemos esto?”. Así fue.
S: Cuando arranqué a hacer el Ararat nuevo, que sería Ararat II, tenía dos temas de veinte minutos, como dos largos solos de batería. Yo me imaginaba toda la música arriba, y empecé a rellenar arriba. Ahí lo llamé a Alfredo y le dije: “Necesito que me ayudes. Necesito tu nervio para tocar, tu alegría, que estoy en presencia de unos buenos temas”. Por eso es que no había un plan: en los primeros días de Ararat nos juntábamos a tomar Fernet, a charlar y a tocar. Y lo primero que se nos ocurrió al principio era con qué instrumento agarro yo, si con el teclado o la viola. Ararat venía como muy variado, y ahí Alfredito me dijo: “Sergio, tocá el bajo”. Los primeros shows de Ararat eran Alfredo y yo sólos. Poníamos la batería y yo armaba un equipo de bajo en cada lado del escenario. Así grabamos el disco.
A: Él había grabado los demos con el bajo y me decía que quería tocar ese instrumento. Por eso le dije que tocara el bajo. Salimos con bajo y batería, que hoy sigue siendo la columna vertebral de Ararat.
AZ: ¿Y Tito Fargo?
S: Yo venía tocando con él. Tito se había convertido en mi profesor de guitarra, mi nuevo maestro de guitarra criolla. Durante un año y medio estuvimos tocando guitarras criollas. Y se me ocurrió decirle: “Tito, vos que ya conocés los temas de Ararat, ¿no querés venir a probar un día?”. Vino, ensayamos y a la semana ya estábamos tocando. Y si bien no grabó en Ararat II, él musicaliza todos los arreglos del álbum en los shows. Además, estamos colando algunos temas acústicos nuevos y él está produciendo el próximo disco.
AZ: Ahí se consolidaron como trío.
S: Se empezó a armar el sonido de Ararat actual. Yo pasando el bajo por equipos de guitarra, y haciéndolo sonar como una guitarra gigante, como un bajo de Motorhëad pero ácido, lento.
AZ: Al público le cuesta creer que eso que suena así es un bajo.
S: (Risas). Para nosotros era medio como un dogma. No queríamos meter guitarra eléctrica, está prohibido. Un poco la idea era plantarse con otra cosa. No es que ya perdimos la pasión por el stoner rock, pero le dimos tantas vueltas y vueltas a los mismos riffs y a los mismos pedales que ya la expresión tiene que venir desde otro lado.
A: No caímos en el stoner, no porque no sepamos o no queramos, sino porque no caemos. Ya directamente no nos sale más.
S: Con Ararat la idea no era decir: “Che, loco, hace veinte años que tenemos Los Natas y Taura, y ahora hay una escena stoner terrible. Vamos a salir a romperles el culo a todos”. Todo lo contrario. Nosotros dijimos: “Loco, vamos a juntarnos y a disfrutar como niños. Vamos a jugar con la música y, dentro de lo que es el estilo, tratemos de reinventarnos para encontrar otros lugares desde donde descargar la mierda”.
AZ: Quizá, también querían desmitificar un poco los típicos íconos stoner: “ruta-marihuana-desierto”.
A: Fue como mojarle un poco la oreja a la escena. Desenmascarar un poco un fanatismo excesivo de valores que hoy en día no enaltecemos. A un pibe de veinte años lo primero que le digo es “cuidado con la droga, cuidá a tu novia, tratá bien a tus amigos”. Veinte años atrás le hubiera dicho “tomate un ácido y andá al desierto”.
S: En su momento, también allá en Estados Unidos bandas como Kyuss y Fu Manchu decían: “¿Stoner? ¿Qué es eso muchachos? Yo sólo estoy tocando música”. Hay una estigmatización, entonces es necesario romper un poco los esquemas de todo lo que está preestablecido, con el dogma stoner: llegó un momento de mi vida en donde ví que todo me estaba tirando a ser punta de lanza de una historia que me estaba prendiendo fuego y dije: “Yo Zakk Wylde no quiero ser en mi puta vida”. Yo quiero ser un buen papá para mis hijos, un buen amigo para mis amigos, y pasarla bien con la música.
A: Pareciera como que estamos criticando al stoner. Para mí es hermoso que un pibe en vez de escuchar Technotronic, escuche Kyuss o Black Sabbath. De lo que estamos en contra es que se busque repetir patrones. A nosotros, por lo menos, eso nos cansa.
AZ: Eso genera un estancamiento del género, se repite a sí mismo.
A: Yo creo que eso realmente nunca es sano.
AZ: Ararat parece venir a reivindicar lo lúdico en la música. Romper con las reglas y con la presión que les exigía mantenerse en un mismo recorrido.
S: En algunos shows de Los Natas, cuando terminábamos de tocar, venían pibes del público y se enojaban porque decían que yo había usado no sé cuál pedal, y alguno me decía: “Yo lo escuché, no podés ser tan garca y no decirme. No me estás queriendo decir”.
AZ: Creían que les estabas ocultando “el gran truco del maestro”…
S: Ya era un mambo tan tarado, que en ese sentido Ararat para nosotros fue como una liberación
Matías Roveta y Martín Barraco

