Ir al contenido principal

Pez - Rock Nacional (2016)


El Optimista del Gol nos compartió el último de Pez. Este comentario se lo tendría que dejar al Mago que estuvo charlando con Ariel (antes Minimal, ahora Sanzo) sobre este disco y su abrupto giro hacia terrenos menos complejos. El decimoséptimo álbum del grupo suma a Juan Ravioli (en el blog presentamos sus discos solistas) en voces, teclados y guitarras. Un disco que si bien no es nostálgico del rock macional lo lleva en su sangre, mientras que su lírica (como bien se puede ver en la tapa) está políticamente muy inserto en la realidad actual, incluso con "Calabacita" canción dedicada a la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner, y con manifestantes a piñas con la yuta, muy en la onda represión de la Revolución de la Alegría.

Artista: Pez
Álbum: Rock Nacional
Año: 2016
Género: Rock
Nacionalidad: Argentina


Lista de Temas:
1. Más música
2. Tan deprisa ya
3. De la vieja escuela del amor
4. Disparado
5. Lo nuevo
6. El aprendiz
7. Cerezas
8. Lucifer
9. Cuidate, monito
10. Calabacita

Alineación:
- Ariel Sanzo / Voz, guitarras eléctricas y acústicas
- Franco Salvador / Voz, batería y percusión
- Fósforo García / Bajo eléctrico
- Juan Ravioli / Voz, piano eléctrico, piano, órgano y sintetizadores



Diez canciones que duran 36 minutos y que fueron grabadas en los estudios del Abasto en diciembre de 2015. Según palabras de su líder:

"Si bien la idea de Rock nacional no habla específicamente de las canciones del disco, me parece que el concepto cerró por todos lados. No sé por qué le terminamos poniendo Rock nacional, pero te aseguro que no hay ironía en la definición. Somos parte del rock nacional y no somos otra cosa. Le debemos a la historia del rock nacional, somos músicos que hemos escuchado y curtido el rock nacional. En cierta forma es una manera de hacernos cargo. Porque cuando yo era chico eran palabras cargadas de significados. Había gente que no escuchaba rock nacional, a la que le parecía una grasada el rock en castellano. No sé qué significa hoy para otras personas, pero para mí tiene un gran peso, y hay un cariño. Es algo cercano a mis sentimientos y desde ese lugar está titulado el disco. A mí se me va la vida en esto, es lo más importante que hay. Soy un enamorado de la música, no porque toque yo, sino que soy un enfermo de escuchar música de otros. Desde pendejo me gusta el rock. En mi cuarto no tenía un cuadro de Houseman ni de Vilas ni de Monzón, tenía el afiche de Kiss contra los fantasmas."

No voy a comentar mucho sobre el disco, principalmente porque trataré de dejarles alguna cosita más para el día de hoy, pero también porque ya hay mucho escrito, y mucho mejor de lo que torpemente puedo hacerlo yo:

El nombre del disco y la gráfica que usaron para presentarlo (con el logo de la banda adaptado a la tipografía de la mítica revista Pelo) engañaron a más de uno. Los nostálgicos se frotaron las manos: Pez tributaría a ese estereotipo de rock argentino true, intocable, blusero o spinettiano pero invariablemente setentoso, abonando a la reciente epidemia de próceres de mármol agitando con que "ahora no pasa nada". Y resulta que no, que Rock nacional es todo lo contrario: una celebración de la inquietud que hace grande a nuestra música, a su amplitud, a ese fuego que te quema el piso cuando -por dar un ejemplo- dejaste lista la sutileza cuasi tropical a la Steely Dan ("Más música") y te obliga a moverte a una especie de power-pop apoyado en el piano ("De la vieja escuela del amor").
El grupo liderado por Ariel Minimal (de nuevo un cuarteto, con la adición oficial de Juan Ravioli) se saca el corset del rock duro y redescubre el poder de la canción, y a partir de ahí se florea con un desfile de etiquetas que pega la psicodelia cansina y ambiental de "Lo nuevo" con los aires progresivos de "El aprendiz" y luego con la urgencia melódica de "Cerezas" (todas ellas unidas por los teclados, casi siempre presentes). Sobre el final del álbum, el dato de color de "Calabacita", una balada de guitarra leboniana dedicada a Cristina Fernández de Kirchner. Y como conclusión, un ejercicio de arte por amor al arte en el que Pez, lejos de enclaustrarse en el pasado, se funde con el presente y el futuro.
Diego Mancusi

