El reciente fallo de la Corte Suprema de Justicia que dejó condena firme para CFK, no se da en el vacío. Lo que revela es un entramado de disputas en el arriba donde el poder judicial toma una función política cada vez más evidente. No solo con intervenciones que resuelven los forcejeos del arriba, sino en su rol de agente disciplinador sobre el arco político tradicional, pero también sobre otros poderes del Estado.
En este sentido, si bien su accionar responde estructuralmente a los intereses de las clases dominantes, su relación con el poder no es lineal ni simple. En retrospectiva, el mismo aparato judicial que garantiza impunidad a represores, empresarios y políticos, también fue actor de muchos de los reveses con los que se encontró el Poder Ejecutivo del gobierno de Javier Milei.
Ante esta realidad cada vez más acuciante para lxs de abajo, las organizaciones sindicales y populares no pueden ir atrás de ningún partido, ni esperar nada de un sistema electoral que está agotado y ha dado innumerables señales de no poder -ni querer- resolver los reclamos de quienes más lo necesitan. Por esto se impone fortalecer la resistencia y unidad de lxs de abajo, retomando nuestra agenda de lucha, que no se resolvía con ninguna candidatura, incluida la de Cristina como diputada provincial bonaerense. Debemos continuar peleando para revertir la preocupante realidad de los trabajadores que vemos peligrar conquistas históricas de la clase.
Todo esto motorizado por un gobierno que hace uso de decretos antiobreros y antipopulares, escudado en sistemáticas y brutales represiones a toda manifestación y acciones militantes, como son la de los miércoles de jubilados y otros sectores, a los que se pretende disciplinar por medio de la imposición de leyes y reformas, como la recientemente anunciada reorganización de la policía federal como una copia del FBI que se dedicará a perseguir en la calle y redes sociales a todo aquel que critique y se disponga a luchar para sostener reivindicaciones históricas de la clase trabajadora y que, de ahora en más podría ser detenido sin mediar orden judicial.
Ejemplo claro de esto es la detención y persecución judicial de los 5 docentes y estatales en la provincia de Santa Fe, la de cientos de detenidos los miércoles durante la marcha de jubilados en CABA, los 2 ambientalistas detenidos en Mendoza, los 2 estudiantes detenidos recientemente en Rosario, los 7 militantes radicales detenidos en Buenos Aires, o la reciente nueva detención de Jones Huala, todos víctimas de este avance reaccionario por el cual lxs de abajo somos el principal objetivo a disciplinar y sojuzgar.
Ante este panorama, sabemos que algunxs compañerxs con los que nos encontramos en la lucha cotidiana, aún tienen una remota esperanza en la salida por la vía electoral. Sin embargo, nuestra hipótesis de trabajo nos indica que por ese lado no vendrá ninguna solución a los problemas de lxs de abajo.
En este contexto nos urge reunirnos en torno a todas nuestras organizaciones, sociales, sindicales, populares, para seguir impulsando la lucha y la resistencia en clara y sólida defensa de las conquistas y libertades que hemos arrancado. Contra la sangría de puestos de trabajo en el sector marítimo-portuario, fruto de la desregulación del comercio y la navegación; contra el vaciamiento y la ola de despidos en el sector metal-mecánico y automotriz (como sucediera en Tierra del Fuego, Córdoba, Rosario, Villa Constitución y Buenos Aires); contra el vaciamiento, desfinanciamiento y despido en los hospitales y efectores públicos de todo el país, afectando el acceso a la salud de los sectores más vulnerables, cuyo epicentro tiene la lucha del Garrahan y el PAMI. La defensa de las paritarias sin techo es vital para no alcanzan a cubrir sus necesidades básicas. El reclamo por la cobertura de medicamentos para los adultos mayores o la lucha por la llegada de alimentos a los comedores representan en esta calamitosa realidad la diferencia entre la vida o la muerte lenta. La articulación de la lucha es imperante para resistir semejante guadañazo a los intereses de los de abajo.
Más allá de esta agenda urgente, algo tenemos en claro lxs anarquistas en este escenario de barbarie capitalista. Y es que la administración de la sociedad, las industrias, los servicios, del sector público y demás sectores estratégicos y vitales de la sociedad, han fracasado en manos de políticos de turno y empresarios, dejando un tendal de empobrecidos y un déficit económico y social para lxs de abajo sin precedentes. Es por esto por lo que bregamos y no cesamos la lucha por un mundo nuevo, por una revolución social que de paso hacia una sociedad administrada por los mismos sectores populares.
Organización Anarquista de Santa Cruz (OASC)
Organización Resistencia Anarquista de Buenos Aires (ORA)
Federación Anarquista de Rosario (FAR)
Organización Anarquista de Tucumán (OAT)
Organización Anarquista de Córdoba (OAC)



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