Lindo disquito para arremeter el día con todo desde temprano.


Comentarios

Lo más visto de la semana pasada

David Gilmour - Luck and Strange (2024)

Una entrada cortita y al pie para aclarar porqué le llamamos "Mago". Esto recién va a estar disponible en las plataformas el día de mañana pero ya lo podés ir degustando aquí en el blog cabeza, lo último de David Gilmour de mano del Mago Alberto, y no tengo mucho más para agregar. Ideal para comenzar a juntar cositas para que escuchen en el fin de semana que ya lo tenemos cerquita... Artista: David Gilmour Álbum: Luck and Strange Año: 2024 Género: Rock Soft Progresivo / Prog Related / Crossover prog / Art rock Referencia: Aún no hay nada Nacionalidad: Inglaterra Lo único que voy a dejar es el comentario del Mago... y esto aún no existe así que no puedo hablar de fantasmas y cosas que aún no llegaron. Si quieren mañana volvemos a hablar. Cae al blog cabezón, como quien cae a la Escuela Pública, lo último del Sr. David Gilmour (c and p). El nuevo álbum de David Gilmour, "Luck and Strange", se grabó durante cinco meses en Brighton y Londres y es el prim

Isaac Asimov: El Culto a la Ignorancia

Vivimos una época violenta, muy violenta; quizás tan violenta como otras épocas, sin embargo, la diferencia radica en que la actual es una violencia estructural y mundial; que hasta la OMS retrata como "epidemia mundial" en muchos de sus variados informes de situación. En ese engendro imperial denominado (grandilocuentemente) como "el gran país del norte", la ignorancia (junto con otras bestialidades, como el supremacismo, el racismo y la xenofobia, etc.) adquiere ribetes escandalosos, y más por la violencia que se ejerce directamente sobre aquellos seres que los "ganadores" han determinado como "inferiores". Aquí, un texto fechado en 1980 donde el genio de la ciencia ficción Isaac Asimov hace una crítica mordaz sobre el culto a la ignorancia, un culto a un Dios ciego y estúpido cual Azathoth, que se ha esparcido por todo el mundo, y aquí tenemos sus consecuencias, las vivimos en nuestra cotidaneidad. Hoy, como ayer, Cthulhu sigue llamando... ah,

Pink Floyd - Doug Sax Remasters (Discografia 67-87) (2007)

Se viene el fin de semana largo y nosotros no apareceremos hasta el lunes, así que siempre tratamos de dejarles varias cosas para que se acuerden de nosotros. Y esta vez es Felicia quien nos trae nada más y nada menos que a Pink Floyd en una de sus muchas, muchísimas remasterizaciones y reediciones, esta vez se trata de su discografía que va de 1967 hasta 1987, laburada por el reconocido ingeniero de sonido Doug Sax, que según dicen los entendidos es quien mejor ha podido plasmar el sonido Floyd, o al menos uno de los que mejores resultados ha tenido. Y con esto cerramos otra semana a pura música, sorpresas y ganas de romper las pelotas, otra semana típica en el blog cabeza. Artista: Pink Floyd Álbum: Doug Sax Remasters Año: 1967 - 1987 Género: Rock Psicodélico / Rock progresivo Referencia: Pink Floyd Ilustrado Nacionalidad: Inglaterra Pink Floyd supone todo un jardín de ediciones para perderse. He escuchado muchas diferentes, aunque no sé si todas porque hay una b