Y no solamente hay comentarios de críticos, también está la crítica del mismo Ariel, que nos cuenta esto:

"Nos abocamos mucho a la creación de la música, a hacer canciones, grabar discos, tocar. Pero eso hizo también que nos llevara tiempo aprender a armar una agenda, a darnos cuenta de que parte del negocio está en otro lado, no solamente en hacer canciones y sacarlas. Había que tocar, pero también hacer otras cosas. Para poder armarnos un circuito e ir a tocar al interior, tuvimos que generar nuestro propio espacio y eso no es fácil. Somos una banda, pero el modo de hacer las cosas nos mantuvo alejados del resto de la corriente, de las productoras o de los lugares. Pero acá estamos y ya pasaron más de 20 años.
Juan (Ravioli) es un músico muy versátil: canta, toca teclados, guitarra y entiende mucho del proceso de producción de un disco -señala una vez que su compañero se perdió hacia el fondo del caserón-. Es el músico más serio de nosotros a nivel académico. Sabíamos que para este momento queríamos un tecladista por los colores y sonidos que podía aportar, pero al contar con Juan tuvimos un montón de cosas más. Creo que en Pez siempre fueron importantes las personalidades de los músicos que tocaron. Porque yo no les entrego una partitura a todos y les digo «tienen que hacer esto», como Frank Zappa, que sabía exactamente qué quería de cada músico. Yo soy más bien un buen selecionador de músicos".

Ahora, algunos otros comentarios de terceros, muy buenos por cierto...