Los 100 Mejores Álbumes del Rock Argentino según Rolling Stone

Quizás hay que aclararlo de entrada: la siguiente lista no está armada por nosotros, y la idea de presentarla aquí no es porque se propone como una demostración objetiva de cuales obras tenemos o no que tener en cuenta, ya que en ella faltan (y desde mi perspectiva, también sobran) muchas obras indispensables del rock argento, aunque quizás no tan masificadas. Pero sí tenemos algunos discos indispensables del rock argentino que nadie interesado en la materia debería dejar de tener en cuenta. Y ojo que en el blog cabezón no tratamos de crear un ranking de los "mejores" ni los más "exitosos" ya que nos importa un carajo el éxito y lo "mejor" es solamente subjetivo, pero sobretodo nos espanta el concepto de tratar de imponer una opinión, un solo punto de vista y un sola manera de ver las cosas. Todo comenzó allá por mediados de los años 60, cuando Litto Nebbia y Tanguito escribieron la primera canción, Moris grabó el primer disco, Almendra fue el primer

El Ritual - El Ritual (1971)

Quizás aquellos que no estén muy familiarizados con el rock mexicano se sorprendan de la calidad y amplitud de bandas que han surgido en aquel país, y aún hoy siguen surgiendo. El Ritual es de esas bandas que quizás jamás tendrán el respeto que tienen bandas como Caifanes, jamás tendrán el marketing de Mana o la popularidad de Café Tacuba, sin embargo esta olvidada banda pudo con un solo álbum plasmar una autenticidad que pocos logran, no por nada es considerada como una de las mejores bandas en la historia del rock mexicano. Provenientes de Tijuana, aparecieron en el ámbito musical a finales de los años 60’s, en un momento en que se vivía la "revolución ideológica" tanto en México como en el mundo en general. Estas series de cambios se extendieron más allá de lo social y llegaron al arte, que era el principal medio de expresión que tenían los jóvenes. Si hacemos el paralelismo con lo que pasaba en Argentina podríamos mencionar, por ejemplo, a La Cofradía, entre otros muchos

Alejandro Matos - Carnaval De Las Víctimas (2024)

Tras el impresionante "La Potestad" en el 2015, y casi diez años después llega el nuevo y  magnífico álbum del multiinstrumentista Alejandro Matos "Carnaval De Las Victimas", otro trabajo de primer nivel que para constatarlo se puede ver simplemente el lugar que ocupa en Progarchives, dentro de los mejores discos del este año 2024 a nivel mundial, y con eso ya nos damos una idea de la valía de este nuestro trabajo, donde Alejandro Matos se ocupa de todos los instrumentos salvo la batería, conformando un trabajo oscuro, cinematográfico, elegante y ambicioso, y toda una reflexión sobre los tiempos que corren, en base a buenos riffs y melodías cautivadoras, hasta su bucólica y triste belleza. Un trabajo que llevó tres largos años, que cursa su travesía desde un medio tiempo en casi toda su extensión y se escucha como un oscuro regalo de los dioses... o de los demonios, uno vaya a saber, pero que definitivamente tenemos que recomendar al selecto público cabezón. Ide

Bill Bruford - The Best of Bill Bruford The Winterfold & Summerfold Years (2024)