La categoría de “Rock Nacional” surgió en nuestro país con el nacimiento mismo del rock, allá por el año 1966 (¡50 años ya!). El mote de “nacional” en el rock en un país tan joven como la Argentina (que aún sigue discutiendo sobre esta categoría en otros ámbitos) puede parecer hasta paradójico, pero lo “nacional” es claramente una diferenciación respecto a los “rocks” de otras naciones, porque Argentina fue el primer país en cantar rock en otro lenguaje que no fuera el inglés. Es decir, el “rock nacional” fue antes que nada una postura idiomática a contrapartida del idioma origen del rock. Por eso, para poder destacarse, los primeros poetas de este género en Argentina tuvieron que tratar temas que hicieran referencias a obsesiones de la juventud contemporánea: la soledad, el rechazo, la alienación, el refugio del amor, etc. Así es que músicos como Spinetta, Javier Martínez o Litto Nebbia son efectivamente los padres del rock nacional. Y esos padres crearon hijos musicales durante este medio siglo que en mayor o menor medida, han sabido respetarlo. El último disco de Pez, llamado justamente “Rock Nacional”, hace honor a esa categoría.
Buscarle una definición a Pez (es decir: Ariel Sanzo en guitarra y voz, Fósforo García en bajo, Franco Salvador en batería y Juan Ravioli en teclados) siempre ha sido un esfuerzo de parte de los periodistas de rock en nuestro país, porque en sus 17 discos editados (más sus dos DVD’s) en 23 años ha atravesado varias aristas estilísticas: el punk, el hard rock, el rock sinfónico, el folk, etc. Sin embargo, en este disco podemos encontrar hasta alguna influencia pop en ciertas canciones, como Tan deprisa ya y Cerezas; una clara referencia rioplatense en canciones como Cuidate Monito o Más música que no se escuchaban desde “Convivencia Sagrada”, del año 2000, y el rock sinfónico en temas como El aprendiz o Lo nuevo. Se notan ciertos aires baladescos pero no exentos de rock en Calabacita, pero en este disco se destaca eso: una historia que abarca no solo los 50 años del rock en nuestro país sino también los 23 de Pez en los escenarios. Sanzo dijo en otras entrevistas que cree que hay otros discos de Pez que son más “Rock Nacional” que este “Rock Nacional”: puede ser que sea cierto, pero este es un momento en que pareciera que Pez hizo cierta retrospectiva musical, y al escuchar este disco nos ubicamos en un disco que parece salido entre “Folklore” y “Hoy”. Su sonido es limpio, casi sin estridencias, muy arreglado y cantado de manera afinada: el ingreso de Juan Ravioli en este disco no es solo la de un ingrediente musical más, también es un integrante que supo encontrar un espacio en Pez para hacer sutiles arreglos de voz y musicales.
Por otro lado están las letras del disco. Ariel Sanzo ha aprovechado ocasiones en que un tema se desarrolla a lo largo del disco, como fue el existencialismo en “Los orfebres” de 2007, o el fin de la civilización en “Volviendo a las cavernas” de 2011. En este disco, hay un tema que se destaca a lo largo de varias canciones: el futuro. Y no el de la sociedad, sino el de un niño, de algo que ha nacido. Podríamos hacer elucubraciones sobre la vida de Sanzo pero preferimos pensar que se trata de una nueva era que está surgiendo sin las viejas mañas de antes. El cambio de era no viene solo, se tiene que estar preparado y empezar a exculparse: “Cambio de actitud, pido perdón, estoy a tiempo”, dice en Tan deprisa ya. En La vieja escuela del amor canta que no hay que buscar “afuera lo que adentro está / entregate al misterio y la respiración”. El riesgo de la nueva era es que hay que salir, como sea, por ejemplo “Disparado hacia ese lugar donde no pensaba ir”, por eso “si espera algún lugar, preparando el viaje estoy” (Disparado). “Hago un dibujo de vos, parado al lado de mi” (Lo nuevo), “¡Ya se ilumina el lugar!” (El Aprendiz), “Hay un poco de luz para que crezcas / una oportunidad de ser quien sos / te doy la bienvenida” (Cerezas). El disco está plagado de referencias a eso que está por venir. Obviando a Calabacita, canción dedicada a la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner, que podría ser la única canción referida a lo que ya no está, el disco se ubica en un compromiso de asumir la responsabilidad de lo que viene, sea para todo lo bueno (como el de ese niño) o para lo malo (como se destaca en la tapa del disco hecha por Gerardo Canelo, haciendo alusión a una represión).
Quizás deba destacarse eso: este disco de Pez nos dice que empezar una nueva época es imposible de llevar adelante si antes no se hace una retrospectiva personal, si antes no miramos atrás y comprendemos que todo lo que nos formó también es parte nuestro. El nombre del disco es evidente referencia no solo de una actitud, también es parte de una historia que Pez sabe respetar, y que seguirá respetando en el futuro, sin saber a ciencia cierta qué futuro nos espera.
Julián Marcel

El cuarteto nos presenta nuevo disco por decimoquinta vez en 22 años de historia, morigerando voces que decretan la muerte del rock por estas pampas.
“El disco que va a cambiar la historia del rock nacional”. Así promocionaba un sello multinacional el disco “Fabulosos Calavera” (1997) de Los Fabulosos Cadillacs. En aquella placa premiada con un Grammy, hacía su debut un joven Ariel Minimal. Hoy, ese guitarrista que ingresaba a la mega banda para impulsar aires frescos, lanza el álbum de estudio nº 15 de Pez. No sabemos si va a cambiar la historia del rock nacional, pero sí que ellos cambiaron. Como suelen hacerlo disco a disco.
La placa arranca con “Más música”, el adelanto que hicieron a fines del año pasado en el Centro Cultural Konex. Relax, bossa nova; la idea subyacente es alentar el impulso de las artes musicales. O sea, reivindicar aquello que ellos mismos expresan: “El último antídoto que hay, cura de la humanidad”. Melodías sanadoras, claro está.
Sigue con “Tan deprisa ya”, un pop con teclados que dibujan paisajes sonrientes y alucinantes, en una faceta optimista y buena onda que suena inusual en el grupo. En palabras del propio Minimal, una oda a Man Ray. Y sí, se asemeja a una cortina de novela para público adolescente joven noventoso.
Después, “De la vieja escuela del amor”; kissero, según el mismísimo líder de Pez. Pero si hablamos de puro rock nacional, suena más a Riff. Cortito, conciso, al mentón.
Promediando el disco, a partir de “Disparado”, al conjunto se lo nota más suelto e integrado. Recordemos que tras la salida de Pepo Limeres del grupo, y de haber vuelto a ser un trío durante poco más de tres años, Pez volvió al formato cuarteto con la llegada de Juan Ravioli. De este modo, el tecladista se acopló perfectamente al conjunto desde el concierto en el Teatro Ópera del 15 de mayo de 2015, haciendo también aportes en voces y guitarras.
A mitad de camino, “Lo nuevo”: distensión en forma de bellísima balada. Es de las canciones que más reflejan la esencia del grupo.
“El aprendiz”, en tanto, se puede relacionar con la etapa progresiva de “Los Orfebres” (2007). Psicodelicia. Y “Cerezas”, hay que decirlo, resulta difícil de clasificar dentro de un rótulo musical. Pero, si hablamos de influencias de estas pampas, remite a Litto Nebbia.
Más luego, si bien es cierto que en “Lucifer” aparece el machaque, la distorsión habitual y característica del combo casi que permanece ausente dentro de esta placa. Para eso está “Nueva era, viejas mañas” (2013), por ejemplo.
“Cuidate, monito”, por su parte, comienza como una suerte de jazz rock y desemboca en un candombe de este lado del Río de La Plata, también experimentado en “Folklore” (2004), vale recordar. Y si seguimos evocando al rock nacional, el título del tema se asemeja a cualquier canción de Los Redondos o de Indio solista.
Para el final, “Calabacita”. ¿Una de amor para Ella? El compromiso político que ha demostrado la banda, concretamente desde la época de “Viva Pez” (2010), parece indicar que sí. Como sea, nostalgia militante o una propia versión de “Chica rutera”, oficia de hermoso cierre para un disco ecléctico.
En definitiva, como marcan los manuales de Pez, el secreto está en no repetirse y mantener la identidad al costado del camino para no traicionar los sentimientos e ideales. “A mis fantasías de niño yo no quiero renunciar, siempre supe que para existir tenía que ser real”, dijo, y me conquistó.
Federico Durán

Ante una banda del tamaño y de la trayectoria de Pez (enorme, histórica, fundacional), pocas son las palabras nuevas que quedan por decirse. Por eso, es complicado animarse con una reseña que haga justicia al último disco de estudio de la banda, un homenaje al género musical más innovador y comprometido de las últimas décadas. La agrupación de Ariel Minimal (único miembro fundador restante de Pez, que ahora, gracias a la incorporación de Juan Ravioli, es un cuarteto) sin embargo se anima a seguir haciendo cosas nuevas.
Ya en una entrevista, Minimal había dicho que Rock Nacional no es quizás el disco que más suena como rock nacional de Pez, lo que abre un debate interesante. ¿Qué es, en definitiva, el rock nacional? ¿Un género con sonoridad propia, o simplemente una etiqueta geográfica? Lo cierto es que, para cada uno que escuche el término, se formará una imagen auditiva similar. Con el correr de los años, tal es la identidad que se ha construido alrededor del rock nacional. Por eso, es curiosa pero acertada la elección del nombre. Quizás Pez no sea el referente de lo que uno imagina cuando piensa en rock nacional, pero eso no quita que puede ser uno de los miembros indiscutidos de su panteón.
Después de varios esfuerzos en los que predominaba el rock progresivo, Rock Nacional presenta una propuesta más refinada, quizás más melódica, una invitación desafiante para los fans de la primera hora y de los sonidos más jugados de Pez que quizás se plasma muy bien en “Lo Nuevo”. Desde “Más Música”, encargada de abrir el nuevo álbum, Minimal y los suyos, sin prisa pero sin pausa, van construyendo Rock Nacional canción a canción.
Otro aspecto a destacar de Rock Nacional es el compromiso, presente sin tener que leer entre líneas. El último tema del álbum, “Calabacita”, es una oda y añoranza a Cristina Fernández de Kirchner, una propuesta más interesante que el clásico “vamos a volver”; emoción a flor de piel, difícil de identificar con la política. Rock Nacional es, al final del día, eso; un relato emocionante que atraviesa 10 canciones, que apenas supera la media hora. En lugar de la grandilocuencia de lo progresivo, esta vez es la canción como entidad individual la que predomina.
Fanáticos de la primera hora seguramente se relamerán con la comparativa (con una banda con la historia y la discografía de Pez, es difícil no hacerlo), pero Rock Nacional debería poder ser juzgado como única obra, como cálido homenaje capaz de mantener su identidad. Desde su tapa, un guiño a la icónica revista Pelo, hasta las referencias –las claras, las escondidas, las imaginadas, porque eso es lo genial del “rock nacional”, esa evocación colectiva- a los padres fundadores de nuestro rock, el nuevo álbum de Pez es un logro de innovación, un envalentonado esfuerzo por salirse de los casilleros en que los ponemos, esfuerzo que, claro, salió más que bien.
Indiehearts