Empezamos la semana con la nueva versión del "Red" de King Crimson, seguimos luego con Bill Bruford´s Earthworks y parece que seguimos en la misma onda porque ahora presentamos, gracias al Mago Alberto, algo recién salido del horno: "The Best of Bill Bruford The Winterfold & Summerfold Years", que no otra cosa que una retrospectiva completa que cubre amplias franjas del trabajo del legendario baterista, desde su homónima banda de jazz-rock hasta la encarnación final de su célebre banda de jazz Earthworks, un conjunto de tres discos que está lleno de numerosas colaboraciones; su compañero de Yes Patrick Moraz, el pianista holandés Michiel Borstlap, Luis Conte, Chad Wackerman y Ralph Towner, entre otros. Artista: Bill Bruford Álbum: The Best of Bill Bruford The Winterfold & Summerfold Years Año: 2024 Género: Jazz Rock /  Fusion Referencia: Link a Discogs, Bandcamp, Youtube, Wikipedia, Progarchives o lo que sea. Nacionalidad: Inglaterra Ante

Con la IDEA fija en cagarnos la vida

Javier Milei fue aplaudido por gerentes y empresarios de los grupos económicos reunidos en el Coloquio de IDEA. Aplaudían que la economía argentina está siendo devastada para ponerla al servicio de su propia rentabilidad. Aplaudían radicalidad ideológica y salvajismo político. Aplaudían una democracia raquítica. Y también el estado de salud de un peronismo que discute el tamaño del ombligo de sus dirigentes. Justo un 17 de octubre, cuando tendría que estar pensando en cómo combatir al capital. Por Fernando Gómez Los aviones privados se agolpaban en la pista de aterrizaje del aeropuerto de Mar del Plata. Trasladaban a los empresarios que se reunieron en la 60ª edición del “Coloquio de IDEA” con un interrogante que denota la ofensiva desatada por los sectores más radicalizados ideológicamente de las clases dominantes en la Argentina: “Si no es ahora, cuándo”. El Coloquio de IDEA es un espacio de lobby y presión política de los principales grupos económicos que operan en la

Charly García - La Lógica del Escorpión (2024)

Y ya que nos estamos yendo a la mierda, nos vamos a la mierda bien y presentamos lo último de Charly, en otro gran aporte de LightbulbSun. Y no será el mejor disco de Charly, ya no tiene la misma chispa de siempre, su lírica no es la misma, pero es un disco de un sobreviviente, y ese sobreviviente es nada más y nada menos que Charly. No daré mucha vuelta a esto, otra entrada cortita y al pie, como para adentrarse a lo último de un genio que marcó una etapa. Esto es lo que queda... lanzado hoy mismo, se suma a las sorpresas de Tony Levin y del Tío Franky, porque a ellos se les suma ahora el abuelo jodón de Charly, quien lanza esto en compañía de David Lebón, Pedro Aznar, Fito Páez, Fernando Kabusacki, Fernando Samalea y muchos otros, entre ellos nuestro querido Spinetta que presenta su aporte desde el más allá. Artista: Charly García Álbum: La Lógica del Escorpión Año: 2024 Género: Rock Referencia: Rollingstone Nacionalidad: Argentina Como comentario, solamente dejar

King Crimson - Red (Elemental Mixes) (1974 - 2024)

Y para empezar la semana siempre vamos con algo bueno ¿Y qué decir de esto que ahora nos trae El Mago Alberto?, tenemos uno de los disco claves del Rey Carmesí con temas inéditos, y me copio de uno de los comentarios de esta entrada: "El último gran álbum de los mejores King Crimson, los de la década de los ’70, veía la luz en aquel Noviembre de 1974. "Red" nacía proyectando su propia sombra densa, vestida de elementos de su sinfónico pasado, de un oscuro y rauco jazz y del naciente heavy metal, marcado este último por las distorsionadas guitarras y sus pétreos riffs, que dieron una visión un tanto peculiar de aquel primogénito del Hard Rock desde el especial prisma de Robert Fripp. (...) Este álbum sin duda marcó un antes y un después en la carrera de la banda, pues tras 7 años de silencio después de "Red", la banda volvió entrados los ’80 con otra onda completamente distinta, otra visión y concepción de su sonido, sonando también interesantes y originales, pe

Ideario del arte y política cabezona

Ideario del arte y política cabezona


"La desobediencia civil es el derecho imprescriptible de todo ciudadano. No puede renunciar a ella sin dejar de ser un hombre".

Gandhi, Tous les hommes sont frères, Gallimard, 1969, p. 235.