Comentarios

  1. Agradecemos al Optimista del Gol por este disco.
    Y antes qie pregunten, no hay links de descarga en el blog. Si querés algo más de lo que está acá tenés que suscribirte a la lista de correo.
    Acá te dice cómo hacerlo:

    https://cabezademoog.blogspot.com.ar/p/por-si-algun-dia-no-estamos-aca.html

    Saludos

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Lo más visto de la semana pasada

David Gilmour - Luck and Strange (2024)

Una entrada cortita y al pie para aclarar porqué le llamamos "Mago". Esto recién va a estar disponible en las plataformas el día de mañana pero ya lo podés ir degustando aquí en el blog cabeza, lo último de David Gilmour de mano del Mago Alberto, y no tengo mucho más para agregar. Ideal para comenzar a juntar cositas para que escuchen en el fin de semana que ya lo tenemos cerquita... Artista: David Gilmour Álbum: Luck and Strange Año: 2024 Género: Rock Soft Progresivo / Prog Related / Crossover prog / Art rock Referencia: Aún no hay nada Nacionalidad: Inglaterra Lo único que voy a dejar es el comentario del Mago... y esto aún no existe así que no puedo hablar de fantasmas y cosas que aún no llegaron. Si quieren mañana volvemos a hablar. Cae al blog cabezón, como quien cae a la Escuela Pública, lo último del Sr. David Gilmour (c and p). El nuevo álbum de David Gilmour, "Luck and Strange", se grabó durante cinco meses en Brighton y Londres y es el prim

Isaac Asimov: El Culto a la Ignorancia

Vivimos una época violenta, muy violenta; quizás tan violenta como otras épocas, sin embargo, la diferencia radica en que la actual es una violencia estructural y mundial; que hasta la OMS retrata como "epidemia mundial" en muchos de sus variados informes de situación. En ese engendro imperial denominado (grandilocuentemente) como "el gran país del norte", la ignorancia (junto con otras bestialidades, como el supremacismo, el racismo y la xenofobia, etc.) adquiere ribetes escandalosos, y más por la violencia que se ejerce directamente sobre aquellos seres que los "ganadores" han determinado como "inferiores". Aquí, un texto fechado en 1980 donde el genio de la ciencia ficción Isaac Asimov hace una crítica mordaz sobre el culto a la ignorancia, un culto a un Dios ciego y estúpido cual Azathoth, que se ha esparcido por todo el mundo, y aquí tenemos sus consecuencias, las vivimos en nuestra cotidaneidad. Hoy, como ayer, Cthulhu sigue llamando... ah,

King Crimson - Red (Elemental Mixes) (1974 - 2024)

Y para empezar la semana siempre vamos con algo bueno ¿Y qué decir de esto que ahora nos trae El Mago Alberto?, tenemos uno de los disco claves del Rey Carmesí con temas inéditos, y me copio de uno de los comentarios de esta entrada: "El último gran álbum de los mejores King Crimson, los de la década de los ’70, veía la luz en aquel Noviembre de 1974. "Red" nacía proyectando su propia sombra densa, vestida de elementos de su sinfónico pasado, de un oscuro y rauco jazz y del naciente heavy metal, marcado este último por las distorsionadas guitarras y sus pétreos riffs, que dieron una visión un tanto peculiar de aquel primogénito del Hard Rock desde el especial prisma de Robert Fripp. (...) Este álbum sin duda marcó un antes y un después en la carrera de la banda, pues tras 7 años de silencio después de "Red", la banda volvió entrados los ’80 con otra onda completamente distinta, otra visión y concepción de su sonido, sonando también interesantes y originales, pe

El Ritual - El Ritual (1971)

Quizás aquellos que no estén muy familiarizados con el rock mexicano se sorprendan de la calidad y amplitud de bandas que han surgido en aquel país, y aún hoy siguen surgiendo. El Ritual es de esas bandas que quizás jamás tendrán el respeto que tienen bandas como Caifanes, jamás tendrán el marketing de Mana o la popularidad de Café Tacuba, sin embargo esta olvidada banda pudo con un solo álbum plasmar una autenticidad que pocos logran, no por nada es considerada como una de las mejores bandas en la historia del rock mexicano. Provenientes de Tijuana, aparecieron en el ámbito musical a finales de los años 60’s, en un momento en que se vivía la "revolución ideológica" tanto en México como en el mundo en general. Estas series de cambios se extendieron más allá de lo social y llegaron al arte, que era el principal medio de expresión que tenían los jóvenes. Si hacemos el paralelismo con lo que pasaba en Argentina podríamos mencionar, por ejemplo, a La Cofradía, entre otros muchos

Bill Bruford - The Best of Bill Bruford The Winterfold & Summerfold Years (2024)

Empezamos la semana con la nueva versión del "Red" de King Crimson, seguimos luego con Bill Bruford´s Earthworks y parece que seguimos en la misma onda porque ahora presentamos, gracias al Mago Alberto, algo recién salido del horno: "The Best of Bill Bruford The Winterfold & Summerfold Years", que no otra cosa que una retrospectiva completa que cubre amplias franjas del trabajo del legendario baterista, desde su homónima banda de jazz-rock hasta la encarnación final de su célebre banda de jazz Earthworks, un conjunto de tres discos que está lleno de numerosas colaboraciones; su compañero de Yes Patrick Moraz, el pianista holandés Michiel Borstlap, Luis Conte, Chad Wackerman y Ralph Towner, entre otros. Artista: Bill Bruford Álbum: The Best of Bill Bruford The Winterfold & Summerfold Years Año: 2024 Género: Jazz Rock /  Fusion Referencia: Link a Discogs, Bandcamp, Youtube, Wikipedia, Progarchives o lo que sea. Nacionalidad: Inglaterra Ante

Alejandro Matos - Carnaval De Las Víctimas (2024)

Tras el impresionante "La Potestad" en el 2015, y casi diez años después llega el nuevo y  magnífico álbum del multiinstrumentista Alejandro Matos "Carnaval De Las Victimas", otro trabajo de primer nivel que para constatarlo se puede ver simplemente el lugar que ocupa en Progarchives, dentro de los mejores discos del este año 2024 a nivel mundial, y con eso ya nos damos una idea de la valía de este nuestro trabajo, donde Alejandro Matos se ocupa de todos los instrumentos salvo la batería, conformando un trabajo oscuro, cinematográfico, elegante y ambicioso, y toda una reflexión sobre los tiempos que corren, en base a buenos riffs y melodías cautivadoras, hasta su bucólica y triste belleza. Un trabajo que llevó tres largos años, que cursa su travesía desde un medio tiempo en casi toda su extensión y se escucha como un oscuro regalo de los dioses... o de los demonios, uno vaya a saber, pero que definitivamente tenemos que recomendar al selecto público cabezón. Ide

The Alan Parsons Project - Pyramid (Super Edtion Deluxe) (2024)

Otro gran aporte del Mago Alberto, se trata del tercer álbum de Alan Parsons Project, pero ahora reeditado en este 2024. "Pyramid" fue un álbum conceptual centrado en las pirámides de Giza, que se grabó en los estudios Abbey Road con una variedad de vocalistas y músicos un conjunto de 4 CD que incluyen una nueva remasterización del álbum por Miles Showell y 67 temas adicionales, 54 de ellos inéditos, incluidas tomas descartadas de sesiones de estudio y demos de Eric Woolfson o "Songwriting Diaries", como se las conoce. Y lo presentamos basándonos en un comentario que nos dejó hace tiempo nuestro amigo El Canario, que como siempre se disfruta mucho. Que lo disfruten, tanto al texto como a esta nueva versión de este clásico. Artista:  The Alan Parsons Project Álbum:  Pyramid (edición remasterizada y ampliada, 2008) Año: 1978 - 2024 Género:  rock progresivo, rock sinfónico Duración: 1:03:40 Nacionalidad:  inglesa De todo lo que he escuchado de Alan Par

King Crimson - Larks' Tongues In Aspic 50th Anniversary Edition Elemental Mixes (1973 - 2023)

Para ir cerrando la semana vamos con uno de los clásicos experimental de todos los tiempos, pero presentado de un modo nuevo gracias al Mago Alberto que se zarpa nuevamente para quemarla las válvulas a más de un cabezón, mientras que a algunos más les funde algunas lamparitas. Hablo de un álbum que rompió nuestra percepción del mundo de la música, donde Fripp, Bruford, Wetton, Cross y Muir crean un disco bisagra en la historia del Rey Carmesí, pero ahora en otra versión distinta a la que conocés, y sobre ello nos dice el Mago: "Una nueva edicion de Larks Tongues in Aspic commemorando los 50 años de la salida de esta enorme obra, y así como sucedió con RED nos encontramos con un nuevo lanzamiento con nuevas versiones y mezclas, esta vez a cargo de David Singleton, van a poder disfrutar también de versiones alternativas del mismo álbum. Cuando se lanzo este disco King Crimson rompió con todos los moldes existentes hasta el momento, la instrumentación era exquisita y la grabación era

Charly García - La Lógica del Escorpión (2024)

Y ya que nos estamos yendo a la mierda, nos vamos a la mierda bien y presentamos lo último de Charly, en otro gran aporte de LightbulbSun. Y no será el mejor disco de Charly, ya no tiene la misma chispa de siempre, su lírica no es la misma, pero es un disco de un sobreviviente, y ese sobreviviente es nada más y nada menos que Charly. No daré mucha vuelta a esto, otra entrada cortita y al pie, como para adentrarse a lo último de un genio que marcó una etapa. Esto es lo que queda... lanzado hoy mismo, se suma a las sorpresas de Tony Levin y del Tío Franky, porque a ellos se les suma ahora el abuelo jodón de Charly, quien lanza esto en compañía de David Lebón, Pedro Aznar, Fito Páez, Fernando Kabusacki, Fernando Samalea y muchos otros, entre ellos nuestro querido Spinetta que presenta su aporte desde el más allá. Artista: Charly García Álbum: La Lógica del Escorpión Año: 2024 Género: Rock Referencia: Rollingstone Nacionalidad: Argentina Como comentario, solamente dejar

Lluis Llach - Viatge A Itaca (1975)

En 1975, Lluis Llach crea uno de sus mejores discos: Viatge a Ítaca. Partiendo de los poemas de Constantino Petrou Cavafis, poeta griego, inspirado a su vez en "La Odisea", y ahora el Canario nos reseña y trae éste disco. Ítaca, la patria del mítico Ulises es una isla en el mar Jónico, una más de las seis mil islas e islotes que forman Grecia. Gran disco de un gran músico. Lluis Llach demuestra con este disco que es capaz de componer una hermosa sinfonía. Con este disco inició la colaboración en los arreglos de Manel Camp y Santi Arisa en batería, antiguos componentes de Fussion. Artista: Lluis Llach Álbum: Viatge A Itaca Año: 1975 Género: Nueva canción de Catalunya / Prog folk / Sinfónico Nacionalidad: España Lista de Temas: 1. Ítaca 2. A força de nits 3. Escriu-me aviat 4. Fins el mai 5. Abril 74 Alineación: - Lluis Llach / Voz, composición, arreglos - Manel Camp / Dirección musical - Santi Arisa / Batería y percusión - Tete Matutano / Flauta - La

Ideario del arte y política cabezona

Ideario del arte y política cabezona


"La desobediencia civil es el derecho imprescriptible de todo ciudadano. No puede renunciar a ella sin dejar de ser un hombre".

Gandhi, Tous les hommes sont frères, Gallimard, 1969, p. 235.